Capítulo Único

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El rubio se posicionaba en el escenario mirando a cada uno de sus compañeros deteniéndose en las hipnóticas esmeraldas que lo desmembraban desde sus entrañas. Tomaban el micrófono con fuerza cuando la melodía empezaba a sonar.

—Oye pinocho vuelve a ser cinderella que para mentirme un poco hay que tener madera Si querías jugar conmigo y pintar tu nombre en mi suela habrás de tener cuidado los juguetes también vuelan.

Mi voz empezaba a entonar esa canción dedicada a quien le torturaba cada día y noche entre sueños, malos chistes y caricias que solo son burlas para el azabache, su corazón dolido esperaba que esta tonada le encendiera algo ese gélido corazón destrozado por malas vivencias. Laufeyson se había vuelto su paraíso infernal.

—Que no soy Brave, es que incendio el aparato Rata tú y él, y la otra el segundo plato lo siento por Tiana pero yo no me maltrato quien busca caras bonitas no merece amor de un sapo.

No podía entender cómo podía seguirle el juego a ese embaucador, le había engañado más veces de las que podía contar. Sus dulces palabras eran veneno en su alma lastimosamente no fue el único corroído por su infinita belleza, corazones rotos eran encontrados rociando sus pedazos a su alrededor mofándose de su dolor.Ciertamente en el fondo de sí mismo se alegraba que su demonios personal vuelva para torturarle.

—Bella durmiente tus sueños se desmontan buscar un cuento Disney te va a salir en contra yo no voy a ser el necio que inicie una guerra tonta sabiendo que John Smith, no se va con Pocahontas.

Mis orbes azules chocaban con la radiación que le enfermaba, una sonrisa ladeada en esos labios que  eran bálsamo puro para sus heridas,ignorando el hecho que esos mismos labios le habían hecho pecar en contra de su voluntad.

—No le quiero incomodar señor Tritón, más su Sirenita, ya dejó el caparazón cierre el libro de la selva y no le imponga un Rey león si hay un «Robin in da hood» que le roba el corazón.

Las cadenas que los ataban eran cada vez más pesadas, los grilletes del embaucador ahogaban más cada paso que daba. Su cabeza dolía como resaca cada día que intentaba burlar el peso que retenía a su amada serpiente.

—Amor libre... nos veo a pesar del humo como Coco y su guitarra aunque no nos crea ninguno Como Dama y Vagabundo compartiendo un desayuno siendo Dálmatas de noche en la caricia 101.

A pesar de todo lograban momentos que el tiempo no existía y ningún peligro les acechaba. Flashes con los ropajes volando sin rumbo alguno, respiraciones alteradas, risas sin sentido y el suave tacto de la sedosa piel de porcelana que era celosamente cubierta de ojos curiosos e ignorantes de la verdadera belleza que poseía el azabache. Esas noches de escapada eran esos secretos que se llevarían a la tumba.

—Y aunque a veces soy la herida de la espada de Mulán o el Tarzán que no supera el síndrome de Peter Pan También soy el jorobado que te escribió este refrán: «una esmeralda en París es diamante en Notre Dame»

Estaba claramente enamorado,no, no lo estaba, estaba totalmente embrujado y enloquecido de amor por un ser realmente despreciable. ¿Como el diablo podía volverse tan irresistible? Era una joya inigualable, única en el mundo se podría considerar el diamante negro, conocido por su mito de llevar la muerte a todo portador de este. Tal como lo hace el azabache sepultando tres metros bajo tierra toda esperanza en sus supuestas amistades de paso.

—Oye... solo digo que si de verdad me quieres déjate de cuentos Disney Demasiada agua salada ya he tragado para aparentar ser cisne.Cuando sirenita quiera izar la vela nos vemos en tierra firme porque estos mares no son para mí...

Tu eras mi vida [Thorki] One-shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora