Parte única.

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n/a: antes que nada, feliz día del amor y la amistad, espero que este día se la pasen rodeados de las personas que aman y que se la pasen bonito.

ahora, estoy publicando esta pequeña historia Starker porque hace tiempo la tenía escrita pero sin corregir y, dado que no pude escribir nada especial para este día porque estoy teniendo problemas con mi vista desde hace días, decidí corregirla y publicarla hoy.

es algo sencillo, sin mucha trama pero que me gustó mucho. espero que la disfruten aunque sea un poco.


1.

Después de Civil War, 2016.

Vio el rostro de Peter, cansado y con marcas violáceas, y quiso hundirse más en su asiento. Se llevó las manos al rostro sintiéndose cansado, desesperado, enojado y roto.

Odiaba a todos en ese instante, pero, sobretodo, también a sí mismo.

Era su culpa, lo sabía. Era toda su maldita culpa. Había perdido más de lo que había imaginado. Natasha lo había traicionado, demostrando que no tenía ninguna lealtad con él y que siempre iba a preferir a Rogers; Rhodes estaba en el hospital con riesgos de quedar paralítico; Visión creía que la vida no tenía sentido sin Wanda; Pepper había terminado con él y Rogers... Ni siquiera podía decir lo destrozado que se sentía de solo pensar en él.

Solo tenía a Peter y a Happy, pero Peter era un niño al que no debería de meter en más problemas y Happy tenía sus propios asuntos que tratar. Era como si estuviese completamente solo.

-¿Pasa algo? -Peter se sentó en el asiento a la par del suyo, que había estado vacío (todo el puto Quinjet lo estaba, a excepción de Peter y él).

Negó con la cabeza inmediatamente, ni siquiera se había dado cuenta cuando Peter había despertado.

-No pasa nada, vuelve a dormir o tu tía me dejará sin familia al ver que su adorado sobrino, aparte de golpeado y cansado, va ojeroso.

Peter resopló.

-Mi tía no haría eso... -Tony alzó una ceja-. Bueno, sí lo haría, pero no es como que si usted se fuera a dejar.

Tony hizo un ademán con la mano.

-Me lo merezco.

Peter frunció el entrecejo.

-No, no lo hace.

-Niño, no sabes lo que dices, lo mejor sería que dejes de intentar meterte en mi vida, sigas con tu vida normal y me olvides.

Peter se movió incómodo en su asiento y Tony se arrepintió inmediatamente de haberle hablado de esa forma, porque el niño no merecía que él estuviera pasando por un mal momento. Sin embargo, no se disculpó.

-Ya estoy en su vida, le guste o no -Peter contestó, después de un par de minutos en silencio-. Y parece que usted no lo entiende. Sabe que nadie con los poderes que yo tengo puede llevar una vida normal y aunque quiera, no lo puedo olvidar de un momento a otro y olvidar esta vida que algún día será la mía.

Tony no contestó, se sumió en un silencio devastador y apagó. Se dejó consumir por su mente, deseando olvidar los últimos cinco años de su vida.

Peter no le insistió tampoco, pero supo que no la tendría fácil.

*

Happy estacionó el auto y se bajó, Tony miró por la ventana las calles bulliciosas e iluminadas de New York. Peter parloteaba un montón de cosas en el asiento a la par de él.

-...supongo que me va a llamar entonces -Tony frunció el ceño.

-¿Qué dijiste?

Peter rodó los ojos, Tony quería decirle al niño que no fuera tan impertinente con él porque él era Tony Stark, pero lo dejó pasar. De todos modos, después de ese día, Peter no volvería a ser parte de su vida.

cuatro veces | starkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora