ONE SHOTS -2-

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Abrí la cortina solo un poco para poder verlo. Ahí estaba, llevaba puesto una camiseta blanca que se trasparentaba y dejaba ver su abdomen ligeramente marcado; bebió un poco de agua y lo vi tragar, esa manzana de adán se movió ligeramente haciendo que me mordiera el labio; pasó una mano por su cabello sudado y lo peinó para atrás, tenía unos shorts de correr y cuando se volteó el mundo casi se me cae. Quizá me haya portado bien esta semana y Dios me quiso recompensar con la gloriosa vista de su pene marcándose en a través del short.

Solo me dolió del verlo e imaginarlo dentro mio, dandome una y otra vez mientras grito y disfruto de su maravilloso miembro.

Me relamí los labios y seguí mirando, quería que notara lo caliente que estaba en ese momento, y no tardó en mirar arriba; pude ver como sonreía y me mostraba esos dientes blancos, me guiño un ojo y luego se metió a su casa. Boté todo el aire que tenía dentro, no me había dado cuenta que estaba aguantando la respiración.

Cerré la cortina rápidamente y me apoyé en la ventana, no podía quitarme de la cabeza a ese hombre, tenía literalmente un dios viviendo al lado y en lo único que pensaba era en montarlo hasta que me doliera. Respire hondo y entonces fui a mi armario, esta noche me cogería al vecino cueste lo que cueste.

11:30 de la noche, mis padres estaban dormidos así que en silencio logré salir de mi casa, llevaba puesto un abrigo grande para cubrirme del viento de Londres. Llegué a su puerta y antes de tocar me revisé por completo, estaba segura de lo que iba a hacer. Di tres golpes y esperé a que la puerta se abriera, pasaron unos minutos cuando lo hizo y me dejó verlo, no parecía que haya estado durmiendo, se veía sexy de todas formas. Mordí mi labio inferior y me acerqué un poco, vi que me examinaba de arriba abajo y sonreía.

- no pensé que te demoraras tanto- habló con una voz ronca la cual solo hizo que mojara mis bragas más.

-lamento interrumpir a estas horas señor Hiddleston- hablé con inocencia lo cual lo hizo reír; diablos, su risa era porno para mis oídos.

- estaba ocupado...si, pero en algo en lo que me puedes ayudar- pasó la lengua por sus labios lo cual me hizo soltar un gemido inaudible.

No me di cuenta que ya había cerrado la puerta, entonces el calor me invadió y me quité el abrigo, este cayó al suelo dejándome solo con el atuendo que había elegido para esta noche. Había rebuscado en todo mi armario mi antiguo uniforme que ahora parecía cooperar más que en esos años, mi blusa blanca estaba amarrada debajo de los pechos y los botones de abrían ligeramente, mi falda a cuadros me quedaba más pequeña y las medias largas con los tacones le daban un toque más adulto.

No teníamos nada más que esperar, él lo quería tanto como yo, y a pesar de ser mucho menor que él la tensión sexual y las ganas eran las mismas.

Tom avanzó hasta tenerme acorralada contra una mesa pegada a la pared, rozó su nariz contra mi cuello y sus dedos hicieron lo mismo con mi muslo, iban subiendo y levantando la falda de a poco.

-¿no traes ropa interior?- preguntó en mi oído y Sonreí.

-... - no respondí.

-buena chica- dijo antes de devorar mi cuello como se le diera la gana.

Mis manos fueron a su cuello y lo pegaron más a mi, sus dedos jugaron con mi entrada rozandola y haciendome perder la cabeza, hasta que introdujo dos dedos haciendome saltar. Con su mano libre alzó una de mis piernas y la enredó en su cadera para poder tener más acceso a mi.

Gemí más fuerte cuando aumentó la velocidad de sus embestidas y la cantidad de dedos.

Quería su boca más que nada, quería que me besara como había soñado cientos de veces, quería que me tomara como quisiera pero que a la vez fuera tan delicado como siempre pensé que sería.

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⏰ Última actualización: Nov 03, 2019 ⏰

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