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- Ngh... hazlo ya~ -gimió el rubio.

- ¿Que quieres que haga? -dijo, fingiendo no haber entendido.

- M-Mételo ya~

Sonrió de lado, feliz y satisfecho por la respuesta.

Tomó su miembro propio y empezó a masturbarse un poco para prepararse.

Unos segundos después, tomó las piernas del más bajo y las abrió, colocándose en medio de estas, acomodándose para dar el siguiente paso.

Tomó su miembro y lo alineó a la entrada de Jimin.

- T-Ten cuidado, por favor. -pidió el pequeño mirándolo a los ojos. ¿Estaba nervioso? Demasiado.

- Lo tendré -dejó un beso en la frente de Jimin.

Y ahí va.

Se empezó a adentrar en el menor, abriendo paso en su estrecha entrada con el glande.

- ¡Ah!~ -apenas había entrado la punta, dolia mucho.

Se adentró un poco más.

- Mgh~, ah, espera~ -suplicó Jimin con lágrimas en sus ojos.

Hizo caso omiso y se adentró más, entrando por completo al fin.

- T-Tae... duele mu-mucho... - apreto sus ojos, liberando las lágrimas que ya amenazaban en salir.

- Tranquilo -beso sus labios.- avísame cuando quieras que me mueva.

Jimin no podia describir esa sensación. Era un dolor inmenso, pero era excitante.
Sentía las venas del miembro ajeno palpitar entre sus paredes. Sentía a su hermano, lo sentía, como lo llenaba.

Se estaba empezando a desesperar.

- Muévete~

No tuvo que decírselo dos veces. El moreno empezó con embestidas suaves, lentas y dulces, intentando no lastimarlo.

Pero Jimin no quería lo mismo, quería más.
Así que empezó a mover sus caderas en busca de más contacto.

Taehyung entendió lo que su menor quería y empezó a moverse un poco más. Aumentando más la fuerza y la rapidez de sus movimientos, creando un vaivén de sensaciones.

Dios, estaban en el mismísimo cielo.

Ahora las embestidas eran bruscas, pero por alguna razón eran exquisitas.

El sonido de sus pieles chocando era excitante, mientras una fina capa de sudor cubría ambos cuerpos.

- ¡Más, más!, ¡Muévete, maldita sea!

Y como si fueran las palabras mágica, Taehyung se empezó a mover tan fuerte que sentía que se rompería en dos.

Jimin echó su cabeza hacia atrás, dejando el cuello libre para que el moreno dejara marcas y chupetones en este.

Taehyung se sentía en la mismísima gloria; los gemidos agudos de Jimin eran música para sus oídos, su piel suave y sudada, el ardor en su espalda debido a los rasguños que le proporcionaba el menor y los gestos que hacía, sin duda lo mejor que había visto.

- ¡Taehyung!~ -gimió Jimin al correrse.

Escuchar a su hermano gemir su nombre lo hizo estallar, llegó a su tan anhelado orgasmo, corriéndose dentro de el cuerpo ajeno.

Una, dos y tres embestidas más para que Taehyung saliera del menor y de acostase a su lado.

Trataron de regular su respiración mientras miraban hacia el techo, aturdidos.

- Eso estuvo genial... -habló el mayor de los dos.

Jimin lo volteó a ver.

Por fin había sentido a su hermano, al hombre que amaba, había perdido su virginidad don el.

Lo admiro de arriba hacia abajo, deleitándose con su belleza.

- TaeTae~

- ¿Si, bebé?

- ¿Me das un beso?





Fin.

𝐊𝐢𝐬𝐬 - 𝐊𝐓𝐇!𝐏𝐉𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora