Madre Vida

41 5 0
                                    

Fue tu viento el primero en acariciar mi mejilla,
fue tu lluvia la primera en mojar mi cabello,
no fue tu aroma a vino lo que embriagó mis celos,
sino tu trato brusco y truenos sin freno.
Trataré bajar la cabeza en tu presencia,
consiguiendo así ver en pieza mis anhelos.

Quizá fue el juego del gato y el ratón,
quizá no he aprendido a agradecer tu cuidar.
Si prometen tus nubes llover sobre mí al amar,
no hacen falta cadenas, llaves o esposas.
Si me cuidas entre truenos, sobra lo demás.

No me siento completo si no llueve,
como vacío se sentiría el mar.
El vacío arrasa mi pecho con dolor seco,
mis piernas tiemblan cuando empieza a lloviznar.
No me importa lo que diga la gente,
este río es de los dos.

Pasa la lluvia y se seca el mar,
mis piernas tiemblan añorando tu amor,
verte lejos y llevándote lo que alguna vez tu corazón me entregó.
Juro no encontrar otra lluvia que calme mi descontrol.

Tras tu cadena perpetua te espera este esclavo,
encerrado en el sótano, la próxima comida.
Mis piernas tiemblan, mis huesos se marcan,
"Te esperaré paciente, amo",
esperaré la lluvia de mis estribos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 07, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Poesía y LíricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora