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Aclaración: Los chicos mencionados ya están en sus +17 años respectivamente.


El verano continua, aún no es tiempo de decir adiós, de las mejores ideas que pueden cruzar la mente del joven Ben Hanscom es proponer a sus amigos el  pasar un rato juntos mientras aun puedan aprovechar el tiempo que resta, todos de acuerdo, se reúnen  un sábado bastante soleado, habiendo decidido juntarse en casa de uno de los perdedores, para la ocasión:Richie, pues finalmente al querer pasar un tiempo entre amigos sin limitación alguna, el que los padres de Tozier estuvieran fuera durante el fin de semana en un pequeño viaje de aniversario, les da la oportunidad de verse sin preocupación alguna libres de todo.

Entre los chicos más puntuales en la hora acordada con anterioridad, llegan Stan y Mike.

—Me pregunto seriamente por qué siempre somos nosotros los que llegamos temprano cuando los demás llegan cuando quieren.— habló en queja Stan yéndose a sentar a una de las sillas gastadas del garaje de Tozier, donde el de rulos y gafas desde antes estaba desparramado sobre el sillón igual de maltratado un poco más al fondo, cuando estaba por mencionar algo al respecto o quizás (muy probablemente) soltar alguna tontería, Eddie llegaba apenas las palabras de Stan fueron dichas, sobre la bicicleta que iba pedaleando con fuerza hasta estar frente a los tres antes mencionados.

—¡De mi no te quejes!— Eddie le miró jadeante demostrando que literalmente venia como rayo, pues si, no era alguien a quien se le mencionara por ser impuntual, Stan rodó los ojos asintiendo para cruzarse de brazos.

—Un día de estos vas a romperte, Edds, aún no sé como siquiera alcanzas el manubrio, después pedaleando tan a lo salvaje, yo no me arriesgaría.— sin dos minutos de tardanza, el de gafas ya había soltado riendo burlón en el momento que Eddie al escuchar su voz empezando a hablar, supo que alguna babosada diría, haciéndole fruncir el ceño de inmediato.

—Jódete, Richie.— soltó de inmediato a la defensiva el de baja estatura.— y la próxima vez que te diga que no me llames Edds será con un golpe en tu cara, pedazo de idiota.— soltó con un tono más alto de voz logrando que el pelinegro riera por lo gracioso que lucia Eddie después de hacerlo rabiar, demasiado gracioso en realidad y es por eso que no podía dejar de ser la persona que lo molestase sin día de falta.

—Chicos...—Mike había intentado decir algo, sabiendo que seria el que tendría la cabeza a punto de estallar primero por la guerra de insultos que empezarían esos dos sin encontrarle fin, hasta que Stan le hizo un gesto de negación dándole a entender que no iba a lograr nada, más por el contrario, lo mas probable era que el par le ignorara.

—Hey...yo podré ser un idiota completo, pero el pedazo de idiota serias tú, en definitiva, enano.— cuando el ataque terminó de salir de la boca de Richie este mismo se puso de pie rápidamente del sillón en el que antes estaba acostado para salir corriendo tras haber provocado a un Eddie que estaba dispuesto a tirarlo al suelo y empezar a lanzarle puñetazos.

—¿Sabrán que aun a estas alturas parecen niños? — una voz reciente mencionó mirando a ambos chicos corretearse y llegando hasta el otro lado de la calle mientras Eddie gritaba "cuando te atrape me vas a conocer, grandísimo imbécil" mientras Richie parecía disfrutarlo como nada más en la vida, riendo de que el aludido no podría alcanzarlo y apenas podía acercarse.

—Ya llegaron.— Stan tranquilamente sentado como antes, dijo al ver a los tres chicos faltantes llegar,  con el comentario que antes Beverly había soltado, para volver a ver a ese par que en cualquier momento se cansaría y la historia de siempre seguiría.

—Y justo a tiempo para ver el espectáculo.— Bill rió deteniéndose a pensar en que si había algo que jamas iba a cambiar era el hecho de que siempre estaría un Richie para hacer rabiar a un Eddie que solo lograba salirse de sus casillas con los comentarios del bocazas.

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