Pato a la naranja

¡¡¡Wow!!! Pero qué rápido pasa el tiempo. Esta es una historia que hice y subí en diciembre del ¡¡¡2010!!! Sí, hace casi 9 años como regalo de navidad y bueno, también quería compartirla aquí en wattpad. Fue otra época de mi vida la cual disfruté muchísimo.

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Precisamente por esta época a algunas familias les encanta este plato: "Pato a la naranja", es algo particularmente difícil de hacer porque el pato requiere de mucho cuidado. Mi mente lemon salió a relucir cuando uno de mis jefes dijo que para un fin de semana un grupo que había alquilado el local quería esta receta, de hecho yo tengo un par de trucos que mi mami me enseñó hace muchísimo tiempo atrás y que ahora lo estoy poniendo en práctica.

Adoro a Sesshoumaru y sobre todo la pareja que hace con Kagome, espero que este one shot sea de su agrado. Es un one shot lemon.

Rumiko es la única dueña de estos personajes, yo solo los tomo para que realizan mis perversiones.

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Pato a la naranja

Todas las mujeres tenemos miedo de meternos a la cocina sobre todo si hay que realizar una cena especial para alguien amado.

A Kagome, para aquella navidad, se le había metido entre ceja y ceja que para la noche de la natividad invitaría a Sesshoumaru al restaurante a donde ella trabajaba a comer Pato a la Naranja, el cual era una de las comidas preferidas de él. Había estado obsesionada con el tema durante el último mes, era todo un milagro que no echara a perderse ella misma la sorpresa diciendo en voz alta sus planes, hacia un doble esfuerzo por conservar su secreto.

Primer paso:
Conseguir un buen pato.

Entró a su casa llevando una pequeña bolsa, recorrió el lugar para luego subir las gradas hasta llegar a su habitación. En la cama extendió su contenido. Era un disfraz de enfermera erótico muy corto, con su gorro, medias blancas con liguero. Aquella noche sería especial, aunque a decir verdad todas las noches eran especiales junto a él, pero aquella noche lo sería aún más, después de todo estaban cumpliendo 3 años de noviazgo los cuales coincidían con la noche de navidad y también... ¿por qué no decirlo? aunque le daba un poco de vergüenza aceptarlo en voz alta, 3 años menos 1 mes de haberse acostado con él.

—¡Tsk... que mas da! —de todos modos, sabía que él era el indicado, se aceptó ella misma.

El pato era perfecto para aquella cena.

Segundo paso:
Buscando y ordenando los ingredientes.

Su cocina era inmensa, de hecho es un increíble sueño para cualquiera, claro no era tan inmensa como la que tenía en el restaurante, pero la de su casa era muy impecable.

Hacer un pato no era cosa del otro mundo, claro para ella, que era una Chef Profesional que trabajaba en uno de los mejores restaurantes de 5 estrellas de la ciudad, pero hacerlo para Sesshoumaru, era algo particularmente difícil y comprometedor.

Es obvio para cualquiera que cocina, que todos los ingredientes deben de estar en la mesa antes de empezar a cocinar, ya que de lo contrario al momento de hacerlo se van encontrando con problemas en el camino lo cual siempre es mejor, tratar la manera de lo posible, resolverlos y preguntar antes que sucedan.

Se fue desnudando lentamente quitando todo su ajuar de trabajo para irse a bañar.

Encendió la regadera, el agua caliente caía en su blanca y tersa piel, aquello era de lo más relajante; no entendía por qué el hacer una cena para Sesshoumaru cuando inclusive lo hacía para cientos de personas podía ser aún más estresante, era algo absurdo e ilógico, aunque si se lo ponía a pensar de una mejor perspectiva se podía dar cuenta que era obvio que resultase estresante ya que no es lo mismo cocinar para un total desconocido que cocinar para el amor de su vida, siempre intentas quedar lo mejor posible.