Seira

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En un recondito lugar entre las montañas se encontraba un pequeño y sencillo pueblo, escondido del resto del mundo.
En ese pequeño pueblo vivian tranquilamente familias de elfos protegidos de una maldad que los acechaba.
Entre ellos se encontraba Seira una joven elfa que solo soñaba con escaparse y vivir una vida llena de aventuras lejos de aquel recondito pueblo y sus habitantes.
Seira era bastante más baja que la mayoría de los habitantes de su pueblo y de piel palida como la luna, sus ojos azules, profundos como el mismo mar y una larga melena castaña cubría casi toda su espalda.
Ella nunca se había sentido del todo agusto entre su família siempre supo desde muy pequeña que ese no era su sitio y ahora que se hacercaba su cumpleaños había decidido irse definitivamente de aquel lugar.
Seira vivia con su hermano mayor
Meliodas al que quería con locura pero a la vez le resultaba la persona más irritante del mundo.
Melioas era alto como una biga, de  pelo rubio como los rayos del sol y ojos verdes como esmeraldas, la gran malloria de las chicas del pueblo rezarian por que tan si quiera las mirara. El era todo lo contrario a Seira le encantaba su vida aburrida y monotona mientras que ella deseba una vida llena de emoción y aventura.
Pasaron los días y por fin llego el deseado día que había estado esperando con tanta ansia, su cumpleaños el día que por fín alzaria el vuelo y se iría.
Aquella mañana Seira seguía en cama descansando dado que esa misma noche tendría que aprovechar la oscuridad para poder escaparse, cuando siente que alguien irrumpe en su cuarto y empieza a cantarle el cumpleaños feliz.
Como todos los años meliodas le había comprado la misma tarta intragable de vainilla que ella detesta, nunca podrá entender como su hermano es capaz de comersela...
Meliodas -Buenos días Seira, FELIZ CUMPLEAÑOS!!!
Seira cansada de lo de todo los años se incorpora en la cama y con la sonrisa más falsa que podía poner le da las gracias a su hermano con la esperanza de que se valla y la deje en paz.
Meliodas -No seas así de amargada es tu cumpleaños deberías estar contenta y no tener esa cara.
Seira -Es mi cara de siempre no puedo cambiarla Meliodas...
Le dice Seira mientras entorna los ojos y no puede evitar poner una mueca.
Vio que el rostro de Meliodas se tornaba serio mucho más de lo habitual y el prosiguió a decir.
Meliodas -Hoy que te me haces un año más mayor y quería decirte que aunque no siempre nos entendemos eres lo más importante de mi vida y nunca dejaré que te pase nada.
Seira casi no se creía lo que estaba escuchando le habrían cambiado al hermano como podía haber pasado de ser el elfo más repelente del mundo a ser el más adorable en menos de un segundo. Seira atonita no sabía muy bien que decirle sabiendo que esa misma noche lo dejaría para irse y no sabía cuando el destino volvería a reencontrarlos de nuevo pero con toda su fuerda dijo.
Seira -Yo también te quiero, cuando nuestros padres se fueron tu fuiste quien me cuido lo cual nunca olvidaré y si por cualquier cosa un día nos separasemos ten por seguro que siempre velare por ti, te lo prometo.
Meliodas abrazo tan fuerte a Seira que casi la ahoga y con las mismas se fue dejandola sola en su cuarto.
Seira se quedó pensando como se sentira su hermano cuando descubra que se ha ido pero es algo que tiene que hacer por ella.
La tarde transcurrio rápido, Seira se dedico a organizar las cosas que iba a llevarse y a preparar las provisiones para su marcha.
Cuando se quiso dar cuenta ya era noche cerrada y el momento de irse de ese lugar, con una tristeza enorme en su corazón por dejar a Meliodas salió por la ventana y descendió por la gran enredadera de su casa y así mismo echó a correr hacía el profundo bosque.

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2019 ⏰

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