Actualidad. 04 de febrero 2022
A pesar de todo lo que pasamos, todo lo que hicimos, lo que vivimos, lo que sentimos, el hecho de estar juntos es peligroso.
Y no es peligro de morir o que se maten simplemente Una persona no deja a otra solo por qué si, es una serie de decisiones, de emociones y sentimientos.
¿Qué si duele? Claro que duele pero no hay mal que dure 100 años y a veces es mejor alejarnos que quedarnos con una persona que tiene la posibilidad de hacernos sentir unas personas increíbles, especiales, amados pero que a la vez tiene el don de hacernos sentir pedazos, destruidos, con ganas de llorar y no levantarte en varios días.Pero ocuparía contarles todo desde el inicio y no a medias.
Todo comenzó en noviembre del 2018.
Cursábamos el 3er semestre de universidad, uno de los semestres más divertidos, locos, fiesteros, buena época para conocerlo.
Antes de cualquier cosa me presentaré, me llamo Anabeth Solorio, estudiante de medicina, poco complicada pero mi favorita, sinceramente no soy la más bonita, ni con el mejor cuerpo, ni la más popular pero soy buena niña, simpática, risueña y buena estudiante. Mido 1,60m, cabello castaño claro, de piel canela, ni gorda ni delgada, dicen que mis ojos tienen un brillo único y que es lo que más llama mi atención, pero yo solo veo un par de ojos color entre café y miel.
Como de costumbre llegue a la facultad 5 minutos antes de las 11 AM, no estaba haciendo tanto frío como años anteriores pero era suficiente para llevar uña sudadera y por si las dudas una chamarra pero casi siempre la dejaba en mi carro.-hay que onda- me dijo Andrea en cuanto me vio, era una de mis mejores amigas de la U, me llevaba súper bien con ella y le contaba casi todo, era baja de estatura, como 1,40m, súper delgadita, cabello casi rapado y tes Morena.
-Alo- dije acercándome a la mesa donde estaban casi todos con los que me llevaba bien, en sí solo era Andrea, Lucía, Marco, Gabriel, Daniela, Jesus y Eduardo.
-Alguien hizo la tarea de bioquímica?- preguntó Lucía antes de entrar al salón de clases, ella era más o menos de mi estatura, muy guapa y su cabello chino era lo que más te atrapaba, casi siempre se guardaba sus cosas para ella, era raro que nos contará algo.
-Si, yo, ahorita te la paso- como ya mencioné, era muy buena estudiante.
-Eres un amor- me dijo al entregarle un par de hojas.Pasó el día súper rápido, si a eso le sumamos que no tuvimos la clase de 6-8pm fue mucho mejor, así que al modo, todos querían hacer algo saliendo de clases, como ya era viernes querian el desestres de la semana.
-vayamos a mi casa, este fin estaré sola y podemos estar a gusto- dije sin ninguna preocupación.
-va, le diré a Eduardo si quiere ir con nosotros, a nadie le molesta verdad?- dijo Andrea antes de subirse a mi carro.
-por mí no hay ningún problema- dije antes de guardar mi mochila en el maletero y ponerme la chamarra.Después de que Andrea le dijera a Eduardo, todos se subieron a mi carro, excepto él, ya que llevaba el suyo y no era seguro que fuera con nosotros.
Al llegar a mi casa estacione mi carro y todos se bajaron dejando sus mochilas en el maletero, presiento que esto lo tenían planeado desde antes de decirme, ya une venían con ropa cómoda.
-Oigan chichos, no compramos nada antes de llegar y aquí solo tengo un par de cervezas y tequila- dije mirando mi alacena y mi refri.
-Tranquila, ahorita vamos Gabriel, Marco y yo- dijo Jesus, el era futbolista, de altura 1,73m, de echo era el más chico de edad, literalmente competíamos para ver quién sacaba mejor nota en la U.
-Esta más que claro que traeremos botanas, cervezas y sodas- dijo Gabriel mientras se levantaba de mi Sofá.
-Vale chicos, cooperamos entre todos- dijo Dany sacando su cartera.
-Nosotros invitamos chicas. Anabeth nos ha traído y puso la casa, a parte un par de cosas no nos afecta comprar- dijo Jesus al acercarse a la puerta. Cabe recalcar que Jesus y yo no nos llevábamos muy bien, en primer semestre tuvimos algo fugaz que terminó muy mal, ya que él quería con Dani pero también conmigo, fue un lío muy complicado.
-Anabeth crees poder mandarle la ubicación a Eduardo? Siempre si vendrá pero no sabe dónde es y mi celular no me deja enviarle ubicación- me dijo Andrea mientras se acercaba a mi.
-Si quieres mándasela, mi celular está en el mueble de la televisión, yo subiré a ponerme algo más como- mi casa constaba de dos plantas, en la plata de abajo estaba la sala, el comedor, la cocina, un baño, un cuarto donde se encontraba un escritorio y un barra de la cocina y más a parte el patio y cochera, en la planta de arriba constaba de 3 recámaras, la principal donde dormía mi prima que a lado tenía una biblioteca (me encantaba pasármela ahí), mi habitación y otra extra que nos servía para guardar botellas de agua, la comida de mi gato y los perros, más a parte teníamos baño y regadera.Cuando baje los chicos ya habían llegado y con ellos llego Eduardo.
Pusimos un poco de música para ambientarnos un poco y platicar.
-Porque no jugamos a algo?- dijo Lu mientras tomaba una cerveza del refri.
-Algo como que?- Dice Dani con un gesto de desagrado.
-Verdad o reto, como los viejos tiempos-
-Vamos Lu, ya no estamos en la prepa para esas cosas- resongo Marco.
-Sería divertido- todos se me quedaron viendo con mi comentario- No es algo fuera de lo normal, a parte es solo un juego-
Nota mental: nunca es solo un juego.
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Lo peor que me pasó, fuiste tu
Teen FictionNo sabes cuánto duele amar a alguien que solo te utiliza.