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A las afueras se escuchaban los villancicos navideños. Las luces iluminaban la noche, y un árbol en el centro de la villa.

Las casas llenas de amor y alegría, pero una casa en especial... La de la señora Gutiérrez, a pesar de ser la más brillante por fuera, estaba vacía, sin esa paz que se siente en cualquier lugar en estas fechas.

Las luces dentro yacían apagadas. Una niña sentada en su cama y recostada en la pared leía un libro con lámpara en mano. La niña sola estaba triste, la navidad se trata de estar con tu familia, eso decían en la radio, la escuela, las persona; pero ella, estaba sola.

Sin padres... Sin familia.

Solo a la señora Gutiérrez, pero ella andaba de parranda esta noche.

En conclusion estaba sola.

Como todos los años...

A la mañana siguiente los otros niños abrirían un regalo con sus padres... Pero ella no, la señora Gutiérrez no le compraría nada y Santa Claus no existía. Ella amanecería sola.

Y así fue.

Esa mañana, sin ningún sonido por la casa, fue a la cocina para desayunar algo. Akira, la niña, opto por cereal, que era lo unico que había, de todos modos.

La fría y silenciosa casa no tenia ni un árbol decorado. No era como en su libro. Ese fue el momento en que Akira penso:

Si robara todos los regalos, ¿alguien me invitaría a pasar la navidad? ¿Un espíritu aparecerá?

Y fue así cada Navidad.

Fuego En NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora