Capítulo 2

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    Tres días después de haberse conocido en el hospital, Blaine decidió ir al famoso McKinley para ver cantar a Kurt. Si hubiera sido por él, habría ido el mismo día que se conocieron, pero se consideraba una persona responsable, y al día siguiente tenía una guardia que había resultado ser agotadora, y además, no quería parecer demasiado ansioso. Sí, Kurt le había gustado, y juraría que había sido recíproco, pero tampoco estaba seguro de querer meterse en líos amorosos ahora mismo. Había salido sumamente escaldado de su última relación, y no creía tenerlo superado del todo. De cualquier forma, era viernes por la noche, el sábado solo trabajaba un turno normal y no tenía nada que perder, así que a las 10 en punto estaba entrando en el bar. Había cotilleado las redes sociales del sitio, y había leído que las actuaciones empezaban siempre a las 9 y media; además, se había asegurado de que esa noche actuaba el dúo compuesto por Rachel Berry y Kurt Hummel.

    En cuanto accedió a la sala, una potente voz femenina llegó hasta él. Se acercó a la barra, y una vez allí, se giró para ver el escenario. Sobre él, una joven morena terminaba en ese momento su canción con una nota imposible perfectamente ejecutada, y recibía los aplausos del público.

    - Gracias a todos. Para la siguiente canción, vuelvo a dar la bienvenida en el escenario a mi otra mitad, el increíble Kurt Hummel.

    Kurt fue recibido por otra oleada de aplausos. Blaine no pudo evitar sonreír; Kurt llevaba un traje de chaqueta color burdeos, entallado y con un broche en la solapa, aunque desde donde estaba no alcanzaba a ver bien lo que era. Lo que estaba claro es que Kurt tenía un estilo peculiar. Empezaron a sonar las primeras notas de la canción, y Blaine la reconoció al instante: Teenage Dream, de Katy Perry.

    - "You think I'm pretty without any makeup on..." - comenzó Kurt, moviéndose con gracia por el escenario. Fue en ese momento cuando su mirada se dirigió por casualidad a la barra, y se encontró con la de Blaine. Sin dejar de cantar, una enorme sonrisa se dibujó en su cara. Blaine dio un trago a la copa que el camarero acababa de servirle, y le devolvió la sonrisa.

    - "You make me feel like I'm living a teenage dream..." – cantaron a dúo Rachel y Kurt, y aunque la morena sí estaba pendiente de su compañero, este no apartaba sus ojos azules de Blaine, lo que estaba poniendo muy nervioso al joven médico. Nervioso en el buen sentido.

    Cuando acabaron la canción y los aplausos se disiparon, Kurt cogió de nuevo el micrófono.

    - Vamos a descansar cinco minutos, ahora volvemos. – Kurt agarró de la mano a su amiga, que no entendía muy bien lo que estaba pasando, y tiró de ella, haciéndola bajar del escenario y encaminarse a la barra.

    - ¿Te has dado un mal golpe? ¡Nosotros no paramos! ¿Crees que en Broadway paran la función cuando apenas llevan media hora? ¡Es una falta de respeto al público!

    A pesar de que aún no habían llegado hasta él, Blaine escuchó las quejas de la joven con claridad, igual que la respuesta de Kurt.

    - Rachel, te quiero, pero por una vez en tu vida, ¡cállate!

    Estaba dando otro trago a su copa para intentar disimular la risa cuando Kurt y Rachel llegaron hasta él.

    - ¡Has venido! – dijo Kurt, a modo de saludo.

    - He venido. – contestó Blaine. Le brillaban tanto los ojos que Kurt podía verlos perfectamente pese a la escasa iluminación.

    Se quedaron absortos el uno en el otro durante unos segundos, por lo que Rachel, que seguía sin comprender la situación, intervino.

    - ¿Y tú eres...? – preguntó, mirando a Blaine.

    - Perdona. Soy Blaine. – dijo, tendiéndole la mano.

Destinados a encontrarseWhere stories live. Discover now