Única parte

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Este escrito surgió de una tarea que me mandaron, debía crear una historia y hacer un guión con ella. Quizás dentro de poco suba el audio editado en la parte de gráficos sobre esta historia.

No sabía que hacer con ella así que decidí después de muchos meses subirla, no es muy larga y tampoco esta demasiado bien redacta pero espero les guste.

Amor a gotas de sangre

A veces recordaba su pasado. Una extraña nostalgia solía invadirlo y le oprimía el pecho cada vez que lo hacía, le desagradaba.

Recordaba cuando el pueblo de Snowdin era próspero, las personas eran felices y él y junto a su hermano tenían paz y tranquilidad. Todo era perfecto hasta que el rey Asgore murió, dejando desamparados a todos los pueblos de la zona que conformaban aquel pequeño reino.

Cuando Undyne asumió el puesto de reina creyeron que una nueva época de prosperidad llegaría al pueblo.

No podían estar más equivocados. Undyne básicamente había comenzado a abusar de todos los recursos en busca de liberarlos pero si bien la intención de un principio fue buena, se transformó en algo terrible.

Las personas entraron en desesperación, los inviernos se hicieron más crudos y el hambre comenzó a enloquecerlos hasta llegar a aquel punto... el punto donde se mataban los unos a los otros para poder comer, donde el mundo se volvió comer o ser comido.

Hasta que ella llegó... Frisk. Una joven hermosa, de cabello corto castaño oscuro y algo delgada, ella trajo esperanza a aquel reino oscuro.

Sin embargo les falló, les falló a todos. Prometió ayudarlos y cuando tuvo la oportunidad de irse lo hizo sin dudar y sin mirar atrás.

Por eso las odiaba. Odiaba a cada mujer humana que llegara al subsuelo y para colmo tenía que llegar esta jovencita idéntica a Frisk, solo que con el cabello largo y aún más delgada.

Le recordaba tanto a Frisk... Pero ella no era a Frisk, ella era diferente, ella si cumplió su promesa, ella los saco de su infierno, de su oscuridad.

Ella le sonreía, siempre lo hacía a pesar de todo.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

No lo entendía, no debería sonreír, no después de lo que le había hecho.

Sans, mejor conocido como Horror, se lanzó contra el cuerpo de la chica que caminaba entre la nieve de aquel oscuro y desolado bosque luego de salir de su ensoñación personal.

Dejándola debajo de él, siendo recibido por la calidez de su mirada verde.

En su destruida mente aun no podía comprender como ella no lo odiaba, así que haría que lo odie, devoraría sus extremidades si hacía falta para que ella dejara de sonreír, dejará de mostrar piedad.

—Odiame— le gruño—¡Odiame! ¡ODIAME!— sus manos temblaban mientras la veía ahí, indefensa y a su merced.

La sangre de la joven bajaba de su cuello y manchaba la nieve, blanca y pura. La última herida que él le había hecho aún no sanaba del todo.

Pero ella permaneció inconmovible ante sus palabras, solo le sonrió de nuevo mientras sus pequeñas manos, heridas y heladas se posaban a cada lado de su rostro.

—... Tus palabras no me afectan... ¿Y sabes por qué?— le dijo con voz suave. A pesar de su angelical sonrisa lágrimas bajaban de sus mejillas—porqué te amo Sans—

Más lágrimas fueron derramadas esta vez del de cuencas rojizas.

Tembló al escuchar esas palabras.

La odiaba, la odiaba tanto que se le oprimía el corazón.

—Debería odiarte, debería tenerte miedo, debería huir, pero no lo haré, me quedaré aquí— Ella suspiró como si estuviera resignada— permitiré que te alimentes de mi carne, te cuidaré y no solo a ti... si no a todos en el pueblo—

¿Como nos habíamos enamorado? ¿En qué momento? ¿Por qué?

Les daba... esperanza.

Y la odiaba por eso también.

No lo pensó, no dijo ninguna palabra, simplemente clavó sus dientes y los hundió en su tersa piel, en la zona del cuello, matándola más rápido de lo que acostumbraba a matar a sus víctimas.

Odiaba corresponderle a sus sentimientos, odiaba que siempre sonriera, regalándole una sonrisa a cualquiera que no fuera él, odiaba que se preocupara por él, que no lo odiara y sobre todo...

Odiaba amarla tanto y con tanta y desquiciada locura.

Se preguntaba ¿Cómo había pasado? ¿En qué momento? ¿Por qué?

Sostuvo su cadáver entre sus manos, mientras la observaba.

—Te amo—susurro contra el cuerpo inerte de la chica. Asegurándose de que sus palabras no fueran escuchadas por nadie más que el mismo.— Y odio hacerlo— finalizó mientras las lágrimas se mezclaban con su sangre.

Y se quedó allí, solo con el cadáver de su amada en la nieve mientras los copos comenzaban a caer y una suave brisa invadía el aire, mientras la sangre se esparcía a su alrededor.

La odiaba... pero ahora nadie más podría tenerla.

Por que por mucho que el odie sus sentimientos y a ella, la chica pertenecía a él.

Aliza era suya y ahora lo sería... para siempre.

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2019 ⏰

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Amor a gotas de sangre [Frans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora