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Izuku tropezó con una botella que estaba tirada en medio del baño y a duras penas logró sostenerse del marco de la puerta para no estrellarse contra el piso.

-¡KACCHAN!-gritó molesto.

-¿¡QUE MIERDA QUIERES, NERD!?

-¡Dejaste tiradas tus cosas otra vez!

-¿¡Y QUE!?

El pecoso infló las mejillas, irritado, y cerró la puerta fuertemente. ¿Que no podía tener ni una mañana tranquila? Siempre que se levantaba de buen humor, Katsuki lo terminaba arruinando de alguna manera.

Se aseó rápidamente y se puso su nuevo uniforme, perfectamente limpio y planchado. Trató de arreglarse el cabello sin mucho éxito y recogió su mochila de su habitación, verificando que todos sus útiles se hallaran en su sitio antes de bajar las escaleras y entrar en la cocina. El rubio estaba arreglando sus cosas con una tostada en la boca. Su uniforme no estaba perfecto, pero al menos lo tenía puesto.

-Ahí estabas, Deku. Apúrate, o llegaremos tarde.

-Ya voy.

Tomó su almuerzo y lo metió en su mochila, antes de dirigirse a la entrada y ponerse sus zapatillas rojas, seguido de cerca por el rubio. Sin mucho que decir salieron casi corriendo de casa para no llegar tarde su primer día de clases.






Por mala (o buena) suerte, su salón era el mismo: el 1A. Como un acuerdo implícito, fingieron no conocerse al segundo de entrar por la puerta, cada quien yéndose por su lado. Izuku miró a su alrededor, un poco nervioso, y trató de ver si reconocía a alguien, pero al no haber estado en el examen de ingreso, no hubo suerte.

-¡Hola!-saludó una voz dulce.

Era una chica de redondas mejillas y cabello castaño, que le sonrió tímidamente.

-H-Hola-respondió nervioso.

-No te recuerdo del examen de ingreso... ¿eres de los que entraron por recomendación?

Izuku sintió un escalofrío por alguna razón.

-Si, pero no creas que eso me hace mejor que todos-se apresuró a aclarar- se qué entrar por recomendación no me hace superior, así que me esforzaré.

Ella pareció un poco sorprendida pero luego se rio.

-Mi nombre es Uraraka Ochako-se presentó.

-Midoriya Izuku, un placer.

-No deberían obstruir la puerta-señaló un muchacho alto con lentes, moviendo las manos en un gesto exagerado.

-Lo siento-Izuku se hizo a un lado-¿Y cual es tu nombre?

-Iida Tenya-explicó ajustándose los lentes.

La puerta se volvió a abrir, y oh, Izuku pensó que debía ser una broma. Antes de lo que se dice UA, él ya había encontrado un asiento y se enderezó en su sitio como un buen niño. Uraraka e Iida voltearon confundidos, encontrándose con un hombre de aspecto cansado, como si no hubiera dormido en semanas. Largo cabello desordenado, ojos oscuros y barba de algunos días, con ropas negras holgadas y una extraña especie de bufanda o cinta alrededor del cuello.

Todas las conversaciones callaron y los pocos que quedaban de pie volvieron a sus asientos, y el hombre caminó con desgano al frente.

-Yo soy Aizawa Shota, su tutor...-murmuró casi en un bostezo- empezáremos con unos cuantos ejercicios para determinar si son material de UA o no...

-Espere, Sensei, ¿que hay de charlas de orientación?-preguntó un pelirrojo, alzando la mano.

-Ustedes entraron en UA porque quieren ser héroes, ¿o no?

-¿Si...?

-Entonces no perderemos el tiempo. Cámbiense a su uniforme deportivo y síganme.






Después de una explicación respecto a cómo todo iba a funcionar (más un ejemplo hecho por Kacchan), empezaron con los ejercicios.

Izuku trató de seguir el consejo que se le había dado antes de que iniciara la escuela, usando su quirk sólo en lo necesario y manteniéndolo bajo, porque todavía no podía controlarlo bien. Katsuki, por otro lado, lo estaba haciendo de maravilla. "Genial, ahora me lo va a restregar en la cara..."

El resto de sus clases fueron muy normales, y al final del día, aunque cansado, estaba feliz y satisfecho de haber ingresado a UA.

Se despidió de sus nuevos amigos y empezó su trayecto a casa, al que luego se le unió Katsuki en silencio. El viaje era corto, y no tardaron en llegar al tranquilo vecindario.

Se quitó los zapatos en la puerta, colocó su mochila en el perchero, y se dirigió a la cocina.

-Estamos en casa-anunció, asomando la cabeza por la puerta- ¿eso es katsudon?

-Del mejor.

-¡Iré a cambiarme!

Corrió escaleras arriba y se apresuró a quitarse el uniforme, teniendo cuidado de no arrugarlo. Ya cómodo para estar en casa, bajó de nuevo, y se sentó en el sofá a ver televisión mientras Katsuki jugaba en su consola portátil.

-¿Que tal el primer día de escuela?

-Absolutamente genial, mejor de lo que esperaba.

-Meh, no está mal-gruñó el rubio.

-Katsuki—

-Me comporté-se defendió.

Su padre sacudió la cabeza, y continuó en su tarea de cocinar.

-No se lo han dicho a nadie, ¿cierto?

-¿Que somos hermanos?

-¡No somos hermanos!

-Pues no de sangre-cedió Izuku-pero...

-Me refiero a lo otro-interrumpió la discusión.

Hubo ruido en la entrada mientras alguien más volvía a casa, e Izuku apagó la televisión.

-Ah, ¿que Eraserhead y All Might son nuestros padres? Ni una palabra.

Small but perfectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora