Sin dudar alguna lo más hermoso de una persona es su corazón, tan cálido, tan lindo, tan llano de amor...
Pero llega el momento en que sencillamente se marchita siendo solamente un objeto que no sirve ni para darte la chispa de la vida.
La vida llega a ser triste y cruel con un corazón marchito, necesitando siempre de arreglos y cuidados para volver a lo que alguna vez fue.