Historias Y OneShots(?

Frio y Calido (Hannor)

En una noche fría, en una parte de Detroit, se encontraban sentados en una banca un humano y un androide, los dos policías se encontraban descansando de un arduo día de trabajo. El humano, como todas las noches, sacó un cigarrillo, lo prendió y se lo colocó en la boca dispuesto a fumar. Pero en ese instante el androide, que usualmente era callado y no solía hacer ni decir nada, reaccionó.

-No tienes que fumar, te hará mal, Connor.- Dijo algo molesto, pero amable, el androide.

En ese instante, Connor, como lo había nombrado el androide, se apresuró a defenderse.

- H-hank...- Susurró.- ¡¿Q-quién te dijo que debías cuidarme?! Yo hago lo que quiero.- Su voz se quebraba un poco, su garganta dolía por el frío que hacía en ese sitio.

- Pareces un niño pequeño... Connor.- Dijo Hank acercándose a Connor. - ¿Porque gritas así? ¿Acaso... Te molesta tanto que te cuide?- Sus expresiones mostraban algo se triztesa.

- Eso no es lo que me molesta...- Pensó por un momento, pero al instante le contestó. - Si, no puedo dejar que un androide me cuide como si fuera mí...- Connor desvió la mirada.

- ¿Como si fuera tu qué?- Hank se sentó al lado de Connor, mirándole insistente.

- N-nada, dejemos de hablar con ello.- Al recibir un "Bueno" de parte de Hank, el menor desvió la mirada un poco sonrojado, sus pensamientos estaban jugandole una mala pasada. - "No eres nada mío, y aún así te comportas como si yo te importara..."- Pero sus pensamientos pararon en el instante en el que se dio cuenta de lo cerca que estaba ese androide de el. - ¿Sabes lo que es el espacio personal, Androide?- Dijo lo más calmado que pudo, por alguna razón su corazón latía más fuerte que antes.

- Me llamo Hank, humano. Y si se lo que es, lo estoy respetando.- Hank levanto sus manos mostrando inocencia.

En ese momento Connor se dió cuenta de que Hank tenía razón. Entre los dos había el suficiente espacio como para una persona más. Sin saber la razón y sin decir ni una sola palabra, Connor desvió la mirada concentrandola en las vistas que daba el parque, no quería disculparse ni nada por el estilo.

- Bueno, ya es muy tarde...- Hank se levantó de la silla. - Tengo que volver a CyberLife.- después de decir esto, el de pelo canoso miró seriamente unos segundos a Connor, quién, sin decir ninguna palabra, seguía evadiendolo. - ¿Connor?-

- ¿Que quieres que haga? ¿Te doy un beso de despedida o qué? Aún me cuesta entender que sigas llendo a cyberlife a dormir sabiendo que ya no tienes esa obligación, y aún así eres muy puntual con eso.- El de ojos avellana parecía molesto, y el ojiazul parecía conocer el porqué de su molestia.

- Connor... Si quieres me quedo aquí contigo, pero después no tendría a donde ir, sabes que si no llego a Cyberlife a tiempo cierran las puertas, ¿Y acaso tú me darás hospedaje en tu casa?- El mayor suspiro mirando a su compañero de trabajo, el cual se dio la vuelta para mirarle a los ojos y así contestarle.

- Tengo...- Desvió la mirada nuevamente, su voz aún estaba un poco quebrada por el frío de la noche. - Tengo un cuarto de más en mi casa, puedes quedarte allí, no tienes porque volver a Cyberlife.- El mayor asintió y sonrió, haciendo que un sonrojo bastante fuerte atacó la cara y parte de las orejas del humano, y el androide, al que no se le escapaba nada, lo notó.

- ¿Estas bien?- Inconscientemente, el peliblanco apoyó su mano en la frente del otro, intentando comprobar si tenía fiebre. Y confirmó que no, Connor no tenía fiebre... ¿Entonces que tenía?

Rápidamente el ojos de avellana retiró la mano del peliazul de su frente y se levantó de la silla apurado y algo sonrojado. - Podemos ver alguna película en mi casa, o tal vez jugar algún juego de mesa... Estoy cansado de estar solo.- Dicho esto, sonrió y se echó a caminar mientras el androide se limitaba a seguirle.

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En medio del camino, a Hank se le ocurrió una idea. - ¿Y si solo hablamos? Yo quiero saber más de los humanos, y si quieres puedes preguntar lo que tu quieras sobre los androides o sobre mí.-

Connor miró serio al androide, él tenía pensado hacerle la misma pregunta. - Si... Si tu quieres.- Se estaba preguntando si los androides tenían algún tipo de telepatía, si no no entendía como Hank siempre decía lo que él quería escuchar.

Una gran sonrisa se asomó por la cara del androide, cosa que dejó al humano casi sin palabras, era increíble lo humano que parecía, y también... Era muy lindo, entonces el de ojos avellana se dió cuenta de lo que estaba pensando, sonrojandose y percatándose lo mucho que le gustaba ver al de ojos azules sonreír... Ahora solo le faltaba saber el porqué.

Mientras tanto el androide, que ya era divergente gracias al humano, se preguntaba la razón por la cuál estaba tan emocionado de ir a la casa del ojos avellanados.

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Llevo casi un mes intentando terminar esta historia, y me gustaría continuarla, siempre y cuando ustedes quieran y les guste ♡.

Además, como dije en el anterior capitulo. Me demoré en traer capítulo porque no tenía internet, pero estoy preparando uno que otro fanfic e intentando tener ideas para otras historias, no prometo traer una historia cada semana pero si de vez en cuando bebecitos(?.

¡Muchas gracias por leer! Apreciaría muchísimo que compartieras y que dejaras un comentario sobre alguna opinión que tengas sobre la historia, alguna pregunta o alguna idea que tengas para intentar hacerla historia. <3

¡Nos vemos!~