[3]🌻Un pétalo del girasol

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Soñar era una de sus tantas cosas preferidas en las que TaeHyung encontraba la manera perfecta de escapar de su realidad. Podía soñar con una infinidad de cosas que ya no podía ver pero sí recordar con exactitud como si fuese un reproductor de películas. Uno de sus recuerdos preferidos eran aquellos hermosos atardeceres que le inspiraban a hacer una magnífica pintura con tonalidades similares, aunque era mil veces mejor vivir la experiencia por uno mismo, pues habían cosas que no lograban transmitirle al espectador por medio del cuadro; los olores espléndidos que el paisaje natural regalaba, la sensación que se transmitía a la hora de estar recostado sobre el pasto mientras contemplaba el atardecer caer y toda la tranquilidad de estar sólo por unos cuantos minutos. Era simplemente hermoso de recordar.

Los sueños alegres no siempre estaban presentes, también estaban las pesadillas, las cuales no eran para nada buenas. Reconocía que el sueño se convertiría en algo malo cuando todo se tornaba grisáceo y con poca empatía del lugar.

Nuevamente volvía a soñar con su madre, recordando el accidente de inicio a fin, él no quería recordarlo, pero su mente era tan cruel que no le importaba si aquello le dañaba. Con una gran fuerza de voluntad, despertó de su pesadilla, sufriendo por no poder respirar con normalidad  y sentir el sudor humedecer todo su frente.—Mamá...—Desearía poder volver a ver a su madre, pedirle perdón por haberse comportando tan mal, y decirle cuánto la amaba, que la quería a su lado y no sería un hijo tan caprichoso. Algún día ese deseo se cumpliría, él tenía esperanza en eso.—Te extraño tanto—Se recostó de nuevo, abrazando con fuerza su almohada, reprimiendo su llanto sobre ella e intentando suprimir aquel nudo en su corazón que le hacían sentirse tan alicaído. 

Después de haber llorado por un largo tiempo, prefirió darse una ducha para relajarse un poco y olvidar un poco las cosas. Un acosa que le agobiaba de su ceguera, era no poder saber con exactitud el tiempo, tenía que preguntarle a Sunmi, y él pensaba que eso podría llegar a ser molesto. O también cuando no sabía en el lugar que estaba o hacia dónde dirigirse. Era horrible la sensación de estar perdido.

Entre cuidadosos movimientos, logró llegar al baño, confiado de saber por dónde ir. Cuando todo estuvo listo, y estando dentro de la bañera, los pensamientos sobre Jungkook comenzaron a llegar, en cómo intentó hablar con él a pesar de haberse comportado arisco, aunque su voz y su aroma lo habían fascinado. Sus mejillas cosquillearon al haber imaginado que le miraba en aquella ocasión que estuvo con él en el baño, completamente desnudo y vulnerable, ¡pero en qué estaba pensando! agradecía tener una gran fuerza de voluntad para contenerse y no haber pensado algo indebido en aquellos momentos. De hecho, todo fue gracias a la pena, que no lo dejaba concentrarse en nada más que terminar de bañarse, por supuesto que no pudo negarse que algo en su interior estaba satisfecho de que lo haya hecho.

En la impaciente espera para que el pelinegro llegara, llegó a cambiarse de lugar por más de tres veces, en el sofá, en la cama y por último, en la silla del día anterior, se dio cuenta de que esperarlo en la cama sería muy vergonzoso y eso se pod...

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En la impaciente espera para que el pelinegro llegara, llegó a cambiarse de lugar por más de tres veces, en el sofá, en la cama y por último, en la silla del día anterior, se dio cuenta de que esperarlo en la cama sería muy vergonzoso y eso se podría malentender como una insinuación de algún romance.—Debes de calmarte por un segundo, Kim Taehyung—Se susurró a sí mismo al mismo tiempo en el que suspiraba y peinaba su cabello para intentar evitar en pensar mucho sobre cómo lucía. Todo su cuerpo por completo dio un leve respingo al escuchar el repentino sonido de la puerta ser abierta de sorpresa.

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