Can You Shine Again

única

¿Por qué cuando sientes que estás en tu mejor momento, ocurre algo que hace que tu vida se deshaga por completo?
MinHo no comprendía como de repente ocurrió todo este catastrófico evento, su vida era perfecta, con un gran marido y estaba a punto de dar a luz a una bella princesa, no lograba comprender por que el destino decidió separarlo de sus seres queridos y tampoco se esforzaba mucho en comprenderlo.
"Solo quiero verlos mejorar" se repetía cada día al amanecer mientras observaba su ahora rota familia.
Su pequeña niña jugaba con los otros niños del jardín de la guardería, mientras él iba detras de ella, observando con adoración todos sus movimientos.

-Dios, que linda eres~ eres muy parecida a tus papis, SunMi-ah.

Exclamó feliz el adulto sentandose al lado de la menor mientras observaba como jugaba con los otros pequeños.

A pesar de no poder estar al lado de su pequeña físicamente, agradecía poder mirar los momentos más importantes de la menor, amaba verla corretear por ahí mientras soltaba carcajadas infantiles, amaba verla comer y sobre todo amaba verla dormir tranquilamente, en paz y lejos de los murmullos malvados de los otros padres de la guardería.

-Sabes, Sun...

Murmuró el mayor, a pesar de que sabía que la pequeña no podía oirla.

-A veces me pregunto si es una especie de premio o una tortura el poder estar de estar forma contigo... me duele demasiado que no me veas, cariño...

Susurró al borde de las lágrimas.

-Pero mi prioridad siempre fuiste tú... y si me dieran la oportunidad de salvarme ese día... no lo haría, por que tú eres lo más importante... Sun...

Siguió, dejando que algunas pequeñas lágrimas brotaran de sus ojos, si tan solo le hubiera hecho caso a su esposo y se hubiera quedado en casa descansando, todo hubiera sido diferente... o si tan solo se hubiera tardado diez minutos más... pero era tarde, no podía hacer nada ahora...
Suspiró y secó rápidamente sus lágrimas, alegrandose un poco al escuchar las risitas de la menor, porque su más grande tesoro siempre sería el motivo de sus sonrisas.
Después de unas cuantas horas más de juego, el día en la guardería había llegado a su fin, esperó junto a su niña hasta que por fin llegaron por ella, todo el trayecto a casa el mayor siguió haciéndole plática a la pequeña SunMi a pesar de que no lograra oirlo.

-Ay SunMi-ah... Yongbok es muy bueno contigo, no?

Sonrió mirando como el niñero atendía y jugaba gustoso con la menor.

-Mmh, él sería un buen papi para ti, asegúrate de decirselo a tu papá.

Murmuró mientras seguía mirando a su retoño.

Nuevamente el tiempo transcurrió y llegó la hora de dormir para la más pequeña, el niñero la llevó a dormir y se quedó esperando en el sofá hasta que el padre vivo de SunMi llegara.
Pasadas las dos de la madrugada, el mayor llegó, le pagó a Yoongbok lo que correspondía y se sentó en la sala.

-Chris...

Murmuró MinHo.

-Porqué te sigues torturando de esta manera... trata de ser feliz, amor mío, lo mereces...

Susurró sentándose a su lado y recargando su cabecita en el hombro del mayor, mientras observaba su rostro cansado.

-Trabajas hasta altas horas de la noche, tratando de distraerte, no es así?

Susurró una vez más.

-Qué estoy haciendo, MinHo? Baja del cielo a regañarme y dime que estoy siendo un pésimo padre... siempre estabas regañandome, ven a hacerlo ahora, en serio necesito que lo hagas....