Nostalgia

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Este fic participa en el concurso  "Sentimientos" del grupo "Dramione"Historias de Amor Que Debieron Ser Contadas"

El sentimiento que me toco fue "Nostalgia"Un poco a parte de la tematica del concurso, este fic lo dedico a Laura Lunatica por su cumpleaños, te quiero mucho comadre.


Aclaro que los personajes no me perteneces, son propiedad de la grandiosa J.K. Rowling yo solo los tomo prestados para divertirme un rato.

Espero disfruten su lectura, tanto como yo disfrute al escribirla.  

*o*O*o*

...

El sol brilla en lo alto como una promesa, sus rayos entran por la ventana desparramándose por aquí y allá en la habitación, haciendo que  las pequeñas motas de polvo visible por el haz de luz, dancen y se revuelvan antes de chocar con el edredón blanco de la cama.

Ella no duerme, solo mantiene los parpados cerrados y disfruta de la tranquilidad que le proporciona la cálida protección de las sabanas y la certeza de que ese día estará lleno de recuerdos buenos y malos.

Abre los ojos, dejando que su vista se acople a la claridad que inunda la habitación, el aroma a café  llega a su nariz haciéndola sonreír. Se extiende en la cama como un gato, estirando sus extremidades y suspirando por el pequeño placer que esto le brinda a su cuerpo adormilado. Bosteza y vuelve a cerrar sus parpados un minuto más, -quizás dos-, solo por el gusto de hacerlo. Desde hace mucho va con calma por la mundo, ha dejado de correr, ahora solo camina con paso seguro por la vida.

Su cabello sigue siendo una mata ingobernable de rizo castaños, esponjados aun más –si eso es posible- por la mullida almohada. Se levanta con el pelo encrespado en una melena leonina, lo sabe y bufa, pero esta demasiado feliz para empañar con frustración su día.

Se sienta en la orilla de la cama, calzando sus pies con sus sandalias favoritas y sobre el cuerpo su cálida bata en color granate. Camina sin prisas ni pausas hacia la cómoda y saca un álbum de fotos que cuidadosamente había sido envuelto en tela de seda.

Lo toma entre sus brazos con cariño, como si fuera un frágil objeto que pudiera romperse si se tocaba con demasiada fuerza. Vuelve sobre sus pasos para sentarse de nuevo en la orilla de la cama y como si volviera a ser la niña de su infancia, la emoción la sacude haciendo que los latidos de su corazón se aceleren.

Sus dedos temblorosos corren por el forro de piel clara que cubre el libro y lo acaricia con suavidad como un viejo amigo, un confidente de vida. Lo abraza cerrando los ojos y aspirando el peculiar olor a piel, pergamino y tinta, pero sobretodo a recuerdos perpetuos o ilusorios, algunos ya desteñidos por el paso de los años, otros tantos aun frescos y relucientes como si hubiera ocurrido la mañana anterior.

Estira el edredón antes de colocar encina su tesoro y se da valor conteniendo el aire antes de hacer a un lado la tapa para mostrar en la primera página a tres pequeños niños. Una sonrisa se forma en los labios dejando que la calidez la embargue desde el fondo de su pecho hasta cubrir cada fibra de su ser.

Siempre ha creído que no es bueno pasar demasiado tiempo aferrándose al pasado, pero de la misma manera es también una creyente fiel de que quien olvida su pasado esta condenado a repetir sus errores. Por eso de vez en cuando se permite tomarse un respiro solo para mirar atrás, echando una ojeada sobre su hombro para ver lo que va dejando atrás y al mismo tiempo para intentar hacer perdurar aquellas cosas que no esta dispuesta a dejar ir del todo.

Álbum De RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora