BON BON CHOCOLAT 巧克力 JELSA

Bon bon chocolat;

☙; Donde Jack y Elsa son una pareja un tanto extraña.

-No creo que sea una buena idea amor.

Él albino bufó ante la respuesta de su novia.

-¿Por que no quieres, eh? - refutó. La chica se quedó callada, mientras seguía recogiendo los libros que habían caído debido a la torpeza del albino. - ¿Acaso hay algo que me ocultas?

-No es eso Jack, solo me da vergüenza que las mires.

-¡Bah! - pataleó molesto desde la cama - Prometo que te enseñaré las mías después, ¿Aceptas? Es un trato justo.

Elsa lo miró con recelo, su expresión había cambiado a una sonrisa penosa y caminó hacia su armario sacando algo de ahí, regresó con un libro grueso, de pasta color café, él libro se veía pesado, los ojitos de Jack se llenaron de curiosidad.

-Este es. - afirmó sosteniendo él libro con fuerza, ya sentada junto a Jack.

Frost acercó su mano hacia él objeto recibiendo un golpe en esta antes de tocarlo. - ¡Auch! ¿¡Por que hiciste eso!?

-¡No lo toques tonto! Solo la Familia Arendell puede abrirlo.

-¡Pero si yo pronto seré un Arendell!

-¿Y quién lo decidió? - refutó mirando con el ceño fruncido al menor.

-Yo lo decidí, recuerda que nos vamos a casar mi amor - confesó melosamente, sus pálidas manos se posaron en las mejillas propias, y parpadeó unos segundos, tratando de verse adorable, Elsa no pudo más y soltó una suave carcajada.

-¿Casarnos? Que es lo que dices... - susurró burlona, bajando la mirada al libro que se encontraba en sus piernas.

-¡Tú serás mi esposa! Serás Elsa Arendell Frost, ¿Que te parece? - preguntó levantando las cejas.

-Tu apellido no tiene chiste.

-Oye eso no es verdad - refutó mirando con indignación a la mayor. Se cruzó de brazos y miro hacia otro lado, ignorando a la platinada.

Elsa negó divertida.

-¿Que es eso de "Frost" eh? - Habló con confusión - Que yo sepa tu no tienes poderes ni nada de eso... Oh ahora que lo recuerdo, tú si tienes un poder. - murmuró sosteniendo su mentón, viéndose intrigante a los ojos del peliblanco sentado a su lado.

-¿Cuál?

-Agotarme la paciencia.

-¡Arendell!

-¡Frost!

Las miradas fulminantes que ambos se sostenían, no parecían acabarse así que Elsa decidió hablar

-Eres un tonto.

-Tú eres más tonta que yo.

-¡Tu eres un millón mas tonto que yo!

-Eres imposible. - se quejó él peliblanco. Se giró un poco, observando él libro que se encontraba en las piernas de su novia, estas estaban enfundadas en un leggin gris viéndose tremendamente sexy a ojos de él menor, sacudió su cabeza y se concentró en él libro que estaba posado en ellas. - ¡MATANGA DIJO LA CHANGA! - Se burló, arrebatándole él Libro a Elsa.