EL COMIENZO (Pt. 1)

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Para muchas personas es fascinante escuchar de aquellos los cuales son los portadores y que por muchos años se les había respetado junto con los ancianos, pero la avaricia de aquel inventor coreano fue mucha, para aquel entonces mandar a buscar a en ese entonces los 11 portadores.

Pero claro que fue difícil, ni siquiera los ancianos podían encontrarlos en los primeros años de vida, pero eso no lo detuvo, se asocio con la bases militares de toda asía y del continente europeo, quería manejar a esas ¨personas¨ pero no le basto solo eso, sino que decidió experimentar en su hijo el cual a base de la ciencia se convirtió en el que ahora es el portador del agua.

LuHan nunca tendrá claro el como termino siendo el uno de los portadores, en su memoria puede recordar la primera vez que le demostró a sus padres su poder, el aun era un niño y solía divertirle el mover cosas, pero no fue hasta la edad de 9 años en la cual estaba en pleno desarrollo y en la pequeña revelida que tanto fue su enojo por una cosa tan tonta que frente a su madre, rompió las copas de cristal mientras movía las sillas de la mesa en donde se encontraba sentada su madre, Luhan sabia que había cometido un grave error, pero ya era muy tarde para intentar solucionarlo.

Cuando LuHan llego a la base militar sur-coreana apenas era un niño, cada vez que LuHan recuerda el día en que llego se odia un poco por no haber hecho uso de su poder, pero si había algo mas que odiara era el hecho de no haber protegido a Junmyeon, el hijo del científico.

LuHan no puede mentir en decir que entre todos fue el que menos sufrió porque eso seria una mentira, el fue el que sufrió mas tanto mental como físicamente, para el no fue nada fácil estar ahí, ni mucho menos placentero.

Cunado Junmyeon llego a la base militar era un niño de tan solo 8 años, su padre le había dicho que si el quería ser como los soldados que servían a la nación debía de ir con el a la base militar para que ahí pudiese ser entrenado como los soldados, pero claro que todo fue una mentira, la cual arruino la vida del pequeño Junmyeon quien era sometido a distintas cosas, su gran sueño se había hecho pedazos, su propio padre había roto sus sueños.

Junmyeon había sufrido mucho y había vivido parte de su niñez y toda su adolescencia en aquel lugar, había visto como cada uno de los portadores habían llegado algunos en estados deprimentes, con golpes por sus caras y unas cuantas fracturas, todo aquello resultado del resistirse al ser arrancados de su familia o simplemente de su libertad.

El padre de Junmyeon se había obsesionado tanto con encontrar a los once portadores que ni siquiera dudo en hacerle daño a su propio hijo, el pequeño que soñaba ser un soldado ahora nada mas que daba el recuerdo de aquel niño.

LuHan aun puede recordad el llanto del pequeño Junmyeon, es un recuerdo fresco en su mente, el cual lo sigue constantemente, cada noche recuerda la cara y cuerpo del pequeño cuando regresaba de la extraña habitación donde lo encerraba la persona que se suponía que era el padre, si es que así se le podía llamar a esa porquería de persona.

Aun años después LuHan tiene pesadillas en aquel laboratorio, recuerda cada golpe y cada atrocidad que le hizo aquella persona, pero nada es mas doloroso que en el que sus sueños aparezca la voz suplicante de Junmyeon gritando por ayuda, nada le dolía mas que eso ni siquiera el estar postrado en una cama después de ser herido física y mentalmente.

Zi Tao recuerda su niñez como un trago amargo, sus padres lo escondieron desde un principio de la sociedad, había sido un hijo no planeado en un momento critico en las vidas de sus padres y no podían echar a perder todo lo que habían logrado dando a conocer que habían concebido a un pequeño.

Recuerda haber descubierto su poder cuando estaba en su casa jugando sin darse cuenta de que dentro de unos minutos llegaría su profesor privado y no se había bañado, recuerda estar parado en el patio de su casa y cerrar fuertemente sus ojos deseando que el tiempo fuese mas lento o incluso se parara para poder darse una ducha y no ser castigado por su maestro, de pronto no escucho el canto de los pájaros ni el ruido del aparato que aventaba agua en el césped, abrió sus ojos y se quedo maravillado, el agua no se movía y sonrió feliz y emocionado, corrió hacia dentro y pudo divisar a su mayordomo parado en la puerta pero este no se movió al verle, corrió escaleras arriba a tomarse una ducha.

La segunda vez que recuerda haber utilizado su poder fue en su cuarto, se suponía que sus padres estaban fuera de la ciudad y su nana se encontraba planchando y doblando ropa en la lavandería no había ningún peligro, recuerda haberse parado en una esquina de su habitación y con sus pequeñas manitas agarro un poco de confeti que su mayordomo le había regalado por su cumpleaños y lo esparció en su habitación, rápidamente volvió a cerrar los ojos y el tiempo se paro, miraba maravillado aquella escena y paso por debajo de aquella nube de confeti, todo en su habitación se había detenido, no se escuchaba el molesto ruido de las manecillas del reloj, pero pudo escuchar a su madre horrorizada, pues había sido testigo de lo que su hijo había hecho.



ha sido un tiempo desde que cree esta historia, por motivos personales no pude seguirla, pero aqui estoy ahora y con todo el animo.

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⏰ Última actualización: Nov 08, 2019 ⏰

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