«PROLOGO»

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Recuerdo aquel incendio que hubo en la casa de los Pimentel, dónde también estaba mi familia los cuales éramos parte de los Pimentel. Yo era muy amigo de Corina y Joel.

El día del incendio, yo salí de la casa para ir a el bosque con el fin de tomar aire y descansar un poco, no había ido a la escuela por una razón: me habían tenido entrenando desde muy temprano, porque tenían que enseñarme a cambiar y cosas por el estilo, pero ¡Vamos! que pueden esperar de un niño de 11 alos.

Estaba sentado en una roca tranquilamente, cuando gracias a mi oído de lobo pude escuchar una rama quebrarse, rápidamente gire mi vista hasta donde Provino el sonido y logré ver a tres personas: dos hombres y una mujer para ser exactos.
Llevaban armas por lo que supuse que eran cazadores, así que me escondí detrás de un árbol y recuerdo perfectamente lo que dijieron antes de prender fuego a la casa...

-Estas segura de eso, Kandra?-dijo uno de los hombres

-Si Kandra, Tenemos un código...-hablo el otro

-No me interesa, son hombres lobo y nosotros cazadores es lo que hacemos...-comento Kandra sin importancia

Y después de eso los hombres comenzaron a lanzar gasolina al rededor de la casa, cuando terminaron Kandra lanzo un encendedor a la casa que inmediatamente prendió en llamas.

Yo no pude hacer nada era un niño de 11 apenas y sabía cambiar, no podría con todos ellos y menos si llevaban armas.

Minutos después pude escuchar los gritos de agonía y sufrimiento de los Pimentel y mi familia, era demasiado para mí, Osea solo imagínenselo un niño de 11 años mirando como sus padres y amigos mueren quemados y escuchando sus gritos de dolor, no resistí por mucho tiempo, con mis ojos llenos de lágrimas y mis mejillas rojas salí corriendo de ahí.

Llegué a una carretera y un auto casi me atropella, el auto paro antes de estamparse contra mi, un hombre y una mujer bajaron de el y se acercaron a mi

-Pequeño ¿Estás bien?-pregunto la señora preocupada

-Si-respondí en un sollozo

-Entonces ¿Por que lloras?-cuestiono el hombre

-¡Ay por Dios!¿Quien es tu familia?¿Dónde murieron?¿Tú estás bien?-interrogo la mujer

-Esta en la mansión Pimentel-señale el bosque-Estoy bien, una tal Kandra los mato

-Pequeño ¿Cuál es tu nombre?-pregunto el hombre

-Zabdiel de Jesús ¿Por que?-respondi

-Tus padres son ¿Noemí colon y Carlos de Jesús?-pregunto una vez más

-Asi es... Pero están muertos ella los mato-respondí, ellos se miraron y bajaron la cabeza, al levantarla me percate de que sus ojos eran de color amarillo, yo intenté hacer mis ojos, cambiar, al principio no pude, pero después de tras intentos lo logre, ellos llamaron a la policía y les hablaron del incendio de la casa Pimentel, me subieron en su auto y rápidamente salimos de Beacon Hills, me llevaron a   Dallas, Texas. Por lo que ellos me contaron, ellos eran parte de la manada solo que habían ido a Dallas por algunas razones y ya venían de regreso pero al escuchar lo que pasó decidieron regresar.

Ellos me cuidaron y criaron como su hijo todos estos años, me enseñaron cómo cambiar y como controlarme, en una de las noches de luna llena en las cuales aún no sabía controlarme asesine a una persona inocente y desde ese día tengo mis ojos azules electrónico, los Salgado(así se llaman las personas que cuidaron de Zabdiel)
me dijeron que no me preocupara, que todo estaría bien, pero aún me siento mal por asesinarlo.

Tiempo después, un alfa los atacó y cuando llegue al lugar donde los dejo aún seguían vivos,pero no durarían mucho

-Zabdiel, hay algo que he querido decirte desde hace ya mucho tiempo-dijo Cleo con la poca voz que le quedaba

-¿Que pasa?-pregunto tomando su cabeza entre mis manos y dejándola entre mis piernas

-Es Joel... Joel está vivo-dijo tragando saliva, yo me quedé en shock

-Toma el auto, empaca todas tus cosas, no dejes absolutamente nada en casa, toma la tarjeta que está en la mesita de noche, llevala al banco junto con la carta que está al lado de ella, vete de aquí, vuelve a Beacon Hills, vuelve con Joel y que absolutamente nada ni nadie te detenga-dijo Armando, tragando saliva

-Te queremos Zabdiel-dijieron ambos antes de cerrar sus ojos y dejar de respirar, solté una lágrima, después de todo ellos eran como unos padres para mí

Cuando llegue a casa rápidamente subí por las escaleras para ir hacia el cuarto de "mis padres" y tome la tarjeta del banco al igual que la carta que me había dicho Armando, y cuando estuve en el auto conduje lo más rápido que pude al banco, dónde el empleado me mandó con el gerente después de leer la carta, el cual al igual que el otro leyó la carta y mando a unos empleados a sacar todo el dinero, me tres costales llenos de billetes, en realidad nunca pensé que los Salgado tuvieran tanto dinero ahorrado, subí los costales al asiento trasero y emprendí camino a casa, cuando llegue saque todas mis maletas y comencé a empacar, al terminar le di un último vistazo a la que fue mi habitación por mucho tiempo y al verla casi vacía suspiré, baje todas las maletas, abrí el maletero del auto y las guarde de forma que todas pudieran entrar, aún que tuve que poner dos en el asiento trasero, me monte al auto, voltee a ver mi casa, suspiré, entendí el auto y emprendí camino a Beacon Hills...

Para buscar a Joel Pimentel...

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Adaptada;

El 8 de noviembre 2019

El Alfa (Chrisdiel) «Adaptacion» En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora