Promesas [En Edición]

En la oscuridad

[¡Hola!
Realmente me disculpó por no actualizar tan seguido :(
Soy una pésima escritora.
Bueno, aquí un largo capítulo para recompensar su espera en estos meses.
Agradezco mucho a las personitas que aún apoyan está obra.
De todo corazón muchas gracias ♥]

Dormía plácidamente en aquella cama mullida.
Su rostro aún seguía igual de brillante,sus mejillas rosadas y sus hermosos ojos azules. Realmente era preciosa.

Me angustiaba el simple hecho de saber que nuestra relación,ya no sería como antes.
No sé en que momento empecé a llorar y cuánto tiempo llevaba así.
Aún recuerdo el día antes de mi partida.

Dos meses atrás.

El día de hoy fue bastante agotador.
Teníamos un gran problema con la entrega de varias Lujo Ball, al parecer el barco que las transportaba hacía la región de Kanto quedó atascado en un bucle de arena.
Los tripulantes del barco no tenían los suficientes Pokémons como para empujar el barco de vuelta al mar.
Era una gran catástrofe.
Todos corrían de aquí para allá, con papeles,cajas e incluso café.
Pasé sentado la mayor parte del día haciendo papeleo y contestando varias llamadas.
No tenía ni tiempo de tomar un respiro.
Era una de las razones por las que odiaba estar en la compañía de mi padre, tenía que estar en un solo lugar.

Al final del día logramos resolver el asunto del barco, gracias a que nos pudimos comunicar con varios marineros de Ciudad Carmín y fueron directamente al rescate.

El sol se ocultaba, una vez más, en el horizonte y ya había cumplido con mi horario laboral.
Una tonta sonrisa se dibujó en mi rostro.
Iba a cenar con May en Ciudad Malvalona, realmente me sentía muy feliz.
Justo antes de salir de la oficina el teléfono comenzó a timbrar.

—Solo estás cosas me pasan a mí—Protesté en voz alta.

Agarré el teléfono y lo puse inmediatamente en la oreja derecha.

—Diga—Contesté sin esconder el cansancio en mi voz.

—¡Señor Stone!—Gritó mi secretaria al otro lado de la línea.

—Amanda, te he dicho varias veces que me llames Steven—.

—L-Lo siento, Steven—Tartamudeó
—¡Es una importante noticia que viene desde Teselia!—.

—¿Cuál es la noticia?—Pregunté secamente.

Me llevé la mano a la cabeza. Realmente quería salir de aquí lo antes posible y mi secretaria tardaba mucho en llegar al punto.

—B-Bueno, al parecer la famosa Profesora Encina desea hablar con usted.
No me dijo que era, solo solicitó hablar con usted—Finalizó mi secretaria.

—De acuerdo.
¿Podrías ponerme en contacto con ella?—.

—¡Inmediatamente!—.

Respiré profundo y decidí sentarme. Esto duraría un rato.

Al cabo de unos 15 minutos, Amanda volvió al teléfono.
—Señor, ella no contesta en estos momentos.
¿Vuelvo a intentar localizarla?—.

—Déjalo así, envíale un mensaje con mi número en caso de que necesite contactarme—.

—¡Así lo haré!—.

•~•~•~••~•~•~•

Bajaba las escaleras con una gran rapidez, iba a llegar tarde a la cena con May.
La única ventaja de esto era que no había tanta gente obstruyendo la entrada.

Di un paso al exterior y pude volver a respirar el aire natural.
El aire acondicionado no era tan malo, sin embargo respirar el mismo aire una y otra vez era sofocante.