Una apuesta

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Levi

Cuando desperté me sentía débil, mi cuerpo pesado, cuando quise levantarme no pude porque... no puede ser a ese imbécil se le olvidó sacarme las esposas, maldito idiota lo odio, lo odio, todo esto es su culpa. Al fin pude sentarme en la cama, mire una vez más la habitación y enserio me impresiona lo grande que es, mi anterior habitación no era tan grande ni tan lujoso, pero eso no importa tengo que salir de aquí no importa como, se me tiene que ocurrir algo.

En ese momento la puerta se abre dejándome ver al estúpido alfa con una bandeja con cómoda.

E- Menos mal que ya despertaste, te traje la cena- se oía calmado yo solo lo miré con furia.

L- Oh! gracias- dije con un tono de sarcasmo- pero no se como esperas que coma eso ¡Si tengo las malditas manos esposadas!- dije con total furia ya me duelen las muñecas.

E- Lo siento me olvidé de eso- dejo la bandeja en una mesa y saco unas llaves de su bolsillo para sacarme las malditas esposas.

L- Imbécil como se te olvidó algo como eso- dije frotandome las muñecas ya que estas están rojas.

E- Perdón pero en mi defensa, no soy el único a quién se le olvido, tú también lo olvidaste.

L- Tks...

E- Ya no importa, ahora come debes tener hambre- dijo para ofrecerme la bandeja con comida. Yo solo la tomé y empecé a comer, él solo me miraba en silencio, cuando termine no aguante más y dije.

L- Déjame ir, yo no quiero estar aquí- con la mirada firme puesta en él para recibir una respuesta.

E- No, no voy a dejar que te alejes- se acercó a mí de forma muy intimidante y soltando feromonas que me hacen tener miedo, maldito lado omega me hace ver débil- eres mi destinado, mi omega, no voy a permitir que salgas de está mansión nunca porque me perteneces y deberás aprender a amarme como yo lo hago- dijo tomándome muy fuerte del brazo como si no quisiera dejarme ir.

L- Sueltame me estás lastimando- trate de safarme de su agarre así que le di un golpe en el estómago, lo mas fuerte que pude y si funcionó me soltó.

E- Enserio eres fuerte pero no lo suficiente como para poder vencerme- se lanzo hacia mí tumbandome en la cama y poniendo mis brazos por encima de la cabeza.

L- Que crees que haces sueltame o te daré otro golpe- empezó a besar mi cuello- no sueltame!! no me toques!!- le di una patada en el estómago y aproveché para empujarlo y cayera al piso.

E- Por qué hiciste eso?- dijo con un tono serio soltando feromonas que hacían que me sienta mareado.

L- NO TE ATREVAS A VOLVER A TOCARME!!- él solo me miró y dibujo una sonrisa sarcástica en su rostro.

E- Así que no te gusta que te toque verdad?- se acerco a mí tomándome de la cintura para a traerme hacia él- Y qué harás para evitarlo- no pude responder ya que unió nuestros labios en un beso que no era tierno ni mucho menos delicado, era un beso intenso y deseoso. Mordió mi labio inferior provocando que abriera mi boca para quejarme, lo cual aprovechó para meter su lengua, trate de alejarme de él poniendo mis brazos en su pecho pero no funcionó.

Nos separamos por falta de aire, yo solo tape mi rostro tratando de ocultar el sonrojo que se apoderaba de mí.

L- No... vue..vuelvas a hacer... eso- dije tratando de recuperar el aliento, solo lo vi relamiendo sus labios.

E- Delicioso- me miro y puso una sonrisa ladina- escucha muy bien lo que te diré porque no lo voy a volver a repetir- soltó feromonas haciendo que me mareace otra vez- tú me perteneces eres mi omega y no voy a permitir que salgas de está mansión, no te gusta que te toque, pues es una lástima porque me perteneces, tu cuerpo es mío y puedo hacer lo que quiera con el.

L- Qué estás dic...- no pude terminar ya que me tomo del brazo con mucha fuerza- me duele sueltame- él no me soltó pero si puso más fuerza en su agarre.

E- Y como veo no puedes hacer nada contra mi- tiene razón no puedo, él es más fuerte y sus habilidades son mejores que las mías, pero aun así no me voy a rendir.

L- Tienes razón yo no soy tan hábil como tú, pero si crees que solo por eso voy a rendirme estas muy equivocado- le di una mirada retadora llena de odio- No se como ni cuando, pero cuando menos te lo esperes yo estaré muy lejos de está mansión y más importante aun muy lejos de ti.

E- No juegues con migo, si escaparas yo te encontraría cueste lo que cueste, y no te gustaría saber cual sería tu castigo por una idiotez como esa- tenía una mirada aterradora y apretó más su agarre.

L- Ya basta sueltame me lastimas, dices que me amas ¿Verdad? entonces dejame en paz- me solté de su agarre, cuando vi mi muñeca tenía moretones- Si me amaras de verdad no harías esto, yo debería estar con mi familia, mis amigos- eso me hizo recordar que había prometido volver a ver a mis amigos el lunes.

No pude evitar sentirme mal por eso, porque tal vez no los vea nunca más, les habría mentido.

E- Desde ahora yo soy tu única familia ya que aquellos que llamas padres te entregaron a mi como si fueras un simple objeto, pero tienes razón con lo tus amigos, ellos si se preocuparon por ti y escuche lo que les dijiste sobre volver a verlos, así que que tal si hacemos una apuesta.

Una apuesta? De que está hablando este imbécil.

L- Apuesta?- lo vi asentir.

E- te explico, si tú ganas la apuesta te llevaré a ver a tus amigos para que puedas despedirte de ellos, así no se preocupan por ti y tú cumpliras con tu promesa- esto es perfecto solo tengo que ganar, despedirme de ellos, y con su ayuda podre escapar de él- pero si yo gano tú te entregaras a mi sin peleas ni quejas.

Abrí los ojos de par en par, no puedo creer lo que me está pidiendo que me entregue a él por una apuesta, veo que no es un juego porque su mirada es seria.

L- Que...?- fue lo único que pude decir

E- lo que oiste, gana y cumple tu promesa o pierde y entregate a mi, es sensillo.

Esto es muy difícil, si gano me despido de mis amigos y probablemente escape de aquí pero si pierdo yo...yo... no, no pienso perder está puede ser la única oportunidad que tenga para salir de aquí.

E- Bien cuál es tu respuesta?- lo mire a los ojos y dije

L- Acepto, no pienso perder contra ti- el me mi u solo bufo- Dime, en que apostaremos?

E- Ambos pelearemos el día domingo a mediodía el que gane gana la apuesta- maldición!!! debí haber preguntado de que se trataba la apuesta antes de aceptar, maldito lo hizo a propósito.

L- Que?... no que sea otra cosa no acepto eso.

E- Lo siento cariño pero ya aceptaste así que será mejor que entrenes mucho, porque no pienso perder.

L- ... Yo tampoco- él se levantó de la cama y salió de la habitación, no voy a dejar a gane, no voy a dejar que me toque primero muerto, si es necesario entrenare todo el día de mañana pero yo seré el vencedor de esta apuesta.



Prisionero De Tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora