Diario de una chica rota

Me enamoré.

Hoy te escribo para decirte, para recordarte, lo mucho que te quiero. Porque no me importa lo que digan, no me importa que la gente nos mire extrañada cuando paseamos por la calle.
Hay algo por encima de todo eso, algo muchísimo más fuerte e invencible: mi amor hacia ti, tu amor hacia mí. Nuestro amor.
Recuerdo el día que te conocí.
Yo estaba distraída, tan en lo mío que no noté cuando llegaste, no supe que estabas frente a mi hasta que hablaste.
Y es entonces cuando apareciste tú en mi vida, y en ese momento supe que quizá la próxima cicatriz tendría tu nombre y apellidos, pero valdría la pena.
Y no me equivoqué. 
Me enamoré de ti despacito, casi sin darme cuenta.
Me enamoré poco a poco cada vez que te paseabas por mi mente y erizabas cada centímetro de mi piel.
Me enamoré de ti sí, sin importarme la edad que nos separaba, sin importarme lo que dijeran.
Me enamoré y me enamoro de ti todos los días porque cada vez que me despierto por las mañanas veo mi felicidad reflejada en tus ojos.
Me acuerdo del primer mensaje que me mandaste.
Me hice la que no sabia quien era. Acababas de irte, y aunque nunca te lo he llegado a decir, me hiciste sonreír como una tonta.
Y fíjate que vueltas da la vida: ahora mi mundo eres tú.
Ahora eres tú el que me da la vitalidad a mi, el que me da ganas de luchar por todos mis sueños, aunque el más grande ya se ha cumplido y es estar contigo.

Porque ahora que te he encontrado pienso luchar por ti. Digan lo que digan. Piensen lo que piensen. Porque lo nuestro no se explica, se siente. 

-22 de Marzo 2019.