¿Amante o esposa?
Eres la otra, tu pareja es casado y con hijos o tiene novia.
Muchas veces nuestros ojos se posan en alguien que no nos conviene, pero cuando te das cuenta ya estás enamorada, en ese estado eres vulnerable y eres un juguete entre sus manos.
El corazón no tiene razones que la razón no entiende ¿Por qué te empeñas en dañar tu vida, conformándote con ser la amante? ¿Tan poco valor te das?
¿O acaso no te mereces ser feliz?
Nunca tendrás su compañía en fechas especiales (Navidad, fines de semana, etc.)No puedes planificar una cena romántica en su casa y mucho menos ir a restaurantes públicos.
Los fines de semana no puedes contar con su compañía, él tiene familia y el fin de semana es para su esposa y su hijo.
Tú mereces ser la esposa, no la amante, la persona a la que ama sin necesidad de esconderte como si fueras una delincuente.
Si le llamas por teléfono, y recibe una llamada, te colgará el teléfono a ti, y no a ella.
Sus noches son de ella, no tuyas, sus planes son de ellos, no tuyos.
Si está casado nunca serás la mujer de su vida por más qué te lo jure (ya es de otra mujer).
Esas palabras de "Estoy casado pero no tengo nada con ella", es una vil mentira.
Es malo ser la amante porque tú misma te estás devaluando al no darte el lugar importante que te correspondería por ser la pareja de alguien.
Si algún día estuvieras enferma o necesitaras algo no le puedes llamar, está con su esposa, tú solo eres la amante (la que debe esperar que tenga tiempo libre para ti).
Al principio el amor te ciega, cuando estás con él parece que el tiempo se detiene y eres la mujer más feliz del mundo entre sus brazos.
Pero cuando vaya pasando la euforia del momento, cuando pase el tiempo ser solo su amante se te hará una carga pesada. No te conformarás con tener las migajas de la esposa, te sabrá a poco el tenerlo solo por unas pocas horas unos pocos días al mes.
Se te hará demasiado pesado estar siempre escondida en la habitación de un hotel.
El amor es libertad y confianza, y tu eso no lo tienes. Le reclamarás que deje a su esposa y que se quede contigo. Hay hombres que en verdad se enamoran y lo dejan todo por amor, pero en muy pocos casos.
Los hombres en su mayoría son muy cobardes, y siempre se quedan con lo que les resulta más fácil: la comodidad y la seguridad que tienen en su hogar junto a su esposa e hijos.
No te engañes, por más que te jure que te quiere a ti, al final se quedará con su esposa, la elegirá a ella y no a ti.
Sentirás rabia, dolor, ira y pensarás: "Después de todo el tiempo que le esperé, después de todo lo qué hice por el y todas las cosas qué aguante solo por tener su amor, y ahora elige quedarse con su esposa y no conmigo.
Y en ese momento de rabia y de dolor, cogerás el teléfono y se lo contarás todo a su esposa. Ella al principio reaccionará con furia, puede que hasta le pida el divorcio, o que le perdone y trate de olvidar que ha sido engañada por el sinvergüenza de su marido y no le importe ser una cornuda, con tal de que no te quedes con su hombre y no perder a su amado esposo.
Cosa que también me parece patética. Que tu esposo te ponga los cuernos y que lo perdones, y ser la cornuda demuestra lo poco que también se valora una mujer.
Una mujer que se valora no permite ningún engaño, ninguna traición, no acepta que la amen engañándola.
Yo por lo menos no quisiera qué nadie me quisiera así, engañandome. Lo cierto es que a final de cuentas tú eres la amante y has sido usada, su puta particular, y la esposa es la engañada, la pobre cornuda.
No busquéis excusas: que se quedó con su mujer por sus hijos, por su familia ¡mentira! No se fue contigo porqué no te quería, de haberte querido te hubiera elegido a ti, pero no te quería lo bastante como para elegirte, solo eras sexo sin compromiso, nada más.
Y en cuanto a la esposa que perdona los cuernos, diciendo que no fue fácil, que fue valiente por superar tal crisis en su matrimonio y darle una segunda oportunidad a su relación...
¡Nada de eso!
Una mujer que se valora, no perdona algo tan asqueroso como lo es una infidelidad.
¡Eres una cornuda! Y ni te quiere a ti, ni tampoco a la otra. En tal caso, tú eres la que decides qué hacer, ya seas la amante o la esposa. Pero ningún hombre vale tanto como para tener dos mujeres a la vez, ni una mujer vale tan poco como para ser la segunda.
Att: Ale Juárez🍸
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