caminaba con un cigarro en mis labios, el tercero para ser exactos. justamente llevaba una semana desde que mi novia rompió conmigo, lloré, mi única felicidad se había ido. pero aun así intente superar todo ese desastre en mi mente, incluso fui a el psicólogo para desahogar mi ser un poco.
y traté de despejar mi mente yendo a muchos lugares a los cuales nunca había ido porque era un aburrido de los cojones.
y eso hice, salí a un lugar super recomendado cerca de mi casa, un lugar super lindo al que al verlo de cerca te asombra con su belleza.avancé hasta ver un puesto de comida y compré una soda, el calor últimamente era demasiado fuerte. me senté en un asiento y ví como un chico tomaba fotos frente a mi, al parecer no conseguía un ángulo bueno.
cuando se estaba tomando una foto dejando su celular en el suelo reí al ver como su celular cayó y el frunció su ceño frustrado por no poder sacar una buena de tantas.
entonces me acerqué, el ya tenía su celular en sus manos para tomar una selfie pero su mano no era.. lo grande suficiente para sujetar el móvil.
así que me acerqué a el y sujeté su móvil tomando una foto.
y una sonrisa junto a un rubor vi su rostro, allí sabía que ..
— hola, gracias por la foto. — dijo haciendo un pequeño aplauso con sus manitos.
sonreí por el gesto y el entonces se despidió lo cual no supe como reaccionar.
— hey! como te llamas? —grité de lejos y el respondió con un "Jimin!"
y entonces lo conocí, en la costa este.