Capítulo 3

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"Hola de nuevo querido lector. ¿Cómo te fue con la tarea que te dejé? ¿Pudiste identificar el tipo de amor de la relación que aún no logras superar? Si tu respuesta es sí ¡perfecto! Vamos más rápido de lo que piensas. Si tu respuesta es no, no te preocupes, iremos paso a paso desglosando este complejo sentimiento del amor y de su contraparte: el desamor. No podemos entender una sin comprender la otra parte, y lo más seguro es que hayas entrado a este blog buscando respuestas o un alivio a tu dolor.

Pero primero vamos a tratar de comprender una ruptura amorosa y sus procesos. Hay que entender que una ruptura amorosa es una pérdida, y como toda pérdida, esta conlleva dolor, sufrimiento y a veces hasta vacío, en pocas palabras, también debe llevar un proceso de duelo, así que hoy hablaremos de sus etapas. ¿Me acompañas?

Vamos a definir el duelo como una respuesta psíquica ante la pérdida de una persona, animal, objeto o evento significativo. Es una reacción emocional, cognitiva y conductual, a nivel de sentimientos, pensamientos, creencias, fantasías y conductas en formas de sufrimiento. En palabras mortales, el duelo es un conjunto de representaciones mentales y conductas vinculadas con una pérdida afectiva.

Este proceso tiene una duración que normalmente oscila entre los seis meses y un año; sin embargo, puede ser variable y no es posible enmarcarse rígidamente en un lapso, por lo que algunas veces podemos superar la pérdida en solo semanas, o podemos estarle rogando nuestra estúpida expareja por un año entero.

El duelo consiste en cinco etapas, vamos a describirla una por una.

Primera etapa: Negación.

Puede durar horas, días o hasta semanas. Se produce un serio impacto físico y psicológico, surgen reacciones de rechazo, incredulidad, negación, paroxismo, y conmoción por la noticia. Siempre hay cierta sensación de que no es verdad, expresándose a través de la negación de la realidad de la pérdida y del significado de esta última.

"No puedes dejarme, pero ¿por qué? Estábamos tan bien, esto no puede terminar tan fácilmente..."

Segunda etapa: La ira

Si bien los sentimientos de enojo estarán presentes con distinta intensidad durante todo el proceso de duelo, es en esta etapa donde la ira toma el protagonismo dirigiéndose este enojo al ser querido que hemos perdido, a nosotros mismos, a amigos, familiares, objetos inanimados e inclusive a personas extrañas. Se siente un resentimiento hacia la persona que nos ha dejado causando un inmenso dolor en nosotros, pero este enojo se vive con culpa haciéndonos sentir más enojados aún.

"¡Es un idiota por creer que encontrará a alguien mejor que yo! Soy lo mejor que ha pasado en su puñetera vida. Es más, debería estar agradecido por haberme desecho de un imbécil."

Tercera etapa: Negociación

En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la pérdida. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si...? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera hecho esto o lo otro?

"Tal vez sí fue mi culpa al presionarle demasiado. ¿Y sí no hubiera comentado esto? Tal vez le molestaron mis comentarios. ¿Y sí me hubiera vestido y comportado de tal forma? Tal vez así seguiríamos juntos...

Cuarta etapa: Depresión (Esta es mi parte favorita, por cierto.)

La tristeza profunda y la sensación de vacío son características de esta fase, cuyo nombre no se refiere a una depresión clínica, como un problema de salud mental, sino a un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido. Algunas personas pueden sentir que no tienen incentivos para continuar viviendo en su día a día sin la persona que perdió y pueden aislarse de su entorno.

Manual para sanar un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora