DESPUES DEL ASALTO AL CASTILLO

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Se veían a dos personas de negro correr sobre los tejados de las casas, aunque si mirabas bien a uno de ellos se le dificultaba el correr, este vestía completamente de negro y portaba una extraña mascara, cuando se detuvieron su compañera le pidió permiso para revisar su herida.

-Asistente-kun déjame revisar tu herida, si es seria podemos ir a un lugar seguro para que te curen.- dijo con preocupación su compañera.

-No te preocupes por una simple cortada, además he recibido peores heridas, esto solo es mi pan de cada día, además acabamos de atacar el castillo real, no podemos confiar en nadie o involucrar a alguien que podría delatarnos o peor aun, meterlo en problemas por ayudarnos.-

-En primer lugar, déjame revisarte quiero ver que tan profunda es tu herida, en segundo lugar conozco a alguien que nos ayudara además de ser alguien de confianza, eso sin contar que ella sabe quien se encuentra debajo de este pañuelo.- menciono mientras señalaba su pañuelo rojo.

-Esa persona sabe quien eres, ¿Cómo lo supo? y ¿Cómo estas segura de que no nos venderá?.-

-Me descubrió cuando dejaba un donativo, yo me había quitado mi pañuelo y no me había fijado que alguien me estaba viendo, no fue hasta que ella me hablo, lo demás te lo puedes imaginar.-

-Que tan segura estas de ella.-

-Completamente segura.-

-Bien, iremos con esa persona, pero por lo visto eso será realmente difícil.- comento mientras a la distancia se miraba como los guardias y aventureros se movilizaban para capturar a los ladrones, ósea a ellos.

-Bien. vamos con ella antes de que te pongas peor.-

-¡Ha! Eso quisieras Big Boss, es obvio que yo aun estoy bien, de hecho me preocupo más de ti que de mí.-

-No sea presumido Asistente-kun, pero cuanto contigo para llegar seguros, así que vámonos.-

Ya decididos ambos bajaron de los techos y comenzaron a correr por las calles para no ser vistos tan fácilmente, pero eso no salió como ellos esperaban.

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-Big Boss, cuidado a tu derecha.- con esa advertencia ella logro esquivar una estocada por su lado derecho, para después dar con su daga ligero corte solo para que unos segundos después su oponente cayera paralizado.

En cambio el enmascarado lograba esquivar, desviar e incluso regresar sin siquiera ver de donde venían los ataque, aunque eso era gracias a sus habilidades que le permitían saber de donde venían los ataques, y al mismo tiempo sabia de los ataque que iban a su compañera, pero eso le costaba mucha concentración y mana.

-Corre que ya vienen mas, maldita sea como es que nos encontraron tan rápido, si estábamos en la parte mas oscura.- Hablo con una voz cansada el ladrón enmascarado.

-Tal vez por eso fuimos encontrados, están buscando en los lugares que son mas fáciles de ocultarse.- Su compañera le respondió con voz cansada, entre los dos ella a pesar de no estar herida era la que mas agotada estaba.

-Bien vamos por las calles que sue- a mitad de sus palabras comenzó a vomitar sangre, el realmente necesitaba el apoyo de un sacerdote.

-Kazuma, te dije que estabas mal, tenemos que descansar, con todo el movimiento que has hecho tu herida se hizo mas grande sin contar con la sangre que has perdido.-

-Tranquila, solo es un corte de una espada además te lo he dicho antes, esto no es nada comparado a lo que suelo enfrentar cuando estoy con el trio de locas.-Dijo mientras escupía un coagulo de sangre.

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2021 ⏰

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KONOSUBA: LAS CRONICAS DEL LADRON ENMASCARADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora