🌹PETALOS DE ROSA 🌹

🌹 Tus Ojos...Pétalos 🌹

Un nuevo día empezaba, los rayos del sol atravesaban la ventana de la menor.

Fue despertando, la luz del sol iluminando la mirada dorada de Jade de forma irreal.

Se levantó y se adentro al baño para tomar una ducha.

Ya después de la ducha sacó de su armario lo que sería su vestimenta de ese día, un suéter tipo croptop holgado color durazno, un jean azul claro algo suelto y unos tenis blancos, recogió su cabello en un chongo* dejando dos mechones cortos a los lados de su cara, se coloco un brazalete de oro, regalo de su abuela y unos aretes pequeños en forma de flecha, a juego con su collar.

Tomó su bolso, celular y audífonos y bajó a la primera planta de la casa.

Su padre se encontraba en el sofá, viendo el celular, su madre en la cocina haciendo el desayuno.

Si nadie los conociera, creerían que eran una familia cualquiera.

Jade se sentó en la mesa de comedor y tomó una manzana que había en el frutero, iba bastante temprano, así que comió la fruta sin apuro alguno.

Sus padres la veían extrañados, normalmente la menor se iba sin desayunar o se llevaba alguna fruta con tal de no comer junto a ellos.

El timbre sono, extrañando tanto a padres como hija, Jade se levantó de la mesa y abrió la puerta y se encontró con una mirada cristalina al otro lado.

-Tomás!!, que haces acá?-

Dos pares de ojos curiosos disimuladamente miraron hacia la puerta, viendo al chico de mirada cielo.

Ambos reaccionaron en sorpresa, pues a pesar de que no conocían al chico en sí, reconocían aquellas facciones y aquella mirada.

Más no se delataron, pues los dos adolescentes no se dieron cuenta de sus reacciones.

-Pues te vengo a buscar, duh-

-No seas idiota y vamos -Jade salió y cerró la puerta, encaminandose a la escuela en compañía del mayor.

Por fin solos, ambos padres se miraron.

-Si viste como aquel chico, no? -Richard miró a su esposa con preocupación.

-No puede ser hijo de ellos... -April, madre de Jade, se encontraba sorprendida.

-Pues debe ser mujer, esos rasgos, esos ojos, no pueden ser de nadie más...-

(...)

Ambos caminaban tranquilamente a la escuela, iban con tiempo de sobra, así que no tenían apuros.

Una vez llegaron a la puerta, Alberto los esperaba en ella.

-Hola amigo -Ambos chocaron los puños en saludo -Hola Jade -A Jade la saludo con la mano arriba, recibiendo una sonrisa a por parte de la menor.

-Bien, vamos, tenemos física y no es como que le cayera muy bien a la profesora -Tomás habló con algo de molestia en su voz.

Jade río ante las palabras del mayor.

-Si tienes problemas en entender, me puedes preguntar, soy buena en fisica-

-Eres un sol Jade -Los tres caminaron al salón correspondiente a su clase.

(...)

Jade, Tomás y Alberto se encontraban en la cafetería de la escuela, cada quien con algo diferente, Alberto con un batido de caramelo, Tomás con un pastelito relleno de chocolate y Jade con una ensalada de fruta con chocolate.