Estaba lista para irme a ver a unos seres que he estado esperando por ver en años, ya estaba lista agarre mi maleta, me mire al espejo y sonreí, no se notaba mucho por mi pañoleta que no soltaba por nada en este mundo, me quise peinar pero no le encontraba sentido mi pelo era muy corto aunque mucha gente se burla por mi color de pelo (blanco) no seguía ninguna moda, solo era yo.
Hasta el día de hoy no supe la obsesión por mis ojos, la gente decía que tenía el síndrome de Alejandría pero estoy sana, agarre mi cartel que decía “OKA” así me reconocerían, especialmente el del medio…así que si quieren saber con quién me iba a ver eran mis dos hermanos menores por minutos, éramos trillizos. Pero nos separaron de pequeños.
Al montarme al taxi me acorde que el camino era largo, me fui dormida, pero recordando el día de la pesadilla, estábamos mis hermanos y yo jugando a los vaqueros, me encantaba usar la pañoleta (y por eso no la soltaba) pero mi madre entro a la habitación que estábamos llorando cerrando la puerta. Mis hermanos y yo nos asustamos y corrimos a abrazarla pero ella nos aparto diciendo-Ya vienen-Ninguno de los 3 entendimos.
Un hombre abrió la puerta, halo a mi madre del cabello, mis hermanos y yo nos alejamos, el tipo tiro a mi madre al suelo, le disparo en el brazo no se demoro mucho en desangrar sus últimas palabras fueron-Ahora se tienen solo entre ustedes, cuídense-Mi madre murió frente a nuestros ojos, los dos nos agarramos de la mano, el menor se llamaba Camilo era de ojos grises y pelo café, amaba leer, se acerco a los pies del asesino, yo trate de distraer al hombre saltando sobre la cama mientras mi hermano del medio Jokeld agarraba algo del armario, en el último salto, empuje al hombre, cayo gracias a Camilo, Jokeld saco un hacha pero era muy pesada, así que la levantamos entre los 3, la dejamos caer sobre su cabeza, las manchas de sangre se regaron por toda la habitación, hasta sobre nuestra madre.
A pesar de lo que había pasado, sonreímos orgullosamente, pero al mirar el cadáver de mi madre lloramos sobre ella.
-Nada nos va a separar-dijimos esto, pero al rato nos llevaron a diferentes orfanatos-
Un mal freno del taxi me despertó, el señor me miro amargadamente con la mano estirada, le pague y me baje, me sorprendí al ver los rayos del sol no salía muy seguido después del accidente, no tuve que sostener el letrero, ya que nos reconocimos inmediatamente, hubo un abrazo grupal, y nos sentamos un rato
(Narración tercera persona)
Pero había algo que Camilo no sabía… era como había logrado llegar si sus padrastros no lo dejaban, y que tenía que ver Jokeld y Oka….
SEGUNDO CAPITULO
-¡Jokeld!-
-¡OKA!-
-¡Camilo!-Gritamos todos felices al vernos, a darnos un abrazo, no nos quisimos separar así que nos movimos así mismo al mesa, después nos reímos un rato, pero lastimosamente Camilo dijo;
-Es raro que mis padres no me dijeran nada cuando me fui-Jokeld escupió encima mío el café que estaba tomando-¿Qué paso?-
-Eso es normal-Interrumpí-Yo me despedí y no me dijeron nada-
-Sí creo que…-Camilo suspiro, y en ese pequeño instante donde cerró los ojos, le pegue una cachetada a Jokeld-
No me sorprende demasiado de él, era la segunda vez que mataba a alguien además solo, y la mía pues…no estaba en mis primeras 3, la razón que estaba preocupando a Jok era que había matado al padrastro de Camilo y yo a su madre claro.
Los habíamos asesinado porque no querían dejar a Camilo verse con nosotros, decían que éramos un mal ejemplo y con mucha razón lo dijeron, la primera en morir fue la madre ya que Jokeld me dijo que no lo mataba si yo no empezaba, me encanto este fue épico;
La madrastra abrió la puerta y yo estaba en frente cerca de la cocina, junto un cuchillo y por una rara obsesión mía lamí la punta.
-¡OKA!-Dijo la madre-¿Qué haces aquí?-Empezaba a acorralarse hacia la puerta, sus manos le temblaban se le cayeron las llaves al suelo y las pateo hacia mi sin ningún objetivo-
-¿Por qué lo hiciste? Debemos estar juntos-Caminaba lentamente se notaba que mis pasos eran una tortura para ella, ya estaba cerca su miedo se sentía y sin pensarlo dos veces le clave el tacón (era la primera vez que lo usaba) en el estomago y lo retorcí un poco en su vientre, pero sentí que se movió así que cuando cayó al suelo la pisotee un rato mas, al terminar saque mi zapato y lo agarre con las manos
-Y como me sobra la plata-Dije sarcásticamente-Eran alquilados- mientras limpiaba pensé-Necesito ser algo más limpia…NO-y me fui tranquilamente con una sonrisa en mi cara mientras posaba mi cabeza en los brazos.
En cambio Jokeld era su primera vez, el estaba en la cocina nervioso para cuando llegara el padrastro de Camilo, así que se agacho y empezó a buscar una gaseosa en la nevera, para ese momento el padrastro llegaba de trabajar, se acerco a la cocina al ver a Jok lo confundió con su esposa y le agarro el trasero.
-¿Qué te pasa?-Grito Jok parándose con gestos de indignación
-Espera… ¿Quién eres?-Respondió el padrastro asustado y algo sonrojado
-¡Eso que importa, nadie toca mi trasero, es solo mío!-Jokeld por fin lanzaría el primer golpe pero el padrastro lo paro con la mano y saco una gaseosa de atrás de su espalda-Ahora todo cambia de parecer-Agarro la gaseosa y los dos se apoyaron sobre el mesón de la cocina __Debo matarlo__ Pensó Jok__ Creo que debería ser ahora-Agarro lentamente el cuchillo que estaba detrás de su espalda, lo acercaba lentamente a la espina dorsal del padrastro-
-¿Qué vas a hacer?-El padrastro lo detuvo mirándolo fijamente, le torció el brazo e hiso que se apoyara frente el mesón. Unas imágenes del pasado se proyectaron en la mente de Jokeld de cómo sufría Camilo de pequeño, y como él no podía hacer nada
-Esto-el reacciono con una patada en la entrepierna, el padrastro cayó al suelo, gritando.
-Es malo agarrarles el trasero pero no pasa nada con que te dejen sin herencia-Jok se acomodo frente a la cabeza del padrastro, con un cuchillo apuntando hacia abajo, no pudo evitar sonreír alzo un poco más el arma blanca y con un mayor impulso lo dejo caer sobre el cráneo del tipo.
Jokeld sonrió y salió de la casa, pero recordó que le dije de no dejar restos lo quiso limpiar pero era Jokeld…Ya se le había olvidado