En la noche soñé con un chico, era Gabriel, estaba sonriendo, sus expresiones eran relajadas, no se le veía cansado, recuerdo que corrí hacía él pero saco unas alas blancas y se fue volando, justo desperté en ese momento, odiada alarma prefería seguir soñando con Gabriel, vale, ya sé que no lo conozco, pero es que esta bien guapísimo y toca la guitarra de maravilla, me quedé pegada mirando a la nada hasta que mi mamá grito que me tenía que ir ya si no llegaría tarde, me ajuste rápidamente y corrí al colegio.

- Hola Sophi
- Hola, promete no enfadarte por lo que te voy a contar.
- Vale ya sé lo que es, ahí viene tu ex o ahora tu novio.
- Te enfadaste.
- No, es tu vida, no tengo por qué enfardarme.
Me pare, tome mis cosas y me fui, no tenía muchos ánimos hoy desperté así, solo esperaba poder escuchar su guitarra, eso creo que me levantara el animo.

Primera clase, nada, segunda clase, nada y así hasta que termino el día, espere a que todos se fueran y me quedé en la ventana mirando su departamento, no se cuanto pasó hasta que decidí marcharme, me di la vuelta y lo escuché, su guitarra estaba algo desafinada, me di vuelta hasta que lo ví, estaba lleno de cortes y quemaduras de ¿cigarros? en sus brazos, ayer no me percaté de eso ya que tenía un poleron que le quedaba tres tallas más grande, estaba perdido en su guitarra tocando, incluso lo llamé varias veces y no me escucho hasta que decidí tirarle un avión de papel, le llegó justo en su guitarra eso lo distrajo y levantó la mirada, tenía la misma mirada cansada, recordé mi sueño, no era nada parecido a lo que veía ahora.

-¿Estas bien?
-¿Por qué la pregunta?
- Tu guitarra está desafinada, ¿no lo notaste?
- Lo hice a propósito, quería ver si sabías estabas atenta a la guitarra o en mi.
- Soy mujer puedo hacer dos cosas al mismo tiempo.
- Que mentira me cuentas a puesto que tú mamá tiene ese don pero tú no.
- Que dices, no me conoces.
- Buen punto, ¿qué haces aún en el colegio si ya se acabó la hora? ¿acaso me extrañabas?
- No, me quedé estudiando y escuché un ruido molesto que no me dejaba seguir.
- Mhm y yo me la creó si te quedaste en bobada mirándome.
- Pero si estabas pegado a la guitarra ¿que sabes si llevo tiempo en la ventana o no?
- Yo lo veo todo.
- ¿Ahora eres Dios?
- No, pero leo tus pensamientos.
- Vale profesor x, ayer dijiste que volverías y no lo hiciste.
-¿Me extrañaste acaso?
-No, solo me preocupe, pensé que te pudo pasar algo o tal vez solo saliste...
- Puede que si, pero hace mucho creo yo, te dije ayer que no salía de casa, te doy mi palabra.
- Mhm vale te creo, ¿cómo aprendiste a tocar?, yo quiero tocar guitarra ¿podrías enseñarme?
- ¿cómo quieres que te enseñe si estamos muy lejos?
- ¿en que pisó vives?
- ¿Vas a venir a violarme?
- ¿Puedo violar a un hombre?
- Touché, no te lo diré, no sería muy conveniente que vinieras.
- Pues entonces sal de casa podrías venir a el colegio o a mi casa.
- Mhm no lo sé, no es como si pudiera salir todos los días...
-¿Que días puedes o te dejan salir?
- ¿A cuanto estamos hoy?
- A veinticuatro de octubre.
- ¿De qué año? ya me perdí en el tiempo.
- Dos mil diecinueve.
- Valla que rápido pasan los años, puedo el 30 después de que salgas.
- Pues entonces el 30 en mi casa.
- Te esperare afuera de tu colegio.
- Vale, ya me tengo que ir, mi mamá me llama.
- Chao Em.
Se despidió moviendo la mano hacia los lados.

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