Iker: El destino de un mundo

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“Quien cree saberlo todo no es más que un ciego                                                            en su propia alma, el mundo oculta tantos secretos que nuestra mente no es capaz de imaginarse ni entender por ende nuestros ojos imposible
Alix J. Pino




Prologo

     Muchos pensaran y se aran la pregunta de porque existen los libros, las historias pero yo pienso que si no existieran como una historia, relato o aprendizaje perdurara en el tiempo, por eso les contare una historia de hace un tiempo atrás.
     Mi nombre es Iker ¿por dónde empezaría a contarles? Es muy difícil elegir el tiempo por el cual comenzar, pues si es por mi les contaría desde que nací pero sé que no sería tan interesante y se aburrirían.
     El mundo Xian en realidad es como cualquier otro mundo, eso creo claro, posee grandes paraísos naturales, hermosas playas, bosques encantados, grandes imperios, caballeros, guerreros, magos, reyes, princesas, dioses, demonios, monstruos, dragones a un que son pocos los que quedan, se han ganado el miedo de todos los reinos, en fin es igual a tu mundo.
     Xian desde hace años se mantiene en equilibrio gracias a los Cristales de elementos, los cuales dan un gran poder a su portador dándole la capacidad de controlar y producir todo lo que sea de su elemento. Agua, tierra, aire y fuego los cuatros elementos de la naturaleza, pero también están los cristales del trueno, hielo, metal, oscuridad, luz y el hidra que controla toda planta sobre la tierra. Como pueden ver son diez de ellos, que muchos matarían por tan solo uno, en realidad ciertamente han muerto tratando de obtenerlos –Que tontos ¿verdad?-. Yo no moriría ni mucho menos arriesgaría mi vida por poseer poder. Soy de los que piensan en que si estás bien, quédate bien así de sencillo, nunca me ha apasionado eso de la ambición, ni mucho menos pelear por alguien ni por nada, pero aunque no sea de mi agrado. En este mundo, debes saber defenderte, saber cómo usar una espada pues no se sabe cuándo tu vida dependa de ti mismo y soy de los que piensan que prefiero pelear por mi vida hasta el último aliento antes de dejarme matar.
     Todo este lugar, mejor dicho todo este planeta es reinado por un único Emperador, conocido también como “El Dios Ángelus Del Metal” pues desde que tomo el trono con el poder del cristal de los metales, nadie ha podido vencerle y durante todo su reinado ha logrado reunir siete cristales de los diez que existen.
     El cristal del fuego y tierra se los otorgo a sus dos mejores guerreros y consejeros, los otros cuatros fueron dados a los cuatros grandes reinos bajo su mandato, el reino del Sur posee el cristal del aire, el norte el cristal del hielo, el este el cristal de la luz y el oeste el del agua. Un reino aparentemente perfecto, pero como todos ya saben siempre hay un enemigo, en este caso existen dos ambos con ambiciones distintas pero con un único objetivo el gran trono del imperio y derrocar al actual emperador. Ambos poseen un cristal, el cristal planta mejor conocido como la hidra y la oscuridad.
     Soy de los que piensan que eso de cristales elemental es un poco ridículo, es como de cuentos de hadas y no entiendo porque aquí todos se matan por ellos, pero bueno que se hace así es esto; tienen poder y quieren más y más poder. Como la gran batida que hay en busca del desaparecido cristal del trueno, nadie lo ha podido encontrar durante siglos y ha habido más de una guerra por supuestamente haber hallado el lugar en donde se encuentra, pero luego de masacrarse unos contra otros, no encuentran nada. Da un poco de risa, es como si el cristal les jugara la peor de las bromas pero al fin de cuentas veamos cuantos más mueren por encontrarlo.



















Capítulo 1

     Hace ya un par de semanas emprendí un viaje fuera del imperio (cuando digo imperio me refiero al lugar donde se encuentra el dios ángelus, los demás son denominados reinos del sur, del este indiferentemente al cual se refieran). En esos momentos me encontraba en un lejano pero no tan lejos pueblo de nómadas, ubicado en lo más alto de unos ricos montañosos que puedan existir, donde el viento sopla sin represión y las nubes acarician los picos constantemente manteniendo oculto el pueblo de muchos peligros no solo de las bestias si no de los ladrones, asesinos y demás grupos de sicópatas que por ahí vagan. Son muy pocos los que saben de este lugar y los que saben no tienen intenciones de subir hasta haca arriba para solo saludar a estos pendejos antisociales.

     Este lugar es conocido como la mente del cielo, llamado así por lo alto que se encuentra y por el gran conocimiento que allí se guardan en pergaminos y libros, dicen que la gente de este lugar puede vivir mil años de vida pero nadie ha podido corroborar eso así que es un mito. Independientemente si viven más tiempo o no, no es de mi interés, soy de los que piensan que si llega tu hora de estirar la pata, estírala bien y muere feliz… En fin lo que me ha traído hasta esté lugar es la gran información que aquí se resguarda miles de escritos que rebelan muchas cosas interesantes he importantes que quizás el mundo dependa de esa información.
     Soy de los que piensan que entre más conocimientos tengas más sabio serás y más posibilidades de sobrevivir tendrás.
     Este pueblo me ha recibido muy bien, con amabilidad y todo pero sé que saben defenderse y no quiero averiguar eso, quien sabe si los hago enojar y terminan matándome y luego arrojándome al vacío.
     -cuantos pergaminos- dije aquella primera vez que entre al salón, recuerdo que puse un cara de sorpresa como la de un niño cuando recibe el mejor regalo de todos. Luego de tres días sin salir del salón, decidí salir un rato a tomar un poco de sol, subí hasta lo alto de un pico que se encontraba cerca del templo. El pueblo se encontraba cubierto en niebla o una nube, desde acá arriba podía ver el reino y todo a su alrededor. Tome asiento junto a una roca y repose en ella la espalda, nunca me había gustado tanto que el sol calentara mi cuerpo.
     Luego de un rato comencé a sentir un poco de sueño, los parpados se me cerraban solos, cada vez se hacían más pesadas y cuando decidí no abrirlos más, se oyó el sonar de una campana, una y otra vez, abrí los ojos inmediatamente y me puse de pies, mire hacia el pueblo, se encontraban tres aves cigüeñas falconianas sobrevolando el pueblo surcando la niebla como pez en el agua
     -jejeje- sonreí no sé porque pero de que tenían problemas los tenían.
     - si no hacen algo pronto terminaran muertos, esas aves son de las más insaciables que existen, los ayudaría pero tengo sueño y soy de los que piensan que si tienes sueño, duerme sin importar que suceda. Me cruce de brazos para mirar por un momento, los gritos eran muy fuertes y comenzaban a fastidiarme un poco, así que tome la decisión de interferir y ayudarlos. No me dejarían dormir. Tengo que encárgarme y acaba con el problema.
     Tome impuso dando unos pasos atrás para luego correr y saltar mientras iba en el aire retire mis dos espadas que siempre cargo en mi espalda. Eran como doscientos metros, calcule caer justo en medio del alboroto y llamar mucho la atención, pero calcule un poco mal y me fui por el vacío eran alrededor de tres mil metros hasta tocar suelo, es mucha altura y debo decirle que da un poco de miedo caer desde una altura así, no se sabe si caerás vivo o no, pero debo agradecerle a una de las aves que me vio pasar por su lado como un banquete tentador y me siguió para atraparme entre sus enormes garras como a una lombriz, volando a las alturas para devorarme. No moví ni un dedo y me deje transportar, dándome un paseo por el cielo una vez me vi sobre el pueblo, sostuve las espadas con fuerza para poder cortar las duras patas de mi querido transporte, mientras aun caía envuelto en las garras, el ave se retorcía de dolor en el mismo aire, entonces decidí acabar con su dolor y le arroje una de mis espadas la cual fue directamente hasta su pecho atravesando su corazón.
     Caí entre algunas casas las cuales prácticamente me cayeron encima, me levante de inmediato pero realmente la niebla impedía ver con claridad al enemigo. Camine hasta el ave muerta, tome mi espada he inmediatamente las demás criaturas, comenzaron a dar vueltas a mi alrededor, creo que el olor a sangre de su amiga los alerto y me marcaron como su principal presa, tuve una sensación de esas de cuando algo te quiere devorar y no querer dejar ni los huesitos, pero ya me estaban mareando de tantas vueltas así que los ataque, al principio se hiso un poco difícil atacarlas sin verlas bien pero luego de hacerle un par de heridas se fue haciendo fácil encontrarlas en la niebla. Al paso de unos minutos cayeron más que muertas. A una le arranque las alas y rasgue muchas veces su lomo con las espadas a la otra le corte el cuello, hubieran visto como se retorcía y pataleaba antes de morir, baje mi guardia y les di la espalda entonces fue cuando por un descuido mi estómago fue traspasado por el pico de la bendita ave, como pude me zafe y la remate.
     Una vez corrobore que realmente se encontraba muerta, comencé a marearme, era mucha la sangre que estaba perdiendo, creo que llegue a pensar que era mi fin, solté las espadas y camine unos pocos pasos antes de hirme a pique, cayendo de rodillas y manos, la niebla comenzó a disiparse, mientras yo comía tierra en el suelo porque ya me encontraba tirado por completo en el piso… soy de los que por un descuido mueren estúpidamente.
     Luego de un rato, sinceramente no sé cuánto tiempo paso, pues quede inconsciente y desperté tirado en el suelo allí mismo donde caí pero raramente no sentía dolor alguno, lleve la mano a mi estómago, no toque la herida, no tenía nada, la herida había desaparecido; me levante de un salto muy sorprendido y hasta llegue a pensar que había sido un sueño pero no allí estaban las aves muertas y parte de mi ropa estaba manchada de sangre. No me había dado de cuenta pero me encontraba casi rodeado por las personas.
     -¿Qué paso?- fueron las palabras que salieron de mis labios, mientras miraba a todos a mi alrededor.
    -ven con migo hijo- dijo el más viejo de allí, no recuerdo su nombre pero era uno de los que mandaban.
     Camine con el hasta el templo, entramos a una habitación a la cual nunca entre antes. Estaba más bacía que mi estómago, solo dos pedazo de tela en el suelo en donde tomo asiento el viejo y yo sobre el otro pedazo, eso si el suelo estaba lleno de símbolos y rallas, parecían runas o algo así, no puedo decir con exactitud pues no me llevo muy bien con la magia.( pensé que esta gente sabia defenderse pero son unos inútiles las aves hubieran hecho fiesta con ellos, a todas estas, que raro ver esos pájaros por estos lados, la niebla no podía ocultarlos de esas cosas.)

     -Gracias a ti muchos de nosotros estamos bien, primera vez que nos atacan esos depredadores- dijo el anciano
     -No fue nada, es mi deber- respondí
     -Te preguntaras que paso con tu herida, pues la hemos curado ¿cómo? Eso no lo responderemos pero tenemos muchos más secretos de los que el mundo se pueda imaginar. El día que llegaste, note tu gran interés que tenías en aprender del conocimiento del mundo, no podíamos negarte el derecho a que indagaras en él, pero pienso que el que llegaras aquí y esas aves aparecieran era vital para todos-
     -¿Por qué anciano? pregunte mientras lo miraba
     - Porque el destino es el destino hijo- exclamo
     Puso la mano en mi cabeza, me sentí como un niño pero no hice nada al respecto. Soy de los que piensan que el destino es una mierda, pero bueno el viejo parece estar inspirado.
     Pon mucha atención a lo que te diré, es algo que no podrás hallar o encontrar en ningún pergamino o libros así que presta atención-
     El anciano se puso hablar por un buen rato, no les negare que decía cosas muy interesantes, les puedo asegurar que nadie más en todo el mundo ha oído esto, es difícil de creer pero algo me decía que era cierto. Al fin estaba escuchando lo que debía oír. Cuando el viejo termino de hablar, me puse de pies y Salí de allí sin decir ni una palabra, no sentía la necesidad de leer nunca más y menos de estar en ese lugar, así que tome asiento en las escaleras fuera del templo. Al rato se acercó el anciano.
     -Si tienes que irte hazlo muchacho- dijo
     -Así es, creo que ya se lo suficiente, mi cuerpo tiembla por primera vez lo hace- respondí mientras miraba al suelo
     El viejo me entrego un trozo de metal perfectamente cuadrado, muy pulido. Me dijo que lo protegiera con mi vida pues ya ellos no podían seguir teniéndolo, lo tome sin preguntar, pero quien rallos podría querer un trozo de metal no parece ser nada de otro mundo, mire al anciano y tenía cara de ponerse a echar cuentos otra vez así que me levante rapidito y me largue de allí…





Capítulo 2

     Hace alrededor de 500 años el mundo Xian era reinado por un único rey al igual que en la actualidad. Un rey considerado un demonio, la maldad de este emperador era única, nadie era capaz de ir en contra de sus órdenes y todo aquel que se opusiera moría, destrucción, guerras y demás locuras era lo que se vivía en aquel entonces. Hacía que sus ejércitos se mataran entre ellos como entretenimiento para sí mismo.
     Este emperador no era humano por supuesto, si no perteneciente al último de una extraña raza de seres vivos que antes caminaban este mundo, conocidos como los dermo-dermo no sapien.
     Nanaton el demonio de Xian, así se hizo conocer, su piel era gris y negra con varias características en su cabeza y cuerpo que lo así distinto a los humanos, una estatura de dos metros de alto y poseedor de un cuerpo aparentemente impenetrable.
     Entonces un día llego un joven y se paró frente al emperador, retándolo a duelo (Nadie sabía quién era, de donde venía o como se llamaba el chico). Nanaton ríe a carcajadas desde su trono. Aquel muchacho se mantenía firme sin demostrar miedo alguno, sus miradas coincidieron por unos segundos y aquella sonrisa desapareció inmediatamente y el lugar su torno tenso.
     -Está bien- exclamo Nanaton – te daré el honor de morir por mis manos.
     Todos los que estaban en ese salón estaban sorprendidos pues la risa del emperador había desaparecido por completo, ¿Quién era ese joven? que sin más palabras hizo tal cosa. Luego de dirigirse a un área despejada como lo era el jardín del reino, todo seguía muy tenso.
     -¿Cuál es tu nombre? Pregunto Nanaton, pero no recibió respuesta-tu silencio me molesta- concluyo muy furioso.
     El joven, prende su brazo en fuego, todos los observadores se mantenían sorprendidos pues ninguna magia conocida podía prender en llamas el cuerpo humano, sin aun revelar su nombre comienza con el ataque, pero la batalla no duro más de cinco minutos, a pesar de que el joven era todo un maestro con el fuego no pudo competir con el poder de Nanaton, que no era ninguna habilidad en especial, si no pura fuerza bruta, fusionada con maldad y astucia. El chico con muy graves heridas en todo el cuerpo, un brazo partido, se mantenía de pies frente a él, sin mostrar miedo alguno.
     -Admiro tu valentía humano pero ya tu muerte esta de un golpe- dijo Nanaton con una sonrisa. La sonrisa fue copiada por su retador mientras se desvanecía ante los ojos de todos, como si el viento lo llevase lentamente, cuando intento tomarlo del cuello su mano se cerró sin nada pues ya era un espejismo. Nadie dijo nada ni menciono lo sucedido pero al día siguiente el mismo joven llego hasta el trono, Nanaton sorprendido se coloca de pies.
     -¿Otra vez tú! Bienes nueva mente a retarme?¿Pero y en donde están tus heridas?- sin respuesta, solo una seña con el dedo para salir y pelear. Una vez fuera.
     -Esta vez reventare tu cráneo y are jugo tu cerebro para las moscas-
     Comienza la pelea pero en esta ocasión no era fuego la habilidad del chico si no tierra, agarrando por sorpresa al emperador asiéndolo sangrar, todo quedo en silencio ni el viento soplaba, era la primera vez que Nanaton era golpeado echo sangrar, este solo limpio la sangre de su boca y continuo peleando como si nada hubiera pasado, pero el resultado fue el mismo del día anterior. Esta vez se hiso polvo ante Nanaton para retirarse del lugar.
     Para el siguiente día el emperador esperaba impacientemente a que apareciera el bastardo, cuando entro por la puerta sin ninguna herida en su cuerpo, llamo nuevamente su atención.
     -A ti te estaba esperando- dijo mientras se colocaba de pies
     Se produjo un ataque en ese mismo momento, Nanaton no se contuvo y sin importarle nada quería atraparlo de una buena vez, no sabía con qué magia le saldría así que tomo sus precauciones pero el joven desapareció, dejando chispas de electricidad, su velocidad era tal que para la vista simple tan solo es desaparecer. Luego de varios movimientos de ambos, Nanaton se detiene.
     -Electricidad, ¿cuantas batallas más tendremos?¿cuantas habilidades más mostraras? No me interesa con que vengas día tras día terminare ganando-
     -Quiero comprobar si de verdad puedes resistir el poder de mis diez cristales- dijo el joven
     -¡¡Ha hablaste!! Cristales dices, en este mundo no existe algo así-
     -Y quien dijo que somos de este mundo, je je je, Nanaton tu reino, tu maldad sobre este mundo pronto llegara a su final. Se escuchan muchos rumores de tu raza, confirmare si es verdad que es una de las más fuertes de los mundos, pero lo seas o no, encontrare la manera de derrotarte.
     Nanaton sonríe y regresa a su trono, tomando asiento y puso su puño en su barbilla.
     Así q es verdad el plano x existe, incontables dimensiones que forman el universo y están sujetas a este plano, maravilloso. Pero entonces vete y regresa con una habilidad nueva porque tu rayo es lento para mis ojos- dijo con voz gruesa
     Soy Zeykon así dijo llamarse rebelando su nombre mientras daba la vuelta para salir del salón y antes de desaparecer en chispas de electricidad, amenazo nuevamente al malvado Nanaton con el final de toda su maldad. La risa de Nanaton se oyó en todo el imperio, es obvio que se encontraba emocionado por este oponente que luego de mucho tiempo era el único capaz de hacerle frente sin temor alguno.
     Al siguiente día regreso Zeykon con una habilidad nueva y al siguiente día y al siguiente, pero no podía ganar, luego de haber usado su ultimo cristal pudo comprobar que los rumores no eran falsos. Entonces al siguiente regreso hasta en emperador el cual lo esperaba con hacías.
     -Bueno solo eran diez cristales y puedes desafiarlos sin ningún problema- dijo Zeykon
     -pequeño humano eres digno de mis más profundos respetos pero como todo tiene que llegar a su final, el tu yo termina hoy. Antes necesito que me des algo- dijo desde su trono
     Zeykon le negó los cristales pero Nanaton no deseaba eso, pues no eran un problema para él, lo que deseaba era el secreto de sanar. Había experimentado por días como su oponente se marchaba con heridas graves y al día siguiente regresaba sin ningún rasguño. Zeykon ríe en forma de burla, Nanaton enfurece y lo amenaza de adelantar su muerte si no callaba.
     -No mi querido emperador, hoy caerás ante mí, aunque hallas resistido el poder de los cristales no creo que seas rival para ellos- exclamo Zeykon
     Una vez ya se encontraban fuera para enfrentarse nuevamente y el combate comenzó. Nanaton tan dominante y resistente como siempre pero esta vez el adversario usaba los diez poderes en completa maestría, en combinación y ataque, a pesar de golpear en distintas ocasiones al emperador este no parecía recibir algún daño.
     -¿Y así piensas ganar? Con los mismos poderes- dijo el emperador
     -Quizás no lo sepas pero solo estoy calentando para poder liberar estos cristales y llevarlos al nivel supremo, con el fuego bastara- concluyo Zeykon mientras el fuego cubría su cuerpo.
     El aire se tornó muy caliente, sus ojos parecían hervir mientras todo su cuerpo sufría una escalofriante transformación y luego de un minuto, que el polvo, el vapor y el humo se disiparan un poco se dejó ver aquella criatura, totalmente otro ser. Un demonio aparentemente salido del mismísimo infierno, Nanaton se sintió intimidado y obviamente sorprendido como era posible que aquel joven se había vuelto tal cosa. Había duplicado su estatura, la masa corporal triplicado, fuego corriendo y goteando de su cuerpo, unos grandes cuernos junto a una larga cola de huesos y fuego que comenzaba desde su cuello. Sin quitar los ojos del enemigo avanza un paso, mientras que Nanaton retrocede uno, aun no podía comprender lo que estaba sucediendo, como era posible tal poder.
     -¿Qué sucede, tienes miedo?- pregunto Zeykon con una voz endemoniada
     El emperador da un paso adelante y ataca inmediatamente. Esta vez la pelea fue desastrosa para todo el lugar, pero no parecía tener fin pues ambos tenían la misma fuerza, pero en realidad el emperador se encontraba recibiendo mucho más daño de lo que se pensaba pues con cada golpe que recibía de Zeykon se sentenciaba cada vez más su vida. Su cuerpo por dentro recibía graves y fatídicas quemaduras. Poco a poco Nanaton fue bajando el ritmo y por ende recibía mucho más daño hasta el punto de caer de rodillas. Zeykon volvió a su forma original mientras se encontraba de pies frente a Nanaton que no podía moverse.
     -Estoy sorprendido de tu gran capacidad Nanaton y aun mas que no hallas caído muerto luego de achicharrarte todos los órganos internos, pero pierdes, un golpe más y caerás para nunca más levantarte. Por ser el último de tu raza dejare que te marches, a un que no creo sobrevivas- dijo Zeykon
     -Sabes que si logro sobrevivir regresare por lo que es mío, y no perdonare tu vida cuando te derrote- dijo mientras intentaba colocarse de pies con mucho esfuerzo. Entonces se marchó sin mirar atrás, apenas y podía caminar, cada paso era desgarrador, una mano en su pecho para intentar soportar el dolor mientras su boca desprendía sangre. Nadie lo siguió y él no se detuvo a juzgarlos.
     El reinado de Zeykon se volvió esplendoroso, toda la maldad fue casi erradicada por completo. Diez años habían pasado desde la derrota del demonio Nanaton y para estas alturas del reinado del libertador Zeykon así fue conocido, la existencia comenzó a girar alrededor de los cristales. Nadie supo más nada de Nanaton, desde entonces ni un solo avistamiento, ni rumores, tan solo desapareció así que se dio por muerto, pero Zeykon no parecía muy convencido en ello pero a fin de cuentas nadie lo avía vistos; así a cinco años formo un grupo de rastreo y busque para despejar las dudas pero desde entonces ni un rastro, sino hasta un día que uno de sus generales de alto rango poseedor de uno de los cristales, llego ante el con graves heridas, repitiendo una y otra vez el nombre del antiguo emperador, entonces allí entendió que si seguía con vida y había derrotado a uno de sus mejores guerreros, quitándole el cristal.
     Luego de que su subordinado muriera antes de que el pudiera hacer algo para salvarlo. De pronto un fuerte y constante temblor sacudió todo el lugar, los gritos se oían por todos lados para cuando dejo de templar y Zeykon pudo salir se encuentra con algo que nunca pudo imaginar increíblemente todo el castillo se encontraba flotando casi por encima de las nubes y delante igualmente suspendido en el aire el mismísimo Nanaton con el cristal de agua en su mano. Se hacen presente ante Zeykon cinco guerreros cada uno poseedores de cristales los cuales enfrentarían a Nanaton pero cada uno de sus ataque eran desviados sin ni siquiera el enemigo mover un dedo y ninguno podía tan siquiera tocarlo pues sus golpes eras detenido o desviados por alguna fuerza desconocida que a la vez los golpeaba, el actual emperador solo se limitó a ver el combate intentando descubrir que habilidad poseía. Esta vez los cristales eran menos efectivos que antes, sus guerreros eran lo suficientemente fuerte como para dar mucha más pelea pero ese poder los estaba dejando en ridículo. Pasado un par de minutos, sus hombres ya sufrían de heridas y no tardo si no 30 segundos más para qué dos de ellos caerán con heridas de gravedad, ordeno cesar los ataques y regresar los cristales pues era su turno.
     -Volví por mi trono- dijo Nanaton
     -No se en donde estuviste, ni que hiciste para obtener tal poder pero Xian es libre- dijo Zeykon
     -Transfórmate chico en ese demonio de aquella vez, mostrare mi poder, te enseñare tu error- concluyo con una sonrisa
     Zeykon lo miro por un momento, sus miradas se destrozaban entre si y entonces decidió transformarse pues pelear de forma normal tan solo sería perder el tiempo. Aquella criatura del fuego volvió aparecer y la batalla se desato, primero por segundos, luego por minutos pero esta vez Zeykon no podía ganar, no importaba lo que hiciera no había manera…y entones allí se encontraba el libertador de Xian, tendido el suelo luego de recibir un devastador ataque que lo volvió a la normalidad dejándolo rodeado de una gran destrucción. Nanaton reía a carcajadas había derrotado aquel persistente joven pero aun derrotado seguía sin mostrar desesperación alguna, solo se mantenía calmado allí en el mismo suelo, tal vez pensando pero esto enfurecía al antiguo emperador.
     Zeykon se coloca de pies y Nanaton se acerca, una vez ambos se fulminaban con las miradas, una sonrisa se dibuja en el derrotado joven
     -No podrás obtener lo que deseas, este mundo ya no te pertenece, no dejare que nadie más sufra-dijo Zeykon mientras tapaba una hemorragia de sangre de una de sus heridas.
     De pronto un fuerte viento los envolvió, polvo y demás escombros giraban alrededor de ambos, apenas y se podía ver algo. Nanaton reía a fuertemente pues que podía hacer Zeykon para aplacar su gran poder.
     -¿Este es tu último aliento acaso Zeykon?- dijo Nanaton
     Los cristales giraban delante de Zeykon, mientras desprendían fuertes oleadas de poder, se comenzó a notar un gran aumento de energías provenientes de estos. Giraban cada vez más rápido produciendo un constante silbido hasta el punto que explotaron en miles de pedazos, el tiempo se ralentizo, para luego los cristales volver a la normalidad y dar vueltas alrededor a una velocidad casi incomprensible, de tal era la rapidez que las nubes bajaron en forma de tornado para chocar con el de escombros y unirse entre ellos, luego que este fenómeno girara y formara ventiscas devastadoras se produjo una explosión, provocando una fuerte onda expansiva que arraso con todo a su paso. Los cristales sobre salieron en los alto del cielo y cada uno vuela en distintas direcciones, menos uno que volvió a la mano de Zeykon, que se encontraba mirando al cielo, sin herida alguna en su cuerpo, y sin rastro de Nanaton. Había desaparecido luego de aquella explosión. Un pequeño cubo plateado flotaba a una altura de un metro de suelo, girando mientras producía un leve sonido. Zeykon muy extrañado se acercó, pero al intentar tomarlo este se eleva separándose en muchos pedazos y al igual que los cristales se dispersan en distintas direcciones, y en ese mismo instante el castillo y todo lo que se mantenía en el aire caen al suelo.
     Zeykon reúne a sus guerreros y entrega el cristal que poseía al más acto de ellos, dejándolo como sucesor al trono, pues ya su deber en este mundo había terminado, nadie supo que sucedió con Nanaton o porque fue aquella explosión.
     “en la antigüedad de Xian existía un objeto capaz de controlar la gravedad a su antojo y brindar un inmenso poder a su portador”


Capítulo 3

     Por fin había terminado de bajar desde allá arriba, y soy de los que piensan que bajar es mucho más rápido q subir.
     -Esos nonadas me extrañaran, pero nunca más volveré a subir- dije. Pero oí una pequeña voz que decía.
     -¿Cómo hiciste eso?-
     Voltee inmediatamente y era un pequeño mocoso, un poco sucio. Lo mire de arriba abajo y lo ignore pues es muy raro encontrarse con un niño en un lugar tan peligro, y lejos de cualquier pueblo. Nadie sobreviviría ni dos horas fuera de la seguridad que brindan una ciudad o pueblo. Al verlo comencé a procesar miles de preguntas y respuestas tales como que podría ser un tipo de trampa de ladrones, un espectro, algún duende disfrazado o tan solo un demonio hambriento de almas y soy de los que mejor se alejan de las cosas extrañas a caer en trampas. El mocoso camino detrás de mí por un buen rato; me detuve, he hizo lo mismo así que me estaba empezando a molestar y sobre todo el que me allá visto bajar la montaña de esa manera. Le calcule unos diez años de edad, tenía ganas de sacar mis espadas y matarlo, pero no lo hice por el motivo de que si resultaba ser un niño de verdad, se asustaría y podría provocarle algún daño sicológico, y eso está como que prohibido por aquí, así que tenía que salir de dudas y voltee.
     -¿Qué demonios quieres, y que fue lo que vistes?- le pregunte
     -Llevo una semana perdido, tengo hambre… Solo vi cuando venias cayendo y de pronto desapareció, cuando lo volví a ver ya estaba haca abajo- respondió
     Eso de que anda perdido no me lo creo del todo, si no fuese un niño ya lo hubiera matado, vio algo que no debía, pero bueno, quien le va a creer así que le lance un trozo de pan y me comprometí llevarlo al pueblo más cercano, pero antes le hice prometerme que no diría nada de lo que vio, dijo que no lo aria pero no les creo a los niños, son muy mentirosos, eso de que siempre dicen la verdad ya no vale en estos tiempos. Camine con el mocoso detrás por un buen rato pero ni siquiera aviamos salido del área rocoso. Este lugar se podría decir que es la base de la montaña de la mente del cielo, un área estéril para cualquier planta, con muchas rocas, cerro y profundas grietas en el suelo hechas por el agua en tiempos antiguos, se dice que son tan profundas que tocan el centro de la tierra. Principalmente quería llegar pronto a un rio que esta ha unas dos horas para refrescar y mojar mi garganta.
     -¿Y cómo es que has podido sobrevivir mocoso?
     -No sé, quizás tuve suerte- respondió
     Suerte es poco, este mocoso lo que tiene es un ángel que bien lo quiere, porque la suerte por aquí no va. La gran cantidad de bestias que hay en estos alrededores, son suficientes para no dejarle ni los huesos al pobre. Por lo menos ya había podido ver al rio y más allá el bosque al que nos dirigimos, pero hubo un canto que resonó en todo el área, el canto de una de las criaturas más peligrosas y temidas de toda Xian, el de un dragón he inmediatamente tome al niño y corrí para escondernos debajo de una roca que tenía una abertura, allí nos quedamos un rato pues se oyó muy cercar.
     -No hables si quieres vivir- le dije al mocoso en el oído – pues no dudare en usarte como carnada para yo huir-
     La sombra del dragón paso justo por delante de nosotros, creo que se estaba alejando. No logre ver a que especie pertenecía pero tampoco me hubiese asomado, estas criaturas poseen un gran oído, sin mencionar su excelente vista. Para corroborar que ya se había ido arroje al niño fuera a la vista, pasado dos segundos aún seguía allí, eso quiere decir que el peligro ya paso. El niño me debe estar odiando pero como se hace así es la vida, soy de los que piensan que primero yo, segundo yo y tercero sobrevivir, antes que ser comido hay que hacer sacrificios. Una vez llegamos al rio el mocoso defendió sus derechos de vivir y me reclamo por haberlo arrojado antes, no le preste mucha atención ya que era un niño y no me importa lo que balbuceé aparte él sabe muy bien cómo sobrevivir por su cuenta. Me quite algunas de mis prendas de vestir para luego lanzarme al rio y refrescarme un poco, el pequeño se quedó en la orilla.
     -¿Eres uno de los siete dorados del dios?- dijo sin quitar su mirada de mi brazo derecho.
     -Si pero no me gusta hablar de eso así que no quiero preguntas- le respondí para luego sumergirme.
     Los niños tienden a preguntar mucho, así que lo mejor era decirle eso pues no confiaba del todo en el como para hablar de mis cosas. Todo aquel que mire mi brazo inmediatamente sabrá que pertenezco a los siete dorados, se preguntaran ¿Por qué?, ¿Qué tiene mi brazo? Pues es muy sencillo, es completamente de oro puro. Cada uno de nosotros posee una parte de su cuerpo en oro otorgado por el emperador y su cristal de metales, los cual nos convierte en los distinguidos guerreros de oro (los siete dorados de ángelus). El pelear, matar y todo eso no va con migo como ya les he dicho pero soy de los que piensan que la vida da muchas vueltas que te llevan a lo que eres hoy en día, así que no me quejo, gracias a esto me eh librado de muchas peleas estúpidas, en cuanto ven mi brazo solo corren ridículamente. Nunca me ha gustado presumir de ese honor, porque luego que llego a un pueblo la gente tienden a ponerse muy amables y todo lo demás, eso es muy fastidioso, por ese motivo siempre lo llevo oculto.
     Cuando termine de bañarme y obligar al mugroso niño a lavarse, continuamos al bosque. Ya se estaba aproximando la tarde y la mejor decisión sería quedarnos lejos de los árboles, pues la noche sería un suicidio, pero en este caso no hay de qué preocuparse, esta área fue sobrevolada por un dragón y para el olfato de cualquier animal es suficiente para hacerlos desaparecer por un par de días.
     Efectivamente así como lo presumía no había ni un alma en el bosque, caminamos unas cuantas horas hasta encontrar un buen lugar donde pasar la noche; puse al pequeño a recoger leña para el fuego, era lo mínimo que debía hacer, se estaba comiendo mi comida así que yo solo lo veré, sé que me debe estar maldiciendo en su mente pero no me importa. Caída ya la noche, el mocoso miraba el fuego muy pensativo, tenía pensado en matarlo y comérmelo pero no, no soy caníbal ni comería niños.
     -¿Cómo te llamas? Que no me lo has dicho- le pregunte
     -Soy Dran y ¿tu? ¡¡He!!¿Qué numero eres?-
     -Soy Iker, número cinco de los dorados- le respondí
     Me había extrañado que el pequeño demonio me hubiera hecho caso y no preguntaría nada pero se aprovechó de la situación.
     -¿Ósea que hay cuatros guerreros más fuerte que tú?- pregunto con emoción
     Se emocionó solito, responderle implicaría más emoción y más preguntas, no me gusta por donde va esto así que cerré mis ojos y rápida mente me tire a un lado para luego comenzar a roncar. Espero se allá creído esa de que me quede dormido de repente, es que no se me ocurrió otra manera de evadirlo. Creo que se entristeció un poco por cortarle la emoción pero así es la vida, debe entender que no soy un anciano para estar echando historias alrededor del fuego. Allí estuve sin moverme hasta que me dormí. Al día siguiente cuando desperté ya el mocoso estaba despierto, sentado mirándome me sentí incomodo, no me gusta que me vean dormir y este niño tenía algo que no me gustaba del todo, una vez desperté bien le di un trozo de pan para que fuese comendo mientras avanzábamos porque aún faltaba para llegar al pueblo. Aparentaba ser un buen día, los rallos del sol entraban entre los árboles, se veía maravilloso, como de cuentos de hadas, sin ningún peligro que te aseche, lástima que solo sea temporal, si no fuese gracias a ese dragón en estos momentos estaríamos corriendo luego de no dormir nada en toda la noche.
     Caminamos varios kilómetros antes del mediodía y cuando el sol se encontraba justo encima nos detuvimos a descansar un rato.
     -Espérame aquí Dran iré hacer el numero dos-exclame
     -¿Numero dos? ¿Qué es eso?- me pregunto confundido
     -Es ir al baño entiendes, en las ciudades y en todos lados se dice así el numero uno o el numero dos dependiendo cual vallas hacer- le esplique pero no le quedó muy claro, bueno no importa. Deje al niño allí y me fui hacer mis necesidades bien lejos pues soy de los que “comen cabello de ángel y expulsan las greñas del diablo” así que pobre del este cerca. Una vez allí entre los arbustos totalmente relajado, escucho gritar a Dran seguido de mucho ruido y más gritos, cada vez se oían más cerca.
     -Me quiere comer, ¡¡Iker!! Me comerá ayúdame-
     De pronto paso como una flecha por delante de mí, no me vio y mucho menos lo que lo seguía, por poco me golpeo con las patas.
     -Carajo, carajo- tuve que apurarme con mi meditación.
     Le grite al mocoso que corriera mucho más la bestia lo alcanzaba y parecía hambrienta, su boca desprendía una gran cantidad de baba. Pobre niño como rodaba, caía y tropezaba tratando de salvarse del lobo de cuernos.
Acabo de comprobar que efectivamente el pequeño tiene mucha suerte, como se salvó de tantos mordiscos es fantástico pero ya se estaba cansando el pobre así que me puse rumbo ayudarlo, ya el lobo lo tenía en el suelo con una pata en el pecho y no me daría tiempo llegar, tuve que lanzar una de mis espadas, la clave en su lomo asiéndolo saltar a un lado, ahora yo era su presa y con muchas más ganas me devoraría, me puedo imaginar todas las maneras en las que me comería esta bestia pero soy amargo él no lo sabe pero tampoco le daré a probar. Se me lanzo encima con una ferocidad impresionante, hasta llegue asustarme pero tan solo me agache y bolo por arriba, para luego rodar desesperadamente intentando incorporarse para atacar nuevamente, siempre eh dicho que esa es la parte mala de ser un animal, que la rabia te domina asiéndote incapaz de controlarte tu mente y tu cuerpo. Lo fascinante de esta criatura es su tamaño superior al de un caballo con cuernos desde su cabeza hasta su cola y lo más increíble es que esta tan desesperado por devorarme que todavía no se ha dado de cuenta que le falta una pata, la cual corte cuando paso justo por encima de mi hace un momento. Me ataco, ya estaba preparado para recibirlo, esta vez traía mucha más desesperación y no es que la pobre criatura se allá dado cuenta que le faltaba una pata. Soy de los que piensan que el hambre le gana al dolor.
     Me hubiera gustado jugar un poco más con este animal pero andaba molesto por interrumpir mi momento de privacidad, así que le golpee en la trompa con el puño con la suficiente fuerza para tenderlo en el suelo como a una alfombra y recuperar la espada que luego clave en su cuello, allí la sostuve por un momento hasta que murió y sin perder tiempo allí mismo arme una fogata y puse al fuego unos trozos de carne fresca, ya era medio día así que nos dimos vida comiendo. Luego de comer hasta no poder mas y reposar un poco retornamos al camino. Mientras caminaba me ralentice a causa de un dolor que se me había pegado en el estómago, creo que fue por haber comido demasiado, a veces hasta tenía que inclinarme para adelante o hacia un lado para aliviar las fuertes punzadas y decidí detenerme por un momento, cuando me sentí mejor continúe, no había desaparecido del todo pero no era tan intenso el dolor como antes. De pronto comencé a oír un sonido que al principio no podía distinguir hasta que comprendí lo que era, corrí para alcanzar a Dran y tirarnos al suelo tapándole la boca.
     -No respires- le dije muy bajo al oído.
     Dio dos vueltas por encima de nosotros los arboles nos cubrieron. Tal vez es el mismo dragón de antes. No quise intentar verlo pues estaba muy cerca y algún sonido aunque sea de mi cuello girando implicaría morir asados ya que está claro que su olfato nos detectó pero al no ver movimiento no procede atacar y soy de los que piensan que es mejor no arriesgarse con aquello a lo que no puedes vencer.
     Al parecer está chamuscando algo no muy lejos de aquí, puedo oír el sonido del fuego ardiendo, a cenizas y humo llegaba hasta nosotros. Parece como si el dragón estuviera buscando algo, últimamente estos últimos días han sido de los más extraños pero bueno no importa de vez en cuando hay que salir de la rutina. Nos quedamos allí tirados casi por media hora, aguantando picadas de hormigas, justo nos tiramos en medio de su casa que aprovecharon la situación para torturarnos.
     Luego de estar seguros de poder movernos lo primero que hice fue pisotear a las hormigas y movernos casi en silencio. No había fuego por ningún lado, solo hojas verdes chamuscadas que gracias al verdor de los arboles el fuego se extinguió. De pronto hoy una voy a nuestras espaldas.
     ¿Qué ara el famoso Iker tan lejos y con un niño?
     Inmediatamente voltee y al ver quien era lo identifique al instante; Neton el tercero de los dorados, famoso por tener la mitad de su cuerpo izquierdo de oro y ser el único adolescente en llegar a tal rango. Apenas tiene 17 años de edad.
     -¿Qué haces aquí?- le pregunte
     -Ando de paso. Pero aún me sigo preguntando en que momento empuñaste tus espadas, muy extraña tu rapidez- dijo señalando con su dedo y luego reír- ¿y ese quién es?- pregunto sobre Dran
     -Lo encontré ayer, lleva días perdido, lo llevo al pueblo más cerca de por aquí- respondí mientras guardaba las espadas
     -¿No crees que es raro? ¡¡Un niño perdido!! Pero bueno ya sabrás lo que haces, ten mucho cuidado imagino que vistes el dragón, Dun, el solitario negro  por poco me calcino con su tenebroso fuego.
     Es increíble que allá sido Dun el dragón que sobre vuela esta área. Su especie viven en las tierras del carbón en el este, realmente está muy lejos de su hogar. Debo decir que Neton es con el que mejor me llevo de todos los dorados, aunque es muy observador he inteligente, esa es una de las cosas por las cuales me encanta estar lejos de él. Pertenece a una familia muy rica del imperio, posee educación, es muy social y todo lo demás pero no por eso me enfrentaría a él, no me gusta pelear y menos me gustaría si tuviera que enfrentarme con Neton.
     -Iker sabes que yo me encontraba allá en aquella montaña, no está de acá adelante, en la de atrás, la que apenas y se ve por la distancia y las nubes, hace dos días cuando se estaba celebrando el torneo de plata mire en dirección al imperio, y se produjo un fuerte alboroto, vi muchas raíces y árboles, creo que hidra pudo haber atacado, así que me dirijo hacia allá antes de que llegue la ave mensajera, ¿no quieres venir conmigo?-
     -¡¡¡Guao!!! ¿Puedes ver de tan lejos?- exclamo Dran
     En realidad yo también estoy sorprendido, Neton posee la mejor vista humana y se dice que es mucha mejor que la de un dragón.
     -No tengo intenciones de ir al imperio en estos momentos, solo lo are si así lo desea Ángelus- le dije al acercarme a Dran
     -Mmm como quieras, me adelantare- dijo al darme la espalda
     -¿Por qué le temen tanto a los dragones? Ustedes son lo suficientemente fuerte como para matar a uno de ellos, ¿Por qué todos tiemblan ante su sombra?-pregunto el muy tonto de Dran
     Antes de que yo le respondiera con coscorrones y luego le dijese el porqué, Neton levanto la mano mientras aun nos daba la espalda
     -Eres un niño y quizás no lo sepas pero aquí no es quien pueda matar a un dragón, hasta tú lo podrías hacerlo con el arma adecuada, la cosa está en cuantas veces podrás matarlo antes de que te fría y te cóma-
     No pudo haberlo dicho mejor, pues en lo cierto esta. Yo le hubiera dicho que son bestias indestructibles, o que al matar uno este regresa a la vida con dos cabezas y cosas así a la final es un niño y no me importa si se educa con la verdad o con mentiras. Neton se fue alejando poco a poco hasta desaparecer entre los árboles, nosotros continuamos en nuestra dirección. Dran estaba muy callado luego de la respuesta de Neton, sentí curiosidad de preguntarle por su silencio pero me limite a no hacerlo, podría emocionarse y eso no me gusta. Cuando el sol se ocultó y Dran encendiera el fuego, el cielo destello en lo más alto se veía cayendo un meteoro que parecía venir justo a nosotros pero no me moví ni un centímetro pues sería una pena morir aplastado por una roca encendida en fuego pero si así debía terminar no había modo. Paso cerca de nosotros claro a una cierta distancia de los copos de los árboles, estrellándose a un kilómetro de nosotros, la tierra se estremeció, pero la onda expansiva que produjo sí estuvo un poco agitada. Como cualquiera al ver un meteorito estrellarse nos pusimos en marcha para verlo y ver toda la destrucción que produjo, sé que Dran también le agrada la idea pero bueno seguía callado. Llegamos al lugar, estuvimos maniobrando entre los árboles caídos hasta llegar al borde del cráter, esperando ver una roca pero para nuestra sorpresa nos encontramos con una gran esfera metálica con luces, pero bastante dañada. Mire a Dran el me miro y sonreímos, era muy interesante lo que estábamos viendo.


Capítulo 4

     Hay dos manera de matar un dragón definitivamente, bueno es casi un mito. Hace mucho tiempo hubo guerreros que lograron matar dragones sin que estos revivieran. Se dice que una de estas dos formas de acabar con ellos es matarlos justo el día en que nacieron, pero quien va adivinar en estos tiempos justo ese día, estas criaturas tienen siglos vivas a así que es mejor no arriesgarse y la otra manera es lograr matarlos cien veces, cosa que es imposible de hacer, no hay hombre que resista tanto en una brutal y feroz batalla. Ambas maneras son muy difíciles, aparte de que una vez estés frente a un dragón este no te dejara escapar por nada del mundo y eso implica que ni aun que los mates.
     Bajamos por el cráter para acercarnos a la esfera, pero al estar cerca esta produjo un sonido, al expulsar aire o un tipo de gas para luego abrirse y dentro se encontraba un sujeto, Dran y yo nos miramos nuevamente pero al igual que nosotros ese tipo parecía sorprendido, lentamente lleve mi mano hasta las espadas para sujetarlas pero solo me limite a eso. No sabía en qué plan andaba el de la esfera así que es mejor no bajar la guardia, quien sabe si estábamos bajo invasión alienígena.
     El sujeto se levantó de donde estaba y sin pensarlo mucho saque la espada, note que su mirada se dirigió ellas, creo que sabía que era un arma y lo que podía llegar hacer con ella, luego me miro y miro a Dran el cual se colocó detrás de mí, creo que se asustó, en realidad lo comprendo no sabíamos lo que teníamos delante, yo también estaría temblando pero tengo mis dos espadas y sé muy bien cómo usarlas aparte soy de los que piensan que morir de una manera única es demasiado increíble, ser asesinado por un ser alienígena, seria morir gloriosamente. La poca luz de lugar no dejaba verlo muy bien pero su color de piel no era normal, era gris. Dio un paso adelante, tendí mi brazo con mi espada apuntándolo para mantener distancia.
     -Guarda tu arma terrícola, no funciona con migo- expreso
     -¿Terri...que? ¿Me has maldecido acaso? Dije al poner un pie más atrás
     -Terrícola, es como decir humano o algo así- dijo Dran
     Le hice saber que tenía otra espada asiendo leves movimientos a un lado, esperando que entendiera por las buenas que no se acercara pues había dado dos pasos más y soy de los que no le gusta que se le acerque los extraños. Estaba sangrando mucho y por supuesto tenía muchas heridas tal vez echa al estrellarse aquí, lo que si me llamo mucho la atención fue que su sangre era roja así que estaba dudando que fuese un extraterrestre pero comprendí que no se sabe nada de ellos así que no sería raro que su sangre fuese roja, en fin si esté daba otro paso más lo atacaría con todas mis fuerzas para no arriesgarme mucho.
     Pero creo que se sintió mal, cerró los ojos y se tambaleo de un lado a otro, cayendo tendidito en el suelo, al parecer se desmayó, no confiaba mucho en eso así que lo rodee un par de veces y lo toque con el pies para estar seguro, no se movió, Dran lo estaba observando muy bien al igual que a la esfera para luego decir con los ojos brillantes:
     -¡Es un alíen!-
     De verdad no entiendo a los niños, hace un segundo estaba temblando y ahora está más que emocionado.
     -Busca algo con que atarlo, hay que asegurarnos de que cuando despierte no nos mate o nos como uno nunca sabe- dije al mocoso
     Una vez lo atamos, lo cargue en mi hombro para alejarnos del lugar pues quizás no fuimos los únicos que vio caer esa cosa y puede que vengan en camino muchos desgraciados que terminarían muertos al hacerme enojar.
     Al día siguiente cuando desperté, Dran se encontraba junto al raro sujeto de piel gris, no tenía cabello. El mocoso se alejó al ver que me había despertado lo cual me llevo a pensar que tal vez estaban hablando.
     -¿Qué hacías?- le pregunte
     -Dice que no nos quiere hacer daño, que está muy herido- dijo Dran
     Me acerqué a ellos, me miraba fijamente y exigí que se identificara, pero me dijo un nombre más raro y confuso que no podría recordar nunca. Dijo que provenía de una galaxia de tal vez 30 mil años luz, no sé si creerle a este, son demasiados años. Soy de los que ahora piensan que los extraterrestres exageran un poco al llamar mucho más la atención pero bueno que se hace. Su nave fue atacada por un monstruo espacial que lo obligo a tomar una capsula de escape, sin destino alguno, así que por eso se encontraba confundido.
     -Te llamare Gris, tu otro nombre es lo más feo que he oído en toda mi vida. Estas en Xian un planeta con tierra, agua aire que más te puedo decir, un sol, una luna lo normal-
     -Anoche dijiste terrícola, ¿Cómo sabias dirigirte a nosotros?- pregunto Dran
     Nunca pensé que un niño fuese capaz de argumentar una pregunta interesante como esa, a un que yo ni me acordaba de lo que se había hablado ayer noche.
     -Esa es la palabra que se usa para los seres vivos con una inteligencia comprensible de otros planetas que tienden aparecerse a nuestra raza. ¿Humanos dijiste antes verdad? Expreso Gris
     -Si-
     -Nunca oí de su raza. Entonces no estoy en el rango de los 30 mil años luz… quizás  fui tragado por un agujero de gusano y escupido en otro lugar desconocido del universo. Dijo en voz baja para sí mismo pero lo suficientemente fuerte como para oírlo nosotros.
    -¿hay gusanos allá arriba en el espacio?
     Ya Dran se estaba emocionado y empezó con sus preguntas. Gris al parecer tenía todas las intenciones de responder todo, esto tardaría bastante pero sucedió algo inesperado el espacial se desmayó nuevamente justo antes de responder, que suerte. Acaso no es obvio que hay gusanos, pájaros, leones y todo tipo de animales allá en el espacio porque molestarse en preguntar esa tontería, los niños son unos bobos.
     -Pásame el agua, este se volvió a dormir- le dije a Dran
     Una vez con el agua le rocíe un poco en el rostro, este despertó y aproveche para darle de tomar un poco, estaba seco porque se la tomo toda. Luego tome asiento en una roca que estaba cerca.
     -Estas cuerdas me aprietan, libérame humano no soy tu enemigo- exclamo el desde el suelo
     -¿Humano? Soy Iker-
    - yo me llamo Dran-
     Le hice señas a Dran para que lo desatara. En realidad no parecía muy peligroso, pero lo tendría entre ojos por si acaso, aunque este andaba más sensible que una mujer con un mal de amores, lo digo por sus desmayos y palidez. Dran lo desato pero este solo se acomodó, ni se molestó en intentar levantarse, agradeció por haberlo liberado pero creo que el pobre Gris estaba más que reventado por dentro, no puedo decir que tal vez tiene las costillas partidas o algo porque no sé si tiene costillas.
     -¿Y hay muchos seres raros en el espacio?- pregunto Dran
     -Sí, muchos- respondió Gris
     -A todas estas ¿Por qué tu eres el alíen y nosotros no?- le pregunte interrumpiendo su conversación pues no entiendo, nosotros podríamos ser los alíen de un planeta desconocido.
     -Porque yo fui quien cayó del cielo- me respondió y temo decir que tenía toda la razón.
     Es estúpido que no seamos los alíen nosotros. Soy de los que ahora piensan que los seres del espacio son estúpidos, los que caen del cielo con naves robóticas siempre gana esa fama, no es justo pero bueno así es todo lleno de injusticia. Teníamos que movernos de este lugar pero la cosa estaba un poco complicada, no puedo llegar a ningún pueblo con un sujeto así de extraño, inmediatamente llegaran los rumores al dios y agarrarían a este de conejillo de indias, así que los planes cambiaron un poco. Le esplique al niño que se retrasaría un poco la llegada al pueblo al menos hasta que Gris recuperara un poco sus fuerzas. Esto de andar de niñero y ahora de médico, me está estresando y retrasando mis planes, pero soy de los que brindan ayuda a los que la necesitan como buen ciudadano de Xian, aunque no me agrada mucho, de vez en cuando hay que hacer buenas obras. Ya parezco un sentimental pero no hay que negar que el niño da lástima y el alíen es interesante, si yo fuese como los demás dorados en estos momentos estaría rumbo al imperio, para llevarlo con Ángelus, es increíble que hallan personas que para dar un paso tienen que pedirle permiso al otro pies.
     Cambie el rumbo y ahora nos dirigíamos a un bosquejo de manglares, con raíces que forman jaulas y sobre todo es un espléndido lugar para ocultarse y protegerse de los animales feroces pues quedarse a la intemperie del bosque es como ya todos saben es muy peligroso. Los manglares es un buen lugar donde dejar descansar para este estrellado.
     Mientras nos dirigíamos a ese lugar, algo muy pequeño se estrelló contra el suelo a una increíble velocidad derrumbando varios árboles, Dran se asustó y me miro rápidamente pero yo ya sabía que era aquello, inmediatamente entendí que tenía que regresar a casa. Era un ave mensajera del imperio, estas aves son de oro mesclado con ADN de cada uno de los dorados las cuales vuelan directo hasta nosotros. Lo que dijo Neton antes era cierto.
     -Me solicitan en el imperio… ¿y ahora? – me pregunte a mí mismo pues andaba metido en este lio, con estos dos y Ángelus me solicita. En estos momentos es cuando provoca ignorar todo y hacerse el dormido, pero es obvio que no puedo, debo moverme rápido y llevar a estos dos hasta los manglares y poder regresar ante el dios ángelus para después regresar lo antes posible con ellos.
     Todo esto me hace recordar una historia que se originó cuando yo era pequeño la cual se hizo muy viral. Cuentan que un anciano que vivía cerca de los manglares, estaba cansado de siempre lo mismo, toda su vida había sido aburrida y cotidiana. Él no quería morir sin antes ver el mundo, pero cuando estaba decidido su familia le recordaba que era siego, por lo tanto por más que quisiera el pobre anciano nunca podría ver nada. Esto no opaco los sueños del viejo y emprendió su viaje. Luego de cuatro años regreso contando magnificas historias, dijo haber vagado por un bosque y ser capturado en una jaula en donde era custodiado por bestias de agua, alimentado por duendes, que le daban comida muy bien preparadas, feroces lobos lo asechaban todas las noches y todos los días sin dejar de aullar y un dragón lo mantenía caliente todas las noche, pues llegaba y encendía un fuego. Esta historia se hizo famosa como les dije pero era todo una mentira, se preguntaran porque estoy tan seguro. Bueno ese anciano ciego era un familiar, salió a pasear y tropezó, extrañamente logro pasar y quedar atrapado en las raíces de un manglar, quizás fue gracias a su arrugada piel que pudo pasar entre las raíces, la cosa es que no pudo salir. Los supuestos monstruos  de agua eran las pequeñas olas del lago, el duende que lo alimentaba no era más que yo, pueden creerlo quede en todo eso como un duende, se sabía que era pequeño pero tampoco es para tanto. Las manadas de lobos que lo asechaban era un perrito que le ate allí cerca, este lloraba día y noche al no gustarle estar atado y el supuesto dragón se podrían imaginar quien era, yo le encendía fuego para que se calentara. Cuatro años estuve en ese plan, siempre obligado por mi madre a estar pendiente de él, porque si por mi fuera lo hubiera dejado morir en las primeras semanas. Por eso es que no les creo mucho a los viejos les gustan inventar muchas historias, miren al pobre viejo, el vivo ejemplo tremenda historia se inventó y yo solo regaños recibí por tardar cuatro años en  cortar una raíz para que saliera, que cruel es la vida para un niño.


Capítulo 5

     Hace ya diez minutos que deje a Dran y a Gris en los manglares, ahora me dirijo al imperio, voy corriendo a una increíble velocidad pero estoy demasiado lejos, en estos momentos es cuando preferiría estar en el lugar de Neton, el cual debe de estar llegando y yo aún a días de lograr eso. Lo que siempre me ha molestado de ser un dorado, es que al ser convocado por el Dios hay que acudir lo antes posible a su llamado, no sé por qué pero todos los demás no lo hacen esperar y pues quien soy yo para hacerlo esperar así que tendré que ejecutar esa habilidad, si las personas la vieran dirían que es tele trasportación, pero no es así tan solo es velocidad, lástima que todo aquel que me mira ejecutarla, debe morir pues debo matarlo ya que el mundo no puede saberlo; Dran se ha salvado de una muerte segura por ser un niño, porque si no para estos momentos ya estaría siendo digerido por cualquier carroñero.
     Ejecute mi habilidad para poder adelantarme lo suficiente. Lo que me gusta de esto es que todo parece tan lento pero a la vez tan fugas como un recuerdo. Soy de los que piensan que a veces el mundo es como caracol. Había adelantado mucho en un par de minutos pues ya me encontraba a unos cinco kilómetros del imperio, creo que hasta pase a Neton, sé que se sorprenderá al verme allá y querrá hacer preguntas pero no me interesa lo ignorare, desde aquí avanzare caminando pues no puedo arriesgarme a que me vean en movimientos raros y luego tenga que hacer cosas que no deba.
     Desde la distancia puedo ver una gran destrucción en la puerta este, gigantescas raíces aplastaban los muros, pero cuál sería el motivo de atacar directamente al imperio, esto nadie se lo esperaba, un ataque directo, seguro sorprendió hasta Ángelus. Por el camino que va esto la guerra se aproxima y eso implica hacer lo que no me gusta, pelear pero aun así soy de los que piensan que si hay que hacerlo no queda de otra.
     De pronto de un momento a otro mientras caminaba me vi envuelto en una niebla tan espesa que apenas y podía ver, tuve la sensación de que los arboles fueron los que expulsaron esta niebla, así que tome mi espada, era muy raro, continúe avanzando pero muy atento a mi alrededor y entonces dos fuertes punzadas en la cabeza y un escalofríos que recorrió todo mi cuerpo. Oí una voz a mi espada.
     -Listo, ya respiro suficiente veneno-
     Inmediatamente corte mi respiración al oír eso he intente moverme pero mi cuerpo no respondía, me encontraba totalmente inmóvil apenas y podía mover los ojos pues ni los parpados movía.
     -¿Quién demonios será? Esto es nuevo. Me han atrapado- dije en mi mente
     La niebla comenzó a disiparse, poco a poco podía ver más pero aun a nadie, escuche pasos y algunas voces, entre ellos mimos.
     -Parece ser fuerte, aun no pierde el conocimiento-
     Eso quiere decir que es cuestión de segundos para desmallarme, en momentos así es cuando odio haber regresado. Soy de los que nunca pierden la paciencia en ningún momento y siempre espera que aparezca un héroe y me salve, pero eso nunca sucede. Me golpearon fuertemente, quizás para ayudarme a perder el conocimiento pero no me dieron tan fuerte, solo caí al suelo adolorido, con ira y sin poder mover ni un musculo para matarlos, a nadie le gusta que lo golpeen por la espalda, una vez en el suelo pude ver a unos cinco hombres y uno de ellos tenía un mazo con metal, supuse que fue quien me golpeo.
     -Aún sigue consiente – dijo el desgraciado
     Pero luego mis ojos se nublaron perdiendo el conocimiento. Para cuando desperté me encontraba encadenado de pies y manos en una cueva, túnel o algo así. Estaba encerrado entre unos barrotes, hechos de un grosor como para que nadie los doblara, como si los normales de por si no fueran duros. El golpe de antes me dolía, creo que sangraba, para mi ventaja ya podía mover mi cuerpo llegue a pensar en escapar de una buena vez y matarlos, pero decidí no hacerlo, pues antes de desmállame llegue a ver a un cesto sujeto con vestidura distinta a los demás y si lo que estoy pensando es posible, el emperador y todos estamos en serios problemas. Uno de los sujetos llego, tomo la llave que llevaba y abrió la puerta.
     -Así que ya despertaste- dijo mientras entraba
     Me golpeo en la cara un par de veces, respire profundo para no matarlo allí mismo. Siempre he dicho que muchos no buscan su muerte natural, tan bueno que sería morir de viejos y ellos tentando a la muerte. Sostuvo la cadena de mis pies, arrastrándome fuera de la celda, para convocar a los demás, que no tardaron en hacerse presente, pude corroborar que pertenecían al hidra por su vestidura verde, aunque el ejército de este cristal también se puede identificar con vestiduras de color gris, por lo que veía aun no sabían que yo era un dorado, pues si lo supieran tal vez no estaría despierto en estos momentos o no estuvieran tan tranquilos.
     -Aun no entiendo por qué este sigue vivo, si el jefe solo quiere a los dorados- dijo uno que tenía una barba corta y ojos de asesino
     -Porque aquí yo soy el encargado y decido quien muere. Aparte este no parece ningún novato- dijo el sujeto con una cortada por encima de uno de sus ojos
     Este último parecía astuto, su mirada no parecía convencida al verme, creo que sospechaba y puedo asegurar que no tardaría en averiguarlo. De pronto se oyó algunos ruidos, fuertes golpes y vibraciones sobre nosotros y al poco momento llego un sujeto vestido de negro, allí corrobore lo que vi antes, no fue una ilusión. Llego diciendo que había escapado el dorado, me imagine que era Neton pero no estaba seguro sino hasta que hablaron.
     -¿Quién era?- preguntaron
     -El tercer dorado, el “Miti”-
     -¡¡Neton!!- exclamaron
     -el mato a todos, al parecer ya nos había visto-
     Es típico de Neton, con esa increíble mirada es casi imposible que se le pase algo por alto, aunque se fue, así que me paso por alto. La cosa se puso un poco agitada con esa noticia así que se fueron todos dejándome allí, parecían preocupados pero ¿en qué andarán estos? Tenía mis sospechas pero no hay nada como despejar dudas, antes de seguir mi camino así que me puse de pies como pude y camine por donde se habían ido, me encontraba encadenado pero podía dar pequeños pasos, en fin caminar es caminar. Escuche voces he intente acercarme un poco más para oír mejor pero fui golpeado y perdí nuevamente el conocimiento. Eso de andar desmallándose con cada golpe es un poco estúpido pero como se hace, el veneno me tiene como mujeres desmalladas….
     Desperté en el suelo, pero me limite a moverme pues podía oír una conversación entre ellos. Oí cosas muy interesantes. Una alianza se había podido establecer entre los dos cristales hidra y oscuro, con el fin de provocar caos y acabar con Ángelus, Hidra había atacado el imperio aprovechando el torneo de plata para infiltrarse y secuestrar la hija del emperador el cual solo pensaría que hidra se estaba movilizando, lo que sería una gran desventaja para el al ignorar esta alianza pues solo actuaria para el rescate de su hija, sin mucha estrategia militar, solo un grupo pequeño, fuerte y letal en sus misiones los cuales no serían más que los cinco Diamantes, que siempre se mantienen en el imperio, asiéndolos salir. Mientras que nosotros los dorados somos convocados para resguardar la ausencia de los Diamantes por precaución a cualquier ataque, pero seriamos intersectados antes de llegar y asesinados, por lo que he oído solo han capturado a cuatro de nosotros, me estoy contando pero aún no lo saben. La cosa está en que si somos asesinados el imperio solo contaría con el ejército imperial y con los dos lores poseedores del cristal de tierra y fuego, siendo más fácil un ataque. Mientras que los diamantes se mantendrán dirigiéndose cada vez más hacia su tumba, hacia una trampa que los aniquilaría a todos y esto es realmente malo.
     Ya había oído suficiente no podía seguir tirado allí perdiendo el tiempo aunque no me interesa lo que les suceda a los presumidos de los diamantes, pero como ya lo saben es mi deber. Decidí levantarme y matarlos pero al levantar la vista, me sorprendí así de sencillo, no pensé que me habían llevado con los demás dorados mientras me desmalle. allí estaba los tres dorados capturados  pero no se encontraban en las mejores condiciones que digamos se dieron de cuenta que me encontraba despierto y me halaron para encanarme a la pared junto a los demás, en donde pude darme de cuenta que dos de ellos estaban muertos, parecían haber sido torturados macabramente. El que se mantenía vivo era Marcos número cuatro, ambos brazos de oro, tal vez seguía con vida por su gran masa muscular, me miraba con ojos caídos, sin energía, esperando quizás su muerte, no tenía luz de esperanza ni porque me estaba viendo, quizás piensa que no hay escapatoria.
     -No querían matarlos aun pero murieron sufriendo- dijo marcos con voz temblorosa
     -¿Lo conoces?-le preguntaron a Marcos
     El cual negó conocerme con su cabeza, pero no dejaba de mirarme, parecía temblar y entonces mire el rostro de los dorados muertos y sus ojos aun desprendían lágrimas después de muertos. Entonces entendí el horror que tuvieron que vivir. Marcos al verlos morir, parece traumatizado. Nunca antes había cruzado palabras con él, pues supuse que era un hombre serio y de pocas amistades, siempre se mantenía solitario pero creo que lo juzgue mal y ahora no puedo dejarlo morir así, pensando que la esperanza no existe.
     -¡¡He!! Detente, claro que me conoce. Soy Iker uno de los dorados, ven y mira mi brazo- le grite a los que ya se encontraban torturándolo
     Se acercó uno desde la derecha y quito mi guante, descubriendo mi identidad. En la habitación se encuentran siete sujetos entre hidra y oscuros (quiero que sepan que soy el único que identifica al enemigo como hidra o como oscuro pues me estoy refiriendo directamente a los cristales pero como en muchos casos se le dan dos nombre a las cosas y a ellos se les conoce como el ejército de la raíz y el ejército de la noche o sencillamente como los rebeldes de Pablo y la rebelión de Lili)
     Efectivamente pusieron interés en mí al ver mi brazo, sonrieron pues tenían a otro en su poder, pero ya iba siendo hora de que los matara en nombre de mis compañeros caídos. Sonreí al igual que ellos y desaparecí ante ellos, puedo asegurarles que parpadearon más de una vez intentado verme allí, pero no era así les había quitado las llaves de las cadenas a uno de ellos. Libere a Marcos, cuando oyen el sonido de las cadenas es entonces cuando voltean a verme junto a Marcos que igualmente se encontraba confundido pero antes de que dijeran algo volvía a moverme, por unos tres segundos que fueron más que suficiente para encontrar mis espadas y matar a dos de ellos, para luego regresar al lado de Marcos.
     -¿Qué demonios paso, que has hecho imbécil?- dijo uno al ver caer muertos sus dos compañeros
     Marcos cae al suelo a causa de las graves heridas, aproveche eso para matarlos a todos y luego ayudarlo a ponerse de pies con mi hombro y poder buscar la salida poco a poco pues moverme velozmente junto con el, implicaría mucho riesgo su cuerpo está muy herido, quizás su no resistiría y moriría
     -¿Qué fue lo que has hecho?- pregunto Marcos
     -Cuando tu mente esté tranquila, lo entenderás, solo ten en cuenta que eres la segunda persona que sigue con vida al ver eso- le respondí pero en realidad me estaba arriesgando demasiado.
     Avanzamos por un pasillo bastante largo hasta llegar a una gran sala en donde se encontraban tres enemigos pero estaban más dormidos que una pereza, así que los mate sin muchas palabras. Soy de los que piensan que morir durmiendo es la mejor manera de descansar en paz. Luego nos cruzamos con varios pasillos pero no hubo problema con eso pues fui por donde quise. Era obvio que estábamos bajo tierra y el camino para salir de aquí es subiendo, claro ese es mi pensar, caminamos mucho, realmente a pasos de tortugas, Marcos parecía empeorar cada vez más. Logramos ver la salida pero esta se encontraba custodiada por alrededor de unos veinte enemigos, llegue a pensar que no pelearía mas hoy pero debo hacerlo, que desperdicio de vida. Apoye a mi compañero en el suelo y camine hacia ellos, los cuales no se dieron cuenta de mi presencia sino hasta que pasaba por su lado, me miraron con extrañeza, me encontraba pasando por allí como perro por su casa como quien dice, pero el sueño era muy perfecto y me atacaron, el peor error que todos pudieron cometer, no me gusta pelear, ni matar pero como les he estado diciendo en este mundo no hay manera. Una vez acabe con la carnicería, fui por Marcos y salir, pero justo cuando pisamos fuera, cinco flechas caen clavadas delante de nosotros, pude localizar los arqueros que recargaban sus arcos, trate de moverme y esquivar las flechas pero se me hacía muy difícil, con Marcos así que lo tire a un lado sin importarme sus heridas, pero era mi deber llevarlo al imperio, esa responsabilidad ya caía en mis hombros.
     Corrí hacia el enemigo, las flechas parecían seguirme pero solo eran efectos provocados para hacer girar un poco el destino de estas. No siempre uso mi extraña habilidad para pelear, soy de los que usan sus propias cualidades físicas y dejar lo demás para los aprietos de verdad el enfrentarme con veinte, treinta enemigos con flechas o espadas no son ningún problema para mí. El destino de estos pocos arqueros yacerá al igual que los dorados caídos. Una vez me acerque lo suficiente,( todos se encontraban en los arboles) lance las dos espadas derribando dos de ellos, los otros tres comenzaron a saltar de un árbol a otro, parecían monos, así que recupere las espadas para luego saltar y atacar cortando el arco de uno para luego mandarlo a volar con una patada en el pecho una flecha roso mis costillas y otra se acercaba a mi cara, lo cual me sorprendió, estaba muy cerca y es muy difícil reaccionar rápidamente mientras estás en el aire pero recordé que tenía manos y desvié la flecha con la espada. Me sostuve de una rama para balancearme y alcanzar a otro, el cual ya no tenía flechas pero intento rebanarme con un inmenso cuchillo, esquive varias veces sus ataques hasta que me arte de él y le traspase la garganta con la punta de la espada, luego le quite el cuchillo y lo enterré justo en su corazón, me miro con rabia en sus ojos, creo que fue por no saber dónde poner sus manos, si en su cuello o en su pecho; cayó al suelo aún se retorcía pero moriría pronto, mire al que patee antes, apenas y se podía poner de pies, no creo haberle darle tan fuerte, pero como no soy malo me dirigí a darle fin a su dolor, se dio de cuenta he intento huir, así que le arroge una espada para detenerlo al clavarla en su pierna, callo gritando, el ultimo arquero apareció para ayudarlo.
     Soy de los que les gusta arrojar las espadas y todo lo que tenga a la mano pues yo decido cual es mi estilo de pelea. Muchos dicen que las espadas no son para eso, pero si tu vida dependiera de eso, ¿acaso morirías por no lanzarla? En mundos como estos siempre existen los necios, los porfiados y los ignorantes  pero yo no moriré por estupideces como esas, quizás muera por un descuido o algo así, uno nunca sabe.
     Baje al suelo para luego acercarme a ellos y matarlos por supuesto pero un escalofrió recorrió mi cuerpo, me detuve pues fue muy raro y el ambiente pareció haber cambiado, un aura no muy agradable presencie y quizás fue por eso el escalofrió. Se oyó una risa justo a mi espalda, gire inmediatamente pero no había nadie, luego rieron nuevamente detrás de mí pero no vi nada.
     -¿Pero qué… acaso me vuelvo loco?-dije para luego respirar profundo y exhalar por la boca.
    Mi aliento era tan frio que pude verlo cosa bástate extraño pues no hacia frio, oí nuevamente aquella riza entre los arboles pero esta vez parecía provenir de todas las direcciones, sujete muy fuerte la espada que tenía, mientras miraba en distintos lados intentando ver algo pero solo veía a los arqueros tirados en el suelo, estaba inmóviles y muy pálidos hasta parecían estar muertos por lo que no entendía lo que estaba pasando. Esto parecía peligroso así que corrí para tomar mi otra espada, pero una sombra apareció de la nada y antes de que yo pudiera hacer algo me impacto en el estómago con tal fuerza que quede sin aliento y me mando a volar, solo basto un parpadeo para estrellarme a un lado de la entrada por donde salimos. Hacia tanto tiempo que no recibía un golpe así que hasta llegue a pensar que perdería el conocimiento. Caí de rodilla y mano mientras tocia. Cuando tome un poco el aliento levante la vista, solo pude ver a Marcos mirándome como preguntándose ¿qué sucede?, ¿con quién peleo?, yo también me pregunto eso.
     Me puse de pies y note que marcos miraba en otra dirección, mire hacia donde el veía y había un sujeto mirándome, vestido con una túnica negra que le cubría  los pies, manos y cara, no soplaba una brisa muy fuerte pero la vestimenta de este no dejaba de moverse, como si estuviera pero a la vez no estuviera.
     -¡Identifícate!- exclame
     El sujeto desapareció lentamente hasta ya no poder verlo, lo busque con la mirada pero nada y Marcos se encontraba igual que yo o peor y de pronto apareció a tan solo tres metros delante de mí, por mi mente lo único que paso fue que no era más nadie que Lili y el cristal oscuro, pero este tenía apariencia de hombre.
     -Iker y Marcos, el cuarto y el quito- dijo mientras miro a Marcos y regreso la vista hacia mí –vi lo que hiciste antes usas la electricidad estática para moverte a una gran velocidad, qué habilidad más extraña la tú ya-
     -¿Quién eres?- pregunte- es mejor que respondas o adelantare tu muerte, ¿Cómo es posible que me ellas visto? En aquella habitación no había más nadie que los captores y nosotros- dije
     -Sí, allí estaba, -¿acaso no me viste? Je je je ¿Por qué esa cara de sorpresa?. Soy Burun – dijo
     Sonreí al escuchar su nombre
     -Como no pude imaginar antes que eras Burun el fantasma. Nunca había estado frente a ti, ni visto antes entonces no entendía lo que sucedía, pero a todas estas ¿Qué haces aquí?- le pregunte
     -Por órdenes de pablo-
     Me sorprendió escuchar eso, estaba con hidra y eso me hizo entender que no nos dejaría ir tan fácil y en cualquier otro caso no puedo dejarlo con vida luego de haber dicho haberme visto antes y aún más que descubriera un punto clave de mi habilidad. Hablando de matar este ya está muerto ¿Cómo lo mando al otro mundo? Cada día las cosas se me están complicando más.
     Burun es un fantasma o espíritu, la cosa está en que no está vivo, fue liberado por Pablo en un antiguo templo que encontró, por lo que se sabes, es un ser muy antiguo, una de las primeras razas que existieron, les digo esto pues hace años, cuando Pablo y Lili comenzaron a ganar fama, el por su lado intento formar su propia rebelión; nunca nadie lo avía visto pero no por eso fue que fracaso en sus planes, si no que era un ser muerto, quien va seguir a un fantasma, que futuro podían esperar de él. Burun es de temer, puede llegar a matar a cualquiera, su cuerpo fantasmal lo hace inmune a cualquier armar o ataque, pero tiene una debilidad y son los cristales, extrañamente se le puede golpear con el poder de estos. Al principio estaba en contra de todos pero veo que ahora le sirve a pablo, todo esos de la alianza es cada vez más peligrosa. Este enemigo puede ser dañado por quien posea un cristal pero hay que tomas en cuenta que ya no se puede matar.
     Respire profundo, pase mi mano por mi cara y exhale, sé que esto va a ser muy difícil pero tengo que hallar la manera de callarle la boca, aunque no presume nada todavía pero cuando intente matarme y yo no me deje entonces va llegar a muchas conclusiones. Sin perder más el tiempo lo ataque pero mi espada cruzaba su cuerpo como si intentara costar el aire. El reía burlonamente, pero eso era lo que yo pretendía que bajara la guardia para luego callar su estúpida sonrisa con un solo golpe en la mejilla que lo puso a dar vueltas por el suelo hasta pegar de un árbol, no cese mi ataque y me acerque, rápidamente pero este se incorpora inmediatamente, su rostro pude verlo era horrible pero parecía sorprendido o tal vez asustado. Sonreí mientras lo atacaba con ataques de cuerpo a cuerpo, mientras que el solo se cubría y evadía mis puños, retrocediendo al intentar comprender lo que pasaba. De pronto desaparece para luego aparecer un poco más lejos, entonces me detuve.
     -Mis espadas quizás no te corten, pero mis puños te aran el suficiente daño como para dejarte mudo- dije al prepárame para atacar nuevamente.
     No espero mi ataque y se adelantó, creo que tenía intenciones de averiguar algo más o despejar dudas.
     Nos estuvimos dando golpes por un buen rato pero esto no iba por buen camino, me estaba cansando y el parecía tan energético como al principio. No uso mi habilidad de velocidad en una pelea así pues no me serviría de mucho, ya que es una habilidad que me deja sin defensa y cualquier golpe por más mínimo que sea me podría afectar gravemente, más que todo lo uso para comer tiempo o matar a unos cuantos distraídos. Me logro golpear muy fuerte, pegue de varios árboles, para cuando me incorpore, recibí otro golpe esta vez en el rostro, caí al suelo como un zancudo cuando es aplastado. La mitad de mi cara estaba enterrada, pude ver que se preparaba para golpearme nuevamente pero si recibía ese ataque no habría nada que me salvara de una captura segura, ya que no me mataría al saber lo que ya sabe. Lo, más seguro es que para cuando despierte esté en las manos de Pablo y Marcos más que muerto, volví a ver su rostro seguía siendo espantoso pero sus ojos me mostraron el terror de todas las maneras. Cerré los ojos, no para rendirme si no para respirar y arriesgarme en un movimiento, abrí los ojos y desaparecí del suelo. Llegue hasta Marcos.
     Lo subestime. Odio huir pero no creo ganarle a eso- dije al sujetar a Macos
     Me confié demasiado, Burun es mucho más fuerte de lo que pensé, no basta con poder golpearlo, puedo darle mucho más pelea pero terminare sentenciándome a muerte, aunque eso ya lo sabía, no puedo ganarle pero soy de los piensan que hay que aclarar dudas, si puedes o no. En el imperio nos advirtieron de él, pero a veces no hago caso y ahora estoy forzado hacer una jugada peligrosa no tanto para mi sino para el pobre Marcos quizás no soporte el viaje, tengo que llegar de un solo salto al imperio. Burun se acercaba muy rápido, sabía lo que yo pretendía hacer, sostuve muy fuerte a Marcos y antes de que nos alcanzara desaparecí.
     Sé que le hablara de mi a pablo, pero no pude hacer nada para callarlo, con cada segundo que pase de ahora en adelánteme veré más en problemas.


Capítulo 6

     Un fuerte impacto originado a un costado del imperio del lado este, estremeció el muro. Todos pensaron que era un nuevo ataque del enemigo, pero tan solo fuimos Marcos y yo, que nos estrellamos contra el muro. Me excedí un poco con la velocidad al huir y luego no pude detenerme. Hay muchos que se han muertos por andar de apuraditos, excediendo la velocidad han terminado en fatales condiciones.
     Marcos fue llevado con el mejor médico para ser tratado de emergencia, el viaje lo había dejado peor de lo que ya estaba, pero tuvo suerte de no morir. Solo espero no hable más de la cuenta. Me encontraba en lo alto del muro en donde los vigías, arqueros y demás soldados observan los alrededores, tanto fuera como dentro. El muro tiene un grosor de cuatros metros y una altura de cincuenta metros.
     Desde aquí arriba se puede observar todo el imperio, ese laberinto de calles que se entrelazan entre si hasta llegar al esplendoroso castillo, sus torres, el coliseo, la plaza, el gran mercado, en realidad no hay palabras para explicar los fantástico que es todo, no me llevo muy bien con las descripciones. La cosa está  en que gracias a los cristales que posee Ángelus, indiferentemente quien lo posea o a la distancia que estén, estos se mantienen conectados brindando todas sus beneficios al imperio y sus reinos, por ejemplo el fuego, la luz, el agua, cada uno brinda un factor importante del día a día, a los cuales nos hemos acostumbrados. Les parecerá increíble pero esta es la ciudad más grande de todo el mundo, con decirle que tardarían una semana en cruzarla, pero si te pones haber no es lo suficientemente grande comparado con la inmensidad de este mundo. Debo hablar con Ángelus, seguir aquí observando el paisaje es  perder el tiempo, así que me dirigí a él pero antes tenía que bajar escaleras y soy de los que no me gusta bajar ni subir escalones.
     -Sería una pena caer de tan alto- dije al acercarme a la orilla
     Mientras miraba hacia abajo me dio un fuerte mareo, creo que el veneno aun me estaba afectando, y para cuando reaccione, me encontraba cayendo, me sorprendí al verme en esa situación pero no soy de los que morirían por una caída, así que empuñe las espadas y como pude las clave en la pared del muro para frenar la caída, me encontré con un problema las espadas cortaban la pared como si fuese papel y no reducía la velocidad de la caída. No recuerdo afilarlas tanto, pero les apuesto que si estuviera intentando cortarlas, ni rasguños le aria a estas paredes, pero como me encuentro en esta situación, cortan esplendorosamente y el muro es blando, no me quedo de otra que hacer barias piruetas para poder reducir la velocidad, cuando me detuve ya estaba en el suelo, con las manos en las espadas y metido de cabeza en el suelo. No pude frenar a tiempo. En cuanto me repuse seguí mi rumbo, no me sentía muy bien y dude en ir con el emperador, antes de ir a casa a descansar, no me decidí pero termine frente al castillo, no había más que decir, fue mi inconsciente que me trajo aquí. Antes de entrar tome asiento en un escalo al frente de la entrada, para descansar un poco, ya era de noche y sinceramente no quería hablar pero sé que ya debe de estar informado de mi repentina llegada.
     Me distraje un buen rato al mirar un indígente buscar en la basura algo de comer, pero a mi pensar debería buscar algo con que quitarse ese pelero de la cara, aparenta ser un salvaje desquiciado, si sigue con esa pinta nadie se le acercara para ayudarlo, luego paso un borracho que se tambaleaba de un lado a otro, apenas y se mantenía de pies, tenía una botella de alcohol bajo el brazo, el indigente le pidió un trago pero el borracho le contesto:
     -No, no señor, esto no es alcohol, esto es sangre y yo soy un vampiro-
     El indigente lo miro de arriba abajo luego se miró las manos y los pies.
     -Yo igual mi querido hermano, dame un trago de esa deliciosa sangre- respondió con una sonrisa.
     Al poco rato ambos se encontraban tirados junto a la basura. El borracho quería irse pero estaba tan ebrio que no podía poner se dé pies, eso no lo detuvo, se fue gateando como un bebe… mire al cielo y las nubes se desplazaban lentamente con una luna creciente que resaltaba en el oscuro cielo y extrañamente me vino a la mente el pequeño Dran y el alíen Gris. Me encuentro preguntándome si se encontraran bien aunque no me importa. Me levante para entrar.
     -Demonios, debo dar aviso de la alianza- dije mientras corrí a la entrada
     Llegue al salón real en donde se encontraba Ángelus sentado en su trono y a su lado pero a unos pocos escalones más abajo los dos lores en sillas echas de sus referente cristal. A la derecha en otra serie de escalone se encuentran cinco asientos de diamante, un poco más abajo siete asientos de oro y a un más abajo diez de plata y a la izquierda muchos más asientos, que tienden de ser de ancianos, seguridades, doctores, jefes, y demás personaje de importancia que en estos momentos se encontraban vacíos.
     -Vez, lo que te dije antes no era mentira Iker- dijo Neton desde su asiento de oro
     a su lado se encuentran, Non segundo dorado conocido como La bestia, sus brazos están cubiertos por una armadura de oro que se une en su espalda formando una segunda espina dorsal con espinas, hasta llegar a una cola, la manera de caminar de este sujeto es encorvado con brazos colgantes y mirada asechadora. Mutro primer dorado El sangriento, no tiene una pisca de oro en su cuerpo que sea visible, tiene una apariencia misteriosa, se dice que es el más despiadado asesino que nadie pueda conocer, hay rumores de que su sangre es oro, no lo eh visto sangrar como para corroborar eso pero de lo que si estoy seguro es de que fuerte es y de temer.
     -Llegas tarde Iker- dijo el emperador
     -Sí, mi señor mis más sinceras disculpas- dije
     -Me han informado de mal estado que as traído a Marcos, ¿Qué sucedió?-
     -Fuimos capturados por el enemigo, logramos escapar pero Bili y Luis han caído- les hice saber
     Pareció sorprendido de oír de la muerte de los dorados.
     -¿Por la Raíz? Pregunto uno de los lores
     -Sí, pero la noche estaba allí-
     -Explícate, me confundes- exclamo Ángelus
     -Mi señor, hay una alianza entre Lili y Pablo para acabar con su reinado, Burun el fantasma sirve a ellos. A unos 5 kilómetros de los muros han establecido bases subterráneas los cuales tenían como misión capturar y matar a los dorados, justo cuando intentaríamos llegar aquí, por la razón de la princesa emperatriz y lamento decir que los cinco Diamantes no traerán a su hija pues se dirigen a una trampa mortal- dije sin pausa alguna.
     Ángelus cerro sus ojos por unos segundos, luego hizo señas con su mano para que tomara asiento, mientras pedía consejos de ambos lord. Los cuales aconsejaron, que el regreso de los diamante era vital, pues si era cierto mi argumento, se debía tomar medidas más estratégicas, ya que el enemigo se encontraba un paso por delante y con la fuerza suficiente para empezar una guerra en segundos he infundir miedo a las personas. Sin guerreros de plata, ni los diamantes en el reino, la línea fuerte se ve debilitada pues a pesar de que nuestro ejército es grande ninguno puede hacerle frente a los quince guerreros de la raíz y las nueve sombras de Lili y eso sin mencionas a los cinco supremos que caminan detrás de pablo y las cinco sobras de la oscura. Me ofrecí como voluntario para traer personalmente a los diamantes pero fue rechazada mi petición pues debía permanecer aquí.
     -tiendo a ser muy rápido señor- insistí
     -No puedes salir Iker, arriesgarnos a perderte, eso no.- me respondió el lord del fuego, llamado Dralios, un hombre de apariencia fuerte de cuerpo escultural pero ya es casi un anciano, tiene 45 años de edad, mientras que el lord Felipe de la tierra tiene 65 años, ya es un viejo casi decrepito quizás no le falta mucho para que pise la muerte el pobre se la pasa tosiendo. Soy de los que piensan que ya para esa edad deberían jubilarse y vivir tranquilamente mientras les llega la muerte. Ángelus no es un viejos apenas y tiene 40 años pero cuando este empiece con los primeros síntomas de la menopausia, esos serán días muy estresantes y difíciles para todos.
     En esa misma noche Ángelus soltó las cinco aves de diamante y al amanecer enviaría un grupo de soldados para alcanzarlos y advertirle del enemigo que tal vez los esté asechando, pero será que nadie se ha puesto a pensar que puede ser muy tarde ya, llevan días fuera, tras el enemigo, nada les asegura que estén con vida o si en estos momentos estan luchando o agonizan... No quiero seguir opinando pues el emperador no debe de andar de muy buen humor, debe ser muy indignante que el enemigo entre a tu hogar y rapte a un ser querido, mate y destruya tu reino y aparte se burle matando sus mejores guerreros. Neton me informo que los participantes del torneo de plata y los plateados fueron masacrados, eso quiere decir que el imperio esta con sus fuerzas reducidas y aún no ha empezado la verdadera guerra. En la sala se encontraban aparte de nosotros cinco comandante y cuatro capitanes del ejército que resguardan el imperio, los cuales se encargaran de agrupar y distribuir las tropas, ya que traer refuerzos de los cuatro reinos no sería muy inteligente, pues el enemigo debe estar esperando eso, para atacar los reinos, pero estoy seguro que todas esas acciones la deben de estar tomando todos, en fin ellos son los que sabes yo cumplí con decirle.
     Luego de un buen rato en el salón, por fin pudimos retirarnos pero con órdenes estrictas que debemos seguir al pie de la letra y una de ellas era no salir del muro por ningún motivo y mantenernos en contacto directo con las garitas del muro sin bajar la guardia, sobre todo Neton por su eficiente vista. Una vez fuera del salón me dispuse ir a casa. Entonces me encontré con Neton en el pasillo de la salida, fue muy extraño verlo solo en dos ocasiones pues normalmente siempre anda acompañado por sus amigos, más o menos de su edad. Le pregunte sobre ellos pero fue toda una sorpresa su respuesta.
     -¿No te dije antes en el bosque?
     -No-
     -Pues están muertos, fuimos a una misión y resulto todo un caos- dijo
     -Guao… no esperaba eso-
     -Yo tampoco. Bueno hasta mañana Iker- ya aviamos salido y se dirigió en otra dirección a la mía.
     A pesar de ser un adolecente, sabe muy bien cuáles son las consecuencias y las facturas que Xian les pasa a todos, hoy puedes vivir pero mañana no se sabe. Deprimirse, culparse es debilidad, se necesita una mente muy fuerte para saber llevar cosas como esas y más sabiendo que entre sus amigos se encontraba su novia, pero el chico tiene futuro. Me dirigí a casa, mis padres me esperaban con la cena en la mesa, así que comí para luego bañarme he ir a la cama. Había sido un día muy agitado y aun me dolían los golpes de Burun, estoy seguro que mañana me dolerán mucho más, esa es una de las cosas por las cuales odio pelear y sobre todo cuando me golpean, pues en cuanto se enfría el cuerpo al día siguiente apenas y puedes moverte por el dolor.
     Anoche tuve un sueño de esos desesperantes que te hacen sentir tan impotente. Me encontraba en un lugar alto, como en una montaña, junto con dos sujetos que se me hacía familiar pero estos dos son controlados por el enemigo el cual era una sombra si forma alguna, con unos rojos muy escalofriante este se acercaba y me aleje para esconderme pero descubrió mi ubicación, entonces se acercó lentamente y cuando intente huir usando mi habilidad y desaparecer, no podía, no importaba cuanto lo intentaba no funcionaba, lo tenía encima literalmente y el miedo invadió mi cuerpo, no reaccionaba y entonces justo antes de que me atrapara desperté sudando.
     Ya siendo casi medio día, me encontraba justo en la entrada norte, custodiando este lado, entonces recordé que Pablo tenía seis años más que yo, con treinta años, recuerdo haberlo visto muchas veces cuando éramos jóvenes en la plaza asiendo figuras con alambre, lo recuerdo piel blanca pero no tanto y siempre con un sombrero, claro no es un rostro que reconozca a primera vista, se dice que para aquel entonces ya poseía el crista de plantas. Mientras observaba en la distancia un pequeño destello que apenas y lo pude ver, en lo más alto de una serie de montañas a lo lejos, esto llamo mi atención, mire a mi alrededor pero nadie más lo noto pues nadie lo menciono, mire por otros dos minutos intentando ver algo pero nada, así que me dirigí al lado este en donde se encontraba Neton para acudir a su vista. Cuando Neton miro de por si no vio nada a primera vista pero luego de un momento pudo ver algo.
     -Demonios es un diamante- dijo sorprendido- cabalga pero está muy herido-
     Sin pensarlo mucho corrí de regreso a la entrada norte, Neton me siguió, mientras corríamos silbe para alertar a todos. Lo raro de todo esto es que se supone que ellos partieron por el sur, y a temprana horas de la mañana se envió un grupo de soltados en esa dirección y resulta que estos bienen del norte. Bajamos hasta la entrada para montar dos caballos he ir en su ayuda cabalgamos seguidos de 20 soldados, algunos en tecnología del imperio, pero solo nosotros dos sabíamos el motivo por el cual aviamos salido, los demás ignoraban todo, luego de entrar al bosque vimos un caballo pero sin cabalgador.
     -Debe estar cerca, debió haber caído, se veía muy mal- dijo Neton
     -Vamos con cuidado- dije mientras bajaba del caballo. Soy de los que no les gusta montar caballos puede ser una desventaja ante cualquier ataque.
     -¿Por qué bajas?- pregunto Neton
     -No me gusta andar en esos animales-
     -¿Pero qué coño dices?, si hace un momento parecía gustarte, eres una de las personas que menos comprendo… Te la pasas diciendo que no te gusta, que no aras tal cosa pero terminas contradiciéndote y asiendo justo lo contrario pero con un motivo distinto- expreso
     -Es que soy de esas personas que son así-le respondí
     -Vez lo que te digo te comparas con otras personas, pero no creo exista alguien que diga tantas estupideces- dijo al bajar de caballo
     Se dan dé cuenta de los que les dije antes, Neton es muy inteligente y no pasa nada por alto, me pone nervioso cuando anda cerca, solo le sonreí y empuñe una espada con la intención de cambiar el tema y enfocarnos en la situación, entonces también empuño su espada. Debo decir que su espada es una de las más raras que existen, esta forjada de cenizas de dragón con una empuñadura de escamas provenientes de una extraña serpiente roja ya extinta la cual podía resistir cualquier ataque y nadar en el magma de los volcanes (esta serpiente murió de vejes) bajo su ropa Neton lleva una armadura ajustada echa también de las escamas de este animal.
     Caminamos por los arbustos, le explicamos a los soldados la situaciones para así tomar mucha más área, nos movimos por una área de enredadera en donde para dar un paso había que asegurarse primero en donde poner el pies pues las enredaderas cubría el suelo y las plantas más pequeña asiendo incierto el terreno, estuvimos así media hora hasta que uno de los soldados lo encontró, ya era hora, esto ya me estaba aburriendo, si fuese en otras circunstancias y otro lugar ni me hubiera molesta en venir pero hay que cumplir con el deber. Si se encontraba muy herido, puede que este peor que Marcos. Estaba diciendo cosas sin sentido creo que delira.
     -Es Selmon tercer diamante –dijo Neton
     Si no es por él, ni me entero de su nombre, pues solo sé que es un diamante porque tiene la mitad superior del cuerpo en diamante, excepto su cabeza, cuando los soldados terminaron de darle primeros auxilio retornamos al imperio.
     -Demasiado tarde, no se pudo evitar- dije desde mi caballo
     -No sé pero a dicho muchas palabras como, escapar, traición, enemigo, tal vez no deliré del todo, pero lo que me preocupa es quien lo pudo haber dejado así- dijo Neton
     Tiene razón los diamantes son una fuerza letal y precisa con una gran sincronización entre ellos. Quizás hemos subestimando al enemigo. Nos están matando uno a uno como piezas en un tablero de ajedrez en donde el negro ha movido tres veces y el blanco apenas y piensa en mover por primera vez.
     Cuando llegamos al imperio, en la entrada se encontraba Mutron el sangriento, el cual no hace señas con dedo para que nos acerquemos a él, pensé que deseaba información pero no fue así.
     -Desobedecen una orden más del emperador y los mato a los dos, ¿entendido?- dijo mientras nos fulminaba con la mirada
     No me gusta que me amenacen, pero lo ignorare aprovechando la situación para alejarme, ya que no me gusta su antigua profesión. Neton no parecía muy contento con esa amenaza tan directa
     -¿Te molesto algo? ¿Qué tanto me miras?- pregunto Mutron a Neton
     -Observo que parte de tu cuerpo despellejare primero la próxima vez que quieras amenazarme- respondió Neton
     El lugar se tornó un poco tenso luego de ese cruce de palabras. Neton llevo la mano a la espada, mientras que yo me aleje un poco más, esperando ver pelea y con ganas de animar el momento pero no puedo hacer eso y no podría ser un buen ejemplo apoyar las peleas entre los compañeros, aunque no tengo pensado separarlo así que por mí, que se mantén entre ellos.
     -Te daré una tunda niño pero no te aseguro que sea tan suave como las que te da tu mami- expreso Mutron
     -Inténtalo- dijo Neton
     -Calmaos chicos que el enemigo no se ha dejado ver- dijo Non la bestia desde las escalera del muro
     Esas palabras aliviaron la tensión del lugar, asiéndolos entender que una pelea entre nosotros no serviría de nada, aunque yo hubiera preferido la pelea. Mutron se marchó al igual que la bestia y pues yo hice lo mismo, regresando a mi puesto de vigilancia, luego de un par de horas, todo era igual de aburrido que antes. Mire al cielo y vi una nube con forma de niño, asiéndome recordar al mocoso y su increíble cualidad de sobrevivir. Sonreí, es un poco estúpido reír y mirar nubes de seguro pensaran lo soldados que estoy enamorado o algo así, no me importa lo que piensen en realidad, Cada quien en su mundo de locos. Soy de los que piensan que no hay gente loca sino con el cerebro chamuscado.
     -Quiero hirme a casa. No sé cuánto deba quedarme aquí, tal vez días o semanas, hasta que el emperador lo decida que fastidio- dije para luego bostezar.
     -Señor Iker, Neton le recuerda que debe ir ante los lores y dar un informe- dijo un soldado
     Otra de las cosas que odio dar informe y escribir, cuando piensas que no puede pasar nada más, llegan y ahora bebo ir a otro lugar, en pocas palabras si fue como llegue a ser un dorado, dejando que cada acontecimientos me lleve y me traiga, me tire y luego me levante.


Capítulo 7

     Me dirigí al castillo pero en el camino me distraje con algunas hormigas Und, las cuales son capases de provocarle fiebre y vómitos tras una picadura a una persona, son esplendidas trabajando en equipo pero cuando la reina se pasea entre ellos estas hormigas pelean entre sí, en casos hasta la muerte. En ese momento de la nada vinieron a mí las palabras que decía el diamante, “traición, enemigo” me puse de pies, para seguir mi camino, mientras mi mente comenzó a procesar una y otra vez, estas palabras y que podría tener en común, quizás al igual que las hormigas ellos se pelearon por riquezas, poder o por tentación de poseer un cristal, eso sería suficiente razón para acabar con tus compañeros. Yo mataría a cualquiera por un cristal, si fuese ambicioso claro. Soy de los que piensan que la ambición, avaricia y egoísmo son cosas muy asquerosas y repugnantes de una persona.
     Sin darme de cuenta, había llegado a mi hogar, no sé ustedes pero soy de los que le prestan más atención a su inconsciente que a cualquier otra cosa, y si termine aquí es porque allá afuera soy más útil que aquí. Ángelus tendrá que esperar pues este que está aquí se larga. Entre a casa, mis padres no estaban, metí algo de comida en un bolso, algunas piedras de afilar y desaparecí, moviéndome por entre las calles y techos para salir por la destruida entrada este y alejarme lo suficiente, pensando moverme luego al norte pero de por si debo tener cuidado con la vista de Neton, así que me mantendré en las sombras de los arboles hasta que caiga la noche.
     En cuanto noten mi ausencia, y se cansen de buscar por un buen rato en el imperio entonces estaré en problema y quizás tomen medidas estrictas contra mí pero no puedo quedarme de brazos cruzados. Hay algo que produce cosquillas en mi estómago y pues eso quiere decir que algo grande me llama puede que sea la muerte pero puede que no, Y de por sí, ya estoy en peligro, el enemigo en estos momentos ya debe tenerme en sus planes y poniendo precio a mi cabeza, todo por culpa de Burun, que no pude enviarlo a la mierda, se tuvo que meter en mi camino. Ahora que lo pienso mejor debí haberme quedado en el imperio, estaba seguro allí y se les dificultaría un poco más el atraparme, pero bueno ya no puedo hacer nada, solo queda contar cuantos mato antes de que me hagan caer.
     Aprovechando que estaba fuera, decidí ir hasta los manglares a ver como siguen esos dos tontos. Me tome mi tiempo en encontrar el camino ya tomado antes para facilitar mi traslado hasta los dos. Si es posible que hallan diamantes con vida, que sobrevivan un poco más, porque yo no los mande a que se volvieran locos, que se jodan iré cuando quiera y no es que me interese o me han de preocupando por Dran y Gris, por mí se mueran también pero les eh dado mi palabra y cumplo lo que digo he iré primero con ellos.
     Luego de ubicar el anterior camino me tomo llegar hasta los manglares unos cinco minutos no quise excederme mucho en la velocidad y pues sepan que avece la estática no es muy buena para viajar. Mi sorpresa más grande fue encontrarme con solo cenizas, los manglares avían sido reducidos a polvo, la tierra bajo mis pies y en un área considerablemente grande estaba quemada, negra como el carbón. El suelo tenia hematomas de impactos, grietas producto de estos y sobre todo huellas de dragón que se podía observar en todo el lugar.
     -Pobre niño era mocoso su habilidad de sobrevivir te trajo hasta aquí y tu extraterrestre llegaste de tan lejos solo para morir en este planeta, eso es de admirar-
     Dije eso como palabras de despedida y consuelo, mientras escribía en el suelo sus nombres.
     -Descansen en paz, yo cumplí con regresar, allá ustedes que se murieron- exprese mientras me marchaba, ese lugar daba escalofríos.
     Me aleje rápidamente por precaución pues sería una mala suerte si el dragón se le ocurriera regresar. Tenía pensado moverme en todo el camino mediante la estática pero eso sería aburrido, me encanta caminar y sobre todo la aventura. Soy de los que piensan que andar rápido es perder detalles ósea que si ando lento gano inteligencia y sabiduría, bueno eso creo. Use mi estática por última vez para llegar hasta los riscos y rocas de la base de la mente del cielo, llegando hasta donde el dragón nos sobrevoló por primera vez, y tenía pensado seguir el sedero de los riscos para cruzar la montaña y rodear hasta encontrarme justo en el norte del reino. Mientras andaba en mis cosas, veo a lo lejos, en el otro lado del acantilado una cabra asesina escalando silenciosamente intentado comerse algunos sujetos que se encontraban un poco más arriba que casualmente eran algunos pobladores de la mente del cielo, y uno de ellos era el anciano que me conto aquella historia.
     ¿Qué hacen esos allá?- dije
     No es que me importe pero, pensé que no bajaban de allá arriba y aun mas ¿qué hace esa criatura por estos lados? Estoy llegando a pensar que a estos solo los asechan criaturas del otro lado del mundo, porque las aves de antes también eran de bien lejos, en fin no sé si observar aquí como los despellejan o acercarme un poquito para ver los efectos de la sangre y todo eso que pasa cuando un animal se alimenta.
     Decidí acercarme. Mientras ya la cabra estaba a punto de comérselos yo aún estaba muy lejos.
     -Esto se pondrá interesante- dije con emoción al detenerme a observar
     Esta criatura mide más o menos unos tres metros de alto y es toda una monstruosidad, para que entrar en detalles describiéndola, quizás ya haya visto algún monstruo así en su mundo. Tomo a uno de los nómadas por la pierna este gritaba mucho produciendo un eco constate, la hambrienta criatura lo arrojo al aire dejándolo caer en sus afilados y cortantes cuernos los cuales lo cortaron a la mitad para luego ser comido de cuatro bocados, la sangre corría y caía por el abismo. Esta con toda su trompa bañada en sangre lo hacía ver muy sangrienta, lo que dejo paralizados a los nómadas por un momento, pero reaccionaron y corrieron, la cabra lambio su trompa y rugió muy fuerte, al parecer no tenía pensado dejarlos escapar. Pero soy de los que piensan que es malo exagerar con la comida, dicen que la gula es un pecado, así que tendré que matarlo por dos motivos, uno, es por ser una bestia tan hambrienta y la otra es que los pobres nómadas no son malas personas, así que tendré que salvarlo aunque debería dejarlos morir, yo no los mande a bajar.
     La cabra los seguía desesperadamente como si no hubiera comido por meses. Me encontraba demasiado lejos así que lance una espada que por poco termine matando a uno de los nómadas, en fin arroje la segunda y la clave justo en la pata de la criatura, haciendo que perdiera el equilibrio y callera por el abismo. El anciano me vio y me agradeció con señas, aunque más bien parecía estar llamarme, pero como rayos cruzo hasta allá, tardaría un día en rodear, que se joda me are el loco y me iré. Pero justo cuando le daba la espalda el muy decrepito tomo mi espada he hizo señas para que fuese por ella y entonces recordé que las había tirado y andaba desarmado. Son mis espadas favoritas, llegue a pensar que me estaba chantajeando pero no hay de otra, debo recuperar mis armar. Le hice señas para hacerle entender que debía rodear para poder llegar a ellos, pero comenzó a dibujar algo el suelo, al poco momento comenzó a brillar mientras se fue formando un puente de rocas hasta donde me encontraba, me quedé atónito, nunca pensé que este usaba magia, bueno también hay que tomar en cuenta que estos viven mucho tiempo, y tienen para aprender lo que les dé la gana. La magia actual normalmente solo incluye de brujerías, invocaciones y todo eso que da escalofríos.
     Una vez terminado el puente me invito a cruzar y sin pensarlo comencé a cruzar con un poco de recelos de la seguridad de esto, pues uno nunca sabe que mente malvada tienen esos ancianos de hoy en día, tal vez esté esperando a que valla por la mitad para deshacer el puente y dejarme caer desde tal altura, quien sabe si debajo de esa niebla halla toda una tumba de rocas puntiaguda esperándome. Mi mente se llenó de malas ideas así que decidí cruzar corriendo para dejar de pensar tontería, si seguía así de seguro me daría un derrame cerebral.
     -Gracias joven- dijo el viejo
     -¿Qué hacen tan abajo? Es peligroso- pregunte
     -Estamos en busca de una planta que solo crese en lo más bajo de este lugar- respondió al ver al vacío y entregarme la espada -La otra esta allá abajo ¿iras por ella?-
     -Tengo que ir- respondí
     Mire al vacío, no se puede ver la profundidad de este acantilado ya que a cierta profundidad, una niebla impide la visión.
     -Ya que vas a bajar, podrías traerme cinco plantas de color purpura, son las únicas que veras- dijo
     -Mmm- lo pensé por un momento – está bien pero mantente pendiente pues no creo subir por aquí y ni pienses que me pondré a gritar- le dije no muy convencido
     -No te preocupes, te estaremos esperando al final del camino que tomes- respondió con mucha seguridad
     Lo mire por encima del hombro y me marche. Sé que este camino baja hasta un cierto lugar luego tendré que escalar he improvisar para poder bajar. El anciano se las sabe todas me a chantajeado con la espada para que me acercara y poder usarme a su favor, debí haberlo matado a él en vez de a la cabra, espero se parta una pierna.
     Luego de una hora no pude seguir bajando de la forma más segura, el final del camino llego, me encontraba justo al comienzo de la niebla, tome una roca y la arroje, esperando que tocase fondo pero no escuche nada así que perdí las esperanza de hacer todo esto rápido, comencé a bajar escalando. Me adentre en la niebla, el frio allí era abrazador, las articulaciones se me entumecieron tanto que apenas y podía moverme, llegando al punto que ya no podía sostenerme y caí…Seguí cayendo, dejado la niebla atrás. Se podrán imaginar que estoy dejando a un lado la parte en la que voy gritando sin descanso mientras caigo. Cuando por fin logre ver el fondo, no pude hacer otra cosa que concentrarme para encontrar un punto estático y moverme antes de tocar suelo pues no creo sobrevivir, es muy difícil concentrarse mientras caes.
     Cuando pude encontrar un punto estático no dude en usarlo y por fin toque suelo, creo que estuve cayendo por horas, la garganta me arde, la tengo reseca. Lo primero que tengo que hacer es buscar agua aunque viéndolo bien, quizás mientras me mueva encuentre las plantas solo espero no tener que bajar más porque luego subir no es muy bueno, soy de los que piensan que bajar es mucho mejor que subir.
     -¿En dónde estará mi espada?- dije al observar alrededor – lo bueno de todo esto es que solo hay un camino-
     Me puse a recorrer el lugar, no quería perder el tiempo en esto ya que tengo planes más vitales que buscarle unas plantas a ese decrepito. Ahora que lo recuerdo una vez conocí un anciano en un pueblo del sur, bastante lejos a la civilización. Este viejo decía que era un antiguo guerrero que lucho con un dragón y pudo matarlo cinco veces y luego escapar sin ningún rasguño, me sorprendió al oír eso y me acerque para seguir oyendo su relato. Dijo haber engañado al dragón con alguna técnica de ilusión y camuflaje de olor para evitar se olfateado, dijo que antes de escapar hirió al dragón marcándolo de por vida. Entonces a los tres días de aquello comenzó a oír el rugido del dragón, en lo más alto del cielo lo que le producía mucho miedo, no importaba lo que hiciera o a donde fuera aquel sonido lo seguí, una vez se encontraba caminando por algunas penumbras de hielo cuando de pronto escucho el canto de un dragón tan cerca que la piel se le erizo, para cuando reacciono se encontraba rodeado de fuego y a sus pies el hielo derritiéndose y detrás del fuego la bestia que lo producía y asechaba. Entonces desde dentro del fuego apareció un sujeto que ardía en fuego pero su piel no sufría ninguna quemadura. Dijo que aquel sujeto lo reto a duelo y dijo haberlo matado tres veces, cada vez que revivía era menos la posibilidad de volver a vencerlo pues se fortalecía con cada muerte. Cumpliendo con los mismos parámetros y características de un dragon. Intento huir pero para cuando se dio de cuenta se encontraba tirado en un poso de agua fría sin piernas. El misterioso guerrero se alejó y desapareció en el fuego, luego de unos segundos el dragón lo rodeo y en su espalda se encontraba ese sujeto, montándolo, el dragón comió sus piernas cortadas para luego marcharse. El asegura que aquel sujeto no poseía el cristal del fuego.
     A mi pensar ese viejo es un hablador pues en ningún registro se dice algo como eso o que almeno respalde lo que él dice, pues no hay libro o pergamino que hable de algún extraño domador de dragones o algo parecido, es cierto que no tiene piernas pero le faltarían más pruebas. Rayos por andar pensando en babosadas y en viejos se me hizo de noche así que pasare la noche por aquí.
     -Haber creo que en mi mochila traigo una esfera de fuego… Ya parezco un demente hablando solo- dije mientras encontraba la esfera de fuego y la activaba (estas esferas son útiles pues poseen fuego comprimido mediante magia, que puedes durar activas dos meses, antes de agotarse). Luego de media hora de haberme acomodado para comer, cuando escuché un ruido no muy agradable pero no le preste demasiada atención, pues si es un animal se supone que el fuego los mantendrán alejados así que no tengo de que preocuparme. Entonces pude distinguir el sonido como una fuerte respiración proveniente de la oscuridad que a mi pensar algo me quiere devorar como mínimo, me limite a solo mover el cuello para buscarlo con la mirada pero nada, en cambio se oyó algunos rasguños pero no quería atacar y me estaba poniendo nervioso todo esto.
     -Bueno vas a venir por mi he intentar comerme ¿sí o no?- dije al ponerme de pies
     Es entonces que la criatura se deja ver y no era más nadie que la cabra asesina de antes. Cabe destacar que esta criatura es encorvada capas de caminar en dos patas, ojos rojos y apariencia horrible como dije anteriormente. Pude localizar mi espada clavada aun en él.
     -¡¡Así que estas viva!! Eres bastante resistente, pudiste resistir la caída- dije pero no pareció agradarle porque se acercó con ganas de matarme. Lo evadí rápidamente, recuperando la espada usando el ataque a mi favor. Al momento de retirarla de su carne esta rugió de dolor, provocando una leve perdida de estabilidad en ella. Soy de los que piensan que una bestia furiosa y fuera de control es fácil de matar solo hay que saber cómo hacerlo. Es la primera vez que veo una de estas cabras pero no por eso me dejare matar y pues ya con mis dos espadas, estoy listo para probar que tan duros son sus cuernos, volvió atacar con la misma intensidad de antes, me cubrí con las espadas, el impacto de sus cuernos fue muy fuerte pero pude detenerlo, dejando su trompa muy cerca de mi cara, su respiración de verdad era muy fuerte.
     Forcejeamos un rato pero no soy de esos estúpidos que forcejean con una masa de músculos, cinco veces más que la tuya, así que salte por encima con intenciones de atacarlo pero por un descuido fui golpeado, la bestia había seguido mi salto y reacciono a mi ataque, su pata me dio en el pecho asiéndome rodar por el suelo unas cuantas veces antes de terminar abrazando una roca. Eso me pasó por confiarme, la cabra me envió fuera del alcance de la luz así que me preocupe pues no veía nada, y me estaba asechando, sentía su presencia. Necesitaba llegar cuanto antes a la luz, me incorpore he inmediatamente recibí otro golpe desde la espalda, usándolo como impulso para regresar al fuego nuevamente. Cuando me encontré en la claridad me prepare para recibirla con una defensa letal; se próximo ferozmente con sus cuernos por delante, tome aire y en cuestión de segundos ya estaba por impactarme. Con un movimiento rápido clave las espadas en sus hombros para luego levantarlo por encima de mí y dejarlo seguir su camino mientras rodaba detrás de mí, me di vueltas para verlo rodar pero no fue así, se había incorporado estaba justo delante de mí con la boca abierta de par en par apunto de devorarme, por instinto desaparecí, para luego aparecer cinco metros por encima de la criatura, preparándome para darle el golpe final. Arroje una espada la cual clave en su lomo, fue entonces cuando miro arriba y lo derribe de una patada de ambos pies, fue con tal fuerza que rompí su cráneo he impacte contra el suelo. Producto de aquel golpe se abrió un agujero en el suelo y ambos caímos por él. Era obvio que estábamos cayendo, no tenía control de mi cuerpo en el aire y la oscuridad era tremenda. No oí sonido alguno de la bestia así que supuse que estaba muerta, un problema menos.
     Por suerte caí en algo muy suave y acolchonado, me quede inmóvil extrañado, pero termine por no darle demasiada importancia y allí mismo me quede dormido. Al siguiente día, desperté gracias a una roca que cayó desde nuestro anterior piso falso y entonces intente ver donde había dormido, el lugar no estaba muy iluminado pero los colores se podían distinguir y estaba claro que donde amanecí era una clase de montaña de pelos de color blanco y me sorprendí, al principio no entendía pero esto estaba respirando he inmediatamente baje de allí.
     -¿Y esto que es? Me pregunte
     Al lado se encontraba la cabra asesina ya acecinada. Recupere la espada y di vueltas alrededor de aquella pila de pelos de tres metros de alto, no vi más nada que eso, me llene de curiosidad y me acerque quería saber que era aquello. Entonces cuando me disponía a mover el pelaje este se movió dejando verse, aparentaba ser una criatura de unos cinco metros de alto, lo puedo deducir por lo largo de sus patas. Primera vez que veía algo así, su apariencia no era muy espeluznante y parecía estar en un profundo sueño pero no aparentaba ser amistoso y lo más raro ¿porque tanto pelo? (se movió otra vez)
     -Mejor me largo de aquí, no quiero que despierte y le dé por devórame-
     Para cuando me alejaba este se movió nuevamente y bostezo, fue entonces que entendí lo que era. Tenía mis dudas que no quería comprobar por miedo pero ahora ya lo entiendo.
     -Nunca pensé que una criatura como esta de verdad existiera y menos encontrarla viva. No creo que Xian quiera que esta bestia despierte, que fuera del destino de este mundo si eso abriese los ojos. Mi corazón late fuertemente, esto da miedo. Prácticamente me encuentro en el núcleo de Xian y esto hace asarme dos preguntas, ¿será que Xian lo protege?¿será que Xian lo encarcela?. Independientemente de lo que sea, le dejare un regalito a este para cuando despierte- dije concluyendo al sacar las espadas.


Capítulo 8

     Se dice de un relato que poco se cuenta el cual solo se rumorea en el norte. Una historia que remonta de la era flameante, 1500 años atrás, la época en donde los dragones dominaban el mundo, el tiempo en el que casi desaparecimos. Se cuenta que vivíamos escondidos pero no seguros, los dragones eran considerados dioses, seres inmortales ubicados por encima de la pirámide alimenticia sin depredador alguno. Muchos eran los guerreros fuertes de ese tiempo pero matar a un dragón siempre ha sido casi imposible. Entonces de la nada aparecieron criaturas nunca antes vistas, capases de matar y comer dragones sin dejarlos revivir, seres con un hambre insaciable, tan veloces como el sonido o el rayo, blancos como la nieve y capaces de escupir fuego hirviente y revolcarse en las llamas de un dragón. Fueron llamados los devora dioses, aunque también devoraban todo ser vivo que se cruzara en su camino. Un día, así como aparecieron también desaparecieron, de la noche a la mañana no los vieron nunca más. No todos los dragones fueron devorados quedando solo una minoría de ellos y entonces Xian fue mucho más habitable para las demás razas. Siglos después fueron descubiertas las zonas anti dragones, estas eran áreas específicas a las cuales los dragones por ningún motivo se acercaban, entonces se construyeron pueblos he imperios bajo la luz del sol, dando origen a la era resplandeciente.
     -¡¡He!! Esa deben de ser las plantas que menciono el anciano. Hay muchas- dije al admirar la caverna con todo el suelo cubierto por estas planta.
     Unos minutos antes.
     Había caminado alrededor de dos horas buscando una salida de este lugar entonces resbale por una grieta en el suelo y por cosa de suerte logre encontrar las plantas del viejo. Tome muchas de esta plantas para que nunca más se le ocurra bajar aquí, de verdad ese viejo es un demente.
     -Le llevare con raíces para que las plante y las riegue todos los días-
     Seguí buscando una salida pero nada todo señalaba hacia abajo y soy de los que piensa que si vas para arriba nunca bajes.
     Me abrí paso por una grieta muy angosta, fue muy difícil pasar pero el que persevera vence, entonces me encontré con un panorama distinto. Si hay que decir que extrañamente estas cavernas no está del todo oscuro, cosa que es muy extraño pero como no es de mi enteres no pretendo investigar nada. El nuevo lugar era bastante extenso y con un paisaje un tanto fantasioso, caían cinco cascadas desde arriba no muy grandes y al final justo al frente una caída de agua bástate grade con una aparente salida, el agua formaba un lago y en el centro de este una gran planta muy hermosa, sin mencionar las flores que adornaban un área específica del lago.
     -En lugares así es en los que me gustaría vivir- dije al saltar al agua desde donde me encontraba.
     Cruzaría nadando y al mismo tiempo refrescarme, no tenía calor pero bañarse de vez en cuando no está mal. Flote de espalda para nadar lentamente, cerré los ojos pues todo era muy relajante pero al poco momento tuve la sensación de que algo se enrollo en mi pierna izquierda seguida de otra extraña sensación de haber sido arrojado al aire, pensé que era producto de la imaginación, pero por precaución abrí los ojos. Efectivamente estaba en el aire a punto de caer en una inmensa boca con miles de afilados dientes, perteneciente a la planta del centro del lago. Una planta carnívora muy despiadada, sus especies varían sobre todo si son grandes tiendes a ser únicas. En un principio tuve la sensación de que era una, pero el paisaje me distrajo.
     Empuñe las espadas para comprobar si poseen estómagos o intestino. Cientos de raíces se extendieron hacia mí, con la intención de atraparme, pero soy de los que no se dejan atrapar con facilidad. Me defendí cortando raíces pero eran todo un fastidio, no podía acercarme lo suficiente como para acabar con ella y las raíces no parecían tener fin, seguían saliendo como si nada; eso es lo que me molesta de Xian, siempre matas y matas y nunca se acaban y llegas al punto en el que te preguntas si eso es normal o no, pero bueno las cosas por aquí están cargadas de locuras, magia y cosas muy extrañas. En uno de esos intentos por acercarme fui golpeado una y otra vez contra el techo del lugar, luego me tomo por ambas manos y tiro de mi hasta impactarme contra el agua con tanta fuerza que las costillas me quedaron ardiendo, nunca pensé que el agua fuese tan dura, por poco lloro, si no es porque me arrojo justo en dirección a donde iba, claro pegue de una que otra roca, pero no sería necesario matarla para poder cruzar, aunque ganas no me faltaban, pero jugar con la suerte no es bueno. Las raíces intentaron alcánzame pero me di a la fuga subiendo por la cascada a grandes saltos, una vez fuera de su alcance me detuve para descansar y sobre todo para verme el morado que me hizo el agua, de verdad quisiera devolverme y darle una buena paliza a esa planta del demonio pero no me rebajare.
     Luego de lamentarme un buen rato decidí subir de una buena vez, el camino más factible era por la cascada ya que es un poco diagonal pero no hay que descartar que pudiera ser complicado en algunas partes pues puedo ver terreno verticalmente y aparentemente limoso.
     -Espero el anciano este arriba. Porque no tengo pensado buscarlo-
     Por lo que he caminado desde que baje, es obvio que me encuentro muy lejos y aun no sé a dónde me lleve esta cascada. Al paso de dos horas de haber comenzado a subir, apenas estaba cruzando la niebla y pensar que ahora es que faltaba. Para cuando logre subir completamente ya era medio día, el estómago me crujía de hambre y allí estaba el anciano esperándome con un pavo recién asado, olía delicioso, la boca se me hizo agua. El viejo me hizo señas y entendí que el delicioso pavo era todito para mí, solté las plantas para apresurarme en comer.
     -Gracias- dije al pegar el primer bocado- les he traído muchas plantas para que las planten… ¿me has oído viejo?-
    Je je je. Come con calma hijo- me dijo el muy desgraciado como si le hubiera pedido su opinión.
     Puedo comer como me dé la gana, aparte si muero por eso, moriría feliz, la próxima vez que quiera educarme le pondré una espada en la garganta (continúe comiendo). Al rato el anciano y sus compañeros se disponían a marcharse, me limite a solo mirarlos por un segundo intentando evitar algún sermón.
     -Iker ten en cuenta que la tierra tiembla y no la sientes, ella tiembla… al igual que gira y tu ni pendiente, recuerda que la tierra ni la naturaleza hacen el mundo, nosotros lo hacemos, si nos sentamos a esperar, allí moriremos y estaremos por los siglos de siglos y nada cambiaria- dijo antes de irse.
     No tengo idea que quiso decir pero no me interesa a la final tomo mis propias decisiones. Soy de los que piensan que vivir de lo que dicen los demás es estúpido, no hay nada como forjar tu destino, aunque pienso que el destino es una mierda. Cuando termine de comer me puse de pies para tratar de ubicarme pues estando allá abajo perdí el sentido de la orientación, pero por lo que puedo ver, no me he alejado demasiado de mi trayectoria, la cascada me había llevado al pie de las montañas a las que tenía pensado llegar para luego cruzarlas. Si continuo por el rio tendría que dar muchas vueltas y no estoy seguro hasta donde iré a parar, así que subiré y bajare las montañas. Muchos pensaran y tomarían el rio pero hay que tomar en cuenta que hay humedad y cerca de esta normalmente se pueden encontrar bicos venenosos y soy de los que piensan que es mejor pelear contra una bestia rabiosa a una picadura letal y agonizante.
     Temo decir que estas son de esas montañas que no tienen por donde andar, la gran cantidad de bosquejos mayormente secos y sobre todo espinosos dificulta el paso y hay que andar con cuidado al menos hasta llegar al camino que se encuentra a unos dos o tres kilómetros, solo espero no encontrarme con demasiados Conejos arbóreos, Espinales y tintarles. Los tres son criaturas pequeñas pero muy peligrosas y más si te encuentras con grandes cantidades de ellos. Camine evadiendo algunas espinas sin tomar ninguna otra precaución ya que podía ver el terreno a cientos de metros.
     -¡¡¡Hau!!!... rayos me puye-
     Como pude logre llegar a la sima de la primera montaña que por suerte no era muy alta, pero pude localizar el camino el cual se encontraba más cerca de lo que pensaba, me relaje un poco pues pronto podría caminar sin tener que andar jugando con las plantas pero un sonido arruino todo lo lindo de mis pensamientos, me si vuelta para identificar el sonido y no era más nadie que un conejo arbóreo, con su boca abierta dejando ver sus dientes y su cara de hambre. Quería comerme no hay duda de eso.
     -Si logro matarlo antes de que grite me salvare-
     Desaparecí, para cuando el pobre conejo me volvió a ver, ya tenía una espada que cruzada su garganta (suspire), pero ese suspiro de alivio no duro demasiado, pues el muy desgraciado estaba acompañado por otro conejo que descaradamente se encontraba delante de mí, ¿Cómo no lo pude ver? Bueno me enfoque en lo primero que vi, fue mi error. Entonces un chillido se extendió por todo el lugar, con eco y todo.
     Un poco después entendí que no eran ecos, toda la montaña parecía estar gritando. Esto no sería fácil. El animal me salto encima, sin dudarlo lo pique a la mitad por sapo, sé que es malo matar pero no debió gritar, en fin me di a la fuga antes de que aparecieran mas pero no había corrido mucho cuando me vi emboscado por una docena de ellos, lanzándose hacia mí con todas las ganas de comerme, empuñe ambas espadas, sus garras intentaban alcanzarme pero me defendí cubriéndome con las espada. Increíblemente es que las doce criaturas me atacaban casi al mismo tiempo, se podrán imaginar cómo me encontraba y a la velocidad que tenía que moverme para poder repeler sus ataques, me estaba volviendo loco y aún no había cortado a ninguno. Ya me encontraba sudando y mi paciencia al límite, no, me gusta lo que pasa cuando tengo demasiada presión.
     Termina pasando lo que acaba de suceder, mi cuerpo expulsa y retrae una gran cantidad de energía, afectando todo ser vivo que este cerca, friéndolas por dentro mientras que por fuera solo tiemblan hasta morir, pobres conejitos pero no hay tiempo para compadecerlo, pronto llegaran más, así que seguí mi escape. Comencé a cortar todo arbusto que me estorbara en el camino a una velocidad tremenda hasta llegar al anhelado camino que no era cosa para detenerme si no huir más rápido pues detrás ya tenía unos mil conejos. Me impulse montaña abajo, me imagino que tienen una idea de cómo es bajar corriendo por una pendiente y con hambrientas criaturas detrás con ganas de comerte. Pensé que nada me detendría pero tropecé y si comí tierra por un buen rato mientras rodaba como un muñeco. Soy de los que piensan que estas situaciones dan origen a algún dicho, refrán o lo que sea como por ejemplo: “los tropiezos de la vida te hacen caer, solo levántate y quita la piedra del camino” creo que es algo así, me levantaría pero no dejo de rodar.
     Entonces por fin me detuve en una pequeña quebrada. El camino continuaba pero montaña arriba, justo a mi lado estaba un bebe tintarles que al intentar ponerme de pies resbale y al no querer caer de nuevo lo pise siendo esto otro gran error, este no grito pero con tan solo mover las antenas me hizo entender ahora tenía otro problema igual o peor que los conejos. Corrí pero al ver todo lo que tenía que subir se me bajo hasta el azúcar y llegue a pensar en detenerme para darles pelea pero es una idea descabellada, terminaría muriendo y ellos comiendo de mí, es algo que no puedo permitir. Para completar la desgracia de ese día se me cruzo una manada de espinales y no pensaran que me detendría a pedirles permiso, patee las que pude para abrirme camino pero eso implicaban correr aún más pues ya eran tres especies distintas detrás de mí, no les deseo eso a nadie. Logre llegar a un pico de la montaña y mire atrás, les aseguro, era todo un hormiguero alborotado, toda una locura, parecía un ejército, las plantas quedaban trituradas por el paso de tantas criaturas, lo que me tiene un poco intrigado es, si logran atraparme como me compartirán entre tantas bocas, apenas y tengo carne en los huesos. El problema aquí en la sociedad de Xian no soy yo, pasa que no hay entendimiento, de donde rallos salieron tantos animales, si no importa en donde te encuentre de estas montañas puedes ver a kilómetros y ni el viento sopla. Desde aquí puedo ver la caverna de brillo cristal, un factible atajo para cruzar estas montañas y menos peligroso que tomar el camino largo con toda estas bocas detrás, necesito descansar y la única manera es entrando a esa cueva. Sin pensarlo mucho me dirigí a ella, tomando mis precauciones de no tropezar pero no sirvió de nada pues se me enredo una rama en los pies y rodé nuevamente, esta vez pude incorporarme y continuar.
     Por fin llegue a la cueva, me detuve en la entrada a esperar mis queridos seguidores los cuales se detienen a una cierta distancia, sonreí y como es el deber ser me burle de ellos, tirándoles rocas y haciendo todo tipos caras. Cuando me canse de hacer payasada y me disponía adentrarme en la caverna divise un sujeto sentado a un lado, lo mire fijamente con ojos calculadores, vestía ropa de minero o algo así.
     -Al fin llega alguien más, pensé que nunca saldría de aquí. No quería entrar solo- dijo poniéndose de pies y con ojos preocupados.
     -¿Y tú quién eres?- pregunte con recelo, es raro encontrarse gente por estos lugares.
     -Soy miguel mucho gusto, llevo casi dos días aquí, me sucedió lo mismo que a ti, me persiguieron esas criaturas-
    -¿A dónde vas?- pregunte mientras comencé a caminar
     -Trabajo en las minas de Gral., me separe del grupo, regresábamos del imperio- dijo al seguirme
     -Bueno minero mantente a tres metros de distancia, no confió en gente extraña. Cruza ese límite y te mato- dije con expresión asesina
     Hay que hablarles así porque luego quieres abrazarte sobre todo cuando se asustan, aparte esa historia que me conto es como rara, si supuestamente se separó del grupo es obvio que se encontraban en el sendero comercial eso está a cuatro días de aquí, muy lejos sinceramente y difícil para que cualquiera sobreviva... mientras no fuimos adentrando en la caverna, mas eran los cristales brillantes que se podían ver, haciendo el lugar muy iluminado. Se dice que el color de los cristales varían mediante vas adentrando. Esta cueva tiene cinco entrada conocidas y en cada una el color es distinto, esta es de color azul.
     -Una vez escuche rumores muy feos de este lugar- dijo el minero
     -¿Qué cosa?- pregunte
     -Quien entra en esta caverna no puede regresar por donde entro una vez que los cristales cabían de color. Nadie los vuelve a ver ni sabe que les sucede-
     -Si eso es verdad, ¿Por qué me sigues?- exclame
     -Eres un dorado ¿cierto? Por eso lo hago-
     Me sorprendió que me conociera, muy pocos son los que lo hacen, pero me preocupa lo que acaba de decir de este lugar. Pensé que tenía peligros como cualquier parte de Xian pero los misterios no me agradan, ahora tengo ganas de regresar pero resulta que tengo a este minero detrás y debo mostrar la determinación de los dorados. Soy de los que no les gusta lo misterioso pues siempre detrás de ellos hay algo muy malo.
     -Rallos- dije entre dientes arrepintiéndome de seguir adelante
     Luego de caminar un buen rato empezamos a ver cristales rojos hasta que dejamos los azules detrás, entonces un pequeño temblor sacudió el lugar seguido de un estruendo. Me limite a cerrar los ojos y exhalar mientras todo se tranquilizaba, que casualidad, justo cuando dejamos los cristales azules pasa esto, me hace pensar que de verdad hay algo raro aquí.


Capítulo 9

     Avanzamos alrededor de un kilómetro luego del temblor, sostuve una espada desde entonces. El brillo rojo de los cristales le da una apariencia peligrosa al lugar a pesar de que se ha mantenido muy tranquilo pero me encontraba atento a cualquier cosa. Luego por primera vez desde que entramos nos topamos con otro sendero, ya se estaba haciendo extraño, al avanzar más nos fuimos encontrando tantos túneles que era difícil tomar una dirección pues parecía un laberinto, como siempre, no tenía pensado explorar el lugar así que seguí el camino que más llamó mi atención, con suerte esos me llevaran a la salida. Otro temblor se produjo, esta vez un poco más fuerte que el anterior, tanto así que algunas rocas y cristales cayeron de arriba, por suerte el minero anda atento y se apartó al igual que yo lo hice ya que no me hubiera dado tiempo de salvarlo.
     -Por poco- dijo sonriendo
     -Esto me preocupa, terminaremos aplastados- dije al patear un trozo de cristal
     -Sí, los lugares bajo tierra son peligro, esto siempre sucede en las minas-
     Almeno está acostumbrado pero creo que el misterio de esto, es que todos terminan aplastados. De pronto un gran frio se produjo a mi espalda seguida de una respiración en mi cuello, instantáneamente me aleje.
     -¿Qué sucede?-pregunto el minero
     Pero me sorprendí al ver que no había nadie, pero juraría que alguien estaba detrás de mí.
    -Nada solo no bajes la guardia hay algo malo con este lugar- le hice saber
     -Sentiste la presencia- me pregunto
     Asentí con la cabeza
     -Tal vez sea alguna clase de espectro que vive en este lugar. En las minas Gral existen lugares con espectros demoniacos que usualmente se encuentran atrapados, algunos son liberados por estos temblores, otros se forman mediante la acumulación de energía maligna y mientras más vidas acaben, más fuertes se hacen- explico
     -Sabes mucho, me agradas-dije al sonreír
     -Todos creen que solo somos mineros que les encanta escavar, pero nadie sabe cuan peligrosa son estas criaturas y lo difícil de matarlas-
     Se ve que este minero sabe de su profesión y no solo abre la boca para decir tonterías como los demás, pero hay que mantener la distancia ya que personas falsas hay de sobra en el mundo. Volví a enfocarme en el camino y en salir cuanto antes, quizás ya sea de noche aquí se pierde la noción del tiempo fácilmente. Pasamos por lugares con el suelo mojado, supuse que tal vez se encontraba algún manantial cercar y me dispuse a encontrarlo buscando el lugar más húmedo. Entramos en un área en donde encontramos un pequeño lago de agua cristalina, me dispuse a tomar cuando de pronto este se congelo de la nada seguido de un golpe muy fuerte, me impacte contra la pared cayendo al suelo mientras temblaba de frio, cuando intente levantarme vi al minero correr en mi dirección con una de mis espadas que solté en la orilla del lago antes de intentar tomar agua, paso por mi lado.
     -Corre- me dijo
     Dude en huir pero recordé que no me gusta pelear y lo seguí, justo cuando doblamos para salir de allí una ráfaga de aire helado golpeo la pared, congelando parte esta, un poco más y nos hubiera congelado, Miguel se detuvo de pronto y casi choco con él.
     -¿Qué sucede?- pregunte
     -Ya desapareció- dijo con mucha seguridad
     Regreso la espada y se sentó en el suelo para luego colocarse ambas manos en la cabeza, como símbolo de preocupación
     -Esto es malo, esa cosa está en un nivel superior a cualquier otro que eh visto. Este espectro está enviando pequeñas fracciones de energía que fue lo que nos atacó, una vez se agota esa energía esta se desvanece, para cuando regrese será más fuerte y así sucesivamente hasta que pueda matarnos- expreso
     -¿Por qué no lo podemos ver?- pregunte
     -Tiene el poder para jugar con nosotros. Usa el frio, almeno ya sabemos su elemento, a mi experiencia tenemos que encontrar el origen o la fuente y destruirla, es la única manera, por nada del mundo nos dejara escapar sabiendo el poder que puedes bríndale- concluyo poniéndose de pies
     Sinceramente les digo si este sigue hablando de lo peligro que es el enemigo, no voy a dudar en desaparecer, dejándolo solo para que muera y así deje de engrandecer a esa cosa, porque rallos no dice que es débil comparado conmigo pero no, tiene que decir todo eso como si ya no estuviera asustado, esa cosa me congelo un pulmón cuando me golpeo, por suerte mi cuerpo respondió rápido calentando el área afectada, aparte dice que hay que encontrarlo y matarlo como si yo fuese el legendario guerrero de Xian se sabe que soy un dorado pero no soy Richard el Duro, pero bueno debo tranquilizarme y concentrarme en la situación ya que no puedo dejar que este muera aunque eso implique perder mi vida. Me odio cuando me vuelvo el defensor de las buenas acciones, de lo justo y todo eso, porque rallos tuve que meterme en todo este lio, porque no fui uno de esos geniales lectores de libros, que les encanta leer, aunque técnicamente soy así, pero me refiero a esto de andar buscando peligros, me arrepiento de haber salido de la muralla, ahora que lo mencione ¿Que pasaría, aun me estarán buscando? pues es raro que no ha llegado el ave de retorno.
     Regresamos al pequeño lago para explorar en otras direcciones, cada paso que daba mis piernas templaban no importa cuanta experiencia tenga, siempre sentiré nervios de pelear por eso no me gusta, a los ojos del minero aparento no importarme el enemigo pues doy pasos sin dudar.
     Caminamos por los alrededores de un lado a otro pues los túneles se conectaban entre sí, pero poco a poco nos fuimos adentrando aún más al subir y bajar por distintas áreas. En una de esas, otro temblor estremeció el lugar esta vez el suelo se agrieto y se derrumbaron algunas paredes dejando a la vista un camino que se mantenía oculto, los cristales eran de un color distinto, estos brillaban como el sol dándole al lugar una claridad normal. No lo pensamos y entramos por allí. Vamos por camino que al principio era rocoso pero a medida que bajábamos se fue haciendo arenoso, hasta llegar a lo que sería una segunda planta o piso con mucha arena en el suelo. Nos movimos con cuidado pues el enemigo podría estar cerca. Llegamos a un área en donde vi rocas y cristales en un patrón no muy natural, pero no le di la importancia que merecía; una vez pasamos un extraño sonido nos detuvo y casi al mismo tiempo volteamos, las rocas y cristales se estaban apilando solas hasta formar un golen, nos miramos las caras y luego regresamos la vista adelante con la intención de darnos a la fuga pero para nuestra sorpresa se encontraba otro golen delante de nosotros que no dudo en atacarnos.
     -Mierda-exprese
     Corrí a un lado para alejarme, me encontraba muy cerca y todavía sin entender el enemigo, el minero me hizo señas asiéndome entender que se enfrentaría a uno. De verdad estas son criaturas que no tiene lógica alguna, luego de que nos maten que aran con nosotros ¿nos comerán? Son solo pilas de rocas no tienen como digerirnos, cosa distinta fuera que la roca fuese un caparazón y por dentro tuvieran órganos pero no es así de seguro nos aplastaran y listo allí nos dejan, bueno basta de balbucear tonterías y a matar golen, no me moleste en usar las espadas, sé que puedo costarlos pero el cristal es muy duro y no quiero dañar el filo de ellas, además para destruir un golen se necesita de fuerza bruta he impactos concretos y destructivos. Ataque sin calcular donde golpear y desgraciadamente golpe un cristal que se encontraba cerca de lo que sería su pecho, la muñeca y mano trono seguido de un dolor que recorrió todo el brazo. Abrí los ojos de par en par con ganas de gritar pero me aguante no podía mostrar debilidad ante nadie, a pesar del dolor cerré la mano de nuevo y esta vez nuestros puños chocaron, su puño y parte del brazo volaron por el aire, pase mi pulgar por mi nariz y sonreí para luego mirar al golen, sus ojos cuadrados, negros con un puntito rojo en el centro, no todo el mundo tiene ojos así. Esos puntos rojos me miraban fijamente, comenzó a reír, tenía una risa muy gruesa pero me extraño pues le faltaba un brazo, me distraje pensando tonterías y no vi venir un golpe, fue un solo viaje hasta la pared con la cual me estrelle, todo el lado derecho de cuerpo me dolía por el golpe y el lado izquierdo por el impacto contra la pared. Soy de los que siempre se distraen en batalla y terminan dándole una paliza.
     Me puse de pies pero antes mire al minero que al parecer lo estaba haciendo mejor que yo. El muy desgraciado estaba cubierto por una clase de escudo que detenía los ataques del golen, sin mencionar que se encontraba atacando con facilidad, no puedo permitir eso si el emperador se enterase de seguro me da con el dedo y no quiero eso, prefiero morir antes, pues la última vez que me golpeo con su dedo por poco muero.
     El descarado golen ya tenía su brazo, ya veo porque reía antes. Esta vez le arrancare ambos brazos y le destruiré esa cara de roca. Aveces pienso que yo si pienso tonterías al enfrentarme a un enemigo, son más las tontería que imagino a lo que hago bueno también hay que tomar en cuenta que soy de esas persona que son así.
     -Se pondrán como serruchos pero te picare en pedazos- dije al empuñar las espadas
     Esta vez me moví con mucha rapidez y antes de que el golen entendiera lo que pasaba, sus dos brazos cayeron al suelo, aparecí delante de él y mire hacia arriba, justo a sus ojos, sonreí nuevamente para luego rebanar sus piernas en una serie de movimientos continuos. Una vez lo deje de mi estatura, lo mire fijamente y apuñale su ojo para luego cortar hacia arriba, sacándola por su cabeza rocosa, comencé a golpearlo hasta hacer polvo parte de su rostro, cuando me aburrí lo corte a la mitad dividiendo ambos lados del cuerpo, me asegure de que no se levantaría y me aproxime en ayuda al minero pero en eso algo me tomo por el brazo muy fuerte, no podía ver a nadie pero claramente podía ver mi piel presiona, tire con fuerza pero no podía zafarme, sujetandome aún más fuerte, entonces recordé lo del espectro. Mi brazo comenzó a congelarse lentamente, eso sí es verdad que no me gusto he inmediatamente lance un golpe con mi otro brazo, para mi sorpresa llegue a darle, no pensé que podía golpearlo pues era invisible pero veo que no trasparente, no sé cuál es su apariencia pero ya sé que podre darle. Parecé ser igual que Burun pero por lo que ha dicho el minero esto si puede ser eliminado, lance una patada al aire esperando darle pero no, ya se había alejado y sin perder tiempo me aproxime al minero para ayudarlo pero de pronto el golen deja de moverse mientras desprende un humo frio hasta que se congela completamente. Me toman por los pies, tirando de ellos, pase toda la cara por el suelo para luego ser arrojado con mucha fuerza, el minero corrió pues el enemigo invisible también lo ataco, con ráfagas de hielo pero su escudo lo protegía desviando el ataque.
     Mientras yo me incorporaba el lugar tembló nuevamente produciendo un derrumbe, casi me aplastan algunas rocas las cuales me separo del minero. Una vez se calmó el estruendo.
     -Intenta buscar otro camino y ven ayudarme esta cosa esta furiosa- grito el minero desde el otro lado al parecer estaba bajo ataque
     -Que ni crea que correré en su ayuda- dije en voz baja
     Sacudí el polvo de mí y entonces fue que camine a ver si encontraba como llegar hasta el, si fuese por mí lo dejara morir por que nadita hace el siguiéndome desde un principio, tratare de ayudarlo pero no le asegurare nada. Pase por una gran variedad senderos pero nada creo que andaba en círculos y no podía oír ningún ruido, luego encontré un túnel con poca iluminación y al final de este encontré una gran caverna, tanto profunda como alta y en medio de esta una enorme criatura con parte de su cuerpo bajo tierra en una grieta que parecía la entrada al inframundo púes desprendia una gran cantidad de energía maligna, el ser que está viendo pasaba de un cuerpo materia a algo parecido a un espejismo esto sucedía muy seguido así que supuse que era el espectro, logre ver un movimiento del otro lado de la caverna en uno de esos movimientos del espectro, creí que era una lombriz, pero era el minero asiendo señas para que rodeara el lugar y fuera hasta el, le confirme con señas también. Pensé que estaba muerto pero bueno hay quienes tienen suerte y por desgracia ya no puedo hacerme el loco y alejarme de este lugar, tengo que hallar la manera de terminar con esto. Mientras daba vuelta se estremeció el lugar, muchos lugares se agrietaron, luego de eso pude llegar con el minero, en realidad no sé porque tengo que ser yo el que va con él, cuando debería ser al revés.
     -Es enorme- dije
     -Si pero debemos hacer algo pronto, se hace fuerte cada segundo que pasa- exclamó
     -Está claro que absorbe la energía- dije
     -Sí, pero si entra lo suficiente puede que el inframundo lo atrape y no pueda liberarse-
     -Ósea que tenemos dos opciones ¿lo sacamos o lo metemos?- pregunte
     -Exacto, la más fácil sería meterlo, pues si sale luego tendríamos que matarlo- expreso el minero como si me fuera ayudar
     Nos dimos de cuenta que el espectro miraba en nuestra dirección (este espectro era de color blanco con azul y una que otra parte negro, con apariencia de un cuerpo normal de la cintura para arriba, su cara una calavera, cabello negro y poseía alas, en fin era horrible, de su cintura para abajo poseía tentáculos).tuve la sensación de que algo se encontraba detrás de mí, mire a miguel y su cara me decía todo entonces mire por encima de mi hombro y pude ver al espectro en versión miniatura, claro tenía alrededor de dos metros, sus ojos eran negros y su aliento frio, debo admitir que tiene un excelente aliento, muy refrescante… mire adelante en donde coincidió con la del minero por una milésima de segundo pues esto fue un movimiento muy rápido, regresando atrás y con mi puño le destroce su cara de hueso, pude ver en cámara lenta como se rompieron en pedazos sus huesos antes de mandarlo a bolar, el gigantesco se inclinó para vernos mejor pues del golpe hice desaparecer al pequeño espectro.
     Se explicaron muchas cosas de un plan que ideo miguel pero lo único que entendí fue que debíamos hacerlo caer por completo en esa grieta.
     -No te muevas de aquí. Con la autoridad y el poder que se me ha dado, debo proteger los derechos y los deberes de Xian sobre todo acabar con todo lo que representaría un peligro en un futuro para todos- le hice saber
     Salí a la vista del enemigo el cual me miro detalladamente, creo que sabe lo que puedo hacerle, por eso querrá matarme con muchas ganas, lo presiento. No tardo en atacarme, intentando aplastarme con su inmensa mano, solo me deje caer hasta el fondo pues el plan era destruir el suelo debajo de él, intentar agrandar la grieta. Yo tampoco perdí tiempo y uniendo mis manos golpe el suelo, todo el lugar se estremeció, pero faltara mucho más que eso para lograr el objetivo. Dos golpes se aproximaron así mí, como pude los esquive pero al este impactar el suelo se produjo un fuerte temblor, inmediatamente el espectro retiro los puños del suelo pues sabe lo que sucedería y el error que cometió a causa de eso el piso se agrieto por muchas partes, ciertamente tres golpes más como esos y esto se acaba. Pero esta criatura sabe que no puede volver a golpear a menos que lo provoque lo suficiente.
     De repente comenzó a nevar y la temperatura cambio en cuestión de segundos, agito su brazo y me arrojo una lluvia de hielo muy afilados, evadí los que pude otros los detuve con las espadas para luego saltar hacia él, con intención de golpearlo pero me descuide en el intento y me aplastaron como a un zancudo, soy de los que siempre se enfrentan con enemigos grandes, siempre sucede algo así. Me incorpore para poder caer de pies, pero otro golpe se aproximaba desde la derecha, me cubrí para detenerlo pero al no tener una base donde afincarme, Salí disparado contra la pared en donde quede plasmado y enterrado, cuando abrí los ojos ya tenía encima su enorme puño y no pude esquivarlo, recibiéndolo con todo.
     -De verdad me quiere matar- dije luego que retiro su mano
     Comencé a caer al suelo junto con muchas rocas entonces vi la oportunidad que estaba buscando para golpearlo con fuerza así que me la arregle para impulsarme usando los escombros justo antes de tocar el suelo. Mi contra ataque consistió en dar un golpe en su ante brazo con la fuerza suficiente para hacerlo gruñir eso me dio la satisfacción de que le ha dolido, entonces fui golpeado mandándome hacia abajo, cerré los ojos esperando el impacto contra el suelo pero al ver que no tocaba suelo abrí y pude ver como dejaba todo atrás, para mi sorpresa continuaba cayendo a lo que se suponía era el inframundo, tenía los ojos de par en par. De pronto un sonido poco usual se oyó a mi espada eran truenos, chispas, choques eléctricos cada vez más fuertes hasta que cuarto rayos, truenos pasaron por mi lado y como si fuesen látigo atando al espectro, tirando de el para arrastrarlo adentro, este se resistía entonces una gran garra eléctrica subió y aplasto su cara y de un tirón lo halaron a la grieta entonces parpadee y ya me encontraba fuera de la grieta, la cual se cerró poco después de que pegara del techo y comenzara a caer, caí al suelo sin impórtame en que forma, solo me alegraba que fuese a este suelo y no a otro. Al paso de un momento el minero llega con cara de confusión.
     -¿Qué sucedió?- pregunto
     -No lo sé, todo paso muy rápido, tal vez el desaparecido cristal del trueno se encuentra allá abajo


Capítulo 10

     Lo primero que hicimos fue salir de ese lugar el frio era insoportable, me encargue de sellar las entradas que llevaba a este lugar pues era mejor así. Nosotros intentamos regresar a nuestro anterior camino pero estábamos perdidos, vagamos sin rumbo alguno, el sueño me estaba matando. Mientras andábamos como un alma en pena nos topamos con algunos golen y espectros de un tamaño más normal que no fueron problemas. El problema era encontrar una salida, ya me estaba desesperando y luego de un par de horas, logramos ver cristales de un color verde lo cual significaba una salida cercana, no sé por dónde saldremos pero cualquier lugar allá afuera es mejor que aquí dentro. Caminamos por varias horas más hasta que encontramos un túnel que nos llevó a la salida.
     -Al fin- dijo el minero
     -No volveré nunca más a este lugar- exprese
     -Te apoyo-
     Aún era de noche pero faltaban como dos horas para que amaneciera, podía distinguir el lugar en el que nos encontrábamos, aviamos salido a la mitad de una cascada, muy alta, conocida como la caída del cielo, realmente es muy raro como rallos llegamos tan arriba si prácticamente lo que hicimos fue bajar, que locura de este mundo un poco más y terminamos en la luna. Pero tuve suerte pues no me encuentro muy lejos del destino al que me dirijo y a tan solo seis horas de acá la ciudad frontera noroeste, son cuatros de estas ciudades que rodean el imperio pero a mucha distancia, cada una se encuentran entre los puntos cardinales por ejemplo: sureste, noreste, suroeste.se encuentra unidas entre ellas y a los reinos mediante vía férreas, los trenes son el medio de trasporte más comunes en estas ciudades sobre todo para las familias adineradas. Anteriormente el emperador tenia comunicada estas ciudades con el imperio mediante trenes que viajaban por tunes subterráneos pero luego cerro las estaciones y ahora la única manera de llegar y salir del imperio es mediante los senderos comerciales, camino transitables sin peligro alguno pero solo son paso para caballos, carretas o personas a pies por supuesto, nadie sabe por qué Ángelus decidió eso, pero él sabrá el motivo. Decidí descansar un rato mientras amanecía y me recosté junto a la entrada en donde me quede dormido. Para cuando desperté el sol pegaba en mi cara y por ningún lado vi al minero.
     -El muy desgraciado me abandono aquí-
     La cascada apenas y se escuchaba caer, el sonido del viento era mucho más fuerte. Me puse de pies y observe el paisaje hasta que algo se estrelló contra las rocas, cerré los ojos pues ya sabía lo que era, el ave de retorno.
     -Ya se cansaron de buscarme. La ignorare-
     Asiéndome el loco y como si nada me marche, si llego a tocar esa ave sepan con seguridad que Ángelus sabrá con exactitud en donde me encuentro y me ara regresar de la peor manera. No sé qué suceda cuando regrese al imperio pero necesitare muy buenas escusas. Mientras bajaba por la cascada tropecé y por poco caigo y entonces pensé mejor las cosas, siempre que intento bajar por algún lado termino cayendo así que antes de resbalar decidí saltar, en realidad no sé cuánto tiempo tarde en caer pero si sé que caí como una piedra en el agua. Salí de ella rápidamente pues estos no son lugares para nadar, una vez en tierra me puse rumbo en dirección a la ciudad con la idea de rodearla y seguir hasta el pueblo de Gral. continúe rio abajo hasta encontrar un camino que lleva a uno de los sendero de la ciudad, tome ese camino claro para luego desviarme y tomar otro camino, aparte era muy temprano como para toparme con algún animal.
     Ya en el sendero, pude ver a lo lejos un tren que aparentemente se encontraba accidentado, una gran parte de los pasajeros se encontraban fuera, parecía estar informándose del problema, otros solo esperaban, intente ignorar el acontecimiento pero si algo les pasa y ángelus se entera que pude ayudarlos me matara, odio hacer buenas obras, por eso me la paso en bosques y otros lugares inhabitables para no tener que lidiar con estos problemas. A la final termine acercándome para ver en que les puedo ayudar, mientras llegaba descubrí mi brazo pues es estos casos debo mostrar mi identidad por dos razones, una es para que no piensen que soy un ladrón y la otra por reglas del emperador, cosa que no me gusta porque luego me tratan muy amablemente y creo que lo hacen con hipocresía y cuando te das la espalda te maldicen, claro no son todos pero por uno pagan todos. Si fuese por mi atraería una nube de monstruos para que los devorasen a todos. Cuando me vieron llegar comenzaron con los halagos, cordialidades y todo eso que te hacen sentir poderoso he impórtate.
     -Un dorado- dijeron algunas personas
     -Nos ayudara, que alegría- dijo una señora
     - Primera vez que veo un dorado-
     -Su brazo es de oro, guao…-
     -No es de agua- dije sarcásticamente pero no muy duro
     Esas son cosas que siempre se pueden oír al pasar por una multitud, me dirigí directamente con los maquinistas quienes conducen esta lombriz mecánica los cuales se encontraban dando instrucciones a los guardias de los vagones para que informaran a los pasajeros del contratiempo.
     -Señor un placer tenerlo aquí- saludaron cordialmente
     -¿Cuál es el problema?- pregunte
     -La cabina de propulsión tubo un bajón de nivel, pero ya estamos trabajando en eso, en un par de horas estaremos listos-
    -Hace poco vi una mama Giruda, con ocho crías buscando alimentos, sería un problema se llegan hasta aquí, ya saben lo que sucederá- dije para luego subir a uno de los vagones y tener mejor vista del área y no ser sorprendidos por algún animal pues lo del giruda era mentira, lo dije solo para que movieran la mano, no tengo todo el día para estar esperando a que les dé la gana de repararlo y al poco rato le aconsejaron a las personas fuera, regresar a sus asientos por seguridad.
     -No les ofrezco ayuda en lo que reparan porque no tengo ningún conocimiento de eso, solo les puedo brindar seguridad- les dije a los maquinista que trajeron algo de tomar
     -No se preocupe- sonrieron y se marcharon
     Era una bebida muy refrescante. Soy de las personas que no le importa cuando refrescarse, siempre se siente bien aunque sea muy temprano. Al rato de terminarme la bebida, se produce una explosión, muchas cosas pasaron por mi mente pero llego a una sola conclusión ha explotado la cabina de propulsión, me tire de espaldas y mire al cielo.
     -Esto va para largo. No me iré de aquí por un buen rato-
     Me puse de pies y baje de un salto, salía una gran cantidad de humo del lugar, me acerque con ganas de hirme. Todos tosían dentro de aquel humo, pintados de negro y con los cabellos chamuscados, desgraciadamente no había ningún muerto, me hubiera gustado ver almeno uno. Muchos se pasaron las manos por la cabeza lo cual es señal de que el problema se agravó.
     -Esto retrasara a un más la reparación- dijeron entre ellos
     -¿No hay otra manera de hacer correr esto?-pregunte
     -Sí, pero se necesitaría un impulso lo suficientemente grande para encender los motores y poder llegar a la ciudad- respondieron- pero eso es imposible-
     Di la vuelta para retirarme a esperar pero luego, me regrese a ellos.
     -Prepárense entonces, le daré el impulso que necesitan- dije con seguridad
     Tenían ganas de pregunta como, pero tan solo se movilizaron y al paso de 15 minutos ya se encontraban listos. Me dirigí al último vagón, todos pensaran que estoy desquiciado o loco pero les callare sus pensamientos muy pronto. Me prepare mentalmente para comenzar con mi acción, comencé a empujar.
      -Rayos- dije al no poder moverlo
     Puse mucha más fuerza, pero nada, era como intentar mover una montaña, se los pongo como ejemplo pues una vez quise mover una montaña y no pude pero a diferencia de aquella vez, esto tiene ruedas, cada vez fui aumentando la fuerza hasta que pude moverlo poco a poco, me encontraba sudando, los brazos parecían haber aumentado de masa muscular, podía sentir como la circulación sanguínea aumentaba y cuando pude hacerlo rodar lo suficiente lo solté para poder concentrarme en la ejecución de una técnica que me aria disparar esta cosa como a una flecha, al acumular la suficiente energía empuje un poco más el tren para luego golpearlo con tal fuerza que los últimos dos vagones quedaron destruidos (anterior mente los mande a desocupar) espero eso les ayudó, pues el tren estaba que echaba fuego por los rieles. Estoy seguro que con un impulso así llegarían al norte sin ningún problema.
     -Buen trabajo, vallan a morir a otro lugar-
     Regrese a mi antiguo camino en donde un poco más adelante me encontré con dos viajeros con un problema, la carreta que los trasportaba tirada por dos caballos se había desarmado y no hallaban que hacer. Se encontraban esperando que alguien pasara y los ayudara. Sencillamente les aconseje que cada uno tomara un caballo y así llegarían de igual manera a la ciudad. Ambos se miraron la cara, como diciendo” porque no lo pesamos antes”. Cosas como estas siempre pasan en la vida, las personas muchas veces se ponen obstáculos tontos en sus metas que por estúpidos tal vez, no buscan la solución de las situaciones difíciles. Ambos tomaron mi consejo, yo continúe un poquito más hasta que vi la entrada de la ciudad y me desvié saliendo del sendero por suerte los alrededores de este lugar no posee plantas de gran tamaño pero si un terreno muy rudo con rocas, barrancos, subidas y bajadas.
     Andaba caminando despreocupadamente cuando de pronto me vi envuelto en una horrible tormenta de esas con rayos y todo, me sorprendí ya que hacia un momento el cielo se encontraba despejado. El viento era muy fuerte y apenas y podía caminar, termine arrastrándome hasta unas rocas apilas que formaban un techo en donde cubrirme de esta locura, con decirle que el cielo no dejaba de tronar y destellar como si se estuvieran matando allá arriba, eso sí mencionar que las gotas de aguas pellizcaban la piel por la fuerza en que caí, un poco más fuerte y me matan.
     -¿Qué frio?-dije mientras me escurría, la boca me temblaba
     Mientras estuve allí barios rayos cayeron y el cielo no cesaba su furia, desde aquí pude ver varios come nubes surcando el cielo, parecían estar felices, estas criaturas flotan en el aire, poseen grandes bocas, bueno en realidad son puras boca, un poco redondas y con la capacidad de absorber las nubes de tormenta, normalmente son inofensivas y aún más cuando están felices y comen nubes.
     De pronto sentí barios temblores pero muy pequeños seguido algunos ruidos pero difíciles de distinguir pues los truenos y la lluvia no ayudaban, cada vez eran un poquito más fuerte, entonces tuve la sensación de que algo estaba cayendo al suelo, entonces un rayo cayó al frente, un poco más cerca y quedo siego, luego donde golpeo el rayo cayó una enorme criatura.
     -Un sapo eléctrico- dije con sorpresa
     Ya veo que producía aquellos pequeños temblores (esta criatura, mide alrededor de cinco metros de alto, con la capacidad de expulsar un veneno eléctrico que paraliza a su presa, tiende a buscar rayos para recargarse)
     Aun no me avía visto y tenía la esperanza de escabullirme y alejarme ya que es muy peligroso. Cuando intente salir de la roca esta se vino abajo y entonces me vio todo mojado, con frio, pensó que sería una presa fácil, no tardo en abrir su boca y dejar salir la lengua que por cierto, por poco me parte a la mitad, pues golpeo el suelo y dejo un hoyo en el.
     -Carajo y yo que no quería pelear-
     La lengua del bendito sapo parecía seguirme y lo increíble era lo rápido que la recogía para luego tirarla de nuevo, creí que eran solo los camaleones que podían hacer tal cosa pero bueno cada día se aprende más locura. Ya me estaba hartando de tanto moverme, empuñe las espadas y con un movimiento rápido pude hacerle una leve cortada en la lengua, pero termino siendo un error pues este comenzó a cambiar de color de un verde oscuro a un amarillo con su lomo rojo y a su alrededor resonaban chispas de electricidad.
     -¿Y esto?-dije con cara de arrepentimiento
     Ya no había nada que hacer, soy de esas personas que no miden las consecuencias de sus pequeños actos y luego se dan de cuenta lo grande que es. Decidí pelear y matarlo no había de otra, veamos hasta donde llega y uno de los dos tendrá que morir hoy, solo espero no sea yo. Anteriormente me he enfrentado a uno de estos, será fácil, la cosa está en que no me acuerdo lo que paso con el anterior. Solo sé que me comió y cuando desperté estaba entre algunas cosas que olían horrible. Regresando a la actualidad el sapo me ataco intentando aplastarme como a una cucaracha pero gracias a mi magnifica agilidad los evadí he hice una variedad de cortadas en sus patas, no era muy rápido así que usaba sus ataques para contraatacar al mismo tiempo, esto lo enfurecía y provocaba que me atacara con más rabia pero nadie lo mando hacer un lento. Al principio me preocupaba su electricidad pero luego entendí que solo usaba las chispas alrededor de su cuerpo para intimidar. De pronto este salto tan alto que desapareció en las nubes de lluvia y de pronto el cielo destello seguido de un rayo que por poco me achichara, tuve que saltar a un lado y cuando mire al cielo el enorme sapo venia empicada con la boca abierta, su lengua brillaba como un rayo y en un parpadeo fui golpeado una y otra vez, con cada golpe que recibía me enterraba más y más en el suelo. Cuando cesaron los ataques, el agua de suelo casi me cubría por completo pero lo peor no había pasado, el muy desgraciado sapo me callo encima y por un momento no podía respirar por suerte se apartó, sinceramente no sé qué tiene esta bestia en la cabeza, me quiere comer pero me ataca con intención de desaparecerme, si yo fuese cualquier otro tonto en estos momentos estaría licuado, echo puré. Trate de incorporarme pero me golpeo nuevamente haciéndome dar vueltas por el lugar, comiendo charco pero ese golpe me ayudo para alejarme y poder tomar un aliento he incorporarme.
     -Si no hago algo pronto terminara matándome-
     La lluvia no dejaba de caer y en algunos lugares se formaron lagos, el área estaba a su favor pero no pretendo dejarme matar por este animal, primero tenía que recuperar las espadas que estaban tiradas y el agua las cubría cada vez más. Me moví rápidamente para recuperar la primera pero la otra se encontraba justo a su lado no sería fácil recuperarla, varios ataques se aproximaron a mí, claro de su lengua de rayo pero por suerte soy muy escurridizo sobre todo por mi velocidad que es de ayuda. Soy de los que piensan que es mejor estar preparado para enfrentase a cualquier enemigo y variar sus estilos de pelea a morir por no variarlos. Su lengua golpeaba tan rápido que apenas y podía evadirla, no podía acercarme y le arroje la espada con intención de darle en un ojo y atravesar su cerebro pero este salto a un lado, al menos logre que se alejara de la espada, para cuando las recupere no me había dado de cuenta que todo el lugar se encontraba lleno por burbujas eléctricas llenas con lo que aparentaba ser veneno.
     Estas flotaban de un lugar a otro y en cuanto rosaba con algo estallaban, esparciendo un humo verde con chispas eléctricas pero gracias a la lluvia estos no se esparciera como era deber ser; al otro lado de las burbujas se encontraba el sapo croando he inflado su cuello mientras producía más burbujas. esto era un problema así que tome la decisión de lanzarle las espadas, estas iban dando vueltas muy rápido mientras estallaban cuanta burbuja se les cruzara, mientras desaparecí y para cuando el sapo supo de mí, ya le había caído a patadas poniéndolo patas arriba. Recibí las espadas y mientras este pataleaba intentando voltearse, le corte las patas y raje su cara cortando un ojo y parte de su boca, cuando me disponía a matarlo este expulso una corriente eléctricas que me mando bien lejos, me puse de pies y el sapo también lo estaba. La electricidad rodeaba su cuerpo y luego salto y desapareció nuevamente en las nubes, me prepare para esperar su ataque, pero al paso de un par de minutos, no pasaba nada, cinco minutos después a un nada y ni señales de vida, hasta que me arte de esperar y guarde mis espada.
     -Se escapó el muy gallina-
     Mientras me alejaba del lugar no deje de mirar arriba constantemente, pues uno nunca sabe, soy de esas personas que no bajan la guardia ni en el último segundo.


Capítulo 11

     -¿Qué día más lluvioso el de hoy, será que no tiene pensado aclarar- dije mientras me calentaba en el fuego de una caverna.
     Me encontraba en el pueblo minero Gral. Lo primero que hice al llegar fue tomar algo bien caliente, de verdad está haciendo un frio enorme pero hay que acostumbrarse son cosas del día a día, me senté en una mesa y pedí un plato de sopa, los labios los tenía morados por el frio y los dedos arrugados a causa de toda el agua que me callo encima. El minero de antes es natal de este pueblo espero allá llegado a salvo pues sería una pena que después de tanto luchar por salir de esa cueva allá muerto, aunque no me importa pero no quiero pensar que todos mis esfuerzos fueron en vano. Mientras esperaba la comida revise el filo de las espadas ya que los golen de ante pudieron haberlas dañado pero por suerte su filo aún estaba intacto, también quise revisarla mochila para así tener en cuenta mi inventario pero no recordaba lo tenía en ella y decidí dejarlo para después ya que uno nunca sabe que puede salir de ella. Soy de esas personas que previenen antes que lamentarse, aunque lamentarse y prevenir después también sería buena elección si lo haces con un plan, espero me entiendan. Luego de un momento traen la comida, no saben lo caliente que estaba pero apenas y la sople para enfriarla.
     -No sé si es por el frio pero esta sabrosa- dije mientras me la terminaba
     Luego de comer me largue a una posada para descansar hasta el próximo día, ya no tenía esperanza de que aclarara. El precio de la habitación era excesivamente cara ya que por ser un pueblo minero todo es más caro y el dinero no me alcanzaba para pagarla así que no me quedo de otra que descubrir mi brillante brazo de oro, inmediatamente me dieron la mejor habitación, no me gusta aprovecharme de eso pero hay circunstancias que lo ameritan. Caída la noche me dirigí a un bar pero realmente más bien parecía un burdel, fui para tomar un poco y despejar la mente así que deje las espadas en la habitación por seguridad, no para mi si no para terceros, pues en estos lugares siempre se reúnen personas malas, digámosles así para no entrar en detalles.
     El lugar estaba bastante animado a pesar del mal tiempo, tome asiento en la barra y pedí una cerveza, al rato se me acerco una chica de lo más hermosa, ojos azules, piel blanca, cabello amarillo y con unos labios provocativos, tenía una estatura de 1,65, tomo asiento justo a mi lado y con una voz hermosa dijo:
     -Hola-
     Me puse nervioso, la mire y luego lleve la cerveza a mi boca ella solo sonrió, pero claramente sus ojos me decían otra cosa, pude ver sufrimiento y dolor, agonía.
     -¿Por qué tanto dolor?- le pregunte
     Dejo de sonreír y retiro su mirada hacia sus manos las cuales estrujaba con fuerza, entonces percibí un fuerte miedo, luego me miro con una sonrisa.
     -Nada cual dolor- dijo fingiendo estar bien
     Acerque el vaso a mi boca
     -No debes tener, cual sea tu problema te ayudare, no puedo permitir que algo tan lindo como tu siga sufriendo-dije al mirarla a los ojos, se sonrojo y dibujo una sonrisa en su rostro, tal vez fue la más sincera de todas seguida de una lagrima que cruzo por su rostro.
     -Si pudieras- dijo sin esperanza.
     En ese momento llego otra chica y la tomo por el brazo.
     -¿Qué haces allí? Muévete a trabajar- le dijo mientras la llevó con ella.
     Termine la cerveza y pedí otra, está muy claro lo que aquí sucede y es que hay una trata de chicas en este local, si es que no en el pueblo entero, odio esta clase de mafias obligando a las chicas mediante amenazas para que ofrezcan sus servicios sexuales, cosa distinta fuera que ellas mismas decidieran que hacer con sus cuerpos. Ahora más que nunca necesito mantener mi brazo oculto ya que si se enteran de que soy un dorado, tomaran medidas de precauciones. Necesitaba dinero con urgencia para poder tener más información de la situación y entonces localice un grupo de sujeto que iban de salida, aparentaban tener mucho dinero, me movilice y pregunte por el costo de un servicio de chicas, estaba por las nubes, súper caro. Salí del lugar con intenciones de pedirle un poco de dinero a los sujetos, pero se negaron rotundamente mediante insultos así que los puse a dormir y tome el dinero que necesitaba. Soy de esas personas que siempre consiguen lo que quieren. Regrese rápidamente y pague el servicio para poder llevarme a la chica de antes y fue traída ante mí.
     -Tienes trabajo- le dijeron
     Me miro con sorpresa. La tome de la mano y salimos del lugar, se mantuvo en silencio todo el camino. Al llegar a la habitación cerré bien la puerta y me puse junto a la ventana, ella me miraba.
     -¿Siempre las siguen?- pregunte
     - Sí, eso creo, siempre saben todo- dijo mientras se disponía a desnudarse
     Cerré la ventana y me acerque a ella para detenerla.
     -En otras circunstancias no te detendría pero quiero información de aquellos que te obligan a esto- dije al mirarla a los ojos
     -¿Por qué insistes en eso? Te mataran, luego a mí y a todo el que quiero. No puedes hacer nada- dijo con tristeza
      La abrase y dije- Confía en mí, no puedo seguir permitiendo tu dolor y que la maldad te azote. Dime nombre o para el amanecer de esta noche lluviosa solo seremos nosotros dos con vida en este pueblo porque sin importarme cuanta gente inocente aquí allá los matare a todos-
     Al concluir comenzó a llorar seguido de un fuerte abrazo y escuche lo que mis oídos anhelaban, mientras hablaba sus lágrimas no dejaban de caer de su rostro, sus labios temblaban tal vez de miedo. Nunca imagine toparme con una situación así y tomarle tanta importancia, sentir la necesidad de ayudarla ya que soy de esas personas que trata de alejarse de estas situaciones, siempre me la paso poniéndole peros y contra a todo, pero siempre termino haciendo lo correcto, con motivos distintos. Esta vez no es así y hasta yo mismo me desconozco, siento ganas de destruir el mundo solo por ella sin poner peros ni escusas.
     Me explico también de dónde provenía y como termino en este lugar, yo solo oí con atención para no perder detalles, pero lo que más me importaba ya lo escuche, los nombres de los cabrones. Luego que se desahogó se quedó dormida en mi regazo y al rato la acomode en la cama para tomar las espadas, ganas no me faltaban de matar a los que nos siguieron pero sería una imprudencia de mi parte.
     Al día siguiente, a primera hora desperté y seguidamente ella, me sonrió desde la cama para luego sentarse en ella.
     -¿Y cuál es tu nombre?- me pregunto con sus ojos un poco hinchados producto de llorar anoche
     -Iker y ¿el tuyo?-
     -Angeli-
     -Hermoso nombre como tus ojos y tu mirada, es lo más lindo que eh visto en toda mi vida- dije mirándola a los ojos
     Se sonrojo para luego sonreír, me puse de pies y me acerque a ella, extendí la mano para tomarla y ponerla de pies.
      -Ve, no te preocupes que esta noche todo acabara- exclame
     -Se entristeció, luego me abrazo respirando profundo, su mirada esta vez tenía una luz de confianza. Una vez se marchó recogí mis cosas y al paso un rato salí. Aun no tenía hambre pero pronto me daría y sin dinero para comer así que decidí ir a la casa de misiones, me encontré con una variedad de bestias pero me llamo mucho la atención el de un espectro que se encontraba en una de las minas Gral.
“El propietario”
Pedimos ayuda, un agresivo espectro se apropió de la zona tres de la mina 4, intentamos vencerlo pero es muy fuerte y posesivo, por favor esta zona tiene fuertes expectativas de tener grandes cantidades de recurso.
     La tome pues era la mejor pagada y quería aprender un poco más de estas cosas, sin perder tiempo me puse rumbo a las minas. Esto iba a ser rápido sobre todo antes de que el estómago pida comida, si no llego a darle algo que digerir pobre de mí ya que tiendo a auto digerirme.
     Al paso de una hora ya me encontraba llegando a las minas lo único que faltaba era encontrar la entrada de la mina cuatro y desde donde me encuentro solo podía ver las entradas seis y dos, con suerte encontrare mineros en las entradas de esas, a los cuales podre preguntarles he informarme un poco más…La entrada se encontraba rodeando unos pequeños barrancos, pero en la entrada de esta no se encontraba nadie pude darme cuenta de eso desde la distancia, es primera vez que ando por estos lugares y gracias al mapa que me dieron los minero de antes no sabría por dónde ir y tal vez correría el riesgo de perderme, en fin una vez entre seguí el sendero que me mostraba el mapa. Estos túneles no tenían mucha iluminación y da un poco de escalofríos. Después me encontré con un minero tendido en el suelo al principio pensé que estaba muerto pero solo descansaba al verme se asustó pero luego se relajó, de seguro pensó que era alguien más.
     -Pensé que aquí no había persona- dije desde la distancia pues uno nunca sabe que trampa puede ser.
     -Intentamos matarlo pero es muy poderoso. Todos deben estar muertos- dijo con miedo y ojos llorosos
     -¿Por qué no tomaron la hoja del encargo primero?- pregunte
     -Porque somos mineros y la recompensa seria los recursos de este lugar-
     -Sal de aquí- le dije mientras seguía adelante
     El sujeto se puso de pies y se marchó, pensé que me seguiría y entonces lo hubiera matado. Luego de andar por un rato ya me encontraba en el área 2. Poco después de haber entrado en esta área me encontré con otro minero pero este si estaba muerto, al pareces se había arrastrado hasta aquí pero no resistió el pobre y se desangro, tendré que apresurarme antes de que este empiece a oler feo, que desperdicio de vida, luego dicen que las personas no buscan su muerte y que más ejemplo que este difunto aunque debería meterme en el paquete pues no me gusta pelear ni nada de eso pero véanme aquí sin saber con qué cosa me encontrare y eso sin mencionar que siempre ando peleando con criaturas que quieren devorarme a veces pienso que soy de esa personas que viven haciendo lo que no les gusta.
     -Si yo fuera un caníbal me comería al muerto y no tendría que seguir en todo esto pero no está muy fresco y no creo sepa bien aunque si le muerdo un brazo no quiere decir nada…je je je no mejor no- dije en tono de broma
    Más adelante cruce a la derecha y pase por una abertura en la pared la cual me llevo a la tercera área y allí justo en la pared se encontraba una hermosa obra de arte, un sujeto aplastado en la pared, el muy desgraciado nunca llego a pensar que sería una pintura pero bueno dejemos las tonterías ya me encuentro en la zona del enemigo, empuñe las espadas y a casar. Justo cuando di el primer pasó escuche algunos gritos, imagine que eran los demás mineros, camine un poco más lento de lo normal pues quería tardar en acercarme y así dejar que los mataran, no sería mi culpa nadie los mando.
     Luego los encontré, corrían en mi dirección con mucha desesperación y miedo. Pude sentir pisadas muy fuertes pero no vi nada sino hasta que los tres mineros pasaron por mi lado que el espectro poco a poco se fue haciendo visible delante de mi pues se había detenido a unos siete metros, debo admitir que estaba intimidado, era una criatura de unos tres metros de alto, de un color negro y un aura tenebrosa. Los tres minero se detuvieron a unos diez metros, el espectro no dejaba de verme, yo por mi parte no podía verlo a los ojos por más de un segundo. Levanto su mano y señalo por encima de mi hombro.
     -Ellos están primero- expreso
     La piel se me erizo, que voz tan aterradora, no pensé que podía hablar, el minero miguel no me lo dijo. No sabía que decir aún estaba atónito, mientras los mineros corrieron de nuevo, voltee a verlos pero al regresar la vista con el enemigo, el ya no estaba, un impacto resonó a mi espalda seguido de gritos. Al mirar uno de ellos flotaba en el aire, no dejaba de gritar y con un leve movimiento que hizo la criatura con su brazo lo arrojo contra la pared, dejándolo como calcomanía que chorreaba sangre hasta el suelo, hay que admitir que este tiene una forma única de asesinar, me gusta su estilo sangriento. Mutron y él se darían la mano.
     El espectro extendió el brazo para tomar a uno de los mineros que se encontraba paralizado del miedo y sin pensarlo me interpuse entre los dos con las espadas por delante de mi cara formando una X, inmediatamente el enemigo se detuvo, retirando su brazo para luego atacarme. Solo basto un golpe para que una de mis rodillas tocara el suelo. Su fuerza era abrumadora y esto no había sido un golpe con ganas. Me miró fijamente y preparo su próximo ataque, rápidamente tome al minero y lo arroje a un lado mientras me impulsaba hacia atrás para evadirlo. Su brazo se enteró en el suelo casi hasta la mitad dejando un agujero al retirarlo.
     Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo al darme de cuenta que fuerza descomunal está sujeta a una exactitud y rapidez sorprendente, creí que esto sería fácil pero ahora me estoy arrepintiendo quisiera hirme y olvidarme de comer pero están estos mineros aquí, tengo que actuar como dorado que soy, aunque debería unirme al espectro y matarlos por tontos he inoportunos. Si me hubiera descarrilado y tomado el camino del mal hoy en día seria la pura maldad.
     El enemigo desapareció lentamente mientras sonreía macabramente, pude percibir cuales eran sus intenciones y les advertí a los mineros pero no reaccionaban así que los arroje lejos y mientras rodaban por el suelo:
     -Corran- les grite
     De pronto justo al frente de donde cayeron los mineros, apareció el espectro al destruir una pared sorprendiéndonos a todos, los pobres mineros intentaron regresar corriendo pero no les quedo nada más que morir en el acto. Los mato antes de que pudiera hacer algo por ellos.
     -Ahora si… Te toca- dijo al señalarme y moviendo su cabeza para que me acercase a él.
     Ni que fuese tonto para asele caso y acercarme. Entonces dio un paso hacia mí, supe que tenía que prepararme para lo que venía pero por un descuido que tome al mirar las espadas fui golpeado por un ataque frontal y directo al estómago. Hasta mi alma se quedó sin aliento con tal golpe, caí de rodillas soltando las espadas para llevar las manos al área golpeada, inclinándome hasta pegar la frente del suelo, mientras intentaba recuperar el aliento, no tenía mucho tiempo y menos al estar postrado frente al enemigo, presentí un nuevo ataque así que desaparecí alejándome solo cinco metros pues sin el aliento requerido no podía hacer más. Pude recuperar un poco de aire y poder ponerme de pies, el espectro solo me miraba, esperando que me repusiera. A causa de ese golpe se me quitaron las ganas de comer y por ende de pelear así que lo mejor será planear mi huida.
     -No escaparas. Eres lo suficientemente fuerte como para hacerme evolucionar y no perderé tal oportunidad- dijo el muy desgraciado
     Como rayos supo que pretendía escapar, de igual manera que lo sepa o no, eso no interferirá en mis planes, pero antes de irme tengo que partirle la boca, lo mire a los ojos mostrándole mi tenacidad. Lo que más odio de pelear con enemigos gigantes es que para poder verle la cara tengo que alzar la visa y eso no me gusta.
     Era una criatura muy confiada de su fuerza pero yo también confió en la mía y no dudo en que puedo vencerlo, lo que no tengo son ganas de pelear, si logro darle me asegurare de que le duela. Entonces el muy desgraciado me ofreció su cara para que lo atacara.
     -Ven golpea- me dijo
     Una sonrisa se dibujó en mi rostro casi al instante. Soy delos que piensan que los sujetos muy confiados de su poder son los primeros en morir.
     -¿No lo evadirás?- le pregunte
     -Ni parpadeare- respondió
     Sin borrar la sonrisa de mi cara me prepare para darle lo que me pedía. Subí mi mano derecha casi a la altura del pecho, la cerré y la baje para acumular una gran cantidad de energía en mi puño la cual cada segundo desprendía una onda de energía, luego parte del brazo se agrieto desprendiendo un vapor rojo, la cual era mi sangre en estado gaseoso, el dolor que esta técnica me produce es inmenso pero es uno de mis ataques más poderosos, parte de este vapor comenzó a producir electricidad la cual cubría mi puño junto con el vapor. Le advertí al enemigo, de estar listo y el muy creído acomodo su mejilla y de un impulso casi sónico salte hacia él, recibiendo mi ataque con todo honor. El lugar estallo en una abrumadora explosión.


Capítulo 12

     -¡¡Uf!! Que escandalo… je je je creo que me pase- dije al aparecer fuera de la mina.
     Sacudí el polvo de mi ropa y me puse rumbo al pueblo a resolver ese asuntico pendiente de anoche. No pude terminar con este encargo pero por suerte pude tomar una bolsa llena de oro perteneciente a los difuntos mineros con esto poder comer y beber. A pesar de lo fuerte que le pegue no fui capaz de hacerle daño a esa criatura, espero nunca salga de allí, es sorprendente como reacciono ante mi poder, lo que sí es seguro es que tendrán que escavarla de nuevo para poder entrar. Abecés agradezco ser de esas personas que dejan su orgullo a un lado y prefieren huir a correr el riesgo de morir por sostenerme a la tontería del orgullo.
     Para cuando el sol se encontraba en lo alto del cielo, estaba en el bar asiendo todo un alboroto, destruyendo el lugar con la idea de llamar la atención y como lo esperaba, mi idea dio resultados muy rápido, pues en unos segundos me encontraba rodeado por unos diez sujetos que se aproximaron a golpearme para así detenerme. En primero que lo intento callo inconsciente luego de romperle la cara contra la barra, el segundo voló por el aire hasta impactarse contra el techo y caer retorciéndose del dolor.
     -Maldito no las pagaras-
     -Morirás-
     -Te cortare en pedazos-
     Son las palabras que se podían oír de boca de mis queridos atacantes, todos me atacaron a la vez, patee una silla la cual golpeo y lo tiro patas arriba, cunando me vi con todos enzima me escurrí por el suelo mientras hice caer a dos de ellos al tomarlos por las piernas para luego golpear a uno en el pecho y ponerlo a rodar. Luego de golpear al pobre me levante y mire a los enemigos los cuales se encontraban armados con espadas, cuchillos, mazos con clavos y todo eso, debo decirles que mi boca se abrió involuntariamente, pues en que momento tomaron esas armar, díganme si no es un buen motivo para quedarse boca abierta y para completar la locura desde la barra me miraba un horrible hombre con un hacha inmensa. Me pregunte ¿De dónde salió? Pero tenía ganas de picarme eso era seguro. Abecés creo que soy un imán para los gigantes, estoy seguro que en un 90% de las criaturas con las que me cruzo son el triple o más grandes que yo y con una masa muscular casi mil veces más que la mía, estoy llegando a pensar que todo el mundo está en mi contra. He oído historias de otros guerreros que han cruzado lugares muy peligrosos y ninguna criatura los atacan, ¡ha! pero yo piso fuera del imperio y ya tengo a uno intentando comerme.
     Al paso de unos minutos el grandote me tomo por la cabeza con su enorme mano y me levanto del suelo, cada vez presionaba más fuerte y estaba comenzando a doler. Forceje por un momento pero no podía zafarme así que empuñe una espada para volarle el brazo pero el muy desgraciado me lanzo contra la pared, creo que se dio dé cuenta de mis intenciones. Me incorpore rápidamente pues se me acercaban los demás para rematarme, choque espadas con uno de ellos por un momento pero me arte y comencé mi ataque. Una patada puso a uno fuera del local, los demás se enfurecieron aún más y con gritos de ira se aproximaron y en un movimiento rápido corte un brazos, garganta y hasta costillas partidas que los dejo arrastrándose del dolor. Cada vez eran menos o cada vez más eran los caídos, pero bueno eso a mí no me duele, pues no son mis hombres… El sujeto al cual se le callo el brazo andaba corriendo de un lado a otro, no hallaba que hacer para soportar el dolor, eso me distrajo y por poco me cuesta la cara ya que el hacha de grandote paso volando justo por delante, creo que roso la punta de mi nariz, me puse pálido. Esta se clava en la pared y entonces el muy estúpido se ríe yo apenas y podía parpadear pero bueno reaccione porque si por cosas como estas me quedara en shop en estos momentos estaría muerto. Aprovechando que no tenía su hacha lo ataque, intento atraparme pero me deslice entre sus piernas para cortarlo por detrás, hiriéndolo en un muslo, lo golpee en el oído tirándolo sobre unas mesas las cuales se volvieron puré, rápidamente se incorporó enfurecido pues golpeaba el suelo barias veces antes de ponerse de pies, mientras gruñía, lanzo un par de golpes pero era demasiado lento y los esquive saltando de un lugar a otro y luego el filo de una espada se aproximó desde un costado me agache y devolví el ataque pero fue evadido y el sujeto sonríe por tal hazaña, si supiera quien soy en realidad de seguro pensaría que la fama le llegaría por evadir el ataque de un dorado pero lastimosamente para él ya estaba muerto ya que mientras sonreía no vio cuando le arroje la espada la cual traspasó su pecho y antes de que callera al suelo la recupere. Para ese momento el grandote ya tenía su hacha y se aproximaba con ganas de partirme a la mitad, pensé en correr para evadirlo pero tome la decisión de detenerlo chocando nuestras armas una y otra vez, cada vez más rápido hasta llegar al punto en el que se volvió tan velos que apenas y podía detener sus ataques y seguir sus movimientos.
     -Demonios- exprese para luego alejarme
     Esta situación me estaba asustando de verdad les digo, todo esto es muy raro.
     -De donde carajo está sacando este tal velocidad- dije sin dejarlo de ver
     -Je je je y apenas está comenzando- dijo con voz gruesa
     -¿Comenzando?- pregunte pero no recibí respuesta
     Su expresión me dejo bien claro que esto no era lo más extraño que podía presenciar de él. Lo ataque con intención de estudiar un poco más la situación y tratar de entender lo que sucedía pero increíblemente detuvo mi espada con su mano y soltando su hacha me golpeo con el puño tan fuerte que me disparo hasta la calle destruyendo la pared del local, rodé por el suelo hasta detenerme. Tarde un poco en reponerme pues dolió mucho. Lo que no dejaba de inquietarme fue su manera de detener mi espada con su mano pues ningún ser consciente o inconsciente detendría mi espada y menos así de fácil, asumí que tal vez una poderosa magia lo envolvía.
     Me puse rumbo hacia adentro nuevamente si dudar, estaba decidido a descubrir todo y de una vez destruiría el lugar usando el combate. Soy de los que piensa que hasta no estar seguro a lo que te enfrentas no puedes terminar. El muy desgraciado intentaba salir pero por nada pasaría por la puerta.
     -¿Cómo entraría?- me pregunte
     Acercándome a la puerta y sin esperar lo ataque, esta vez tome mis precauciones, desgraciadamente para él, fui tan rápido que apenas y noto el momento en que lo golpee, salió disparado por el medio del lugar destruyendo todo a su paso, incluyendo la barra y la pared detrás, todo el lugar se estremeció. Corrí hacía él con intenciones de no dejar que se pusiera de pies, empuñando mis espadas salte para clavarlas en su pecho, pero alguna fuerza invisible me detuvo en el aire, apenas y podía respirar.
     -¿Esto qué es?- me pregunte
     No importaba cuanto quisiera liberarme, no podía y de pronto el grandote comenzó a reír mientras se levantaba, una vez se había incorporado solo se quedó mirando con una sonrisa en su rostro.
     -Bájame- le grite
     Solo se encogió de hombros asiéndome saber que no era obra de él, lo que me hizo llegar a la conclusión de que era magia lo que me detenía, quizás la misma que ha reforzado al grandote, por ende proviene de un tercero, no es una deducción muy científica pero si lógica. Odio cuando hay brujería por medio de una batalla, mayormente trato de evitar toda clase de personas que la practican pues nunca se sabe que tan poderosa y peligrosa puede llegar hacer. Si desde un principio hubiera sabido esto no armo tanto alboroto y buscado primero al brujo. Será difícil no hay duda de eso. Comencé a volar por todo el lugar y a estrellarme de todos lados cada vez con más fuerza, esto me hizo sentir mal y al paso de unos minutos de todo aquel daño perdí el conocimiento.
     Cuando abrí los ojos me encontraba sentado en una silla con los pies y manos atadas con cuerdas, pero claramente con un refuerzo y endurecimiento de magia que me impedía romperlas, alce la vista y allí estaba sentado una señora gorda y con pequeños bellos en se rostro, era horrible pero no podía dejar de verla.
     ¿Qué miras tanto?- pregunto con voz gruesa
     Moví la cabeza de un lado a otro mientras miraba al suelo, intentando procesar tal acontecimiento pues ahora me encontraba muy confundido, no podía distinguir si de verdad era una señora o un señor por sus bellos y voz de hombre pero tenía enormes tetas cabello largo y una cara horrible, todo me hacía dudar, en fin pude ver a unos seis sujetos armados con espadas a mi lado. También divise al brujo el cual tenía colgado de su cuello muchos collares y todo eso que ellos usan para la ejercían de su profesión.
     -¿Quién eres?- pregunto la señora
     -Nadie, solo estoy enfadado porque fui robado, page una chica y solo fue a dormir- exprese
     -Jo jo jo ¿es por eso?-
     -Si- respondí
     -Y no sabes que hablando se entiende la gente. Pero morirás ahora, nadie ase lo que has hecho y vive- exclamó
     -Pero hablemos, regresen mi dinero y no los matare- dije mientras la miraba fijamente.
     La vieja soltó la risa, que por cierto era horrible, le faltaba un diente y tenía una perforación en la lengua, cada cosa que veía me traumatizaba más que la anterior, que horror de mujer.
     -Esperen, me parece haberlo visto ante. Su cara me es conocida. Tráiganme un poco de su sangre- dijo el brujo
     Esto no me lo esperaba ese brujo ya me cae súper mal ya lo quiero matar. Uno de los cabrones me corto y llevo el cuchillo con el brujo el cual comenzó a recitar algunas palabras mediante un canto o algo así, no comprendía lo que decía pero tardaría un poco lo cual tenía pensado usar ese mínimo tiempo para escapar, ya que al saber quién soy y estoy aquí atado, mi muerte será horrible. Leydig llamaron a la mujer, que insulto para ese nombre le quitaron lo bonito que era, al ponerlo en tan horrenda cosa. Uno de los nombres que menciono Angeli antes era ella, eso quiere decir que ya está sentenciada a muerte, no podía liberarme solo y tenía que pensar en algo pronto.
     -¡¡¡ya!!!- dije y luego sonreí y la mire sin pestañar con la intención de incomodarla.
     -¿Qué miras?- pregunto
     -Nada señor. Su bigote es muy varonil- respondí
     En cuanto termine esa frase todo el lugar quedo en silencio y se puso un poco tenso, hasta el brujo dejo de recitar brujería y me miraba con cara de sorpresa mientras pasaba la mano por su cara, mire atrás y note que los demás se habían alejado y escuche gruñidos de ira delante de mí. Al mirarla pude darme de cuenta lo grande que fueron mis palabras, la señora estaba echando humo y su respiración era igual que la de una bestia enfurecida, sus ojos parecían dos platos que poco a poco se fueron tornando rojos. De verdad daba miedo.
     -¿Qué has dicho estúpido?- dijo mientras preparaba su ataque
     -Bi-go-tu-da- exprese separando en silabas lo cual la enfado aún más y ataco
     -Noooo- grito el brujo
     Creo que adivino quien era yo he intento evitar que la bigotuda me golpeara, pero fue muy tarde, ya nadie la podía detener. Fue un golpe tan fuerte que los dientes me crujieron, las cuerdas y todo conjuro sobre mí se decidieron. Me encontraba en el suelo viendo estrellitas y logre oír al brujo decir mi nombre.
     La vieja aun no entraba en razón y he intento aplastar cráneo con sus tacones, que increíblemente son muy altos y delgados, aun no entiendo como soportan tanto peso. Como pude evadí los pisotones ya que eran muy difíciles de predecir para cuando pude ponerme de pies la golpee con tal fuerza que partí su cuello matándola al instante. El brujo al ver esto desapareció dejando a los seis sujetos que temblaban al saber quién era yo y cuando di un paso hacia ellos, soltaron sus armas.
     -No pasa nada-dijo uno mientras alzaba sus manos
     -Señor sus espadas y pertenecías están en la sala de al lado- exclamo otro
     -Largo- le dije
     Salieron como alma que lleva el diablo, apenas y pude ver cuando salieron, fueron inteligentes y se rindieron pues hubiera sido una pena matarlos. Soy de esas personas que odia la violencia, es una cosa de malos pero no se puede hacer nada, en la vida siempre hay que hacer cosas que no quieres. Fui por mis cosas para luego terminar con lo que había empezado pues la señora bigotuda era tan solo una de tres personajes principales:
     La señora Leydig: encargada de las chicas una vez traída al local.
     El contador: pone precios a todo incluyendo a los servicios así como también se encarga de suministras el local y abusar de las chicas a su antojo.
     El traficante: es el desgraciado encargado de la trata de mujeres, de amenazar y matar a quien se resista.
     Una vez localice cada uno de ellos debo intentar conseguir el nombre del encargado del negocio en este pueblo y cuando lo tenga le sacare el nombre del jefe de toda esta cadena de malditos.
     Mientras caminaba por el lugar abrí cada una de las puertas encontraba con la intención de hallar alguna información. Revise muy bien cada rincón pero no encontré a nadie, lo curioso es que por ningún lado había ventanas, supuse que me encontraba bajo el bar, volviendo por mis antiguos pasos volví a revisar intentando ver alguna escalera hasta entrar nueva mente donde se encontraba la difunta bigotuda pero luego de revisar esa habitación volví a salir viendo una puerta justo delante.
     -Juraría que esa puerta no estaba allí- exclame
     Extrañamente no la había visto, y se me avía echo extraño que aquellos sujetos desaparecieran tan rápido. Abrí la puerta y encontré las escaleras que tanto busque, al final de ellas se encontraba una puerta batiente al cruzar por esta me encontré con un pasillo muy largo en ambas direcciones que no se podía ver el final de estos ya que no eran rectos del todo. Sin dudarlo me dirigí a la izquierda y al final de este encontré tres puestas en distintas direcciones, abrí la de la derecha encontrándome con el desorden que provoque, a la izquierda la cocina y delante una oficina y en ella un sujeto sentado junto a una mesa con barias torres de oro, me miro y me invito a tomar asiento, así que tome asiento pues es de mala educación rechazar una invitación.
     -¡Vez todo este oro! Todo será tuyo si solo decides irte como si nada hubiera pasado mi querido dorado- dijo intentando sobornarme
     -¿Por qué debería tomar eso?- pregunte seriamente
     -Todo el mundo quiere oro- dijo al acercar un poco de oro hacia mi
     -En otras circunstancias lo tomaría pero me han comprado con algo más valioso que el oro. Prometí matarlos al final del día- le deje bien claro sacando una espada y clavándola en la mesa.
     Debo admitir que eh sido chantajeado antes y muchas veces pero no es porque sea un corrupto ni nada si no que solo acepto chantajes cuando es por un bien de cierta manera que beneficie a un pueblo o ciudadano, por ejemplo: de pronto me encuentro con ladrones que roban comida de almacenes de esos empresarios egoístas que al no regalar la comida que esta por caducar, prefieren que se dañen a un punto exagerado para luego tirarla y así nadie se beneficie. Que pasa con los ladrones que al yo descubrirlos me ofrecen dinero para que no los detenga pero ellos no saben que estoy de su lado, claro que no les digo porque me pagan.
     Al clavar la espada este se asustó echándose hacia atrás y pelando los ojos por un par de segundos, luego con miedo extendió su mano he hiso sonar una campanita, al instante se abrió una puerta detrás de el por la cual entraron diez chicas entre ellas Angeli.
     -Tómalas todas si así lo deseas- dijo el muy desgraciado
     Eso no me gusto para nada y me puse de pies, mire un par de veces aquel angelito hermoso, de verdad Angeli era lo más lindo del lugar. Respire profundo para contenerme y poder concentrarme en la circunstancia del momento, hice señas con el dedo al contador para que se acercara mientras guarde la espada con la idea de que pensara que aceptaría su propuesta.
     -Hablemos. Salgamos hablemos a solas- le dije señalando la puerta
     Una vez fuera.
     -Hagamos un trato. Tu destino es que yo te mate hoy- dije mientras rodeaba su cuello con mi brazo y lo acerqué hacia mi desde un lado. -Dime el nombre de tu jefe y vivirás-
     -No puedo me mataran si lo hago- respondió con terror
     -Pero que dices mi querido amigo, yo acabare con todos- exclame
     Se quedó en silencio sin saber que hacer pero yo no tenía todo el día para esperar, así que lo amenace sacando mi espada y colocando la punta justo en su garganta rápidamente entendió mi idea y hablo.
     -Carlonar, Carlonar- dijo repitiendo
     Sin más palabras quite la espada de su cuello, soltándolo para alejarme y perforarle un pulmón con la espada, me miró fijamente mientras llevaba las manos a la herida.
     -Dijiste que no lo arias- exclamó con dolor
     -Dije que no te mataría, allá tú si te mueres- respondí
     Para que la herida fuese más letal lo patee en el pecho, este abrió la puerta y rodo por el suelo, las chicas se asustaron. Las mire a cada una, evitando ver más de dos veces a Angeli pues no se sabe si entre ellas hay alguna privilegiada del negocio, me di la vuelta y levante el brazo.
     -Pronto acabara- palabras que solo ella entendería
     Entonces abrí la puerta de la cocina, tenía un poco de hambre y el estómago es el que manda, allí encontré algunos postres y me los comí. Recordé que algo muy importante se me paso por alto y fue haberle preguntado al contador el lugar en donde encontrar al encargado. Cuando termine de comer y me disponía a hirme note seis ojos que me observaban, pertenecientes a tres señoras que me extraño no haberla visto al entrar, quizás esté perdiendo mis sentidos pero juraría que esta cocina estaba sola o tal vez me nuble con los deliciosos dulces que no me percate, me dio un poco de pena y para cambiar un poco la situación les lance una pregunta al aire.
     -¿Sabe alguien en donde puedo encontrar a Carlonar?-
     Pregunte pero no pensé que ellas supieran algo, para mí sorpresa me dieron más información de lo que esperaba y sin darles las gracias me marche. A un tenía ese dulce sabor en mi boca, me hubiera gustado traerme unos cuantos para el camino pero no se pudo. Salí del local, ya era un poco tarde y el sol se ocultaría alrededor de una hora, primero matare al encargado y luego iré por el traficante, por lo que me informaron las cocineras, estaría llegando esta noche, solo espero no ver más a aquel brujo odiaría pelear. Soy de los que piensan que es mejor tener distancia de los que practican lo oculto pues hay hechizos y maldiciones muy peligrosas. El brujo parece saber mucho. A unas cuantas cuadras pasando por frente a una biblioteca, cruse por un callejón un poco más adelante y encontré una puerta resguardada por dos sujetos que al mirarme se acercaron con sus espadas y antes de que dijera algo me atacaron, detuve los ataque con un choque de espada que no duro mucho pues los golpee cayendo desmallados. Abrí la puerta esperando ver enemigos pero no encontré a nadie, solo dos puertas más, abrí una y esta estaba vacía la otra llevaba a un pasillo con otra puerta al final y justo cuando tome la manilla para abrirla esta vuela en mil pedazos. No sé cómo ni cuándo pero me vi envuelto por una enorme mano que me tomo por el cuello y prácticamente toda mi cara mientras me levanto del suelo. No podía ver más que el brazo saliendo desde dentro el cual un segundo después me llevo hacia él, fue entonces que note que era el grandote de antes, el del hacha aunque estaba un poco cambiado de la última vez, la magia lo estaba transformando en una horrible criatura, si, más de lo que ya era, hasta su color de piel se estaba tornando morado con cuernos y cabello blanco con rojo, sin mencionar que aparentaba ser más fuerte. Antes de que me plantara contra el suelo pude notar a dos personas más en la habitación.( esta habitación es bastante amplia tanto de alto como de ancho). Uno era el brujo el otro supuse que era Carlonar.
     Mientras estuve en el suelo trate de hallar una manera fácil de acaba con todo esto pero la magia del demonio lo dificultaba todo. Rodé por el suelo para evadir un golpe aplastante y luego me incorpore. La mejor manera que encontré para acabar con esta locura, fue matar al brujo primero que todo, ignore por completo al grandote y dirigí mis ataques al conjurita, lanzándole una espada, lo tome por sorpresa y por poco le traspaso el cabeza luego de eso todos los demás ataque fueron detenido por el grandote por lo cual me harte y decidí matarlo primero para desproteger al brujito. Soy de los piensan que si el plan “A” no funciona ni el “B” y así sucesivamente hasta llegar al plan “I”  el cual consiste en improvisar indefinidamente.
     -Este sujeto con cada momento que pasa se hace más fuerte, la magia lo está mutando- dije mientras me encontraba delante de el
     -Te aplastare- dijo con voz endemoniada mientras alzaba su hacha por encima.
     Hice un salto hacia el con la intención de separar su cabeza del cuerpo pero con una velocidad impresionante dejo caer el hacha, por suerte pude reaccionar y cubrirme a tiempo. La fuerza del choque de hacha y espada me impacto contra el piso asiéndome rebotar barias veces como piedra lanzada horizontalmente en el agua, me incorpore y corrí a un lado intentando hallar el momento preciso para atacar. Al encontrarlo salte hacia el como una flecha, preparado para cortar su cuello pero el muy desgraciado reacciono más rápido de lo que esperaba golpeándome con su mano abierta, mandándome hacia la pared, una vez me estrelle contra ella reaccione y aparecí detrás de él, al intentar cortarlo se inclinó adelante impidiendo hacerle una herida profunda en su espalda. En situaciones como estas desearía tener una espada más larga. Aprovechando la situación de esta misma oportunidad clave la espada en sus costillas intentando perforar el corazón pero calcule mal o la espada era muy corta y no logro llegar, pero no parecía sentir dolor alguno y eso dificulta un poco pues el dolor es un medio importante de infundir miedo por ende es una debilidad, pero no importa lo decapitare.
     Luego de eso se alejó un poco para intentar atraparme y aproveche para atacarlo nuevamente pero fui bloqueado por su hacha. Aparecí por detrás para cortar los nervios de sus piernas pero salto en el último momento y alguna fuerza desconocida me tiro al suelo sin dejarme levantar y ya se podrán imaginar lo que paso con el que había saltado, pues me aplasto, uno de sus pies pisaba mi cabeza y el otro mi espalda, el suelo se rompo, aun no sé cómo mis huesos singuen intactos pero definitivamente no podía moverme, esto es injusto en una batalla por cosas así es por lo que termino hartándome y la diversión de la pelea se arruina. Luego de un momento el tipo se acordó de que yo no era una alfombra y se quitó de encima para luego levantarme he intentar exprimirme cada vez con más fuerza y no podía moverme para intentar escapar.
     Cerré los ojos con la esperanza de poder concentrarme lo suficiente como para freírlo de una buena vez, al poco momento sentí un alivio en la presión de mi cuerpo y cuando abrí los ojos lo primero que vi fue el ave de retorno al imperio clavada en el rostro del enemigo. Esta era la segunda que la ha enviado desde que escape pero no puedo regresar.
     -Tendré que apurarme, no puedo permitir una tercera ave...- dije
     El grandote había retirado el ave de su cara que por cierto le destrozo parte de la boca esa fue mi oportunidad para ejecutar mi movimiento, en un destello desaparecí de entre sus manos dejando barias chispas en el aire y antes de que su cerebro pudiera procesar lo que sucedía coloque mi mano en su pecho segundos más tarde su piel se fue hinchando desde dentro, tiene suerte de no sentir dolor pues debe ser horrible sentir como se fríen tus órganos vitales.
     -Después de esto no creo que ninguna magia te levante- dije al quitar mi mano
     Tome la espada del suelo mientras el grandote cae al suelo, el brujo parecía asustado, le sonreí para luego aparecer frente de él, este retrocedió al instante.
     -¿Qué has hecho?- pregunto con miedo
     -Magia- respondí con una sonrisa
     Entonces lo golpee con mucha fuerza en el rostro, este pego de la pared con el cuello ya partido. El encargado salió corriendo, que decepción sentí pues pensé que sería un digno adversario, no tenía ganas de seguirlo así que le tire la espada recuperada, esta fue directo al corazón. Mientras este cayó al suelo, se oyó una voz.
     ¿Qué demonios sucede aquí?-
     Al mirar pude ver a un hombre con un cuerpo muy escultural.
     -¿Quién eres?- pregunte
     -Copo el traficante- respondió
     Es ese mismo momento en el que dijo su nombre se había sentenciado a muerte y sin intercambiar más palabras le arroje la espada, la cual se enterró en su hombro pero este no hizo ningún gesto de dolor, solo me miró fijamente y retiro la espada, supe que era fuerte pero no tenía más tiempo que perder en peleas, así que recupere la espada del cuerpo del encargado para luego aparecer y clavarla por la garganta de aquel sujeto y sacarla por su cabeza, me miro por unos segundos pero no tardo en morir, retire la espada para dejarlo caer.
     -Se terminó- dije al salir del lugar.


Capítulo 13

     Fui por Angeli, al llegar no la vi con las demás chicas, por una milésima de segundos me preocupe pero luego decidí preguntar, al pareces se encontraba en el baño, no quise esperar así que fui por ella la cual encontré saliendo del baño, sonreí al verla, ella corrió y me abrazo con fuerza.
     -Gracias, gracias- repetía una y otra vez entre lagrimas
     -Ya todo acabo, no tienes que temer nunca más- dije al corresponder a su abrazo.
     La tome de la mano y salimos de allí pues los guardias del reino encargados de la seguridad ciudadana en este pueblo se estaba movilizando, muy tarde, veo que no son muy eficientes en fin nos dirigimos a un extremo del pueblo hasta una posada en donde pasaríamos la noche y al amanecer dirigirme ya desde este punto al este, que estaría llegando por detrás de las montaña del norte del imperio, para luego dirigirme a la base más adelante en donde espero encontrar las respuestas de lo que sucedió con los diamante y luego llevare Angeli a su hogar. Le informe a ella mi relación con el dios Ángelus al rebelarle que soy un dorado y cuál fue el motivo por el que eh llegado a este pueblo, no le dio demasiada importancia el hecho que yo fuese un dorado o un diamante o al poder que poseo ante la sociedad, para ella tal vez yo solo sea lo mejor que le ha pasado en mucho tiempo.
     -¿Por qué quieres ir en esa dirección? Dicen que es peligroso- expreso
     -¿Peligroso? No creo allá peligro- dije
     -Hoy hablar un anciano sobre el lugar llamado cráter en donde dijo haber visto la masacre más grande que pudo presenciar, dijo que los diamantes mataron a cientos y luego una lluvia de rayos callo trayendo consigo a un chico que acabo con cientos más… entonces hablo de que los diamantes pelearon entre ellos- aclaro Angeli
      No esperaba escuchar eso pero ahora más que nunca debo ir a ese lugar por más información. ¿Una lluvia de rayos? ¿Será posible que lo hayan encontrado. Que el cristal del trueno por fin se dejó ver? ¿Por qué selmon no menciono nada al respecto?
     Al día siguiente salimos a primera hora, pasamos cerca de las minas Gral siguiendo el camino nos llevaría hasta el cráter, la hora estimada que tenía en llegar a nuestro destino eran alrededor de tres horas y al paso de 120 minutos me preocupe por Angeli pues no sabía si estaba cansada, pero me limite a no preguntarle porque no mostraba ninguna señal de cansancio, la observe por un momento, me pareció increíble y hermoso su fortaleza, parece tan frágil aunque nunca ha dejado de luchar en contra de sus adversidades, a pesar de lo poco que la conozco sus ojos me muestran su vida, sus caídas y sus fortalezas, un alma pura que han intentado corromper. Tal vez digan que yo soy como la paradoja que me contradigo a mí mismo con lo que digo y lo que termino haciendo por ende soy difícil de entender y tienden concluir que soy mentiroso o falso, pero de corazón les digo que daría mi vida por la de ella. (Se dio de cuenta que la observaba me miro y sonrió.
     -¿Estas casada?- pregunte
     -Para nada me encanta caminar- respondió
     Un poco después llegamos al borde del cráter, el cual se encuentra en un lugar muy desolado, en donde las plantas no cresen pues el suelo se volvió estéril tras impactar el meteorito hace 300 años. El cráter tiene una envergadura de diez kilómetros, se cuenta que fue un cataclismo casi mundial, producto de este impacto. Desde el borde puedo rectificar lo que Angeli menciono antes pero no eran cientos si no miles de tumbas lo que se podía observar desde aquí, todo el suelo alrededor del meteorito se encontraba adornadas por cruces echas de madera, rocas o con espadas. Este lugar se había convertido en un cementerio pues no podía ser más nada que eso.
     -¿Pero que es todo esto? Es un paisaje que produce miedo- dije mientras bajaba
     Baje y camine el área con la esperanza de encontrar alguna pista, algo que realmente ni yo mismo sabía lo que buscaba pero entre esas tumbas se encontraba dos que atrajeron mi atención pues en ellas se encontraban las armas de dos diamantes que reconocí a quien pertenecían, aparte de que tienen grabado los numero 1 y 2. El numero uno pertenece al capitán del grupo Richard el duro y el numero dos a Ranta la hojilla, se me es difícil creer que estos dos personajes estén muertos, la piel se me eriza pues el duro se encontraba en un nivel que igualaba al de los lores. Pedí a Angeli que se alejara un poco porque tenía que comprobar sus cuerpos así que escave hasta comprobar que eran ellos, los cubrí de tierra nuevamente pero debo admitir que tengo miedo, quien los matos es capaz de acabar con los dorados con facilidad. Tome Angeli de la mano y nos apresuramos en salir de ese lugar lo antes posible.
     -Esto es peor de lo que pensaba-
     Angeli solo se limitó a seguirme el paso. Era muy peligroso quedarse en ese lugar y una vez arriba localice la montaña conocida como el pico de mando pues en ella se encuentra una base militar del imperio, es el lugar a donde pudieron haberse dirigido los dos diamantes para tratar sus heridas, claro supongo esto, ya que solo encontré dos tumbas y Selmon está en el imperio. Estaba lejos pero era el lugar más seguro así que nos dirigimos hacia allá, cabe destacar que detrás de esa montaña se encuentra un pueblo cubierto por la nieve llamado Nive, es un pueblo muy raro, solo cae nieve en él.
     Caída ya la tarde, nos encontrábamos subiendo la montaña por el camino principal que lleva a la base. Un poco más arriba fuimos intersectados por soldados que al mostrarle mi brazo se tranquilizaron un poco pues estaban muy a la defensiva, nerviosos y muy tensos.
     -Por fin llegaron los refuerzos- dijo uno
     -Pero es solo un dorado- dijo otro desde lejos
     -Si dos diamantes están muertos y dos se ocultan aquí como creen que un dorado nos protegerá-
     -Dejen su pésimo optimismo para después y díganme en donde están los diamantes- pregunte
     Era claramente que tenía miedo de algo pero mis dudas no las pueden responder ellos, así que subimos hasta la base. Esta se encontraba muy resguarda, me sorprendí al ver tal rigidez en la vigilancia, fuimos llevados ante los dos diamante, (el 4to Taro el Negro y el 5to Ripu el Rino)
     -He pero si es Iker- dijo Taro con una sonrisa.
     Rino es un poco serio y solo se limitó a mirarnos, pero Taro es muy buena gente y muy divertido, siempre tiene una historia y un chiste que contar.
     -El emperador ya está enterado-
     -¿Enterado? – pregunte
     -Acaso no están aquí por el mensaje que enviamos – dijo Taro con una sonrisa
     -Pero si Selmon apenas y se mantenía consiente, no dejaba de balbucear incoherencias antes de caer en coma.
     Ambos se miraron a la cara.
     -¿Selmon, está vivo?- pregunto Rino con extrañeza
     -Enviamos un soldado, con el mensaje, ¿Cómo llegaste aquí?- dijo Taro
     -Selmon menciono algunas palabras y provenía de esta dirección, así que decidí darme una vuelta sin consentimiento de Ángelus- dije
     -Demonios- dijeron
     Sus caras cambiaron drásticamente, mostrando una gran preocupación, primera vez que los veía de esa forma, claro tampoco es que los veía a cada rato pero ellos siempre mantenían una seguridad y fortaleza que los distinguía, aunque parecían arrogantes y provocaba matarlos pero ahora solo me dan lastima, si no estuviera Angeli aquí me burlaría de ellos pero me preocupa esa inquietud que cargo en el cuerpo, ¿Qué sucedió para que se encuentren el esa situación? Una pregunta que me hacía a mí mismo. Pedía a Angeli que saliera un momento pues estos dos desgraciados la estaban mirando mucho y no me gusta. Pedí informarme de lo sucedido. Dijeron haber seguido al enemigo hasta nive tras muchas batallas por fin se encontraban cerca de la princesa. Ellos dos se habían quedado en el pueblo mientras los demás se fueron al cráter en donde lucharon con el enemigo pero para cuando llegaron se encontraron con una masacre y solo un hombre se mantenía de pies, su piel era oscura y sus ojos negros, prácticamente parecían desprender oscuridad hasta por los poros del cuerpo. El sujeto los ataco pero lograron huir…
    Los había escuchado atentamente esperando escuchar algo sobre el cristal del trueno pero no fue así, algunas cosas encajaban con lo dicho por Angeli, pero algo no encajaba en toda esta historia y entonces recordé algunas palabras de Selmon, esta se repetía una y otra vez en mi mente, “traición”. Entonces una gran desconfianza creció en mí, pues soy de esas personas que cuando desconfían no creen ni en la existencia del aire y estoy más que seguro que estos dos cabrones nos han traicionado y quien sabe desde cuándo. Salí y lleve a Angeli al otro extremo del lugar en donde se podía ver el pueblo Nive.
     -Necesito que vallas allí y me esperes- le dije
     -¿Porque, que sucede?- pregunto
     -Este lugar es peligroso-
      Le di un beso en la frente y la abrace. Evidentemente no se quería ir, pues a cada paso que daba volteaba a verme con tristeza, tampoco quería que se fuera pero era por su seguridad, allí me quede mirándola hasta que entro a la seguridad del pueblo, para ese entonces apenas y podía verla desde esta distancia, la noche ya estaba cayendo y dificultaba mucho la vista.
     Esa noche transcurrió tranquilamente y pude dormir. Al siguiente día me encontraba en la orilla del precipicio en donde recibí los primeros rayos del sol, desde aquí se puede deleitar un gran paisaje y me hace recordar el hogar de los nómadas, en fin la mañana transcurrió bastante alegre con uno que otro chiste de Taro y la brisa que sopla por aquí era muy refrescante. La cosa se puso un poco agitada cuando pasaron las 4pm de la tarde cuando ya el sol ya se había ocultado detrás del pico de la montaña, los soldados capturaron y mataron a dos guerreros de la raíz intentando escalar la montaña y justo antes de anochecer el enemigo se movilizo de repente, la primera garita del camino sonó la alarma, nosotros nos encontrábamos en un salón y note los nervios de los dos diamantes.
     -Ya están aquí- dijo Rino al tomar su espada, lo mismo hizo Taro y salieron
     Me limite a solo empuñar una espada y mirar por la ventana, quizás me excedí al desconfiar de ellos tal vez solo tenían miedo pero aun así fueron a luchar. Al rato salí y pude observar una gran cantidad de enemigos, eran miles pero ya muchos habían caído a manos de los diamantes que con cada movimiento mataban por docenas, erran guerreros negros de Lili. Mi respiración se aceleró no se el motivo pero cuando me disponía a unirme me percaté de que no traía las espada, me resulto muy raro pues recuerdo haber estado empuñando una así que entre a buscarlas y cuando regrese a la puerta para salir me encontré con Rino, me asuste al abrir la puerta y verlo allí pero algo extraño note en él, pues su piel estaba oscura y sus ojos negros como si la oscuridad la traerá consigo, un aura maligna lo envolvía y sin mediar palabras me ataco, tirándome hacia atrás lo evadí para luego contraatacar con una patada doble justo en su pecho mandándolo por el aire y seguidamente callo por el precipicio, en ese ínstate vi el reflejo de otro sujeto a un lado de la puerta, entonces proseguí a cerrarla rápidamente, no estaba seguro de quien era pues no me detendría a preguntar pero en mi mente creía que era Taro. Alejándome de la entrada me oculte detrás una pared en donde podía ver por una ventana hasta la puerta que a los pocos segundo se abrió y entro un sujeto de apariencia arrogante, 1,80 de alto, piel morena, cabello negro y no traía camisa ni calzado, solo vestía un pantalón corto. Lentamente camino en mi dirección, intente moverme pero mi cuerpo no reaccionaba, las manos me temblaban y el sudor no cesaba, no podía creer que el miedo me había dominado pero no entendía del todo de dónde provenía tal temor.
     Una vez lo vi mejor me pareció que su piel no era normal y aun mas su manera de entrar en terreno enemigo, ha invadido nuestra base sabiendo de nosotros y aun así no parece haber tomado ningún tipo de precauciones, eso me hace pensar que no nos ve como una amenaza hacia el…pude moverme y escabullirme entre algunas puertas hasta quitarme de su dirección pero al verlo este había cambiado de dirección y ahora se dirigía a mi posición actual. Dijo algo en silencio pero pude leer sus labios.
     Te atrapare Iker- eso dijo
      Pero porque rayos me quiere a mí y ¿cómo sabe de mí? si ni siquiera me ha visto bien-
     Salí lo antes posible de ese lugar para ocultarme al final de una pendiente entre algunos arbustos y allí me quede mirando hacia arriba. Odio huir pero ese instinto de sobrevivencia me dice que debo escapar, que no estoy al nivel de ese sujeto. Le di miles de vueltas al porque ese sujeto dijo mi nombre y tal vez Burun el fantasma les allá informado de nuestro encuentro, no estaba equivocado al pensar que pondrían interés en mí, ahora si estoy en serios problemas. A los pocos minutos lo vi caminar al borde de la pendiente pues era obvio que venía por mí, su cuello no lo giro pero sus ojos miraba en esta dirección, me paralice nuevamente no sabía que hacer así que intente desaparecer mediante la estática y huir hasta el pueblo pero se me era imposible ejecutar mi habilidad y la desesperación creció en mí, luego de intentarlo un par de veces pude notar que mi brazo y piernas tocaban un alambre de púas extendido por el lugar, entonces entendí que era eso lo que impedía la ejecución de la estática pero mi cuerpo aun no reaccionaba lo suficiente como para apartarme del alambre. El sujeto se encontraba delante de mí mirando al suelo oscuro y extendió la mano entre los arbustos.
     -Demonios- dije al cerrar los ojos he intentarlo por última vez y fue cuando me aleje del alambre y desaparecí en el último momento…
     Caí a una gran velocidad en la nieve de los alrededores del pueblo Nive rodando unos 100 metros antes de detenerme y poder entrar al pueblo para ocultarme. No me encontraba muy lejos de la entra por donde entro Angeli pero buscarla en este momento sería ponerla en peligro así que me dirigí a una posada, al entrar me encontré con una chica de cabello castaño.
     -Bienvenido- dijo
     Camine hacia ella.
     -Necesito una habitación- dije al descubrirme el brazo.
     -Claro- dijo con una sonrisa
     -Segundo piso 3era puerta a la derecha- dijo al entregarme las llaves.
     Al tomar la llave rose sus dedos, los tenía muy cálidos, poseía una sonrisa muy linda y ojos coquetos. Antes de subir por las escaleras mire mis manos las cuales aún temblaban pero se me era difícil saber si era por el frio o por miedo. Uno de los escalones crujió, voltee y la mire.
     -Lleva tiempo así- dijo encogiéndose de hombros muy simpáticamente sacándome una sonrisa.
     Es increíble y muy raro encontrar a una persona tan feliz, con ojos que no muestran preocupaciones, si Angeli no hubiese robado mi corazón esta no sería una mala opción. Llegue a la puerta de la habitación pero luego de un par de minutos no había logrado abrirla, la cerradura estaba mala y la llave daba vuelta sin soltar ni pasar algún pasador por suerte pude agarrarle el truquito y abrirla. Al entrar fui directo a la cama en donde me tire mirando al techo pensando en lo que había sucedido, así estuve hasta que me dormí.
     Al otro día la chica toco a la puerta lo cual me despertó, me había traído el desayuno no lo esperaba y por un momento dude en tomarlo pero su sonrisa y ojos no me mostraba alguna malicia, a pesar de que soy de esas personas que muy poco confían pues todo tiende a ser mentira y falso a veces hasta el mismo aire que respiras no es real, en fin me comí la comida, esperando como mínimo ser envenenado pero por suerte no fue así. En la habitación se encontraba un hermoso cuadro que parecía reflejar la fe o la esperanza (una pequeña planta de fuego que ardía sobre un pedazo de tierra que flotaba en el mar abierto bajo una gran tormenta pero a pesar de eso le fuego no se extingue)
     Baje para salir he irme pero antes me acerque a la chica que se encontraba con un señor que aparentaba ser su padre y entregue una tarjeta la cual contiene mi nombre y firma, todo el mundo sabe que a quien se le entrega una de estas tarjetas se le es pagado por imperio su peso en oro. Al principio dudaron en recibirla pero la puse en su mano.
     -Gracias- dijo la chica
     -Gracias señor- dijo el viejo
     -Coman mucho, su peso es oro- dije con una sonrisa para luego me marche.


Capítulo 14

     -Segura que podrás reconocerlo- pregunte
     -Sí, segura- dijo Angeli
     -Sigamos buscando-
     Hace ya unas dos horas me encontré con Angeli al verla por la ventana de una posada, recuerdo haberla mirado por un momento debo aceptar que es muy hermosa, exactamente como me gustan y les estaría mintiendo si les digo que no he pensado en escaparme con ella, dejar todo, pero hay que tener en cuenta que este mundo se está balanceando en un futuro incierto pues el enemigo se mueve a pasos certeros, puede que la tranquilidad no dure mucho. En fin necesitaba confirmar la versión de los diamantes y que otro mejor que el anciano al que oyó hablar Angeli en Gral. Ella me aseguro reconocerlo así que nos pusimos en su búsqueda, aunque tal vez era algo inútil pues nadie nos aseguraba que el anciano esté en este lugar, sin mencionar que era una búsqueda arriesgada y contra la suerte ya que el enemigo está cerca, les aseguro que no dejaran pasar la oportunidad de acabar con otro de nosotros, una vez tenga la información regresare de inmediato al imperio lo antes posible.
     A pesar de que el sol brillaba con intensidad, el frio y la nieve aquí era increíble, el calor del día parecía alejarse de este lugar, pues creo que ni un copo de nieve se derrite. Soy de esos que creen que la nieve debería derretirse pero buen por aquí todo desafía a la lógica.
     Buscamos y preguntamos por este viejo en todas partes pero nada, nadie sabía de él. La tarde callo y luego la noche, las esperanza era escasa, entonces fue cuando Angeli vio a lo lejos a alguien que nos dio esperanza. Nos encontrábamos en un extremo norte del pueblo junto a una plaza.
    -Vez aquel enano de allá, pues estaba con el señor aquella vez- dijo señalándolo.
    Nos acercamos pero cuando le toque el hombro para comenzar con la conversación este al verme se puso a correr.
     -¿Qué le paso?- exclamo Angeli
     Me encogí de hombros y camine detrás de él.
     -No me atraparas- grito el desgraciado enano.
     -No creo llegues lejos con esas piernitas- le dije
     Este miro hacia atrás y mientras mordía su labio de abajo me mostro su dedo del medio.
     -Púdrete- dijo
     Me pareció chistoso así que reí y parecía ser una persecución muy divertida pero el enano a pesar de tener piernas tan cortas, corría como diablo. Lo seguí por unos minutos hasta que me harte y lo alcance, tomándolo por el cabello para luego alzarlo al suelo.
     -Suéltame-
     Gritaba muy enojado mientras lanzaba golpes pero con esos brazos tan cortos no me alcanzaba, se veía muy gracioso y no pude aguantar la risa. Se enojó aún más y saco un cuchillo para cortar mi brazo, pero se lo quite y le di dos coscorrones.
     -Cálmate enano- le dije al tirarlo contra el suelo
     Justo cuando lo iba a patear para que se tranquilizara, parecía una lagartija, Angeli me detuvo...
     -Oye tranquilo solo queremos preguntarte algo- expreso Angeli
    Entonces fue que se calmó, supongo que fue al ver tal belleza. Ella lo ayudo a levantarse y luego se sentaron en un asiento público de la plaza, yo me quede de pies. El enano no dejaba de verla, eso me estaba enojando y dando miles de ideas de como matarlo.
     -No la mires tanto- exclame
     Ambos me miraron, me sentí un poco apenado así que mire en otra dirección.
     ¿Cómo te llamas?- le pregunto Angeli
     De hecho me llamo Enano-
     Se oyó un chirrido de riza en el lugar producido por mí pero como no querer reírse si el muy tonto dice llamarse enano, por dios es un enano.
     -Estamos buscando al anciano que estaba en Gral, el que hablaba de aquella matanza-
     -¿Hablas de Míguelo? Él vive allá justo donde brillan aquellas dos luces- respondió
     ¿Y se encontrara?-
     -Claro acaba de llegar- dijo
     -Gracias- agradeció Angeli para luego dirigirnos a esa casa.
     Tocamos a la puerta y fuimos recibidos por el anciano el cual reconoció a Angeli. Amablemente nos relató lo sucedido en el cráter, su versión me sorprendió. Dijo haber visto como el enemigo controlaba a los diamantes para hacerlos pelear entre ellos, no conto detalles pues había sido un suceso muy tráumate pero amenos pude saber cómo murieron Richar y Ranta, cosa que me dejo atónito, debo decir que no esperaba menos del Duro, pero lamento y muchos lamentaran que un guerrero como el allá caído tan pronto, su fuerza será extrañada, los diamantes aran falta para esta guerra que se aproxima, aunque el mismísimo Ángelus ignore cualquier guerra futura. Algo me dice que muy pronto el caos estallara en todos los reinos ya que aunque nosotros andemos enfocados en la situación del imperio es seguro que estamos ignorando todo suceso que se esté llevando a cabo en cualquier otra parte del mundo.
     De pronto se oyó un grito seguido de otro con un tono más alto perteneciente a una mujer, el primero pertenecía a un hombre, este alboroto provenía de la plaza, entonces empuñe una espada y lo primero que paso por mi mente fue que los ladrones estaban haciendo de las suyas pero al mirar por la ventana se me pusieron los pelos de punta y muy pálido me puse. Allí estaba aquel sujeto de antes, acompañado por unos 30 guerreros de la noche se encontraba interrogando al enano pero sé que el sujeto ya sabe mi ubicación.
     -Ya están aquí- dije mientras empuñaba mi otra espada.
     -¿Quiénes?- pregunto Angeli confusa
     -Los subordinados de Lili la oscura. Escúchame anciano cuida de ella con tu vida, no es la princesa de este mundo pero es mi princesa, protégela y te are nadar en riquezas-
     No se preocupe soy ex capitán de las fuerzas del imperio en este pueblo, vamos jovencita- dijo al tomarla de la mano.
     Angeli estaba preocupada he indecisa de ir y dejarme solo, la mire a los ojos y la bese, fue muy rápido pero que labios más suaves y tiernos.
     -Lamento que allá sido así. Pero necesitaba un motivo para no dejarme matar. Váyanse- dije con una sonrisa
     -Confió. Vuelve- dijo con lágrimas en sus ojos, para luego salir por la puerta de atrás.
     Respire profundo y exhale para luego descubrir mi brazo de oro y así evitar cualquier pregunta referida a quien soy. Le di una patada a la puerta asiéndola bolar, tenía la esperanza de que golpeara a algunos pero se encontraban muy lejos y la termino entre la nieve, antes de que voltearan a verme desaparecí y en cuestión de segundo comenzó a caer el enemigo, uno tras otro y otro tras otro, sus miradas expresaban temor al no saber que los estaba matando, al paso de siete segundo ya había derribado a más de la mitad y fue entonces que puse la mirada en el desgraciado de antes, el cual se encontraba mirando a sus compañeros caer claro con efectos retardados. Lo ataque sin titubear con la intención de desprenderle la cabeza y acabar con todo esto tan rápido como pueda y así evitar cualquier complicación y justo cuando expando la estática para poder atacar, mi ataque fue detenido, la sorpresa hizo materializarme (cabe recordar que esta habilidad es para el viaje mediante la estática en el ambiente y al usarla como ataque me deja expuesto a daños más grave de lo normal ya que al moverme en la estática mi tamaño se disminuye, hay veces que puedo ser tan pequeño como una hormiga pues el tamaño depende de la cantidad de estática pero para ejecutar un ataque tengo que expandir la cantida necesaria de estática para poder tomar mi tamaño normal, es allí en donde estoy expuesto por completo) Al pareces descubrió desde donde me acercaba, detuvo la espada con un cuchillo he inmediatamente me aleje, no puedo arriesgarme.
     -¿Electricidad? Así que tú lo posees- dijo con una voz gruesa mientras me miraba con intimidación.
     Esta vez mi cuerpo reaccionaba perfectamente, no puedo sucumbir en el miedo ya que Angeli está cerca. Que desperdicio de vidas tener que matar a tanto pero la mía está en peligro y debo defenderme. Solté una espada para luego mirar la palma de mi mano derecha.
     -¿Lo tengo?¿enserio lo crees? ¿Crees ganarme entonces?- dije con una sonrisa
     -Mataste a muchos de los nuestros en el cráter, para cuando llegue no estabas así que le hice cosas muy feas a tus amigos pero los dejaste morir. Hasta estos dos últimos luego de torturarlos, seguían negando que lo tuvieran de su lado, ¿Por qué escapar y dejarlos morir?- expreso
     No hay duda que soy un estúpido al estar delante de este sujeto y no haber escapado antes. La seguridad de este sujeto me inquietaba pero me aterra su manera de hablar refiriéndose a los diamantes, como si fueran cualquier guerrero que pudo haber matado sin ningún problema. Demonios acaso no eran los guerreros más letales, los elite de Ángelus, esa fuerza que superaba a los dorados, pero la pregunta es ¿Qué demonios hago yo delante de este monstruo, sabiendo lo que hiso con los diamante? En fin ya estoy en esto veamos cuánto dura mi aliento.
     -Iker 5to dorado no temas que tu vida no acabara aquí, las ordenes son llevarte con vida. Entonces dialoguemos ¿bienes por las buenas o voy por ti a mi manera?-
     -Si voy contigo ¿Qué me espera?- pregunte
     - De seguro la muerte, claro luego que obtengan lo que quieren-
     -je je je y me crees estúpido de ir luego de oír eso- dije para luego tomar la espada.
     Miren a este creyendo que diciéndole la verdad a la presa esta se dejara comer. Los demás guerreros se estaban acercando lentamente así que me mantuve atento, poco después todos me atacaron y entonces comenzó a correr sangre nuevamente, la nieve se tiño de rojo, mientras que con movimientos letales los extermine a todos, en otras circunstancias abría jugado un poco más pero no es la ocasión. Ya solo quedaba él y no tardo en aproximarse con sus puños desnudos, está claro que es un sujeto de combate cuerpo a cuerpo pero el que solo traiga consigo un cuchillo me hace pensar que será fácil picarlo en rodajas y esparcirlo por el lugar. Un ataque se acercó a mi cara, lo detuve al cruzar las espadas pero su fuerza era tan abrumadora que Salí volando por el aire dando vueltas sin control, para cuando pude orientarme he intentar incorporarme, este apareció de la nada y de un golpe me impacto contra el suelo con tal fuerza que se produjo una onda expansiva que hizo volar la nieve del lugar y crear un pequeño cráter. Me había dado justo en el rostro dejando mi cabeza y hombro casi enterado mientras las piernas quedaron al aire, debo decirles que el muy desgraciado me hizo sangrar por la boca. El dolor me tenía paralizado, la fuerza de este sujeto por poco me deja inconsciente, luego me tomo por el pie y como a un muñeco me volvió a plantar contra el suelo para luego arrojarme contra algunos asientos de la plaza, como pude me incorpore y había perdido una de las espadas, intente localizarla pero no logre verla.
     -¿Quién demonios eres?- pregunte
     -Ulises el General oscuro. Primera sombra de Lili- respondió
     Mi cuerpo se erizo al oír eso. En ese momento entendí todo mi miedo, fui ingenuo al pensar que me enfrentaba a una de las estrellas de Lili las cuales están por debajo de las sombras pero no hay manera de ganarle a este sujeto. Se suponía que este era el hombre con el cual Richard el Duro se enfrentaría alguna vez, que supuestamente se igualaban en poder pero el Duro murió por su mano. Soy de los que odia huir pero prefiero eso a morir.
     -¡¡Las sombras de Lili aquí!!...¿La princesa, ustedes la raptaron?- pregunte
     -Por supuesto, acaso piensas que era una misión para guerreros de menos rango y pues soy el único que anda en estos momentos por aquí ya que mate a las demás sombras luego que perdieran contra los diamantes- exclamo
     Este sujeto esta desquiciado. Demonios porque siempre me tocan los sicópatas, mato a sus compañeros y lo dice así como si nada, sé que si yo hubiese tenido la oportunidad de matar a los diamantes o alguno de los dorados lo habría hecho pero tampoco es que lo diga así. Estaba haciendo mucho frio pero por la situación mi cuerpo apenas y lo percibía, tal vez mi corazón se encontraba bombardeando sangre al cuerpo a una velocidad increíble, en fin lo que sí es seguro es que debe de tener a la princesa más cerca quizás no en este pueblo pero si cerca. Necesito sacarle información pero para eso tengo que arriesgarme un poco más y sin pensarlo mucho lo ataque, no se molestó en ponerse en guardia, solo se quedó allí mientras me acerque para intentar cortarlo pero con un movimiento simple y sin moverse de su lugar lo esquivo, así hizo con el segundo y con el tercero, mis ataques no cesaron, aunque la velocidad con que los ejecutaba era sorpréndete, aun así no lograba darle y era muy desesperante así que aproveche su concentración en mi espada para darle una patada en el estómago impulsándolo hacia atrás pero claramente no sufrió daño, su cuerpo parecía ser muy resistente pero eso no me detuvo en seguir atacando aparecí justo detrás para golpearlo en el oído, lo hice dar vueltas pero se incorporó inmediatamente tomándome del brazo izquierdo para luego arreglárselas y darme un golpe hacia arriba en el estómago, me suspendió en el aire con su puño dejándome sin aliento, se produjo otra onda expansiva que el mismo frio se alejó por unos segundo, me tambalee por un momento mientras me reponía, luego que tome aire pregunte por la princesa.
     -¿Quieres saber en dónde está?- pregunto
    Asentí con la cabeza.
     -Te diré, de igual manera te llevare allí en unos minutos. Se encuentra en la ciudad del 80 – exclamo para luego sonreír.
     Está bien claro porque sonríe, sabe la fuerza que posee y el miedo que infunde pero yo también sonrió, no sé porque quizás me esté volviendo loco pero ya que no puede matarme por órdenes pondré a prueba de lo que soy capaz, convertiré este momento en leyenda. Cuando respiraba con normalidad divise la otra espada enterrada en la nieve, camine hacia ella y la tome para prepararme ya que esto no sería una pelea sino una batalla, lamento y lamentare que este pueblo se vea involucrado en ella.
     -¿Sabía que pablo está muy interesado en esas espadas?, en las espadas que ríen- dijo al acercarse paso a paso.
     -Ahora resulta que soy el centro de atención para los malos- dije en mi mente
     Evite seguir preguntando pues no importa por donde lo vea, me quieren atrapar a como dé lugar. Mientras caminaba hacia mí se movió tan rápido que aparento desaparecer, para cuando lo volví a verlo estaba justo enfrente, detuve su golpe pero salí disparado contra algunas casas, no espere detenerme para incorporarme y contraatacar. Lo quería picar en pedazos pero la sorpresa que me lleve cuando el desgraciado comenzó a detener las espadas con sus brazos, la velocidad y el constante ataque de distintas direcciones que estaba ejecutando en ese momento no podía distinguir como demonios detenía las espadas así que baje el ritmo y entre la poca luz que quedaba en el lugar divise que tenía una armadura negra en sus brazos. ¿De dónde salió eso? No sabía ni me importaba. Libere una de mis manos de una espada al guardarla cesando mis ataques sucesivos los cuales no me llevarían a ningún lado. Lo golpee en la cara pero este resistió mi golpe con una sonrisa, para luego desaparecer he impactarme en el pecho, volé hacia algunas casa destruyendo las pares al estrellar con ellas, el golpe fue muy fuerte y me hizo escupir sangre. Cuando me levantaba de los escombros otro golpe dado en la cabeza me tiro al suelo nuevamente, seguido de una patada al estómago que me mando entre dos casas más, hasta caer en la calle (está claro que las personas se asustaban y escondían por tal alboroto así como los curiosos se asomaban a ver)
     -Tienes mucha resistencia- dijo el desgraciado que ya se encontraba delante de mí.
     Intente levantarme pero puso su pies en mi cabeza y la presiono contra el suelo.
     -No te levante- dijo
     -Maldito- dije mientras comía tierra.
     Está claro que no me dejare atrapar y menos teniendo esta información. Es cierto que me está pateando el trasero pero esto apenas está comenzando. Escuche voces y pasos que nos rodearon supuse que eran los soldados del pueblo, tenía el brazo descubierto así que pueden distinguirme, tal vez por eso se acercaron para ayudar pero no puedo permitir que se arriesgue y mueran estúpidamente, aunque no me importa pero soy de esas personas que cumplen su deber, sobre todo si hay tanta gente que pueden correr la voz hasta el imperio, entonces Ángelus se enteraría que deje morir a tantas personas. Bueno aproveche que Ulises bajo la presión para zafarme y rápidamente golpearlo en las costillas seguido de una patada la cual lo mando a volar por encima de las casas.
     -No sea estúpido, aléjense de aquí y desalojen a las personas. Ni yo mismo puedo contra el General oscuro- les hice saber
     -¿Y entonces que será de ti?- exclamo uno de ellos
     -Vallan… yo sé cómo sobrevivir- les deje bien claro
     Al concluir esas palabras fui golpeado esta vez por una patada desde el costado derecho, golpe que me mando por toda la calle, hasta meterme de cabeza en otro hogar, esto ya se estaba volviendo una costumbre. Rápidamente salí de allí para un encuentro eminente, golpe tras golpe todo a una velocidad casi incomprensible había ocasione en las que las paredes se caían solas, tan solo por las ondas expansivas o el temblor del suelo tras los impactos, todo el lugar se volvió un caos al cabo de un momento…


Capítulo 15

     -Moriré ¿Acaso moriré? ¿Qué fue lo que hizo ese maldito?- dije desde una cueva en lo alto de una montaña cubierta de nieve y una gran tormenta que no parecía tener fin.
     Esta herida me está devorando, su espada parece haberme mordido el alma y la herida consumirme lentamente, cuanto dolor, mi fuerza se ha ido. Logre escapar (je je je) y el muy desgraciado llego a creer que me atraparía pero de que servirá pues dudo sobrevivir a esto, estoy acorralado por la muerte aun cuando está herida no me mate sé que el frio de esta montaña, de esta noche me harán un helado súper congelado… como pude ser tan ingenuo y pensar que podía vencer a tal monstruo sin usar todo mi poder pero tampoco podía arriesgarme y perder el control sabiendo que ella estaba cerca, no podría cargar con tal culpa, si despertase y ella estuviera muerta, prefiero morir con ella viva a vivir con ella muerta. (Lo siento Angeli no regresare) que irónico justo cuando pretendía hacer mis últimas lasañas para luego darme de baja y vivir tranquilo. Ahora pienso que no es justo que las cosas terminen así…
     El frio invadió mi cuerpo no sé porque prolongo mi muerte, estoy mandando choques eléctricos a mi corazón y órganos vitales para mantenerme con vida, ya ni las piernas ni los brazos puedo sentirlos, desde aquí todo se be tan esplendoroso que te hace creer que es el fin del mundo con esa tormenta tan abrazadora y de fondo las montañas congeladas, que más podría pedir luche como nunca, así debería ser el final de un guerrero pero maldición no quiero morir, cargo la esperanza de que aun aquí en lo último  de estas montañas alguien llegue y me ayude, cuantas cosas ilógicas que desafían la realidad, hasta el tiempo y el espacio, un mundo de locura por eso luchare hasta el último segundo, pero lástima que ya esté en ellos. Recuerdo, aquel niño y al alíen estúpido de aquella vez, los lleve justo a su tumba en donde aquel dragón los calcino, como lo lamento pero en eso consiste en destino por eso lo odio, el destino es una mierda.
     Puto destino me estoy muriendo y en la muerte no hay nada de ti. Siento como me susurran al oído las hadas de la muerte, ansían mi alma, a la final todos quieren algo de alguien. Ya no siento dolor alguno, el sentido del tacto se ha perdido, el olfato igual, la vista decayendo cada vez más y oído apenas escucha a las hadas susurrar. Se dice que no a todo el mundo estas hadas vienen a reclamar su alma, no recuerdo el motivo pero sé que hay una condición para que ellas estén aquí. Un brazo de oro, que ridiculez muriendo rico, debo admitir que soy todo un tesoro, aquel que me encuentre de una u otra manera se ara rico, cuantas piezas invaluables, mis espadas, mi brazo, tal vez una que otra cosa que pueda encontrar en la mochila. Aquí dejo de andar pero la tierra no se detendrá seguirá su curso y tan solo seré otro más que muere, pero de ahora en adelante me moveré con ella…¿Por qué recuerdo las palabras del viejo? (“la tierra tiembla y no la sientes, no la siente al igual que gira y tu ni pendiente, recuerda que la tierra ni la naturaleza hacen al mundo, nosotros lo hacemos porque si nos sentamos a esperar allí moriremos por los siglos de los siglos y nada cambiara”) creo que es cierto lo que dicen que cuando ya estas por estirar la pata empiezas a delirar pues no le puedo dar otra explicación al estar recordando esas babosadas y ahora resulta que moriré primero que él, debí matarlo antes. Carajo Iker este es tu final cuanta impotencia he ira poseo, que manera tan lamentable de morir. La voz fue lo próximo en perder luego que se me congelo la lengua y la vista acabo de perderla, solo la conciencia me queda y ya siento el frio en mi cerebro justo así cuando come algo frio que se te congela la lengua y luego la cabeza…
     Pero maldición porque tardo tanto en morir, hace ya dos minutos que deje de producir electricidad, pero es seguro de que moriré. Ya no puedo respirar, los pulmones y toda mis fosas nasales se han congelado por completo , esto me lleva a la conclusión de que todo este frio sea culpa del desgraciado que posee el cristal del hielo, debí haberlo matado pero soy de los que no culpan a los demás por sus errores y aprenden de ellos, caer y levantase, vivir y morir, reír y llorar en eso consiste la vida, muchos dicen que no es justo pero claro que si lo es pues como pagarías por esos errores que han dañado y herido a otros seres, el matar a una hormiga, ¿crees que no es una vida?. Tendré que aceptar mi muerte.
     El que dice ser perfecto yacerá en la imperfección pues de ser perfecto que hace en un cuerpo humano, en Xian existe magia y todo tipo de cosas raras pero nadie se salva del castigo del tiempo, de la vejes y de la muerte.
     Recuerdo una vez cuando era aún un niño preguntarle a mi madre si morir quemado era mejor que ahogado a lo cual respondió “estar vivo y morir ardiendo en fuego, no hay manera más horrible de morir pues morir así te hará sentir lo peor de estar vivo, dolor, agonía, desesperación y sobre todo oler tu propia carde al quemarse, pero ahogado experimentaras desesperación y esta morir congelado, este actúa desde dentro congelándote y bloqueando los nervios, no sentirás dolor” no sé cómo sabia eso pero uno cuando es niño mayormente cree en todo lo que le dicen pero tenía algo de razón en eso. Es increíble como hay criaturas que puede vivir en el frio, fuego o en el agua de verdad son de admirar la evolución que los llevo a adaptase, lástima que no pueda evolucionar en una mariposa y volar libre… no, no espera ya me pase, quizás sea mi última broma antes de morir en fin solo puedo ver a Angeli en lo que queda de mi mente pero poco a poco se devánese la imagen…


Continuara…

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2019 ⏰

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