Imposible

Cap #8 ¿Es verdad?

Los ojos se me quedaron pegados a la niña hechada en el suelo llena de sangre. El Sol hacía reflejo en su pelo largo y hacía que se iluminara más.

Derrepente veo a su papa correr y agacharse de rodillas delante de ella pronunciando una palabras sin sentido "Mandus ov liu!!!" repetía una y otra vez.

La imagen desaparecio de mi conciencia.

Me desperté un poco más tarde de lo debido a pesar de que tenía que hacer mucho trabajo.

Practicamente tuve que correr por mi casa. "Vas a comer algo hija?"me preguntó mi mama "No" le repondí rapidamente.

Después de acabar de hacer todo me senté otravez en la silla de mi habitación. Tomé un lápiz y empecé a escribir en el cuaderno la tarea que me faltaba.

Ya cuando eran las 8:00 tomé mi mochila y bajé corriendo las escaleras.

Habiamos acordado con Sebastian de que él me iba a pasar a buscar, asi que estaba justo en mi puerta.

"¿Vamonos?" me dijo con sinceridad. Asentí con la cabeza y nos fuimos caminando.

"Tenemos tiempo para hacer algunas cosas más antes de entrar" me dijo. "Podríamos ir al parque" le propuse. Caminando fuimos a aquel parque con una fuente.

En la mañana era más lindo porque las palomas se ponían a beber en la fuente y el sol aparecía por el este de la ciudad.

Nos sentamos un rato en los bancos y me dio beso largo pero agradable. Me sentía mejor con él que con otro novio que haya tenido.

Sacó de su mochila un paquete de galletas y las compratió conmigo. "¿Te gustan?' me preguntó con una bella sonrisa "Son mis favoritas" le repondi apoyando mi cabeza en su hombro.

Cinco minutos después nos levantamos y seguimos caminando.

Doblando la esquina encontré la casa de mi sueño, solo que esta vez sí que iba saliendo gente. Era una señora de unos 30 años con su esposo y un niño de 10.

Me distraje mirando la casa y estaba sorprendida viendo a aquella gente. De pronto Sebastian se tropezó con una rama tirada en el suelo callendo al asfalto de la calle. Un auto rojo pasó apresurado por encima de él dejándolo sangrando en medio de la calle.

"¡Sebastian! ¡Sebastian!" grité a punto de llorar "¡Caro! ¡Voy a morir!" Gritaba llorando por el dolor.

De pronto veo que el papá de aquella familia vino corriendo junto a él diciendo "Esto no puede ser verdad!!!!"

No lo puedo creer... me dije a mi misma.