Hotel Famiko

Capítulo 1: Hotel Famiko

BAKUSQUAD POV:

- ¿Y bien? – preguntó Sero con una mirada inquieta. Cambió el peso de un pie a otro mientras se llevaba la mano libre a la nuca. Una simple pregunta le estaba haciendo pasar por un rato incómodo.

Mina miró el folleto tendido hacia ella. "Hotel Famiko" ocupaba el título con una breve descripción "Unas vacaciones inolvidables rodeados de magia". Se mordió el labio al ver los boletos que le acompañaban para pasar el siguiente fin de semana.

No sabía hasta que punto había avanzado su relación, si se le podía llamar así, con Sero, pero no estaba segura de que pasar un fin de semana solos en un hotel fuera buena idea.

Sin despegar la vista del folleto, lo agarró junto con los boletos y se alejó un poco para hacer la distancia entre ellos un poco más grande. Levantó la cabeza, pero sin buscar la mirada del contrario.

- Me lo tengo que pensar... - empezó diciendo con un tono bajo - ...ya sabes, tengo que ver si este fin de semana lo tengo libre. Y preguntarle a mis padres, con las notas que he sacado este curso va a ser difícil convencerles. – Acabó riendo intentando aligerar la tensión en el aire. – Te lo diré esta noche.

Sin dejarle contestar, dio media vuelta y se fue del sitio lo más rápido que le permitían las piernas. Rodeó la esquina del bloque que formaba la parte trasera del recinto escolar y apoyó la espalda a la pared. Cerró los ojos y se dejó caer al suelo. Al soltar un suspiro en alto, una tos le sobresaltó. Abrió los ojos y alzó la cabeza, encontrándose a un rubio con una ceja alzada mirándole escépticamente.

- Llevas años dándome el coñazo con Sero y, ahora que te pide salir, ¿dudas?

Mina enrojeció ante sus palabras y se levantó del suelo para tener una mejor perspectiva de su mejor amigo.

- Uno, no han sido años, le conocemos desde inicios de curso. Dos, no crees que un hotel... ¿no es demasiado? Es decir, me gusta, sí, pero quería algo sencillo. No sé, ir a una heladería, o al cine. Lo que hacen los adolescentes normales. No un romántico fin de semana en un hotel. Los dos solos. Compartiendo habita- antes de acabar la frase se llevó las manos a la cara y empezó a negar con la cabeza- Imposible. No puedo ni imaginarlo, como para ir. Seguro que meteré la pata y lo fastidiaré todo.

- Entonces no vayas. – concluyó Bakugo acabándose el pan que tenía para almorzar.

- ¡Pero si no voy se pensará que le estoy rechazando! – lloriqueó mirando hacia arriba de nuevo. El rubio frunció el ceño cerrando los ojos. Empezaba a notar como la paciencia que tenía, poca desde un principio, se estaba yendo por completo.

- Entonces ves. – dijo esperando ser la última interacción que tuviera con ella y pudiera echarse una siesta antes de entrar de nuevo en clase.

- Pero si voy, tendré esta presión en el pecho que me hará pensar que si o si tendremos que- se volvió a cortar a media frase. No tuvo tiempo a avergonzarse cuando Bakugo le empezó a gritar.

- ¡Pues te lo follas, joder! ¿No es lo que querías? Acepta los putos boletos y vete con él de fin de semana, a ver si me dejas tranquilo un par de días. – Empezó a girar para subir al techo por la escalera de emergencia donde se encontraba.

- ¡Espera! ¡Ya se! ¡Ven con nosotros! Si estás ahí Sero tendrá cortarse un poco y si compartís habitación no tendré que preocuparme – Mina soltó con una sonrisa de oreja a oreja por su brillante idea. Aunque claro, no tan brillante para el rubio.

- ¡¿HUH?! Ni de coña te creas que os voy a hacer de aguantavelas. Suficiente tengo con mis padres en casa. Encima los muy cabrones han invitado a Deku y a su madre a cenar el sábado. Están encabronados en que volvamos a ser amigos, que se metan en sus putos as-