Inimputable

Capítulo I

¿Como llegue aquí? Buena pregunta. Si tuviera que decir que paso, ni yo podría explicarlo, porque por mas que este hombre me lo pregunte miles de veces, nadie logra entender de que soy inocente. Solo puedo decir cinco palabras, que me perforan el alma "yo no mate a Roger". Pero el juez no parece creerme.

- Señorita Kollman, todas las pruebas están en su contra - sus palabras me dieron a entender de que mi única posibilidad de no ir a la cárcel, era hacerme pasar por loca.

Sin duda un manicomio es mil veces mejor que una prisión. Creo yo.

Lo que muchos se preguntaran es ¿Qué pasa con mi abogado? En mi opinión, tendrían que hacerle repetir la carrera. Hace aproximadamente treinta minutos que no emite sonido, desde que le juez menciono todas las pruebas en mi contra. Que en mi opinión, no dicen del todo que yo sea el culpable. Que sea la única en el lugar no me hace culpable ¿o si?

Soy inocente, y más que ir a la cárcel, me enoja saber que no atrapen al verdadero culpable ¿Cómo matar a la persona que más quiero en este mundo? Éramos felices, muy felices. Hacia 5 años que estábamos juntos, y cinco meses de que empezamos a convivir. Nos iba estupendamente, pienso que no había mujer con más suerte que yo. Roger, era un caballero, todo un hombre, un hombre que me hacia sentir toda una mujer. Adoraba todo de el, su voz al hablarme, su rostro relajado y su sonrisa tranquilizadora.

Y ahora lo que no puedo sacarme de la mente es su mirada perdida, mirando algún rincón inospito de la casa. Sus brazos abiertos, al igual que sus piernas. Su pelo alborotado y sucio, sucio de sangre.

¿Por qué tuve que tener que tener esa ultima imagen de el? Prefería el recuerdo de su sonrisa o sus profundos ojos negros, si definitivamente sus ojos. Ver a la persona con la que planeaste tu vida, con la que pensabas en tener hijos, mi compañero, ahí tirado en el suelo de la habitación. Nuestra habitación.

Todavía no entiendo porque lo hicieron. No había indicios de robo. Todo estaba en orden. "Ajustes de cuenta", lo llamo el oficial March y obtuvo el "afirmativo" de su colega, el señor Zarate. Puede que hayan llegado a esa conclusión por como estaba Roger, puesto que no solo había sufrido el golpe en la cabeza, sino que también cuatro puñaladas en el pecho, además de una golpiza severa. Por suerte, lo último no lo sufrió, porque aparentemente murió con el fuerte golpe primero.

En fin cuando termine mi historia de cuanto quería a Roger y lo felices que éramos juntos, incluí anécdotas y todo, el juez termino con expresión de no entender nada. Ni que fuera tan difícil de comprender. Pero cuando vi que nunca iba a llegar a un "inocente", decidí decirle al señor ridículamente vestido enfrente mío, que yo era una especie de bruja y que lo maldecía a el y a toda su descendencia.

Aunque no lo crean, mi numerito con movimientos de manos algo tétrico, funciono, porque terminado el juicio me declaro "inimputable" y me derivo al Hospital Estatal Marilyn, un hospital psiquiátrico. Eso fue fácil.

Pese a que no tengo padres desde hace tres años, no tengo hermanos y mi única amiga se fue del país, a nadie le importara que me ausente por un tiempo. Menos al maldito empleo que nunca conseguí.

La sala es silencio puro mientras los hombrecitos celestes, si, hablo de los enfermeros, entran y me colocan el chaleco de fuerza.

- Tranquilos, no voy a lastimar a nadie - afirmo, pero nadie parece escucharme, ni siquiera me miran. Obvio ¿Por qué creerle a una loca? Bueno, se supone que dicen la verdad.

Tengo la leve sospecha de que me voy a arrepentir de esto. Pero bueno, puedo fingir mi demencia un mes mínimo y luego dejar que descubran que estoy bien. Eso es, es un buen plan.

Me despido de todos haciéndome la desequilibrada mental, mientras los celestitos me llevan a una ambulancia con el nombre del hospital. Perfecto.

Al menos tienen la amabilidad de ayudarme a subir a la camilla, después de tironearme hasta el vehículo. Brutos.