ᴏғ ᴛʜᴇ ᴄʀᴏᴘ ᴛᴏᴘ ʙᴏʏ || ᴇᴍɪʟɪᴀᴄᴏ

03☪️

EMILIO

No me voy a olvidar nunca de este día; la pasé fatal. Para empezar, llegué a mi casa cansado, me dolía todo el cuerpo y me sentía extraño. Pero en lo único que podía pensar era en ese chico. Si, lo sé, parece que me gustase o algo así, y en realidad no. Solo me llamó la atención, o eso quiero creer.

Mi novia, Maria, me notó raro. Yo a ella la sentía muy pesada, no tuve más remedio que ignorarla, pero no funcionó.

Le grité.

Le grité muy feo.

No voy a justificarme, después de todo, a mi tampoco me gusta que me alcen la voz. Ella se fue molesta, dejandome sin verla hasta el día siguiente.

El resto del día circuló como normalmente lo hace, es decir, de una manera para nada entretenida.

—Nada bien este maldito día!- dije al notar que se me había roto mi taza favorita.

—Qué pasó mi niño?- dijo Julieta, una de las mucamas de la casa. A decir verdad es una segunda madre para mi. —Qué pasó con la taz.. - siguió pero la interrumpí.

—N-nada, se me calló y se rompió..- dije un poco fastidiado y nervioso. Estaba bastante histérico.

—Estás seguro que es solo eso, Emilio?- preguntó, ella me conoce bien. —A ver, hijo, te pasó algo este día?, sabes que puedes confiar en mi...

—Gracias Juli, solo estoy un poco nervioso, me peleé con Maria y es sólo eso...

—Emilio, sabes que hay algo más y no me lo quieres decir... Pero está bien, yo recojo los vidrios, tú ve a descansar, no se te ve para nada bien.

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