Los pasillos estaban repletos de anécdotas del verano, abrazos de reencuentro y la vibra que todos comparten en el primer día de clases; sonrisas de emoción por volver a ver a tus amigos y fastidio de reiniciar la rutina.
Kathrin no sentía ninguna de las dos, el verano era una mancha borrosa que no estaba en la superficie de su mente. Caminaba con premura a las canchas de voleibol, pues la entrenadora les había puesto las prácticas a primera hora los lunes; cosa que agradecía, detestaba practicar en las tardes.
Por lo general siempre llegaba más temprano, pero esta vez había perdido algo de tiempo ya que se le iba quedando su agenda. Tuvo que regresar luego de 10 minutos de recorrido a buscarla.
Quería que la gente a su alrededor simplemente desapareciera para poder ir más rápido, y por el contrario la gente al verla parecía ir aún más lento, como si se detuvieran a verla. Descartó el pensamiento, seguro era su complejo narcisista lo que le hacía pensar que la veían a ella.
Llegó justo a tiempo para iniciar la práctica, ya tenía la ropa deportiva y como siempre su cabello recogido en una cola alta. Desde que había iniciado el Colegio siempre había practicado algún deporte, pero no fue sino hace tres años que aplicó al equipo de voleibol y a partir de ese día le juró su lealtad eterna.
Saludó simplemente con una sonrisa a sus compañeras de equipo y empezó a calentar, se llevaba bien con ellas pero no tenía ánimos para fingir que le interesaba los dramas adolescentes de los que padecían. Su mente no tenía tiempo para emocionalidades juveniles, su foco estaba en otros temas.
―...y claro que le dije que si quería seguir besándome tenía que conocer a mis papás...
Kathrin giró sus ojos azules en dirección contraria a sus compañeras y se preguntó cuándo terminaría de llegar su entrenadora.
― ¿Y tú verano qué tal estuvo Kathrin? ―preguntó una de sus compañeras, de la cual no recordaba el nombre a pesar de llevar más de un año juntas en el equipo―.
Otras dos se rieron por lo bajo, ella no entendió el chiste ni el porqué de las miradas.
― Bastante normal, nada nuevo.
Su entrenadora llegó y Kathrin como capitana del equipo empezó a guiar la práctica. La práctica terminó luego de una hora y media de ejercicio, mucho sudor y algunos gritos de parte de ella para que sus compañeras siguieran dando el todo por el todo.
― Definitivamente no extrañaba tus entrenamientos ―le comentó Sofía―.
― Si queremos ganar el campeonato no podemos oxidarnos ―afirmó abriendo el casillero de los vestidores―.
― Kathrin, es el primer día, dame por lo menos una semana sin escuchar la palabra campeonato ―pidió Spencer―.
― Las otras escuelas no se toman una semana, en Vermont practicaron incluso todas las vacaciones ―señaló mientras sacaba las cosas para tomar una ducha―.
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Be my lover (Inspirado en el album de T.S)
Teen FictionTres chicas con tres historias diferentes dentro de la misma secundaria. ¿Has amado? ¿Te han amado? Preguntatelo antes de iniciar esta historia, puede que al final lo pongas en duda tal y como Kathrin, Amanda y Camille lo hicieron. Cada canción de...