Los aún somnolientos conductores que la veían pasar a lomos de su bicicleta,parpadeaban sorprendidos ante la velocidad con la que ella se impulsaba pedaleando llena de
energía en dirección a su trabajo. No eran aún ni las seis de la mañana pero Memi estaba exultante. Aquel lunes,había despertado con el extraño presentimiento de que
algo iba a resultar diferente a la rutina habitual que ella hacía de lunes a viernes en su puesto de trabajo. A las cinco imedia de la mañana literalmente había saltado
de la cama como una ardilla para entrar al baño a ducharse rapidamente. Su desayuno fue una tostada con un poco de mermelada de moras y un café y entre mordiscos,tuvo
tiempo de arreglar su habitación y vestirse. Dió su último sorbo de café tras cepillar y ajustarse la coleta y tras lavar su taza,echó una última mirada al espejo de
su pequeño armario. Llevaba meses controlando más ó menos sus comidas sin pasarse con sus máximos vicios y aunque ella aún pensaba que aún podían sobrarle algunos kilos
la imagen del reflejo del espejo era la de una muchacha embutida en un pantalón de deporte negro largo,deportivas y una camiseta de tiros. Cabello largo casi hasta la
mitad de la espalda en color oscuro y ojos café. Una muchacha que aparentaba poco menos de 18 a 23 años. Memi se retiró del armario para proceder a aplicarse un poco
de maquillaje.Lo mínimo,contribuía incluso a hacerla parecer una adolescente. Un toque de eye liner,rimmel transparente para sus pestañas y una pintura en color rosa
suave, -casi del color de sus labios-, sobre la cual aplicó un poco de gloss.
- ¡Lista! -exclamó sonriendo antes de tomar su enorme bolso al que algunas amigas apodaban en tono de broma 'la bolsa de viaje de Mary Poppins'. Sacó de su interior
un chicle de Eucalipto llevándoselo a la boca y mentalmente, repasó que ya había metido allí su neceser,la ficha de empleada del trabajo y el monedero antes de tomar
las llaves para salir como un huracán al soleado exterior mexicano. Un sol matinal pareció darle la bienvenida mientras iba alejando las últimas sombras de la noche
dejándose ver entre algunas nubes que Memi sabía desaparecerían paulatinamente.En el aire soplaba una ligera brisa mientras los cielos anaranjados, iban tornándose a
tonos más claros. Memi montó sobre su bici exclamando antes de lanzarse en veloz pedaleo tras poner en marcha su radio con auriculares:
- ¡En marcha!.
Y así la veían los habitantes de la localidad. Un destello femenino sobre una veloz bicicleta que parecía no tocar el asfalto, pero respetando todas las señales de
tráfico. Una aparición mágica,llena de energía en aquella mañana de lunes. Así se dirigió Memi hacia su puesto de trabajo en la fábrica,llevando un casco con lentes
oscuras para prevenir sus ojos de los molestos rayos solares, así como coderas y rodilleras en previsión de alguna caida.
- ¡Aquí viene! -exclamó una de sus compañeras de trabajo subiendo su brazo derecho saludándola mientras Memi recortaba distancias entrando a la zona de aparcamiento.
- Oh,por favor...-murmuró,en cierto tono de fastidio otra bajándose del automóvil tras ajustarse las gafas,vistiendo una falda negra por debajo de las rodillas con
el cabello recogido en un moño y ajustándose las gafas.
Memi detuvo la bici y tras colocarla en su soporte,bajó de ella sacándose las protecciones y el casco viendo acercarse a su amiga Natalia diciendo sonriente:
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"BOKU WA HERO"
Fanfiction* El sueño de Memi de vivir y trabajar en Tokyo a punto está de convertirse en una pesadilla.Sin embargo,Memi consigue finalmente trabajar como improvisada profesora de español para Makiyama Shun,un famoso arquitecto japonés quien vive con su madre...