Mi cerebro está apunto de explotar.
Siento cada célula naufragar por el espacio y cada neurona cazar a la próxima.
Siento como mi cerebro trata de acoplarse con mi alrededor, pero no logra alcanzar el colapse interior
Y siento como cada pedazo de mi cuerpo se azota como un vaso al tocar al piso.
Siento mi corazón latir tan fuerte que creo que me dejara sorda en cualquier parpadear.
Y cuando pienso que ya todo esta a punto de acabar, cierro los ojos y me centro en el movimiento del viento, el sonido de las hojas que caen por culpa de la estación y dejo de respirar al fin, ese aire que tanto me tenía asfixiada e inhalo uno que me da paz, uno que me trata con tranquilidad y bienestar. Intento llenar mis pulmones tanto como pueda pero al instante dejo de respirar y mi palpitar se encuentra cansado de patalear.
No tengo un último pensamiento pues me quedo profundamente dormida en el Llácer
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Desastrosa agonía
RomanceSon simples escritos sobre cómo deberías sentirte en momentos de angustia, cómo me hacen sentir a mí y cómo me gustaría que terminen.