Era extraño para él, pero se sentía incómodo. Los ojos analistas se posaban ante él logrando lo que nunca habían hecho. Perturbarlo.
Se encontraban en una fiesta de beneficencia. Peter, su hijo mayor, lo acompañó junto a Pepper y entre ambos lo obligaron a venir. No sentía muchos ánimos de salir, sabiendo que Steve se encontraba de misión, ya habían pasado dos meses desde que no lo veía y la lejanía entre ambos comenzaba a afectarle. Intentaba distraerse con sus hijos menores, teniéndolos cerca y jugando con ellos. Especialmente con Morgan, la cual encantada jugaba a la hora del té y les servía una de las ricas galletas con chispas de chocolate que tanto Tony amaba. La ausencia de Steve era la razón principal del porque pasaba en casa o en el taller la mayor parte del tiempo. Sin embargo, había un pequeño detallito que lo afectaba de igual manera. No lo iba a admitir por vergüenza, aun así la gente lo notaba y no le gustaba para nada que se lo recalcaran. Si tan solo supieran que estaban tan equivocados.
Tomó un canapé que lucía delicioso frente a sus ojos. Se relamió los labios y tomándolo con sigilo se lo hecho a la boca. Entonces alguien lo llamó:
-¡Stark!
Maldición, pensó para sí mismo. Conocía esa molestosa voz. Rápidamente, tomó una servilleta y trató de tragar lo más rápido lo que recién se había comido, y en cuanto pudo se giró luciendo su galante sonrisa.
El alfa, Justin Hammer, se acercó con una retorcida sonrisa y le estrechó la mano con fuerza. Sin dejarse intimidar, el omega le correspondió de la misma manera.
-Hace bastante tiempo que no te veía en un evento- dijo el hombre de manera petulante- ¿Qué pasó? ¿Acaso las noches de farándula y diversión se han acabado para Tony Stark?
-He estado ocupado con otras cosas. Eso ya quedo atrás hace mucho.
-Si- dijo otra voz acercándose.
Los hombres voltearon para encontrarse con Peter, quien miraba de manera penetrante al hombre que había llegado a importunar a su padre.
-Te presento a mi hijo mayor, Peter Rogers-Stark.
-Pero cuanto a crecido el pequeño Peter- dijo el hombre dándole unas palmaditas en el hombro- aún recuerdo cuando eras un mocosito.
-Lo siento, pero no lo conozco- respondió escuetamente
-Siempre pasan eso con los niños. ¿Y por cierto y tus demás hijos? ¿Por qué no los trajiste? –el hombre comenzó a mirar hacia todos lados buscando a la persona que tenía en mente
-Son muy pequeños para esta clase de eventos. Lo mejor era dejarlos en casa.
-Entiendo- dijo el hombre tomando un sorbo de su champaña. El hombre divisó a Pepper quien se acercaba a ellos con un vestido negro- Hola, querida.
-Buenas noches, Hammer.
Tony se le quedó mirando con mala cara. Ese hombre no le agradaba en lo absoluto. En eso el Hammer volvió a importunar.
- ¿Y tu marido? ¿Dónde está?
-En cuanto a mi marido, él se encuentra en una misión en este momento- dijo Tony luciendo a su esposo- el mal nunca descansa para el capitán América.
Peter contuvo una sonrisa mientras que Pepper rodaba los ojos ante el comentario del omega. Tony siempre encontraba la oportunidad exacta para sacar el trofeo que tenía por marido.
-Entiendo. Debe ser un hombre ocupado, pero muy descuidado para ser un alfa.
-¿Perdón?
La mano en que Tony sostenía su copa se endureció. Peter ya veía que el cristal se rompía en cualquier momento.
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¡DAD BODY!
Short StoryEl estereotipo de hombre perfecto es parecido a los hombres de revista, pero ¿quien dijo que para ser atractivo hay que estar marcado?