Abrió una lata de RedBull y se la tomó completa. Para luego estrujar la bebida y tirarla al suelo. Sus músculos estaban tensos, en especial los bíceps, pero que bien se veía igual. Guapo. Guapísimo. Traía los pantalones a la cadera, algo que le hacía sentir relajado, justo como necesitaba sentirse en ese momento. Caminó de un lado para otro, tomándose la última lata de RedBull, hasta que por fin la puerta de ese descuidado departamento, que había rentado por unas horas, empezó a sonar.Taehyung, Chas, Jackson y Alex entraron al departamento. Cada uno con una cazadora de cuero puesta.
- ¿Dónde están? – le preguntó Tae a JungKook. JungKook señaló la primera puerta del pasillo de habitaciones. Sin siquiera hablar. Los cuatro hombres que habían entrado caminaron hasta la habitación, en donde cinco chicas se encontraban inconscientes.
– vaya, vaya...- rió Tae, al observar a las cinco mujeres sobre el suelo. Guapas. Sensuales. Jodidamente provocativas. Una de ellas sobre todo, le llamó la atención. - ¿a cual me llevaré? – preguntó riendo de nuevo, y el sollozo de una de ellas se escuchó fuertemente. – Sh...- dijo colocando su dedo índice sobre sus labios.
- Tú escoge. – le indicó JungKook.
- La quiero a ella. – señaló con el dedo a una de las dos rubias que sobresalían entre las cinco. Todas empezaron a sollozar, completamente asustadas. JungKook la ayudó a pararse y se la entregó a Tae.
- Yo quiero a ella... - dijo Chas, señalando a la morena de en medio. JungKook hizo lo mismo, quitándose de encima a dos de las cinco mujeres.
- Yo quiero a la última. – señaló Alex. JungKook la ayudó a ponerse de pie, y se la entregó igualmente a Alex. Quedándose con solamente dos mujeres.
- Yo a ella. – sentenció Jackson, señalando con la punta del dedo índice a Rosé. Fijándose minuciosamente en el bonito escote que tenía en su blusa.
- No. – negó JungKook. – ella es mía.
- ¿Y desde cuando tú eliges?
- He hecho la mayor parte de esta jodida misión. Lo justo sería que yo me la llevara. – le dijo JungKook. De alguna manera su sentencia tenía fundamento, pues Rosé manejaba más cuentas bancarias que las demás.
- Vale, vale...- contestó Jackson, fastidiado. – me llevo a la otra.
Y al cabo de dos minutos, cuatro hombres tenían a cuatro mujeres junto a ellos. Cuatro secuestradas. Con la intención de hacer que cada una de ellas, roben a sus propias familias accediendo a las cuentas bancarias de estas. Cada hombre se iría con una de ellas a distintos lugares del mundo. Para no poder se encontrados jamás. Y volver con las manos llenas de dinero, con las secuestradas...muertas.
JungKook cerró la puerta, su destino era Paris. Partiría de Las Vegas esa misma noche, antes de que se hiciera pública la desaparición de Rosé y empezaran las investigaciones. Se volteó, ahora se escuchaba tan solo el apacible silencio entre los dos. Sentía los bonitos ojos de Rosé sobre él, observándolo...observándolo todo el tiempo. "¿Qué más quieres mirar nena?" Sonrió "Tal vez más abajo..."
- ¿Qué miras? – le preguntó. No obtendría respuesta, pues Rosé traía la boca tapada. Se acercó a pasos lentos hacia ella. Pudo darse cuenta de lo asustada que estaba cuando sintió que empezaba a temblar, cada vez que se le acercaba más y más. - ¿Por qué el miedo? – le preguntó, y soltó el pañuelo que ataba sus labios. Rosé soltó un respiro.
- ¡Déjame salir de aquí imbé...
- Hey, hey... - posó sus manos sobre los labios de Rosé. Ella, al no poder defenderse solo se quedó callada. – no se insulta al jefe guapa...
- No me llames guapa. – le pidió ella. Cabreada. JungKook sonrió. "Bonito carácter..."
- ¿Y como te llamo? - aprovechó que aún se encontraba atada de manos y pies. - ¿fea?
- Van a encontrarme. – le dijo ella. Y eso pareció molestar a JungKook más de la cuenta, cambiándole por completo el ánimo.
- ¿Te piensas que es fácil muñeca?
- No me llames muñe...
- Te estoy hablando. – le dijo firme. Rosé se quedó callada. – no lo es conmigo ¿vale? Acostúmbrate. Ningún estúpido policía va a encontrarte mientras estés conmigo. Estás con el mejor. – de pronto una leve oleada de deseo invadió a Rosé al escuchar esas palabras. Observó a JungKook, embelesada por esos enormes ojos marrones que recién empezaba a ver. Caramelo, al igual que su cabello, una combinación perfecta con su piel. Unos bíceps ligeramente cubiertos por capa de sudor. Unos labios rosados, deliciosos con solo verlos. – el mejor secuestrador de todos ¿me has oído? – la miró a los ojos. – Y te irá mejor si no intentas nada nena, no querrás conocerme de verdad... - le advirtió. - alístate... – le dijo por última vez. - nos vamos a Francia.
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KIDNAPPED •RK• (HOT🔥)
Teen FictionResumen Cuando a Jeon JungKook, uno de los criminales más buscados en toda Corea, le convocan para el secuestro de cinco chicas millonarias en Las Vegas, no duda ni un segundo en aceptar la oferta. Lo que no pensó...fue enamorarse de una de ellas. �...