Duh

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Pueden imaginar despertar un día, estirarte al levantarte con esa típica pereza mañanera que te obliga a bostezar, tus parpados pesados sin querer dejar de soñar, la boca con la lengua seca llena de una espesa amargura y tu cabello despeinado por lo revoltoso que sueles ser al soñar.

La típica mañana que todos tienen antes de ir a sus respectivas labores, aunque claro, despertar una hora antes de ellos suele ser muy tedioso, en especial si el día anterior no viste tu cama hasta las tantas horas de la noche; oh vaya, quien hubiera imaginado que dormir solo una o dos horas tarde iba a tomar factura al despertar; al menos ahora eres consciente de lo importante que era dormir a tu hora.

Sabes muy bien que el día no será fácil, en especial cuando tienes tu itinerario repleto de cosas que te faltan por cumplir, pero no te preocupes, apuesto que un buen desayuno te subirá los ánimos.

Pero antes de que te levantes y vayas por un buen café, debes cepillarte los dientes y si el tiempo te lo permite, darte una refrescante ducha que pueda quitarte de tu ensoñación por lo fría que debe estar el agua; pero claramente ese no es tu caso y solo te queda cepillarte y cambiarte a lo loco si quieres alcanzar a comer algo saliendo de casa.

Oh pero vaya sorpresa que te encuentras al abrir el grifo, ni una gota, solo el áspero ruido proveniente de la tubería, piensa en las posibilidades de no tener agua: facturas que faltan pagar, la baja presión que evita que el agua suba a tu segundo piso, el vecino asiendo de las suyas talvez...; tachas la primera opción porque justo ayer temprano en la mañana pagaste hasta tu última factura quedándote sin cenar anoche, la baja presión podría ser una opción, pero por alguna extraña razón tu mente apunta a la última opción, ese molesto vecino de al lado que siempre te saluda en las mañanas con una taza de café y sus revistas de ejercicio; vamos que tiene de malo el tipo, que se suscribiera a una revista deportiva no lo hace mejor que tú, pero claro sigues creyendo que el hombre solo te va a restregar los músculos que tiene; pero volviendo a tu principal problema, ¿Cómo se supone que te cepilles ahora?

Tienes una pequeña botella enjuague bucal y puede que no sea lo mejor, pero no te queda de otra, al menos tu boca ya no olerá a desagüe; pero ya que hoy no es tu día de suerte, hoy tienes que tomarte fotos para una revista de súper limpieza, oh que puede ser peor...

Que darte sin desayuno por supuesto, ¿cómo no pensaste en eso antes? Cualquier persona pensaría primero en que comería, pero tus pensamientos solo siguen dándole vueltas a tu limpieza bucal, vamos que con enjuague el olor se pasa y si pones un poco de bicarbonato en tus dientes los blanquearan por lo menos hoy, vamos no te atasques en un problema que aún ni el traje te pones.

Dejas de darle vueltas al asunto y al fin bajas a tu "cocina" si es que así se le llama a un espacio con un montón de platos sucios y una sartén con un contenido negruzco de quien sabe cuándo, oh... aún se te viene a la mente esa propuesta de Súper limpieza, talvez no seas el indicado para esa revista ¿No?

Y nuevamente te alejas de tu tema principal, sacudes tu cabeza para alejar a esas pequeñas distracciones y vas al fregadero, comprobando una vez más girando la llave, pero ese áspero sonido se hace presente nuevamente, descartando finalmente tu segunda opción; ahora que no tienes nada con que hacerte un buen desayuno, ¿Qué te queda?

Tienes poco menos de media hora para ir a cumplir tu REPLETO itinerario, con el estómago vacío, sin haber tomado una ducha y con tiempo limitado para que tu aliento vuelva a oler a desagüe; vaya si tan solo tuvieras un tanque de agua que aliviara tu preocupación, pero recuerdas que hace una semana tus amigos hablaban de lo bien que les iba con el tanque, y ya que no compraste un tanque, ahora tienes que vivir con la inseguridad de que en algún momento haya un corte de agua.

Le hago la tarea a mi hermana y pasa estoWhere stories live. Discover now