Capitulo II

9 1 0
                                    

No recuerdo la ultima vez que tuve un sueño tan lucido. Es una pena que no haya sido uno de esos sueños rosas donde galopas en un caballo alado hasta las nubes, y llegas a un puente hecho de arco iris, a la vez que te recibe un duende con su olla de oro... Es una pena que haya soñado con mi propia muerte. Es bastante curioso, cuando era niña y me encontraba en peligro de muerte (en la pesadilla) despertaba de golpe antes de sufrir algún daño. Para ese tiempo tenia la teoría de que si moría en el sueño, eso quería decir que moriría pronto en la vida real, cuanto espero no tener razón. Mi nombre es Shelley Yoening, trabajo en un Mcburgers, soy estudiante de psicología, cumplí
26 años hace un mes, vivo sola en un departamento, y hace una semana tuve una pesadilla bastante realista por así decirlo, me gustaría empezar diciendo que me aterra la muerte... En realidad lo qué  me aterra es la incertidumbre de no saber que hay más allá, me aterra pensar que cuando mueres todo acaba, no hay cielo, infierno, limbo... Nada. Mi sueño empezaba conmigo en lo que perecía un mundo totalmente diferente. Para empezar su cielo era rojo, y su tierra era de un color grisáceo, no había ni una sola nube en aquel cielo carmesí. Una espesa niebla se posaba sobre aquel extraño lugar, y podía sentir como a lo lejos descendían del cielo figuras humanoides, al tiempo que de la tierra emergían también seres de este tipo, yo intentaba alejarme lo más rápido que podía, pero me era imposible correr, por más que me esforzara, mis pasos eran lentos y torpes, y esas criaturas cada vez se acercaban más y más hacia mí. De pronto, justo en frente, apareció aquella pálida figura, con cabello largo y desarreglado, desnuda, sin aparentes Organos reproductores, con manos pequeñas y pies grandes, con ojos inexpresivos y sin parpados, y sonrisa literalmente de oreja a oreja. Era una versión completamente retorcida de mi persona, me miraba de pies a cabeza, no entendía el por que pero sentí que ya nos conocíamos de antes, acaricio mi cabello y por alguna razón, yo acariciaba el suyo. Me habló con una voz ronca y en un idioma que nunca en mi vida había escuchado, y a pesar de esto podía entenderle a la perfección, me decía que todo iba a estar bien cuando despertara. Se acerco a mí, y me beso. Y por una razón que desconozco, yo no me negué, pude sentir como en ese beso olvidaba mi dolor y mi tristeza, pero también se llevaba toda mi felicidad y el amor que sentía por la vida y las personas que me rodeaban... depronto, mi cabello se tiñó de blanco, y mi piel empezó a marchitarse, como si se tratase de una flor, para posteriormente convertirme en polvo, polvo que se esparcio por el aire y dejo al descubierto 2 dados, 1 marcaba el numero 5 y el otro el 4, y luego de ver ese numero, desperté...

D'REAPERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora