Carta a un extraño: Mí yo del pasado.

YO

Querido Yo del pasado:

Seguramente la llegada de esta carta te extrañará enormemente, pero como tú yo del futuro, me veo en la obligación moral de escribirte estas palabras.

Sé lo mal que lo has pasado ya, créeme. Estar rodeado de gente y aún así sentirte sólo. 

Ver pasar los años y creer que eso de amar no va contigo. Sentir que nadie te dará la oportunidad de demostrar todo el cariño que puedes dar. 

Creerte solo, perdido y sentir que no encajas en ningun lado. Pero no desesperes, no te rindas, no te cierres al amor. Pero sobre todo, no mendigues por aquello que tanto te falta. Tu vales mucho como para eso.

Ya sé que estás muy cansado de sonrisas vacías, de máscaras. De poner buena cara cuando por dentro desearías esconderte en el lugar más apartado del universo y llorar. Pero recuerda que llorar no es malo. 

Llorar purifica ¡así que hazlo! ¡hazlo sin importar quién te mire!.

Amigo mío, sé que buscas cariño, y que estas desesperado por encajar, pero date cuenta de quién merece la pena y quiénes te están usando. 

Aprende a quererte querido yo. A estar sólo, a no regalar atención a quién no la merece, y de paso centrate en los estudios. No desesperes, eres fuerte, aunque no lo creas. 

Y cuida mucho de tus abuelos. Luego puede que sea tarde.

Recuerda, puedes hacer lo que quieras, sólo tienes que creer en ti mismo.

Sé que aún te quedan muchas cosas por pasar -buenas algunas, y otras malas- mucha gente por conocer, y perder. Muchas hostias que recibir, y piedras en las que vas a tropezar una y otra vez.

Aprende a delegar,  apoyarte en los más cercanos.

Y por encima de todo, recuerda que yo siempre estaré ahí, pues no hay nadie que te quiera más que yo, nunca lo olvides.