Después de dos meses volví a coincidir con Hugo, concretamente por mi cumpleaños. Él y sus dos amigos bajaron por sorpresa y pasamos toda la noche juntos en la playa de mi pueblo. Creo que fue una de las noches más bonitas de este año.
Debo decir que antes de esto conocí a Álvaro, el amigo de Hugo. Todo empezó con una tontería y de echo de primeras el odio se apoderó de nosotros dos cual perro y gato.
Esa misma noche hablamos para solucionar esa disputa que tuvimos y acabamos hablando de nuestras vidas, fue interesante porqué no quería abrirse pero me cogió confiaza y puedo deciros que a los pocos meses para mi era como un mejor amigo.
Lo de hablar se volvió una rutina, él me contaba sus andadas y yo las mías, nuestras vidas eran tan paralelas pero tan similares a la misma vez que eso hizo que dentro de mi empezara a crecer un fuerte cariño hacia él.Me encariñé mucho de él, echo bastante irónico ya que no le había conocido aún y vivimos muy lejos el uno del otro. Ese cariño acabó en una especie de "enamoramiento" que no me aportó nada bueno, sino pues desgracias y falsas ilusiones.
Si no recuerdo mal, era ya marzo y decidí confesarle mis sentimos hacia él. Lo único que conseguí fue un "jaja que mona eres".
Yo sabía que él tenía novia pero decidí arriesgarme sabiendo que yo le gustaba más que su novia, ¿muy inútil verdad?Volviendo a marzo, le conocí en persona y creedme que temblaba de los nevios y vergüenza que tenía. Nada más verme me abrazó, fue un gesto tan dulce que me quedé enamorada de él al instante.
Nos pasamos toda la tarde hablando como si los demás no nos importaran, estábamos en nuestra burbuja pero esta vez cara a cara. Pasaron las horas rápidamente y yo lo único que podía pensar era que no se fueran, quería que se quedarán allí por siempre pero no siempre todos los deseos se cumplen.Y nos despedimos con un abrazo que no sé cuánto duró, pero creo que lo necesario como para demostrar el aprecio que nos teníamos el uno al otro. Mi único deseo era quedarme allí en la playa, tumbada en la arena y mirando las estrellas con él.
Pero se fue y no lo he vuelto a ver más, todos nuestos intentos de quedar tenían siempre algún fallo que los hacía imposibles y dejamos de tener contacto. Muchas veces echo de menos las conversaciones que teníamos hasta bien entrada la madrugada o esas llamadas de mil horas que me alegraban todo el mes.
Y esque basándome en el Ying y el Yang,
Éramos como líneas paralelas,
Nunca llegaríamos a cruzarnos,
Ni a fusionarnos porque éramos polos apuestos
Como el aceite y el agua,
Insolubles.
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¿Realmente era amor?
Teen FictionGracias a Pol, Nekane conoce a algunos amigos suyos por los cuales se enamorará y sufrirá. Llegará un punto en el que se cansará de falsas ilusiones y se replanteará si realmente era amor lo que sintió.