un amor algo diferente

Parte 1 Sin Título

Al final no dijiste que no.
Como siempre te mire, siempre hubo un gran deseo de mi parte.
Siempre te idolatré.
Te vi llegar al trabajo, bajarte del auto, tu caminar sensual, siempre bien vestida.
Siempre te admire.
Por donde te viera, eras perfecta.
Tus rasgos finos, tu piel perfectamente blanca, tu pelo siempre arreglado, tu perfil, que hasta tu sombra se ve hermosa.
Siempre amable con todo el mundo, aceptando cumplidos, siempre sonriendo, siempre amable.
Yo me daba el trabajo de siempre preparar lo que te gustaba para que te fijaras en mi, cosa que nunca dio resultados positivos.
Mi trabajo siempre fue fácil, relajado y tranquilo.
Era el jefe de cocina en el casino del colegio, en cambio tu querida, eras la maestra de historia, mundos completamente diferentes.
A mi me daba igual.
Aveces salia, me acercaba al salón de profesores, solo para oír algo de ti, conocerte, oír tu suave voz.
Un día escuche que te gustaba mucho las pastas a la italiana, y me di el trabajo de sorprenderte con un plato especialmente para ti cuando pasaste a almorzar.
-Un plato especialmente para usted profesora-
Me miraste extrañada, me respondiste que siempre comías hipocalorico, solo proteína con ensaladas, ya que cuidabas tu dieta.
Claro, en esa oportunidad coqueteabas con el maestro de música, probablemente concertando una cita a algún restaurante italiano, pero no te preocupes mi amor, ya lo resolví al otro día que rechazaste el plato que prepare solo para ti.
El era un amante de las motos así que fue fácil, pique la piola del acelerador, solté su freno, y solté su rueda trasera, el resto solo era esperar, y ese mismo día se accidento de manera fatal.
Te vi llorar al enterarte de la noticia, te ofrecí mis condolencias, y te invite a un café después de tu jornada, me miraste con asco, y me dijiste que no, que ni muerta, que jamas te reducirías a un cocinero.
Me humillaste.
Lo bueno, que al menos te diste cuenta y fuiste a pedirme disculpas.
-Estoy ocupado ahora maestra, a las 16:00 estoy desocupado, recuerde que es jueves.
No puedo atenderla ahora-
El tono frio y cortante me dolió mas a mi que a ti
-Vendré a esa hora- y te retiraste.
Mi equipo de trabajo se retiro a las 15:00 como siempre, ordené, me duché, me vestí, y perfumé para hablar contigo, esta era mi oportunidad, después de años por fin.
Sinceramente yo creo que lo mio fue amor a primera vista, trabajo hace 4 años en el mismo colegio, hasta que te vi llegar, esta especie de arcángel, mi corazón se acelero apenas te vi, y ahora tendré la oportunidad de hablar a solas.
Esta oportunidad créeme, no la desperdiciaría.
Fuimos en tu auto por un café, escuche tu sobria disculpa, la cual sonó a mas una disculpa por compromiso que por que de verdad lo lamentes, pero me mostré conforme, ya que esta era mi oportunidad, y te llevaría a mi cama a como diera lugar.
Caminamos a tu auto, te hiciste la graciosa abriéndome la puerta y aproveche el momento, te inyecte el calmante que llevaba en el bolsillo desde poco antes de salir de la escuela y te senté antes que te desmayaras, y nos fuimos.
Llegamos a mi casa y seguías dopada, fuimos a mi cama, te desnude y te amarre, y por fin fuiste miá, solo miá, una y otra vez, hasta que tu corazón se detuvo.
Habías muerto después de 3 días, probablemente un infarto, pero me valió verga, por fin eras mía y no dejaría que algo tan trivial como la muerte te alejara de mi.
Volvía del trabajo y volvía a hacerte mía, una y otra vez.
El día miércoles marco algo terrible para mi.
Yo no contaba que tu auto tenia gps.
Tu familia se preocupo de ti, casi una semana sin saber de ti, claro, vivías sola, pero hablabas periódicamente con ellos, se asustaron por que tu teléfono estaba apagado.
Llego la policía mientras le hacia el amor por ultima vez a tu cuerpo, llevabas 2 días sin vida, pero yo te amaba de verdad, y para mi seguías siendo hermosa y sensual.
Tumbaron la puerta, sentí varios pasos corriendo, entraron a todas las habitaciones y nos vieron.
Mi abogado indico que yo necesitaba tratamiento psiquiátrico, pero no lo tomaron en cuenta, y me encerraron.
Hoy, recién después de 10 años, estoy libre, frente a tu tumba, y por que te digo esto?
Por que siento que estabas sola, que me extrañaste, pero tranquila, ya casi te termino de desenterrar, y ahora si, nunca mas nos separaran.