. She is... .
De: Priss
Capítulo IV: an ANGEL.
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Un amplia sonrisa se plasmó en el rostro de Kurosaki Ichigo mientras veía a su novia ir de aquí para allá en el centro comercial, preguntando qué era esto, qué era aquello, como una pequeña niña llena de curiosidad, así era Kuchiki Rukia.
El pelinaranja debía admitir que al principio esa extraña personalidad de la chica lo sacaba de quicio.
"Aun ahora hay veces en que me desespera."
Pensaba el muchacho, más también aceptaba que era esa inocencia tan marcada e inusual en ella lo que lo hizo enamorarse de ella.
~ Ichigo, allá, allá.
La pequeña chica sujetó el brazo del pelinaranja, halándolo para ir donde uno de los establecimientos.
Entraron a una tienda de mascotas. Los ojos de la pelinegra brillaron embargados de ternura, en especial al ver las jaulas de los conejos.
~ Ahh, ¿no son lindos?.
Kurosaki torció la boca. ¿Qué tenían de lindas esas cosas?. Pero la expresión suplicante de su compañera lo desramó totalmente.
~ ¿Q-quieres uno?.
~ Sí !!.
Rukia se arrojó a sus brazos, para luego besarlo intensamente.
~ Pero uno pequeño.
Fue todo lo que el muchacho pudo decir después de quedar medio atontado debido a la reacción de la joven.
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El esponjoso animalito daba pequeños saltos por la habitación, hasta pasar por la puerta entreabierta y vagar por los pasillos del apartamento de Kurosaki, quien por cierto estaba bastante ocupado devorando a besos a la mujercita entre sus brazos.
Aun recordaba la primera vez que la besó, ella se asustó ligeramente, preguntando qué había hecho y por qué, así como el por qué sentía esas cosquillas en el estomago.
Rukia era demasiado inocente para su edad e Ichigo no sabía nada de ella. Un día, tan solo la encontró inconsciente frente al edificio donde vivía, él no dudó en ayudarla y desde entonces ella vivía con él.
Las manos del pelinaranja se colaron bajo la blusa de la joven, haciéndola estremecer por el contacto, más cuando Kurosaki palpó el pequeño seno izquierdo por encima del sostén...
~ Ahh, I-Ichigo... ¡ ¿qué haces? !.
~ Tranquila... yo nunca, jamás te haría daño.
~ E-es que yo...
El pelinaranja posó sus labios sobre los de ella, regalándole un pequeño beso mientras entrelazaba sus dedos con los de la mujercita.
~ ¿No quieres?... ¿no te gusta?.
~ No sé... yo... me siento muy extraña.
Él sonrió con ternura al escucharla.
~ Solo déjate llevar.
Y tras dichas palabras, Ichigo ya no pudo detenerse. Despojó a la chica poco a poco y con total delicadeza de todas las ropas, que por ahora no eran necesarias, luego se deshizo de las suyas.
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She is. . .
RomanceICHIGOxRUKIA. AU. Rukia derramó lágrimas de alegría, pues por primera vez en mucho tiempo se sentía como lo que ya no era... se sentía humana. Colección de one-shots, 11 historias en las que Rukia es muchas cosas. . . excepto humana.