Capítulo 4 "Una luz que fortalece"

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Está todo listo para ir al hospital y no mentiré, tengo miedo de lo que pase, nunca he estado en quirófano antes y la verdad no sé que pueda pasar.

Meditaba mucho cuando de la nada, comenzaron a tocar la puerta y al salir me sorprendió bastante la persona que lo hacía, era mi amigo el Fraile, me llenó de alegría el ver que me visitaba en estos momentos tan difíciles para mi.

-Estimado,  ¿cómo está?-...

Y esa fue la pauta que inició la conversación con él, le dije la situación en la que me encontraba en esos momentos, a pesar de que ya conocía perfectamente en la encrucijada en la que me encontraba, me toco el hombro al ver que mi cabeza estaba baja y me dijo:

-Mi amigo, no estás solo, estoy contigo y estaré rezando mucho por ti mi hermano-

Esas son las últimas palabras que recuerdo de que me dijo antes de despedirse de mi, puesto que era vigilante de la virgen y el tiempo de la misa estaba apunto de terminar y tenía que volver por ella.

Me sentía triste, con miedo, pero decidido a hacer lo que fuese para estar bien, porque lo que yo más deseo en éste mundo es vivir.

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2015 ⏰

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