Vongola en París

Llegada y una caja misteriosa.

La décima generación se encontraba en este momento en el aeropuerto internacional abordando el jet privado del jefe Vongola, se acomodaron y despegaron con destino a Francia; París.

Su viaje no fue el más tranquilo, pero aún así lo disfruto como nunca los minutos de paz que tuvo al liberarse del infernal papeleo.

Ya habían llegado a París,y cabe decir que todos estaban felices de tener unas merecidas vacaciones lejos de todos los problemas que conlleva ser parte de la mafia. Por lo tanto fueron llevados enseguida al hotel más caro de la ciudad, donde residía el alcalde y su única hija que estaba junto a su clase para hacer trabajos voluntarios.

En cuanto Vongola entró enseguida fueron recibidos por el Alcalde pensando que eran compañeros de su hija y que habían llegado tarde para el trabajo voluntario.

-Disculpen jóvenes pero si van a llegar tarde al menos deberían haberle avisado a su maestra- sonrió con calma mientras su hija lo miraba confundida.

-Papi,¿De que hablas?, Ellos no son de mi clase- le dijo mientras miraba sus uñas con desinterés.

-Oh,entonces tendré que pedirles que se retiren-iba a llamar a seguridad cuando el castaño le mostró su anillo haciendo que el Alcalde se pusiera nervioso- Oh! Joven Vongola,es un placer verlo aquí,disculpe por no reconocerlo-hizo una reverencia siendo imitado por el más bajo.

-Me alegro de verlo nuevamente-murmuro en perfecto francés mientras sonreía- Vengo a pedir unas habitaciones para mí y para mis acompañantes,de preferencia las mejores por favor.

-Oh,si claro, enseguida joven Vongola mientras tanto,¿le gustaría algo?- le pregunto con una sonrisa temblorosa dejando a su hija confundida.

-No gracias, por ahora iremos a ver la ciudad, cuando las habitaciones estén listas mandé el equipaje de mis acompañantes a la que corresponde por favor- miro a su alrededor y vio solo adolescentes en los puestos de trabajo- Al parecer tienen a niños... Hoy trabajando.

-Eemm sí,la clase de mi hija está ganando experiencia en trabajos laborales,oh pero que descortés de mi parte- Mira a su hija y pone una mano en su hombro- Ella es mi princesa Chloé, Hija él es Tsunayoshi D'Vongola,un empresario exitoso que con tan solo 16 años hizo crecer la fortuna familiar,lo conocí hace un año atrás cuando me pidió que una de sus empresas se instalará en París.

-Un gusto conocerlo Tunayoshi- se burló ocultandolo pero que fue notado por su padre.

-Es Tsu-nayoshi señorita Bourgeois y le agradecería que no me llame por mi nombre,pues en mi país natal es una falta de respeto cuando no hay confianza- esto hizo que su padre temblará al sentir la mirada del más joven- y usted alcalde, debería enseñarle modales a su hija,no solo se burló de mí nombre si no que también me habla como si fuera nada-miro otra vez a la rubia que estaba roja de furia- y señorita le recomendaría que dejará de coquetear con mis acompañantes-giro sobre sus talones en dirección a la salida- Cuando volvamos quiero las maletas de todos en sus respectivas habitaciones,si me enteró de que se equivocaron este hotel perderá dos estrellas- salió del edificio siendo seguido por sus guardianes.

-Claro Joven Vongola- siguió con la sonrisa hasta que salieron y transformando la en una cara seria- Chloé no vuelvas a hacer algo que me avergüence frente al Joven Vongola - le ordenó sin mirarla que no vio que ella lo miro sorprendida- Desde ahora dejaré de complacerte en lo que quieras,ya es momento de que madures.

En las calles de París.

Los chicos empezaron a recorrer las calles de París con calma,admirando varias tiendas de ropa y restaurantes.

-Oye Tsuna,mira esto-Takeshi apunto a una vitrina de una tienda de antigüedades dónde una caja negra con detalles rojos se exponía.

-Mmm... - El castaño miraba con mucha atención la caja y al parecer a su mascota también por qué sentía que Natsu quería salir.

-Entremos,tal vez podamos comprarla- El moreno más alto tomo la mano del más bajo y entraron juntos siendo seguidos por un peliplata enojado y un trío que estaba a punto de pelear para distraerse. (N/A: Acabo de darme cuenta que sonó mal).

-Disculpe...-una mujer mayor miro más bajo del grupo curiosa- La caja que está en la vitrina, ¿Está a la venta?.

-Oh no,esa caja perteneció a mi familia durante décadas,solo lo pongo ahí para exhibición. Aunque.... Tal vez pueda venderla a usted si me dice por qué la quiere- la señora sonríe hacia la lluvia mientras que Tsuna la mira confundido pero aún así responde.

-La verdad es que desde que la Vi hace unos momentos me siento como conectado y quisiera saber por qué me produce ese sentimiento- le contesto con simpleza sorprendiendo a la anciana.

-Ya veo... En ese caso llevesela, pero cuide la muy bien- la señora se acercó a la vitrina y saco la caja negra- En las manos equivocadas puede traer graves consecuencias-la deja en manos del Jefe Vongola.

-¿Cuánto le debo señora?.

-Nada joven,usted no me debe nada ni sus amigos- sonrió de manera misteriosa mientras que ella se adentraba más al fondo de la tienda para luego desaparecer en una puerta.

-Juudaime es hora de irnos-Gokudera lo miro pero noto la caja en sus manos.

-Si...-enseguida el castaño salió de la tienda siendo seguido por los demás que estaban confundidos y tranquilos.