¿Conoces la sensación de enamorarte porque no encuentras nada mejor?
La gente enamoradiza lo hace casi a propósito, pero Byuri lo hizo por ignorancia. Porque no sabía que habría algo mejor.
Yongsun fue para ella como la primera vez que un niño va a cine. La primera vez que ves fotos moviéndose, un retrato de la realidad o dibujos que imitan la fantasía como si hiciese parte de nuestro mundo; parece que un sueño se te vuelve realidad. Pero cuando siendo mayor ves cine con frecuencia, la primera película que viste definitivamente no está ni cerca de ser la mejor.
—Byul... Byur-ah...
Byuri no la miraba directamente por vergüenza.
—Siento que... No me hablas, que no la pasas bien conmigo, ¿qué pasa?
Era doloroso ver a su novia con cara de cachorro. Yongsun era una persona muy, muy dulce. Pero se había dado cuenta de que no era su tipo. Mientras que seguía en el clóset, a veces le prestaba atención a cualquier chica. Pero siempre con el pensamiento de que quizás nunca encontraría quien le correspondiera por delante.
Hasta que... No sabe cómo sucedió. Pero un día Yongsun y ella se besaron. Y ni siquiera tuvo que meditarlo, se enamoró de inmediato.Y un año después, se desenamoró. Lastimosamente era la única entre las dos a la cual le pasó.
Los primeros meses fueron maravillosos para ambas. Nunca lo hubiesen visto venir. Se daban regalos y cariño como un pozo sin fondo da agua. Se repetían que se amaban con frecuencia, eran de lo más melosas.
Pero luego Byuri encontró la comunidad de lesbianas de su ciudad. Y todo empezaba a verse distinto. Siempre fue su sueño encontrar más gente como ella, conocer la experiencia de otras personas. Contar la suya. Y un día encontró un bar, y encontró gente. Y conoció a muchas personas. Emocionada le contaba a Yongsun, y de vez en cuando iban juntas a puntos de encuentro.
Y entre tantas personas conoció un par de mujeres que la hicieron sentir diferente. La hacían sentir cosas que no sabía que necesitaba sentir. Byuri pensaba que no le llamaban mucho la atención las mujeres masculinas hasta que a lo largo de los pocos meses tres le han estado coqueteando. A todas les explicó que tenía novia, aunque avergonzada por los cumplidos, pues es modesta en ese sentido. Pero una de ellas no para de estar detrás suyo. Es un comportamiento dudoso, lo es, pero en parte deja a Byuri emocionada.
Y cuando piensa en Yongsun, no le cuadra. Claro que quiere a Yongsun, Yongsun es... Especial. Pero es demasiado dulce, demasiado tierna, demasiado inocente. Demasiado... Aburrida.
A Byuri le duele pensar eso.
¿Cómo vas a pensar eso de tu primer amor?—No me prestas atención... —murmura ella.
Byuri no quiere terminarle por esa razón. No puede, no se atreve a romperle el corazón. ¿Cómo se le dice a alguien que ya no lo quieres?
Pobre Yongsun, piensa Byuri. Lo siento, Yongie, piensa Byuri.
—¿Todavía me quieres?
—Sí. —Pero aunque no se atreva a romper con ella tampoco se atreve a mentirle—. Pero... Creo...
—¿Qué crees?
Byuri cierra los ojos, y recuerda la sonrisa de la otra chica. Cómo ella la trata. Cómo la hace sentir. E intenta pensar en la sonrisa de Yongsun, que ya no le emociona. En cómo la trata, que solo le hace pensar que Yongsun le cae bien. En cómo la hace sentir: no mucho. Lástima quizás. Porque se siente mal por no poder darle el amor que se merece en realidad.
—Perdón, por haber estado así —confiesa—. Es que creo que... He... He cambiado un poco. No me siento igual. De todos modos te quiero —asegura, de manera confusa.
Es que sí la quiere, como amiga.
—¿Eh? Pero... ¿Entonces?
—Es que creo que es mejor si volvemos a ser amigas.
Byuri no la ha estado mirando fijamente, solo por encima, a la ligera. Y ahora que sí la observó directamente la ve con una cara desgarrante. Tiene ese rostro fruncido que solo observas en la gente cuando está a punto de llorar. Pero su rostro queda seco por unos buenos segundos. Hasta que corre la primera lágrima.
—En serio lo siento.
—No... —Casi tartamudea—. No te preocupes. Son cosas que pasan.
Yongsun agarra una almohada y se cubre la cara con ella, abrazándola con fuerza.
—Hey, no... Por favor no llores.
Yongsun rompe en llanto el cual es amortiguado por la almohada. Le ves el cuerpo respirando con fuerza, entrecortadamente.
Byuri observa. Triste. E intenta acercarse con cuidado, y miedo. La abraza. Lo lamenta.
—Yongsun, lo siento.
—No me digas que es una broma —apenas se le escuchaba por debajo del llanto y la almohada.
—Yongie... Lo siento. No va a ser tan grave, te lo prometo. No me necesitas, eres fuerte, ¿sabes eso?
Por un rato se calla. Parece estar pensando.
—Yo te he amado tanto, Byul...
A ella también se le humedecen los ojos, de compasión, nostalgia, porque es su amiga. Le tienta retractarse y pedir que vuelvan, pero Byul sabe que eso no es lo que quiere. Necesita despegarse de Yongsun, y avanzar. Encontrar a una persona que le llene en otro sentido. Y no va a tener a Yongsun esperando con ella, tener una fantasma de novia.
Después de unos meses, han podido volver a hablar con más naturalidad. Quizás nunca volvería a ser lo mismo, pero no tiene que serlo, está bien así.
Yongsun encontró otra persona con la cual es feliz, y Byul se siente celosa.
La chica que le coqueteaba al final no era muy sincera, andaba con mucha gente. Pero no se enojó, algo debía pasarle, no todo lo que brilla es oro.
Volviendo a que se sentía celosa, realmente deseaba estar en el lugar de su pareja, volver a hacerla sentir feliz. Solo porque escuchó que estaba con alguien más.
Después de reflexionar tuvo claro que no se trataba de su amor por Yongsun, que eso igual lo supo todo el tiempo, sino de sentir lo mismo otra vez.
Estaba celosa porque Yongsun tenía amor y Byuri no.
Extrañaba a Yongsun pensó cuando sintió los celos.
Pero no extrañaba a Yongsun como tal, no con esta perspectiva, no la persona que era ella ahora.
Extrañaba la sensación de enamorarse de alguien profundamente, como si fuese la primera vez.